Necesitamos desarrollar el entendimiento correcto de lo que significa vivir para Cristo, solo así realmente entenderemos la muerte como ganancia.

Nuestro invitado, el pastor Sixto Porras, comparte con nosotros principios y lecciones de vida sumamente importante para cada matrimonio.

Tres pasos importantes para resolver la soberbia: 1) Identificarla. 2) Tomando acciones. 3) Confiar en la gracia de Dios que nos hace mejores cada día.

Nadie puede caminar solo en esta vida, es necesario que nos rodeemos de personas que nos modelen a Jesús y puedan traer una palabra correcta en el tiempo apropiado.

Mientras más caminamos con Jesús, más seremos como Él y llevaremos su amor en todo lo que hacemos.

Es vital que podamos tomar el conocimiento de las escrituras y aplicarlo a nuestro día a día.

Estas tres palabras es necesario verlas desde un entendimiento bíblico, nos servirán como una dirección de vida.

¡NUEVO AÑO, NUEVA SERIE! Al iniciar el año trazamos metas, sueños y anhelos que queremos alcanzar. ¿Pero, sabemos que se requiere para alcanzar lo que Dios quiere que alcancemos?

El mejor consejo que podemos dar como padres es guiarlos, encaminarlos y modelar con nuestro ejemplo.

La paz de Jesús trae libertad, reposo, amor y perdón.

Ser una nueva persona significa que la persona de Cristo gobierna toda nuestra existencia.

Hemos sido adoptados por gracia, llamados a ser hijos de luz.

Un verdadero discipulo debe vivir cada día, sabiendo que su misión es vivir por aquel que dio la vida por él.

Al predicar pidamos ayuda al Espíritu Santo para proclamar el evangelio con valor y demostrar especificamente el amor y la misericordia de Dios.

Seguimos estudiando la importancia de tener el entendimiento correcto sobre la vida de Dios en el templo y en las casas.

Recordemos que Dios es amor y nosotros podemos amar sin esperar nada a cambio, nuestra vida debe ser un reflejo de ese amor creciente que tenemos para con Dios y los demás.

La Palabra de Dios puede transformar por completo tus pensamientos y emociones, abre tu corazón y escudriña en ella.

Solo quien confía en Dios de verdad puede hacer esta declaración: Su voluntad es mejor.

En este episodio haremos un recorrido a través de las escrituras, donde juntos responderemos a la pregunta: ¿es necesario congregarnos?

Seamos pacificadores, reconciliadores y sobre todo recordemos que hay una gracia sobre nuestra vida para ser de bendición a los demás.

La verdadera oración consiste en presentarnos delante de Dios y pedirle a Él, que es más grande que nuestras emociones y Él nos dará ese espíritu de poder, amor y dominio propio.

Que Dios nos de la sabiduría para responder con integridad y hacer el cambio que se requiera para confiar y desarrollar una verdadera fe en nuestro Señor.

La verdadera transferencia de fe debe darse a través de la unión entre las generaciones.

Esta pregunta debe abrir nuestro corazón para ver la vida desde una perspectiva diferente.

El único que merece todo nuestro amor es Dios, cuando algo o alguien ocupa el primer lugar en nuestro corazón estamos fallando al mandamiento principal.

Debemos trabajar con responsabilidad en todo lo que se nos ha delegado, recordemos que trabajamos para el ojo de Dios.

No permitamos que la cultura del mundo entre en la iglesia, fuimos llamados a establecer una cultura del reino.

Tenemos una familia de fe, en la cual, a pesar de lo que somos y lo que no logramos ser, avanzamos hacia el perfeccionamiento en Cristo Jesús.

Este domingo dimos inicio a una nueva serie, acompáñanos a descubrir la importancia de hoy, más que nunca, levantar y preservar un diseño en nuestros hogares.

Escuchemos la voz de Dios y estemos determinados a obedecerla. Soltemos todo aquello que nos aleja de Él.

Agradezcamos las pequeñas oportunidades y utilicémoslas a lo grande, agradeciendo lo que Dios nos ha dado.

Es indiscutible: Jesús no solo vino a morir por nosotros, sino que también resucitó, tomando toda autoridad y llevándonos delante del Padre.

Nadie podía pagar el precio tan alto de nuestra salvación, solamente Jesús nos abrió un nuevo y vivo camino hacia el Padre.

Lo único que puede sanar el corazón del hombre es la cruz de Jesucristo.

Nuestra identidad como hijos de Dios quedó confirmada por Jesucristo y su resurrección.

Jesús abrió el camino de una vez y para siempre, nos otorgó el regalo más preciado y más perfecto.

Ser perfeccionados en santidad requerirá de poner de nuestra parte y de obedecer a la guía del Espíritu Santo en todo. Necesitamos ser sinceros en nuestra fe. Por lo tanto, anhelemos agradar a Dios en todo tiempo, desde un amor genuino y sincero.

La vida del cristiano se trata de como volveremos a interpretar y estructurar toda nuestra vida, centrándola en el Mesías que es Jesucristo.

Es tiempo de profundizar en el corazón de Dios a través de la palabra profética más segura.

En este episodio, escucharemos un extracto del libro "El invierno y yo" de Kim Choon-kyeun.

Cuando se trata de ser santos no podemos vivir en los extremos del legalismo o libertinaje, necesitamos ser exactos.

Cuando comprendemos que el Señor conoce todas nuestras angustias y aflicciones, y a pesar de eso, Él nos fortalece y nos guía, entonces es cuando abundará la gracia y el amor para ser restaurados en Dios en cada área de nuestra vida.

Cuando enfrentemos la prueba, recordemos que al final del camino el Señor traerá descanso y el verdadero reposo.

En esta noche nuestro clamor es por nuestra nación, que seamos esos agentes de sanidad, de cambio y restauración para la tierra en la que Dios nos permitió nacer. Hijos que reflejan la identidad del Padre y que llevan sanidad, restauración y justicia del cielo para Nicaragua.

Es necesario desarrollar el entendimiento correcto de santidad en nuestra vida. No se trata únicamente de evitar hacer lo malo, sino de un proceso, mediante el cual, permitimos al Espíritu Santo guiarnos, direccionarnos y nosotros obedecer su voz.

Estamos en tiempos difíciles, la sociedad cada día distorsiona los diseños de Dios. Por tanto, debemos perseverar en establecer una cultura de intimidad en casa.

La iglesia aguarda la segunda venida de Cristo, y para eso, necesitamos estar preparados. Durante la espera hay muchos asuntos en esta tierra que necesitamos resolver desde una posición donde confiamos en el Señor.

Como responderiamos si Dios hoy nos preguntara: ¿Puedes obedecer mi palabra a pesar de cualquier situación?

Recordemos que la Palabra de Dios es un mensaje directo para nuestras vidas y la única manera de transformar nuestra existencia, es confiar y poner por obra todo el consejo de lo que Dios nos ha dicho.

Seamos intencionales en cada oportunidad que tengamos y compartamos del amor de Dios a todos a nuestro alrededor.

Al predicar pidamos ayuda al Espíritu Santo para proclamar el evangelio con valor y demostrar especificamente el amor y la misericordia de Dios.

Necesitamos darle la importancia que se merece predicar el evangelio, este es un asunto de vida o muerte. Permitamos que Dios nos utilice como instrumentos de salvación.

No se puede edificar nada que permaneza sin que desarrollemos una relación espiritual con el Señor.

El llamado es a santificarnos y que Dios nos encuentre amándolo a Él y en una constante búsqueda de vivir sabiamente conforme a su Palabra. No hagamos a un lado a la familia, Dios quiere bendecir sus generaciones. Si nos hace falta fe, busquemos más a Dios hasta ser fortalecidos.

Más allá de nuestras fuerzas hagamos la obra que el Señor nos ha encomendado, confiando que el Poder su Presencia estará con nosotros.

Nuestra realización está en hacer lo que Dios nos mandó a hacer a esta tierra: predicar su evangelio.

Recordemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien. Desde esa perspectiva es que logramos enfocar el sufrimiento, para darle un valor que bendiga a los demás.

Vivamos una vida que avanza dedicidamente, teniendo como base la Palabra del Señor.

Aferrémonos a Jesús y aprendemos a amarlo cada día.

Reconozcamos que nuestra fuente de vida es Dios, recibamos ese regalo que cambiará nuestra vida para siempre.

Necesitamos desarrollar el entendimiento de no vivir por las circunstancias. Confiemos en que Dios nos respalda cuando hacemos su obra.

Conocer verdaderamente a Dios nos dará una visión completa y la sabiduría que necesitamos para cada día.

El hombre ha buscado deleitarse en muchas cosas o personas, pero lo que la Palabra de Dios nos enseña, es que deleitarnos es permitir que Dios nos llene.

Nuestra naturaleza como consecuencia del pecado, se inclinará al mal siempre, por eso debemos ejercer ese dominio propio, que solo es posible cuando cultivamos una relación con el Espíritu Santo.

El verdadero creyente es aquel que, aun en medio de la aflicción, alaba a Dios con todo su ser, entendiendo que hay un poder y gracia que camina junto a él.

Entendemos que somos un pueblo escogido, pero nunca perdamos el enfoque que no es por mérito, sino por su Gracia y amor.

Si deseamos conocer la voluntad de Dios, debemos dejar de insistir en nuestra propia manera de pensar, sentir o creer y prestar atención con todo nuestro ser, dispuestos a obedecer.

Sea cual sea la tribulación, confiemos en Dios y sigamos su camino obedeciéndole, entonces, se revelará el evangelio y la iglesia estará en un avivamiento.

El Espíritu Santo quiere guiarnos a toda verdad, abramos nuestro corazón para recibir su consejo.

Debemos entender, que aún en medio de los momentos que no tienen explicación, Dios obrará para bien.

Dejemos que el Señor nos siga perfeccionando y estemos persuadidos, que aquello que comenzó en nosotros, lo terminará.

Es tiempo de romper todo orgullo y empezar a construir una iglesia gloriosa, dispuesta a partir el pan con su hermano dándose por completo por el vínculo perfecto que es el amor. Perseveremos junto al cuerpo de Cristo, no aislados.

¿Estamos listos para vivir una vida consagrada al evangelio? Entendamos que no todos predicaremos desde un púlpito, pero todos predicamos con nuestra vida y tenemos el ministerio de la reconciliación.

El entendimiento que tengamos del fin modela nuestro comportamiento actual. Y nace la pregunta: ¿Cuál es nuestra postura hasta que Él venga? “Maranata” significa que Cristo vino y Cristo viene. No hay regreso de Cristo sin que la gran comisión haya llegado a todas las naciones.

¿Qué importancia tiene Maranata en nuestras vidas y que debemos hacer hoy para colaborar con el cumplimiento del plan de Dios? Escuchemos juntos y seamos edificados.

El futuro, que es incierto y está delante de nosotros, es una oportunidad para escuchar la dirección que el Padre nos da.

No se trata de religión o ideologías, se trata de seguir al Señor por amor y no por terror.

Tenemos una familia de fe, en la cual, a pesar de lo que somos y lo que no logramos ser, avanzamos hacia el perfeccionamiento en Cristo Jesús.

Si caminamos con Dios, buscando su voluntad y obedeciendo su Palabra, aún esos momentos difíciles, Él los usará para nuestro bien y nuestro crecimiento.

El futuro, que es incierto y está delante de nosotros, es una oportunidad para escuchar la dirección que el Padre nos da.

Necesitamos cada día un corazón que camine en el temor de Dios, llamar malo a aquello que Él llama malo, y procurar buscar siempre su voluntad.

Hemos estudiado sobre la importancia de expresar todas las manifestaciones del fruto del Espíritu Santo en nuestra vida. Hoy, hablaremos sobre la benignidad y bondad.

El primer y más grande mandamiento es amar al Señor con todo el corazón, alma, mente y fuerzas. Es necesario que cada día nos preguntemos a nosotros mismos: ¿Con cuánta intensidad estoy realmente amando a Dios?

Debemos entender que antes de que haya disciplina, debe haber discipulado. Enseñemos a nuestros hijos en casa a honrar a Dios en todo lo que hagan.

Si pecamos, seamos sincero para reconocer nuestro error, no caigamos en la trampa de la justificación y tomemos el rumbo correcto en nuestra vida.

Debemos eliminar por completo aquellas conductas pecaminosas que dañan nuestra relación con Dios.

Reconozcamos el amor fiel de Dios a nuestras vidas, para dar otros el mensaje de reconciliación.

El Señor nos mostró amor, misericordia y compasión, por eso, debemos responder a ese amor y tratar a los demás de la misma forma.

No permitamos que la cultura del mundo entre en la iglesia, fuimos llamados a establecer una cultura del reino.

El entendimiento correcto de la honra, nos posicionará en el lugar correcto. Necesitamos entender que la honra es por causa del Señor.

Agradezcamos las pequeñas oportunidades y utilicémosla a lo grande, agradeciendo lo que Dios nos ha dado.

La justicia divina está basada en el amor de Dios, nos justifico y nos dio vida eterna.

Jesús dijo: el que quiera ser el mayor, sea siervo de todos. Nuestra manera de hacer liderazgo es inspirar a las personas, a seguir a Jesús cada día de sus vidas.

Desde el principio Dios nos entregó un diseño, es nuestra responsabilidad aplicarlo y caminar en él.

No hay nada que el Señor no pueda cambiar o controlar, pero si aún así deja que algo suceda, debemos agradecer.

Cuando entendemos que todos a nuestro alrededor son hechos a la imagen de Dios, aprenderemos a honrar lo que ellos cargan y puede bendecirnos.

Si confiamos en la justicia de Dios, no negociamos con la injusticia y nos liberamos del odio y la ira.

Cuando contamos con la perspectiva de Dios, encontramos esperanza aun en medio de la frustración más grande.

Enseñarles a los hijos el gozo de la adoración y a vivir una vida digna de un adorador es la verdadera educación de la fe.

La muerte transforma el sentido de la vida y es el valor determinante que indica el nuevo sentido de vivir.

¿Dónde están nuestros pensamientos? En este tiempo de oración, queremos intencionalmente enfocarnos en adorar a Dios y descansar en sus promesas. Oremos juntos.

La última decisión que tomamos fue seguir a Jesús, de ahí en adelante, Jesús debe tomar todas las decisiones. Debemos vivir conforme a su propósito.

La verdad inequívoca es que llegamos hasta aquí porque nos guió Dios con Su amor y, si pecamos, podemos conocer Su gracia y Su misericordia arrepintiéndonos.

Hoy aprenderemos sobre dos personajes en la Biblia, Saúl y David, ambos cometieron errores, pero lo que marcó la diferencia fue su actitud ante la corrección.

Escuchemos la voz de Dios y estemos determinados a obedecerla. Soltemos todo aquello que nos aleja de Él.

La fuerza para superar el peligro, se encuentra en la oración.

Necesitamos ser responsables con la luz que hemos recibido y caminar en su voluntad.

"El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia." Proverbios 28:13

Estemos atentos para guiar en el camino correcto, corregir, inspirar y animar a los demás a seguir en el propósito que Dios tiene para sus vidas.

No tiene sentido sobrevivir siendo complacientes o cediendo ante los deseos del mundo, por tal motivo, es necesario ser dererminados y constantes.

Saquemos de nuestro corazón todas aquellas figuras, personas y elementos que distraen nuestra mirada del autor y consumador de nuestra fe.

Solo cuando damos amor, vamos a poder recibir de ese amor.

Dios es un Dios de planes y debemos esforzarnos por seguir la agenda que Él tiene para nuestra vida.

Nuestra vida en realidad no es nuestra, sino que es del Señor. Solo cuando recordamos esta verdad y confiemos por completo en Él, Dios será el que nos haga producir en todos los asuntos.

Hemos leído muchas veces este salmo, pero.. ¿Qué significa realmente habitar? ¿Cómo concebimos en nuestro corazón habitar al abrigo del Altísimo?

Tenemos el mayor de los privilegios: ser llamados hijos de Dios. Pero también, trae consigo la mayor de las responsabilidades: ser agentes de reconciliación.

Nuestra meta mayor debe ser caminar y andar a la luz de las Escrituras.

La sana doctrina es una enseñanza que produce sanidad. Por eso, debemos procurar cada día estar más apegados a lo que la Escritura nos enseña.

Si nos esforzamos para establecer un sistema integral de oración espiritual, podremos mantener una relación íntima sin inconvenientes con el Señor.

Mírese con la luz del pacto de las Escrituras, en vez de los ojos del mundo.

Solo cuando logremos vencer nuestro propio ser que busca evadir el sacrificio y la entrega, podremos amar correctamente y para poder avanzar cada día por el camino correcto debemos poner nuestra mirada en Dios.

La escritura es el ancla en medio de un mundo caótico, peligroso, incierto; es nuestro lugar seguro.

Somos un diseño que da fruto para gloria de Dios. No importa la temporada, si estamos plantados en Él seremos como un árbol frondoso lleno de frutos.

Lo que determinará nuestro éxito o fracaso, es si nos mantenemos centrados en su Palabra o no.

Seamos hijos de Dios que recibimos la palabra precisa para esta generación, y seamos obedientes en andar en ella, modelando con nuestro ejemplo de fe y conducta.

Es necesario que tengamos conversaciones en un nivel de madurez más alto, que nos lleven a tener el entendimiento correcto, sobre todo lo que Dios nos ha entregado y las cuentas que daremos por ello.

Sigamos los pasos de Jesús, el Buen Pastor, e imitémoslo hasta el final

Es necesario que primero nosotros seamos sanados, para reflejar el amor de Dios a los demás.

Permitamos que nuesto corazón se llene de Dios y se exprese de muchas formas para bendecir a otros.

Hoy es un día de festejo, ¡nos sobran razones para celebrar! Solo nos queda derramar nuestro corazón en adoración, así que cantemos como lo hizo David: “¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abiertas de par en par y entrará el Rey de gloria!”

Jesús estaba por demostrar que la muerte es el principio de la vida y no el fin de ella.

No dejes pasar este día sin acudir con profundo arrepentimiento, gratitud y adoración a un Padre que nos brinda una eternidad a su lado, y al hijo que lo hizo posible.

Para que nosotros nunca más viviéramos apartados de nuestro Padre, Jesús sí tendría que experimentar la separación y el abandono del suyo.

Jesús no solo comió la pascua con sus discípulos, él mismo se convirtió en el cordero que correspondía ser sacrificado.

“Dios no hace acepción de personas... pero hará algunas cosas por ciertas personas que no hará por otras”. Esto no habla de un Dios de preferencias, más bien nos muestra a un Dios de intimidad.

Hoy iniciamos una serie especial de Semana Santa, reflexionamos sobre los últimos momentos de Jesús en la tierra.

Establezcamos ámbientes de adoración, donde podamos fluir en la Presencia de Dios y que desaparezca todo aquello que viene a contaminar nuestra vida.

La verdadera autenticidad procede de escuchar, caminar y obedecer lo que el Espíritu Santo nos habla a través de su Palabra.

Por más que para el mundo nuestra vida no llegue a tener cinco estrellas, para Dios somos únicos y Él usa a cada uno de manera especial.

Estamos aprendiendo sobre la necesidad de administrar fielmente todo lo que Dios nos ha entregado. Si somos fieles en lo poco, Él nos pondrá en lo mucho.

Vivamos una vida intencional, sin salirnos de los parámetros de Dios, para ser exitosos en esta carrera que se llama vida.

Todo lo que tenemos en esta tierra ha sido asignado de parte de Dios para que lo administremos correctamente.

Permitamos que el Espíritu Santo nos guíe, renueve y muestre aquello que necesitamos cambiar.

La sanidad que Dios trae a nuestra vida es integral, debemos entregar todo en sus manos.

Todo lo que hagamos debe ser bajo la dirección del Espíritu Santo.

Nuestra perspectiva debe cambiar, seamos esos líderes que logran hacer que esta generación experimenten la verdad de la salvación. 

Así es como se ve la comunidad de la iglesia: un lugar donde juntos enfrentamos diferentes adversidades, pero confiando en Jesús, salimos adelante con un propósito mayor. 

El Espíritu Santo nos revela su voluntad, corazón y propósito. Debemos caminar en lo que nos ha sido revelado y desarrollar convicciones firmes de agradar a Dios. 

De David podemos imitar su dependecia de Dios, aún cuando tuvo la oportunidad de tomar la justicia por sus propias manos, no lo hizo y esto fue agradable al Señor.

Los afanes de esta vida: el dinero, el trabajo, los problemas, muchas veces pueden apagar nuestro anhelo de cultivar el amor de Dios.

Llegamos al final de esta serie de mensajes, y queremos cerrar haciendo un énfasis de algo que es muy importante podamos atesorar en nuestro corazón.

La vida de fe tiene que ver con confiar en Dios, aún en aquellos problemas que son más grandes que tu capacidad.

Una verdadera amistad siempre guiará hacia Dios.  Busquemos y seamos amigos que afirmen, edifiquen y sean ejemplo.

Aún cuando nos enfrentemos a un juicio incorrecto, debemos aprovechar esa experiencia como una oportunidad para crecer como personas, en vez de enojarnos. 

Un toque de la presencia de Dios puede transformar en un instante nuestro estado, y también introducirnos a un proceso de perfeccionamiento paulatino. 

¿Cómo te gustaría ser conocido? Si queremos ser llamados hijos de Dios, necesitamos recorrer el camino del amor y perdón.

En la parábola de las vírgenes encontramos una pregunta que puede cambiar el rumbo de nuestro destino: ¿Estamos siendo prudentes o insensatos?

Fuimos diseñados para crecer, alcanzar y conquistar. No permitamos que el pecado nos retenga y estanque.

Continuamos recorriendo historias de grandes hombres de fe. Crece junto a nosotros y estudiemos la vida del profeta Daniel.

Dios y su Palabra son lo único en que debemos confiar.

Nuestra raíces deben estar fundamentadas en la Palabra de Dios, de esa manera, seremos inconmovibles.

Cuando cumplimos con la voluntad revelada de Dios, nos direccionamos a la voluntad específica, que tiene para cada uno de nosotros.

Nuestra batalla de la fe es mantener la prudencia, sobriedad y posición hasta que Jesús venga.

Recuerde que usted es amado, escogido y ha sido llamado con un propósito eterno.

El reino se construye con personas que en un inicio no lo saben todo, pero que en un proceso, alcanzan la madurez.

Desde nuestra identidad en Dios somos capaces de superar cualquier adversidad.

Por más razones válidas que tengamos, la desobediencia es desobediencia.

Todos estamos en un proceso de perfeccionamiento, no importa la temporada en la que estemos, necesitamos caminar juntos de la mano en una misma dirección.

No hay nada mejor que caminar una vida que constantemente reconoce su necesidad de Dios. 

El secreto del éxito consiste en concentrarnos en Dios, soltar las cargas y seguir el camino que nos ordena.

En esta parábola, Jesús quiere que comprendamos que lo más importante es cuidar nuestro aceite, caminando en prudencia y esperando su venida. 

Quien vive delante de Dios es aquel que permanece firme en la esperanza de llevar restauración al mundo.

Josué se enfrentó a una adversidad muy grande, la conquista de la ciudad parecía imposible, pero él encontró la clave para alcanzar la victoria.

La decisión más sabia consiste en obedecer con fe. 

Debemos obedecer por completo su Palabra, estudiándola constantemente, meditando y batallando en la fe.

Oremos para dejar nuestra debilidad en manos de Dios y para que Él  nos guíe en cada paso. Así, tendremos la fuerza para volver a  empezar

Nuestro testimonio y amor puede transformar la vida de las personas a nuestro alrededor, aún si estas no son las más fáciles de amar. 

Nuestra debilidad es como un fondo oscuro que refleja radiantemente la fortaleza de Dios.

Continuamos aprendiendo sobre José, como su integridad lo llevó de ser esclavo a convertirse en el segundo hombre más importante de Egipto, solamente superado por el Faraón.

Nuestra obediencia debe ser incondicional, confiando en sus planes de bien.

Confesemos día con día que no podemos vivir ni un segundo sin su ayuda. Que el Señor nos de la sabiduría para vivir una vida rendida a Él.

Nada termina hasta que Dios lo diga. Cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles, creamos en su providencia. 

A través de la vida de José, aprenderemos la impotancia de desarrollar una mentalidad de proceso para que podamos perseverar hasta el final.

La Gracia de Dios es un regalo que comienza en el pasado, continua en el presente y se extiende al futuro.

Una vida que reconoce su necesidad y dependencia de Dios está destinada a crecer en Él.

Dios está siempre pendiente de nosotros... Pero, ¿estamos siendo intencionales en buscar su voluntad?

Muchas veces hemos escuchado esta parábola y hemos cometido el error de tomarla como una historia para niños, pero es necesario que veamos con el entendimiento correcto, lo que tiene que enseñarnos para nuestro día a día. 

El remordimiento apunta al pasado, pero el arrepentimiento nos habilita para el futuro.

Nuestras prioridades deben estar en orden. Una iglesia gloriosa tiene los ojos fijos en Dios.

Hay planes, sueños y propósitos que Dios tiene para ti.. ¿Ya le has preguntado cuáles son?

Es necesario que evaluamos cada día como está nuestra relación con Dios.

Nuestra asignación como padres, es enseñar y modelar todo el diseño de Dios a nuestra casa.

¿Cómo vamos a correr la carrera que tenemos por delante? En este primer mensaje de nuestra nueva serie, aprenderemos juntos elementos prácticos para perseverar en fe.

Oración incesante es la habilidad de convertir nuestros pensamientos en oraciones.

Todos hemos leído este pasaje en las escrituras, pero, ¿qué significa, cómo podemos vivir en el primer amor y hacerlo un estilo de vida permanente?

Nuestra perspectiva debe cambiar, el Señor está preparando una Iglesia Gloriosa, por eso, debemos ser entrenados en la Palabra Profética más segura.

Una oración incesante y una comunión constante con el Espíritu Santo, nos dará la habilitación para resistir y avanzar en los planes que Dios tiene para nosotros. 

Somos guardados por Dios para perseverar, avanzar y caminar en fe.

"Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida." Juan 8:12

"Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" Efesios 4:13

Nuestra perspectiva de vida debe cambiar, es necesario que busquemos lo eterno, que pongamos los ojos en aquello que no perece.

Cuando entendemos realmente la autoridad que nos otorga Jesús, podemos entender verdaderamente lo que nos ha concedido.

En los tiempos que estamos viviendo, hoy más que nunca es vital que nuestra relación con Dios alcance nuevos niveles de intimidad.

Jesús pagó con su sangre para que terminemos la carrera.

Dios nos invita a comprobar las delicias que pueden resultar de nuestra obediencia a su voluntad.

Todo se simplifica cuando dejas de memorizar todas las mentiras y empiezas a reconocer la única verdad, Cristo.

Estamos viviendo tiempos difíciles y hoy más que nunca necesitamos llegar a la madurez, para alcanzar la estatura de Cristo.

No es posible llamarnos cristianos sin ser discípulos, Cristo te dice: toma tu cruz y sígueme.

En el Diseño del Reino de los Cielos, se tiene que estar dispuesto a perder para ganar. Confesión, arrepentimiento y humildad son acciones requeridas para una vida de santidad delante de Dios.

Necesitamos saber esperar y perseverar, porque si no lo hacemos, estamos propensos a cometer muchos errores.

Elías nos enseña que aún en medio de nuestro servicio, enfrentaremos situaciones difíciles, pero necesitamos confiar, esperar y tener ánimo.

La disiciplina que viene de Dios, producirá crecimiento en nosotros, tengamos la mejor actitud y dependamos completamente de Él.

La fe que proviene de Dios es aquella que obra en la voluntad del Señor, y no es nuestros propios deseos.

Cristo nos propone formar parte de su historia.. ¡Aceptemos su propuesta!

¿Qué camino tomamos cuando se nos presentan situaciones difíciles? Al caminar y andar en fe, seremos fortalecidos, veremos la provisión de Dios y creceremos en el entendimiento de su voluntad.

Alcanza la revelación y entendimiento de cual es tu verdadera asignación por parte de Dios, empieza a constatar de una vez el valor de tu servicio a El.

Dios hizo al hombre con una sola lengua y dos oídos, lo cual nos enseña a oír el doble de lo que hablamos.

No basta con hacer lo correcto, es importante también hacerlo de la manera correcta y, sobre todo, por la motivación correcta.

La salvación no es el fin, es tan solo el medio para iniciar el Reino eterno junto a Él.

Nuestra vida debe ser una constante declaración: creo en la providencia de Dios y obedezco al Dios de la providencia.

Nuestra vida está en las manos de Dios, Él nos sostiene, nos afirma y nos guarda.

Continuamos aprendiendo de la vida de Abraham, de las decisiones que tomó sin consultar a Dios, como estas lo llevaron a una situación de peligro y como entendió y aprendió que cada decisión debe tomarse desde un ámbito de fe.

Mientras más servimos, más nos parecemos a Jesús. Sigamos su ejemplo y vivamos para amar, dar, servir y no esperar nada a cambio.

Oramos para que tu confianza se renueve en Dios, no importa la tormenta, si Jesús está contigo puedes tener paz.

El entendimiento de que servir a Dios es un privilegio, nos lleva a cruzar nuevas fronteras en todos los ámbitos de nuestra vida.

Renovemos nuestra mente, asumamos las consecuencias de nuestras decisiones y tomemos acciones para caminar en santidad.

¿Cuántas veces nos hemos preguntado por qué estamos aquí? Muchas veces hay situaciones difíciles que nos toca atravesar, pero en cada una de ellas, podemos encontrar la razón de existir.

Dios está buscando amigos a quienes les pueda confiar sus tesoros. 

Fuimos llamados a manifestar la esencia de quienes somos en Él.. Pero debemos respondernos: ¿realmente lo estamos haciendo?

Si de algo podemos estar plenamente convencidos es que su eterno amor, su bondad y misericordia siempre estarán para nosotros.

Continuamos aprendiendo juntos sobre la vida de Abraham, cada principio de fe para que aprendamos dependencia total de Dios.

Cada uno de nosotros necesitamos ser inspirados, donde el servicio a Dios y a los demás se vuelve un estilo de vida.

Tienes tres opciones para elegir: lo malo, lo bueno y la voluntad de Dios. ¿Cuál escogerás?

En la medida en que más confiamos en Dios, más crecemos en fe. Pero es importante renunciar a todo aquello que Él nos está pidiendo que dejemos atrás.

Todos hemos recibido un don de Dios y están dados para poderlos ministrar a otros.

Todo nace en el matrimonio, muchos llevan algunos años, otros están comenzando y todos nos preguntamos, ¿cómo amar? ¿cómo permanecer juntos hasta el final? ¿cómo lo podemos lograr? 

Abraham vivió un proceso donde tuvo que abandonar su vida pasada, todo lo que conocía y la seguridad que creía tener en esa vida. Tuvo que tomar pasos de fe y en esta serie seguiremos aprendiendo como nosotros también, podemos dejar aquello que nos aleja de Dios.

Jesús enseña a sus discípulos un principio espiritual muy profundo. No vinimos para ser servidos, sino para servir.

Jamás pases por desapercibido el poder de bendición que te ha conferido Dios sobre tus generaciones; con acciones simples marcarás el porvenir de tus hijos y los hijos de tus hijos.

Siempre Dios te hará una invitación, un llamado para lo que quiere hacer contigo y tus generaciones, pero debe haber una correspondencia a ese llamado. Depende de nosotros caminar en terrenal o buscar lo eterno.

"Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza." Marcos 4:39 Que la paz que proviene del Cielo inunde por completo todo tu ser, tu casa y tu familia.

Piense, viva y decida generacionalmente.

¿Te sientes estancado? Dios quiere hacer cosas nuevas en tu vida, Él puso en nuestros corazones el deseo de nuevos comienzos. Que no te domine la fuerza de la costumbre.

Haz de tu casa una casa de oración y adoración, procura establecer ambientes del cielo.

Dios nunca te ha dejado solo, aun en medio de las crisis te sostendrá para que tu pie no resbale.

La cruz fue el anillo de compromiso con la iglesia, Su resurrección fue la promesa de que regresaría.

S. Mateo 7:24-27 RVR1960 24Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

Marcos 4:35-41 35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. 36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. 38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?

Mateo 13: 54-58 54 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene este esta sabiduría y estos milagros? 55 ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene este todas estas cosas? 57 Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa. 58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.

Hebreos 11:1-3 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Efesiso 5:16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

2 Reyes 20:1-6 RVR1960 1En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. 2Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: 3Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro. 4Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: 5Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová. 6Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo.

La verdadera amistad se encuentra en aquellas personas que nos acercan a Cristo.

El costo de la llamada tiene un valor muy grande, pero lo vale la pena

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.  He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. Isaías 41:10-13

Saber cuál es nuestra esencia nos dirige, hacia lo que Dios nos ha preparado como iglesia pero también como personas.

Amar a Dios por encima de todas las cosas es el punto de partida de todo ser humano, aunque vale la pena perseverar a costa de preservar nuestro escenario..

Hay un nuevo comienzo para tu casa. Oramos para que las relaciones sean restauradas, las heridas sanadas y que tú y tu casa entren en una nueva temporada con Dios.