La economía es casi tan antigua como el ser humano. Entre el nacimiento del trueque y la explosión del comercio online han pasado miles de años. Y por el camino se han producido infinidad de historias que queremos contar en elEconomista porque nos ayudan a comprender cómo hemos llegado hasta aquí.
Concorde, velocidad y lujo que acabaron en tragedia
🏃La humanidad, desde el principio de los tiempos, ha sentido el deseo de conquistar la velocidad. Una persecución por desplazarse más rápido para acelerar el viaje a través del mundo, para obtener ventajas en los negocios, la guerra y la propia vida. Corriendo, a caballo, en coche, en tren o, por supuesto, en avión, el objetivo siempre ha sido ser más veloz.✈️Y en esa búsqueda de la máxima velocidad, hay un vehículo que destaca por encima de todos: el avión supersónico, y en concreto, el Concorde. Las investigaciones para volar más rápido que el sonido se enmarcaban en la batalla tecnológica entre las grandes potencias de la Guerra Fría. Estados Unidos, la Unión Soviética y Francia y Reino Unido perseguían, cada uno por su lado, el primer avión comercial supersónico.💵Estados Unidos auspició una carrera entre Boeing y Lockheed para que diseñasen un avión más rápido que el sonido. Sin embargo, a pesar de los incentivos del Gobierno, que se comprometió a sufragar el 75% de los costes, ninguna de las compañías fue capaz de completar la misión, ante la incapacidad para superar los retos financieros y tecnológicos del proyecto, que nunca llegó a la fase de producción.⚒️Los soviéticos fueron los más rápidos, gracias a su Tupolev Tu-144, el primer avión comercial en superar la velocidad del sonido, denominada Mach 1, en 1968. También fue el primero en superar la Mach 2, alcanzando una velocidad máxima de 2.500 kilómetros por hora. Hitos que, sin embargo, no fueron suficientes. 🇫🇷🇬🇧El éixto lo alcanzaría, finalmente, el proyecto desarrollado mano a mano por Francia y Reino Unido: el Concorde. Un acuerdo único y sin precedentes en materia de cooperación, para diseñar juntos u avión, compartiendo toda la información, el montaje y sufragando los gastos por igual. Y con una curiosidad, los planos mezclaban el sistema métrico decimal que usaban los ingenieros galos y el sistema sexagesimal de los británicos. Cierran el complejo acuerdo en 1962 y empiezan a trabajar.
2/5/2024 • 12 minutes, 1 second
Historia del fenómeno Bukele: toda América quiere imitar a El Salvador
🇸🇻Imaginen un país que, hasta hace nada, era de los más peligrosos del mundo, y que ahora es una auténtica balsa, un oasis de seguridad. Este es el fenómeno que está ocurriendo en El Salvador, una suerte de milagro que promete convertir a Bukele en el presidente más votado de la historia del país. Las últimas encuestas hablan de una intención de voto de hasta el 93%, algo inimaginable casi para cualquier país del mundo. ¿Cuál ha sido la receta?El Salvador es un pequeño país, situado en Centroamérica, que hace solo 10 años era de los más peligrosos del mundo. Una sociedad de poco más de 6 millones de habitantes, donde nadie estaba a salvo. Las mordidas representaban hasta el 3% del PIB. Un lugar inhóspito para los negocios, para los niños y casi para cualquiera. Muchos definían la situación que vivía El Salvador como una guerra de baja intensidad.Pero en un giro sorprendente de los acontecimientos, las tasas de criminalidad en El Salvador han experimentado una caída sin precedentes. Las medidas enérgicas de Bukele, que incluyen la aprobación de un polémico estado de excepción, han permitido a la policía frenar la violencia. Aunque esto ha generado muchas críticas sobre posibles violaciones de derechos humanos, la población respalda abrumadoramente a Bukele, con un asombroso 90% de apoyo. Además, la economía está floreciendo, con una tasa de inflación controlada, gracias a la dolarización del país y a la llegada de turistas, que con su gasto fortalecen los ingresos de los negocios locales.
1/29/2024 • 7 minutes, 43 seconds
El origen de los contenedores, las cajas metálicas que inventaron el comercio global
🛳️En los últimos años, varios conflictos y accidentes nos han recordado la importancia del comercio marítimo en la economía global. Cada problema que afecta a las principales rutas náuticas repercute en todo el mundo. Y un elemento tan clave como discreto en este engranaje son los contenedores de carga.🌍A lo largo de la historia, pocas piezas tan sencillas han sido tan importantes. Estos cajones metálicos han redefinido el comercio internacional y las economías del mundo, gracias a su eficiencia logística y la red global que han contribuido a tejer en las últimas décadas.
1/22/2024 • 12 minutes, 46 seconds
El fantasma de la Gran Inflación de los 70
En el año 2021 despertó la gran ola inflacionaria post-covid, que hizo que muchos economistas mirasen al pasado, en concreto a la conocida como la 'Gran Inflación' de los 70. Los expertos denominan así el periodo comprendido entre 1965 y 1982 en el que la inflación media en Estados Unidos se disparó hasta más allá del 14%. Visto en retrospectiva, detrás de este aumento disparado del IPC estaban las crisis del petróleo, la espiral salarios-precios, el mayor gasto social posterior a la Guerra de Vietnam, el abandono del patrón oro por parte de Estados Unidos hasta insólitos controles de precios por parte del Gobierno.Pero, en realidad, detrás de todos estos factores estaba un mismo vector: la falta de credibilidad de la Reserva Federal, el Banco Central de Estados Unidos. La lectura oficial es que Paul Volcker acabó con todo eso, al frente de una agresiva Fed, que elevó los tipos con fuerza, pese a llevar a Estados Unidos a una severa recesión. Sin embargo, más de 40 años después de que los famosos detectives televisivos de los 70 Starsky y Hutch 'colgaran' la placa, una serie de académicos ha reabierto el caso: ¿qué más estuvo detrás de la Gran Inflación?El profesor Itamar Drechsler, en una reciente entrevista en Bloomberg, reabría la espita: no se puede comparar el actual fenómeno sin antes antender qué ocurrió en los 70. El académico se retrotraía al paper que publicó en 2020, junto a otros dos investigadores, que ponían patas arriba la versión convencional: más que un problema de credibilidad de la Fed, la gran cuestión de fondo fue una espesa y árida legislación financiera, que respondía al nombre de Regulación Q y que, en la práctica, topaba los intereses que recibían los clientes bancarios por sus depósitos, lo que impedía la correcta transmisión de la política monetaria.
1/15/2024 • 12 minutes, 28 seconds
El origen de la teoría del cisne negro
🦢"Rara avis in terris nigroque simillima cygno". La frase del prolífico poeta romano Juvenal, escrita en el siglo primero de nuestra era, se traduciría como "un ave rara en estas tierra como un cisne negro", y hacía referencia a un hecho casi imposible. En aquella época, pensar en un cisne negro era como hoy una rana criando pelo o un cerdo volando, algo no conocido, pues hasta entonces, en Europa, solo había constancia de la existencia de cisnes blancos.Durante siglos, para los europeos un cisne negro solo estaban en su imaginación, como parte de una metáfora de algo que no podía existir. No sería hasta el año 1697, muchos siglos después, cuando el capitán holandés Willem de Vlamingh, enviado por la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales en una misión de rescate, avistó en Australia cisnes negros. Ningún europeo lo había hecho antes, y cuando llevó ejemplares a Reino Unido provocó una auténtica conmoción. Lo imposible se había hecho realidad.Desde entonces, el significado de la expresión 'cisne negro' evolucionó, pasando a hacer referencia a hechos que parecían imposibles, pero que después fueron refutados.
1/8/2024 • 5 minutes, 40 seconds
¿Por qué es tan caro ser pobre? La teoría de las botas de Vimes
El mundo es tan complejo y tan difícil que, a veces, nos vemos obligados a apoyarnos en recursos de ficción o de fantasía para entenderlo. Y pocos lugares mejores para comprender una realidad compleja que Mundodisco, ese planeta inventado por Terry Pratchett en la saga de mismo nombre, que viaja en equilibrio sobre el lomo de cuatro elefantes, que a su vez se encuentran sobre el lomo de una tortuga estelar.Un escenario de auténtica fantasía, que dio pie a una saga que solo en España vendió más de un millón de libros. Destacaba además la creación de Pratchett por su capacidad para establecer paralelismos satíricos sobre cuestiones culturales, políticas, económicas y científicas.De hecho, los libros del genial autor entre su fino humor británico también recogen brillantes reflexiones sobre la sociedad actual, tan similar en algunos aspectos a la de hace 40 años, cuando Pratchett empezó a escribir las novelas de la saga.Este entorno es el que recoge la 'teoría de las botas de Vimes', o sencillamente 'teoría de las botas', que trata de explicar el problema de la desigualdad y la injusticia socioeconómica. Aparecida por primera vez en 1993, en la novela 'Hombres de Armas', señala que las personas que viven en la pobreza tienden a comprar productos baratos y de menor calidad, que deben reemplazarse repetidamente, y lo que a largo plazo resulta ser más caro que haber comprado un producto de mayor calidad.Recibe este nombre, precisamente, porque es Sam Vimes, capitán de la Guardia de la ciudad de Ankh-Morpork, el que ilustra el concepto, poniendo como ejemplo unas botas, con una reflexión sobre lo caro que es ser pobre."La razón porque los ricos eran ricos, razonaba Vimes, era que se las arreglaban para gastar menos dinero. Tomemos el caso de las botas, por ejemplo. Él ganaba treinta y ocho dólares al mes más complementos. Un par de botas de cuero, realmente buenas, costaba cincuenta dólares. Pero un par de botas, las que aguantaban más o menos bien durante una o dos estaciones y luego empezaban a llenarse de agua en cuanto cedía el cartón, costaban alrededor de diez dólares". "Aquella era la clase de botas que Vimes compraba siempre, y las llevaba hasta que las suelas se quedaban tan delgadas que le era posible saber en qué lugar de Ankh-Morpork se encontraba durante una noche de niebla, solo por el tacto de los adoquines. Pero el asunto era que las botas realmente buenas duraban años y años. Un hombre que podía permitirse gastar cincuenta dólares disponía de un par de botas que seguirían manteniéndole los pies secos dentro de diez años, mientras que un pobre solo podía permitirse comprar botas baratas se habría gastado cien dólares en botas durante el mismo tiempo y seguiría teniendo los pies mojados."
1/1/2024 • 6 minutes, 36 seconds
Gomina, ambición y la conquista de París (en bici): 20 años de la caída de Banesto y Mario Conde
🗓️28 de diciembre. No es el mejor día para una intervención bancaria. Parece más una mala broma pesada, después de un "sujétame el cubata" de un redactor trasnochado, a la hora de cierre, un día antes de los Santos Inocentes. Sin embargo, en la España noventera, Banesto, con su flamante presidente, Mario Conde, a la cabeza, ya estaban sentenciados. 💶En aquella época, España había empezado a modernizarse y desde la expropiación de Rumasa, no había experimentado un escándalo financiero de tal envergadura. Pero el caso Banesto trascendía del ámbito financiero. Esta vez había caído un icono, un tipo que estuvo muy cerca de convertirse en mito. Un banquero moderno, como los de Estados Unidos, que encarnaba la aspiración del país. A partir de ese 28 de diciembre, Conde terminó sepultado, y sentenciado, por todo tipo de delitos económicos por su gestión al frente de Banesto. Llegó a ser condenado varias veces, también fue acusado de desviar 600 millones de pesetas en pagos sospechosos, en el caso Argentia Trust. 🕴️Conde parece un personaje sacado de la novela de 'El Gran Gatsby'. Peinado hacia atrás, camisas de cuello duro, corbata de pala ancha, traje a medida, media sonrisa encajada en el mentón y mirada segura y desafiante. Todo el mundo quería ser como Mario Conde. No había chaval que no deseara estudiar derecho, si era en la Universidad de Deusto. Cuenta la leyenda que montó su primer pequeño gran negocio vendiendo sus apuntes. Posteriormente, se preparó para una de las oposiciones más duras que hay, para formar parte del cuerpo de élite de los abogados del Estado. Con 24 años, sacó la mejor nota de la historia. 🏦La realidad es mucho más complicada que un simple 'Mario Conde se lo llevó crudo'. El sector financiero vivía una especie de juegos del hambre, y la mayoría buscaban pareja de baile para unirse y reforzar sus balances. Banesto no era una excepción. Conde intentó la fusión con Banco Central. Una operación destinada a crear el banco más grande de la historia, pero que terminó como el rosario de la aurora, llenando hasta páginas de prensa rosa entre Javier De la Rosa, las Koplowitz y los Albertos. Todos con intereses cruzados y en medio Mario Conde, que para aquellos entonces se le estaba poniendo cara de Silvio Berlusconi, con fusiones, fisiones, participaciones en medios de comunicación y aspiraciones políticas.
12/28/2023 • 17 minutes, 59 seconds
El legado de Dr Martens: cómo se convirtió en icono de punkis, nazis y celebrities
📉La icónica marca de botas Dr Martens está viviendo un año muy complicado. A pesar de que su huella en la historia del calzado es imborrable, ha visto cómo sus ventas han decepcionado, los beneficios están lejos de lo previsto y su valor en bolsa, donde cotiza desde 2021, se ha hundido. En concreto, el precio de sus acciones ha retrocedido un 77% desde su debut, y solo el día que anunció sus decepcionantes resultados llegó a caer más de un 30%.🥾En 1945, Klaus Martens tiene un accidente mientras esquiaba, y se lesiona en un pie. La recuperación se complica, sufriendo bastantes dolores, sobre todo cuando tiene que ponerse las rígidas botas del ejército. Así que decide investigar cómo puede hacer más cómodo el calzado. Tras diversas pruebas, encuentra un modelo que le satisface bastante, más confortable y con mejor apoyo, elaborado con cuero suave y una suela hecha con neumático, mucho más acolchada.🏴En 1959 las ventas de la compañía ya eran muy buenas, y Martens y Funck, que eran conscientes de que el potencial de su diseño era mayor que el de un simple calzado ortopédico, se lanzan a la búsqueda de un socio que le ayude a dar el salto a un mercado mayor. Para encontrarlo, publican anuncios en revistas profesionales. Así entran en contacto con la familia Griggs, fabricantes de botas de trabajo.🎤Pero el gran salto de la compañía se produce cuando empiezan a ser utilizadas por los músicos que querían conectar con la clase trabajadora, siendo el primero de ellos el cantante de The Who, Pete Townshend, la primera celebridad que las calzó en público, y responsable de que las ventas se disparasen en los 70.
12/25/2023 • 9 minutes, 50 seconds
Auge y caída de Teka, el gigante de los electrodomésticos al borde del abismo
📉La situación de Teka hoy no es sencilla. Banco Santander y BBVA han acudido de nuevo a su rescate, con dos nuevos créditos por un importe de 20 millones de euros, para afrontar las necesidades de circulante y tener liquidez para el pago de proveedores. La compañía está obligada a pagar al contado, ante las reticencias de sus proveedores a suministrarles producto, por las dudas sobre su capacidad de pago.💶Mientras la compañía muestra si es capaz, o no, de superar sus dificultades financieras, varios fondos de capital riesgo, y otros competidores del sector de los electrodomésticos, están estudiando la opción de presentar ofertas por alguno de los activos que está en venta, como el de la grifería de baños, o incluso entrar en el capital.🏭Estamos a las puertas de un posible final para una empresa que nació hace casi 100 años, en Alemania, con un negocio que poco tiene que ver con el actual. Es en 1924 cuando Karl Thielmann funda una compañía de maquinaria agrícola. Está ubicada en Gelsenkirchen, Alemania, una ciudad industrial, en el corazón del Ruhr, famosa por su industria minera.
12/18/2023 • 12 minutes
Así creó Holanda la empresa más grande y sangrienta de la historia
Una de las bases del sistema económico mundial es la bolsa de valores. Los índices, las cotizaciones, los futuros y sociedades anónimas son cosas que vemos todos los días al abrir cualquier diario económico, y se trata de una herramienta fundamental para que las empresas consigan financiación, mientras quien quiera puede sacar provecho, o arruinarse, del buen hacer de la misma, convirtiéndose en el dueño de una pequeña parte.La idea no surgió de la mano de un Inditex, un Santander o un Iberdrola decimonónico en Gran Bretaña. El origen de los mercados data del año 1602, tres años antes de que Miguel de Cervantes publicara 'El Quijote', y 5 antes del inicio de la primera colonia inglesa en lo que hoy es Estados Unidos. Una de las bases de la economía mundial entonces eran las especias, pues, a falta de neveras, era la mejor herramienta para la conservación de los alimentos. En un mundo en el que el hambre campa a sus anchas, saber que puedes guardar un poco de comida cuando te sobre era esencial.En Holanda, las especias fluían muy bien y en gran cantidad en los comienzos del siglo XV.Portugal dominaba el comercio de este producto, mientras que Amberes se había convertido en uno de los centros de distribución de Europa. El problema fue que, en aquel entonces, los Países Bajos se formaron como país, independizandose de la monarquía hispánica, que estuvo 80 años enviando ejércitos de forma sistemática para reintegrar esas provincias rebeldes en el imperio. Tuvieron tan mala suerte que, al poco de empezar este conflicto, la corona de Portugal cayó en la cabeza del rey de España, y el que era su principal suministrador de especias ahora le estaba invadiendo, por lo que el escenario cambiaba de forma radical. Las consecuencias no tardaron en manifestarse y el precio de este recurso tenía fluctuaciones más fuertes que una criptomoneda recién estrenada en el parqué.Con unos recursos muy escasos, dada la extensión del país y la situación de guerra constante, los holandeses tuvieron que tomar medidas imaginativas para lograr establecer sus propias rutas hacia Asia, y así asegurar los flujos comerciales. Mientras que otros países crearon imperios en ultramar para asegurar este fin, que respondían directamente ante el rey, los neerlandeses se pusieron el monóculo y montaron la primera SA de la historia.La Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, conocida como VOC por sus siglas en inglés, es, probablemente, la empresa privada más poderosa e influyente de la historia de la humanidad. Esta firma alquilaba al Estado el derecho de explotación del comercio de los ricos mercados orientales. Para lograr ese fin, tenía el derecho a negociar en nombre de Países Bajos, acuñar su propia moneda, conquistar con ejércitos privados lo que necesitase e impartir justicia en esos lugares. Sin embargo, para montar un proyecto semejante necesitas dinero, mucho dinero, algo que, precisamente, no sobraba. Ante la escasez de recursos, tomaron una decisión que cambiaría la historia: partir la propiedad de esta empresa en acciones, que se venderían a quien las quisiera para, con ese dinero, financiar la puesta en marcha.
12/11/2023 • 16 minutes, 58 seconds
Charlie Munger, el apóstol del capitalismo y el efecto 'Lollapalooza'
🦇La cantidad de adjetivos que describen a Charlie Munger es abismal. Basta con escuchar a Warren Buffett en cada una de las veces que se refirió a su socio, amigo y mano derecha con aprecio, humor, ironía y complicidad. Y es que, en el ejercicio de aquellos que funcionan y requieren de un 'copiloto' en sus vidas, Munger vendría a ser el Robin de un Buffet que hace de Batman en el universo de los negocios.🪦Por ello, la intención de este texto, tras su reciente muerte a sus 99 años, es rendir una suerte de homenaje a su memoria desde una perspectiva humana. No es la de plasmar los cientos de manuales de inversión que se han hecho con el 'modelo de Munger'. Ni tampoco de bautizarlo simplemente como la sombra de Buffett o el número dos de Berkshire. Munger fue mucho más que eso.💵Queremos humanizar la figura de 'Charli', como le decían sus cercanos en las oficinas del holding, porque así era él: humano y ético. Una cualidad y característica que incluso la llegó a estudiar desde la psicología para entender las conductas y comportamientos que dieron pie a esas inversiones efectivas que aparecen en los manuales de éxito. Así llegamos al ítem de su vida que tiene que ver con los modelos mentales y el método 'Lollapalooza'.
12/4/2023 • 6 minutes, 42 seconds
El robo a un banco que dio origen al síndrome de Estocolmo
🏦Las historias de robos de bancos llevan atrapando la atención del público casi desde el momento en el que se crearon los bancos y se empezaron a robar. Emoción, misterio, personajes intrigantes, crimenes, acción, justicia, desafío a la autoridad... tienen todos los elementos para convertirse en grandes relatos. 🔫Son muchos los asaltos a entidades bancarias que a lo largo de los años se han hecho famosos en todo el mundo, que se han conocido gracias a que los han contado los medios de comunicación, han protagonizado películas... o les han dedicado podcast. Hay casos que se hecho famosos por la cantidad robada, el método utilizado, lo brillante del planteamiento, lo carismático de sus protagonistas o lo brutal y sanguinario del propio robo.👩⚕Pero el asalto más famoso de la historia no lo es por ninguno de esos motivos, sino por las consecuencias, que acabaron creando un fenómeno psicológico: el síndrome de Estocolmo, que recibe este nombre por un incidente ocurrido en la ciudad de Estocolmo en 1973, hace 50 años.💰Un atracador, un presidiario y 4 empleados convivieron durante 6 días en la bóveda de seguridad de un banco, y los rehenes entablaron una relación de complicidad con sus secuestradores que acabó dando nombre a un término psicológico de uso común en todo el mundo.
11/27/2023 • 9 minutes, 48 seconds
Auge, caída y resurrección de Toys R Us
🧸Antes de que los videojuegos fueran el regalo estrella de cada Navidad, los juguetes eran el epicentro de la imaginación infantil. Y para un niño criado entre finales de los 70 y los 90, no había lugar más emblemático que Toys R Us, cuando el imperio del juguete no solo vendía productos, sino que ofrecía una experiencia mágica, un viaje al reino de las maravillas repleto de tesoros infantiles para quien cruzaba sus puertas.💵Ese recorrido, que los protagonistas hoy recuerdan con nostalgia, empezó a torcerse cuando Toys R Us fue incapaz de adaptarse a los cambios sociales que trajo la década de los 2000. Tan grave fue la situación, que en 2017 acabó declarándose en quiebra, y el mundo asumió que, la que había sido la juguetería más grande del mundo, estaba camino del cementerio.🛒Pero, superando las perspectivas más oscuras, Toys R Us está de vuelta. La compañía, bajo los nuevos dueños, ha anunciado la apertura de una nueva tienda en el centro comercial más grande de Estados Unidos.
11/20/2023 • 17 minutes, 33 seconds
La cadena de supermercados rusa que quiere conquistar España
🛒El sector de los supermercados juega un papel fundamental en cualquier país. Además de su importancia para cubrir una necesidad básica, son un negocio rentable y constante, incluso en épocas de crisis. 💶Tan atractiva es esta industria que la batalla entre las distintas cadenas por ganar cuota de mercado es intensa. Compras, ventas, fusiones, acuerdos, empresas regionales que tratan de dar el salto al nivel nacional... y no solo eso, sino que, además, hay enseñas extranjeras que tratan de hacerse con su parte del pastel. 🇷🇺El último actor en incorporarse a esta batalla es la rusa Mere, que regresa a España un año y medio después de abandonar, con la intención de hacerse con un hueco en el mercado. Estos supermercados, conocidos como 'el Lidl ruso' por su agresiva política de precios, abrirán hasta 4 tiendas en nuestro país antes de que acabe el año, empezando por un local en Salou que hasta hace unos meses pertenecía a Dia.----------------------------------------------------------------▶Este capítulo cuenta con la colaboración de miBP, la tarjeta que permite ahorrar mucho dinero a sus usuarios. Descárgatela gratis buscando “miBP” en tu tienda de aplicaciones, y descubre toda la información en mibp.es
11/13/2023 • 10 minutes, 6 seconds
El imperio de Exxon: más de un siglo dominando la industria del petróleo
🛢ExxonMobil ha vuelto a llamar la atención del mundo. La compañía petrolera, la más grande del mundo por ingresos, quitando a los gigantes estatales del sector, como Aramco, PetroChina o ChinaPetroleum, ha firmado un nuevo capítulo en la historia del sector, con la compra de Pioneer, por 60.000 millones de dólares. Al unirse al principal productor de crudo de la Cuenca Pérmica vía fracking, la fusión entre ambas compañías ha dado paso a un productor comparable a países de la OPEP, como Catar; y superior a Argelia, Angola, Venezuela o Libia, con 1,2 millones de barriles diarios.🇺🇸Este acuerdo permite recordar los orígenes de esta empresa, que enlazan con las entrañas de la historia de Estados Unidos. Hay que retroceder hasta la mismísima Guerra de Secesión, que dio lugar a un auténtico goliat del crudo, que tuvo que ser intervenido por el Gobierno americano para evitar que derivara en un monopolio.💲Exxon no es más que un nuevo nombre dado a una de las fracciones del imperio de John Rockefeller. Aquel hombre, hijo de la clase media de Richford de 1839, antes siquiera de que California y Texas dejaran de ser mexicanas, sabía desde su más tierna juventud que sería rico. Y lo consiguió.
11/6/2023 • 17 minutes, 44 seconds
Exprimir el dolor hasta la muerte: la crisis de los opioides
💊Si a la crisis de los opioides hubiera que ponerle un nombre propio, ese sería OxyContin. Si se nos permitiera adjudicarle dos, Purdue Pharma estaría el siguiente en la lista. La farmacéutica, propiedad de la familia Sackler, creó un medicamento contra el dolor extremadamente adictivo, y altamente lucrativo, un monstruo silencioso tres veces más potente que la morfina que se benefició de la ceguera selectiva de las autoridades sanitarias para saltarse todos los controles previos a la comercialización.🏥Como el lobo con piel de cordero que se camufla entre el rebaño para atacar por sorpresa, la oxicodona se coló en decenas de miles de hogares de personas de toda edad y condición con la promesa de calmar su angustia y acabó destruyendo miles de vidas. Nos adentramos en uno de los capítulos más violentos de la historia de Estados Unidos.💵La de Purdue Pharma es una historia de ambición y negligencia que se nutrió, precisamente, de la falta de contundencia de Estados Unidos contra estas 'drogas legales'. En 1996 la farmacéutica, propiedad de la familia Sackler, que son una auténtica institución en el país, puso en marcha una agresiva campaña para comercializar OxyContin, un analgésico opioide contra el dolor crónico, que se vendió como menos adictivo que otros ya existentes en el mercado. El éxito fue rotundo y las recetas del fármaco se dispararon en poco tiempo. Por detrás, se creaba un monstruo. Y es que la compañía ocultó, a sabiendas, el riesgo real de adicción para quienes consumieran el medicamento.
10/30/2023 • 17 minutes, 3 seconds
La loca historia de las libras impresas por bancos irlandeses y escoceses
💷Reino Unido es un país en el que puede ocurrir una escena impensable en otros lugares del mundo: que una persona vaya a pagar con billetes perfectamente válidos y el vendedor se niegue a aceptar esos billetes, y no porque no los haya visto nunca y crea que son un fraude o una broma. Porque, a día de hoy, este es el único país del mundo en el que seis bancos privados, varios de ellos con sede en países extranjeros, tienen el permiso para emitir sus propios billetes, con el diseño que quieran. Un efecto más de la improvisada construcción del Reino Unido y de su sistema financiero a lo largo de los siglos.🏦El principal motivo detrás de esta rareza es que los británicos no tuvieron un banco central digno de tal nombre hasta 1998, cuando el Gobierno de Tony Blair le entregó al Banco de Inglaterra los poderes de fijar la política monetaria del país, que hasta entonces había ejercido el Tesoro.▶Este capítulo cuenta con la colaboración de Invesco y el podcast THE BIG STORY
10/23/2023 • 13 minutes, 13 seconds
Chuck Feeney, el multimillonario héroe de Bill Gates y Warren Buffett
Este mes ha fallecido, a los 92 años, Chuck Feeney. El empresario, fundador de Duty Free, era conocido por encima de todo por su labor filantrópica. Donó toda su fortuna, valorada en 8.000 millones, y llegó al final de sus días sin acumular grandes lujos y con un estilo de vida humilde. Su sueño era ayudar a los demás y morir sin dinero, y lo logró.Este capítulo cuenta con la colaboración de BP. Si no tienes aún la aplicación, descárgatela gratis buscando “miBP” en tu tienda de aplicaciones, y descubre toda la información en mibp.es
10/16/2023 • 10 minutes, 46 seconds
Target, la cadena centenaria que cierra tiendas por la ola de robos
👮Uno de los problemas más graves de Estados Unidos en la actualidad es la oleada de hurtos y robos que sufren las cadenas de distribución. Un fenómeno que se prolonga desde hace meses, y que ha tenido gran repercusión, sobre todo a través de las redes sociales, que han contribuido a expandir la sensación de miedo e inseguridad.🏬Ante esta situación, la cadena de distribución Target ha decidido cerrar algunas de sus tiendas. La compañía, una de las mayores del sector en EEUU, ha anunciado que, de momento, cierra 9 de sus establecimientos, alegando problemas de seguridad.⛪Una situación que seguramente George Dayton no imaginaría en 1902, cuando se hizo con la empresa de la que es heredara Target. Y que además nació como una operación solidaria para ayudar a reconstruir una iglesia de Minneapolis.------------------------------------------------------Si te interesa la información bursátil, escucha Estrategias de mercado, el podcast en el que Joan Cabrero y el equipo de Ecotrader hacen un resumen semanal de la situación técnica y estratégica en la que se encuentran los mercados y un anticipo de cómo operar en bolsas a corto, medio y largo plazo.
10/9/2023 • 12 minutes, 28 seconds
Harley-Davidson: de una caseta de madera en Milwaukee a conquistar el mundo
No hay muchas marcas de motocicletas que tengan el reconocimiento y el prestigio de Harley Davidson. Quizá ninguna. Y es que, aunque nació cmomo un simple vehículo, se ha transformado en un auténtico estilo de vida, en un icono. Una marca que suena a libertad, rebeldía y pasión. La compañía estadounidense cumple 120 años asentada en la élite, como líder en ventas, tras superar numerosas turbulencias a lo largo de su historia.Todo comienza en 1903, en Milwaukee, cuando William Harvey, con la ayuda de sus amigos, los hermanos Arthur y Walter Davidson, fabrican su primer motor, pensado para ser incorporado a una bicicleta tradicional. Estaba contruido a partir de una idea en la que llevaban trabajando dos años, inspirada en un modelo francés. Aquel primer prototipo, muy básico, tenía menos de 2 caballos de potencia, y aunque en llano rodaba bien, tenía dificultades para subir las colinas cercanas a la ciudad, para lo que exigía el uso de pedales. A pesar de esos problemas y limitaciones, esta experiencia supuso un gran aprendizaje para ellos.El primer taller lo tenían en el sótano de la familia Davidson, hasta que el padre, carpintero de profesión, les construyó un cobertizo de madera en el patio trasero. En ese espacio, conocido como 'la choza', y que hoy es un auténtico lugar de peregrinaje para los moteros de todo el mundo, empiezan a trabajar en un nuevo modelo. En este caso, está inspirado en la Milwaukee Merkel de Joseph Merkel, y era más grande, con 3 caballos de potencia. Ya no era una adaptación para una bicicleta, sino una auténtica moto, que marcó el camino para el futuro del sector.Tenía un peso de unos 80 kilos, y la velocidad punta alcanzaba los 56 kilómetros por hora. La primera unidad, que hoy se conserva en el museo Harley-Davidson, la compró Henry Meyer, un amigo de la familia, por 200 dólares. A lo largo de su historia tuvo 5 propietarios, y recorrió más de 160.000 kilómetros.Ese es el modelo que participó en la carrera de motos de Milwaukee, celebrada en Fair Park, en la que acabó en cuarta posición. En 1905, en Chicago, ganan la primera carrera, logrando un tiempo récord. Presumían de haber fabricado el motor más rápido del mercado.
10/2/2023 • 14 minutes, 55 seconds
Historia de Campari, el rey del aperitivo
La destilería italiana Campari es uno de los casos de éxito empresarial más relevantes del país transalpino. Con más de un siglo y medio de vida y presencia global, se enfrenta a una nueva etapa, tras el anuncio de la próxima marcha de su director general, Bob Kunze-Concewitz, una de las tres personas más importantes en la historia de la compañía.Para entender el fenómeno hay que viajar incluso a antes de su nacimiento, al siglo XVIII. En aquella época, en Turín, surge una nueva costumbre: el aperitivo italiano. Que, en realidad, ya se conocía desde la antigua Grecia, pero es en Turín donde se convierte en una práctica social, impulsada por el invento del vermut. Surgía, así, un nuevo estilo de vida, una costumbre que acabaría traspasando fronteras y culturas.Este contexto es relevante. Porque Gaspare Campari, nacido en Cassolnovo en 1828, se trasladó a Turín a los 14 años, a estudiar, a trabajar y a buscarse la vida. Allí se introduce en el mundo de los licores y los espirituosos, trabajando con los principales maestros de la región, incluyendo el prestigioso Giacomo Bass, para el que trabaja como aprendiz. En aquella época, la industrialización del mercado de las bebidas alcohólicas ni existía, y lo que se vendía a los clientes eran bebidas artesanales, elaboradas por los mismos dueños de los locales en el propio establecimiento.Con el conocimiento adquirido y unas ganas enormes de experimentar, se traslada a Novara, una ciudad más al norte, en la que alquila un bar. Con una creatividad apabullante, es ahí, en esa trastienda, donde empieza a inventar numerosos cócteles. Elisir di lunga vita, olio di rhum, liquore rosa... pero ninguno tuvo tanto éxito como el 'Bitter all'uso d'Hollanda'. Inventado en el año 1860, contaba con una receta secreta, que aún hoy sigue siéndolo, fabricado con más de 60 hierbas aromáticas, y con un sabor y un aroma únicos e inconfundibles. Además, incluía chinchilla, lo que le daba un color rojizo que llamaba muchísimo la atención, y que hoy se conoce como 'rojo Campari'.El éxito es tal que se le empieza a conocer como 'Bitter del Signor Campari', y después se convierte en Bitter Campari, que acabaría siendo su nombre definitivo, y con el que ha llegado hasta nuestros días.
9/25/2023 • 14 minutes, 37 seconds
Historia de Birkenstock: por qué todos quieren llevar unas sandalias ortopédicas
Las sandalias Birkenstock siguen estando de moda, pese a su aspecto ortopédico. Aunque la marca es ajena a las tendencias, esta temporada, los pies planos de Barbie han ayudado a alargar el fenómeno e impulsar las ventas. Esta campaña de publicidad cinematográfica ha sido uno de los recientes éxitos de la marca, que va a cumplir 250 años de historia. Tras el taquillazo, haber sobrevivido a la Segunda Guerra Mundial, tener su propia biblia o haber logrado el respaldo de Bernard Arnault -el segundo hombre más rico del planeta-, la firma se encamina ahora a la bolsa.Los Birkenstock son una saga de zapateros y ortopedistas que se remonta al siglo XVIII. El primer profesional de la familia, Johann Adam, ya ejercía el oficio en 1774 en una ciudad alemana, según consta en los archivos eclesiásticos del lugar. Es el registro más antiguo de la marca, que a lo largo de las décadas ha ido forjándose con Konrad, Karl, Carl, Alex, Christian o Stephan Birkenstock.En todo este tiempo, los diseñadores de la casa se han obsesionado con la comodidad de las sandalias. El objetivo es que los clientes sientan que un calzado abierto sujeta todo el pie como lo hacen los zapatos cerrados. “La pieza esencial de todos nuestros modelos es la base interior original. Calculado hasta el mínimo detalle, su diseño reproduce la huella natural de un pie en la arena”, explica la firma.La receta secretaPrecisamente, la plantilla de las sandalias es una de sus señas de identidad. Konrad empezó a fabricar y a vender plantillas flexibles ya hace un par de siglos. El zapatero recorrió Alemania y Austria explicando su idea de calzado a medida y, durante esos viajes, fue cerrando contratos para fabricar sus zapatos con este complemento interior. Según la compañía, incluso la procedencia de la palabra (plantilla, fußbett, en alemán) tiene que ver con la casa, al ser por primera vez utilizada por los Birkenstock.Mientras, la familia sigue especializándose en calzado y ortopedia. Terminan creando una máquina específica para fabricar la base de sus zapatos. Un moldeado electromagnético que es capaz de crear, mediante un único modelo, todos los números con las proporciones adecuadas. Las Birkenstock son las primeras sandalias del mercado con base rehundida flexible, según la firma.La biblia del pie de BirkenstockLos zapateros siguen compartiendo sus conocimientos y Carl continúa expandiendo la filosofía de la empresa. Este da cursos de formación a miles de profesionales del sector con su ‘Sistema Carl Birkenstock’. Publica varios libros en los que divulga sobre el calzado sano y, uno de ellos, se convierte en un best seller del nicho. Luego llega ‘La biblia del pie de Birkenstock’ de Karl, otro descendiente.Según la compañía, todo este trabajo contribuye a construir las bases del calzado cómodo actual, lo que hace que sus sandalias hayan pasado por los pies de medio mundo. Las llevaron los soldados alemanes tras volver de la guerra gracias a sus propiedades ortopédicas o los hippies en Estados Unidos. Les atrajo la idea de que el calzado replicase la pisada natural de las personas.Moda ortopédicaAsí, los modelos Birkenstock empezaron a salir de las tiendas de ortopedia, donde inicialmente se vendían, hacia las zapaterías y comercios minoristas de moda. Precisamente, uno de los éxitos de la marca ha sido conseguir popularizar la estética de la comodidad. “Un diseño atemporal que vaya más allá de las tendencias efímeras”, apuestan.Además, el par no pasa de moda porque es un calzado duradero y las sandalias aguantan temporada tras temporada. “Es una inversión en el futuro porque es un producto de alta calidad que te acompañará durante muchos años”, sostiene la firma. La alemana se encuentra entre las cinco principales marcas de zapatos globales, según la propia compañía. Tiene presencia en 90 países y en torno a 5.500 empleados.El apoyo de ArnaultRecientemente, el atractivo de la firma ha logrado el capital de Bernard Arnault, el hombre que se disputa el puesto de persona más rica del planeta junto a Elon Musk. El magnate francés es dueño de la casa de lujo LVMH, que engloba Louis Vuitton, Loewe, Tiffany y decenas de sellos más. También, desde 2021, es propietario de las Birkenstock.La firma de capital privado L Catterton, de la que Arnault es socio, adquirió una participación de las sandalias por 4.000 millones de euros. El private equity invierte en compañías de consumo y tiene 30.000 millones de dólares en activos bajo gestión y sede en París, Nueva York, Singapur y Luxemburgo. Está también detrás de marcas como Goiko Grill o Peloton.L Catterton y Arnault quieren ahora añadir un hito más en la historia de la compañía: su salida a bolsa. Según Bloomberg, se espera que su estreno se produzca en septiembre con una valoración de 8.000 millones de dólares. Será el próximo paso de las sandalias Birkenstock.
9/11/2023 • 6 minutes, 44 seconds
El escándalo Enron, el mayor fraude de la historia de EEUU
El fraude está presente en todos los sectores y niveles de la sociedad. Pero quizá no hubo nunca un fraude tan relevante como el de Enron, una de las empresas más grandes del mundo, que a principios de este siglo se convirtió en sinónimo de escándalo financiero.Enron no era una empresa más. Era una de las más importantes del mundo. Daba trabajo a más de 20.000 personas, y sus ingresos superaban, supuestamente, los 100.000 millones al año. Era un ejemplo y una referencia por su capacidad de innovación, su brillante gestión... ¿qué pasó?La compañía nació en 1985, fruto de la fusión entre Houston Natural Gas e InterNorth, de Omaha, y sitúa al frente a Kenneth Lay, que estaría al mando prácticamente hasta la estrepitosa caída. La empresa, ambiciosa, fue clave en el desarrollo de la venta de electricidad y gas natural. Pero también financió un poderoso lobby para presionar al Congreso en busca de una mayor liberalización del mercado energético. Sus esfuerzos dieron fruto, y acabaron aprobando una ley que desregulaba los negocios de gas natural y electricidad, lo que permitió a Enron subir precios y disparar sus beneficios. En 1992 ya era el mayor vendedor de gas natural de Norteamérica.Las acciones de Enron aumentaron un 311% entre 1990 y 1998, un porcentaje que parece espectacular, pero que en realidad solo estaba ligeramente por encima del registrado de media por el índice S&P 500. La locura empieza al final de la década, cuando Jeffrey Skilling, un tipo brillante, licenciado con honores en Harvard, es nombrado presidente de la compañía.Con Skilling dirigiendo las operaciones, la compañía descubre en su máxima expresión la contabilidad creativa o ingeniería contable. No es una práctica ilegal, pero sí que aprovecha los vacíos de la normativa y su flexibilidad interpretativa, para maquillar resultados o dar una mejor imagen de la situación de la compañía.Aplicando estos métodos, Enron se dispara en bolsa un 56% en 1999, y un 87% en el 2000. Ese año, la acción cierra con un valor de 83 dólares, y la capitalización supera los 60.000 millones. Cifras que reflejaban las altas expectativas del mercado sobre su futuro. El problema es que los inversores no sabían que las cifras de la compañía eran falsas.En 2001 empezaron los problemas para la empresa, y los esfuerzos por parte de los principales ejecutivos de la empresa por tapar el escándalo que estaba apareciendo.Todo comenzó con los rumores de que Enron pagaba sobornos y hacía uso de tráfico de influencias, en algunos países, para conseguir obtener sus contratos. Además, ese mismo año empezó a propagarse el 'runrun' de que las cuentas de la compañía estaban infladas, por beneficios que provenían de negocios con las propias subsidiarias de la misma empresa, ocultando a los accionistas de la firma pérdidas millonarias que deberían haber aparecido sobre el papel.En ese año, con estos rumores circulando por los mercados, las acciones de Enron se hundieron, una debacle que continuó durante los meses posteriores, a medida que iban surgiendo nuevas informaciones sobre el agujero que tenía que afrontar la compañía. El valor de los títulos cayó de 90 dólares a tan solo 1. Terminaron generando, el 28 de noviembre de 2001, la mayor caída hasta la fecha del Nasdaq en Estados Unidos.Cuando tomó la decisión de presentar el concurso, de declararse en quiebra, la compañía estaba totalmente acorralada. En su momento, fue la mayor bancarrota de la historia, con activos acumulados por más de 60.000 millones, y deudas de 30.000 millones. Un auténtico hito. Miles de inversores perdieron sus ahorros, y más de 20.000 trabajadores perdieron su empleo, generando, además, una cicatriz enorme en la economía estadounidense.El escándalo de Enron también se llevó por delante a su auditora, la por entonces todopoderosa Arthur Andersen, que formaba parte del conocido como Big Five, que tras su caída se convirtió en el Big Four. Se consideró que formó parte del engaño perpetrado, ya que, bajo la presión de los directivos de la firma, hicieron la vista gorda para dar el visto bueno al laberinto contable de Enron. Supuso tal desprestigio que no pudo levantar cabeza.Los incentivos de los responsables de la compañía para trampear los datos eran elevados. Lay tenía un sueldo de más de 40 millones de dólares anuales. Skilling, que defendía que no sabía nada, vendió acciones por valor de 60 millones poco antes de la quiebra.Lay y Skilling eran los principales eslabones de esta maraña de fraudes y mentiras. El jurado les consideró culpables de los cargos de conspiración y fraude en el caso considerado el padre de todos los escándalos corporativos que han azotado a Estados Unidos. Lay fue condenado en mayo de 2006 y murió pocos meses después de un infarto, cuando estaba a la espera de conocer la pena de cárcel que se le impondría. Skilling, por su parte, fue condenado a 24 años de cárcel en 2006 por considerarse culpable de cargos de conspiración, fraude en el mercado, mentir a los auditores y por llevar a cabo trading con información privilegiada, aunque finalmente salió de la cárcel en 2019.
9/4/2023 • 8 minutes, 43 seconds
El perrito caliente de Costco de 1,50 dólares desafía a la inflacion y no sube de precio desde 1985
En un tiempo de inflación desbocada, cuesta encontrar productos que lleven meses, años, y ya no digamos décadas, sin subir de precio. Pues eso es lo que ha hecho la cadena estadounidense Costco, que mantiene inalterable el coste de su perrito caliente, desde que lo introdujo en 1985: cuesta 1,50 dólares, incluyendo además el combo de bebida con relleno infinito.La historia de Costo se remonta al año 1983, cuando es fundada en Seattle por Jim Sinegal, un entusiasta del comercio minorista, y el abogado y empresario Jeff Brotman, que también contaba con experiencia en el sector. La peculiaridad de esta cadena de supermercados es que se trata de un club de precios, que se basa en un sistema de socios, o suscriptores, que deben pagar una cuota para poder comprar sus productos.Este concepto había nacido poco antes, inventado por el empresario Sol Price, a su vez mentor y gran valedor de Sinegal, que se dio cuenta que el sistema de ventas para mayoristas se podía adaptar al cliente final, que estaría dispuesto a pagar una cuota a cambio de poder acceder a productos a precios bajos y un amplio catálogo.El éxito de Costco fue espectacular e inmediato. Fue la primera empresa del mundo en alcanzar los 3.000 millones anuales en ventas en menos de 6 años. Sinegal, además, se caracterizaba por un sistema de dirección benévolo, siguiendo el principio de que, si los empleados reciben un buen trato, a su vez tratarán y atenderán bien a los clientes. De hecho, los trabajadores de Costco siempre han tenido condiciones de trabajo por encima de las que marca el sector en Estados Unidos.Con el fin de atraer a nuevos clientes dispuestos a pagar la cuota, introduce en 1985 comida ya preparada, para consumir en el establecimiento. Y el primer producto que ofrecieron fue un perrito caliente, y fue todo un éxito. Ofrecía un combo de un perrito caliente de cuarto de libra, con un refresco, por un precio de 1,50 dólares.Han pasado 37 años, y ese menú, inmune a cualquier evolución de precios y a la inflación, sigue costando lo mismo. Con la particularidad de que además ahora es más grande, y el refresco se puede rellenar infinitamente, o refill, como se dice ahora. Si se ajustase el precio al IPC, ahora tendría que venderse por unos 4,20 dólares.Con esta política de precios, han logrado vender cada año más de 100 millones de estos perritos calientes, superando en algunos cursos los 130 millones. Son más de los que venden, por ejemplo, todos los equipos juntos de la liga de baseball.Mucha gente cree que se trata de una estrategia para atraer clientes, ya que quien acuda a comerse uno de estos perritos estará tentado de comprar algo más ante las ofertas disponibles en el supermercado. Pensarán incluso que a Costco le merecería la pena incluso vender a pérdidas con este objetivo. Y es correcto, al menos la primera parte. Porque como confirmó en cofundador de la compañía en una entrevista en 2009, su supermercado nunca vende a pérdidas. Lo que sí han hecho es ajustar el margen de beneficio de este perrito caliente, pero aun así, con tantos millones vendidos cada año, los beneficios no son menores.Además, a diferencia de otras empresas que para no aumentar los precios de sus productos reducen su calidad, Costco ha tratado de evitar ese paso. ¿Cómo lo ha hecho? Aprovechando su tamaño para negociar. Por ejemplo, ha dejado de trabajar con proveedores que se negaban a mantener los precios bajos. Y cuando ya eran conscientes de que se trataba de uno de sus productos estrella, construyeron sus propias plantas de fabricación, primero una en Los Ángeles y luego otra en Chicago. También lograron negociar mejores condiciones para la compra de panes, ketchup o mostaza.En algún momento también cambiaron la forma de servir el refresco, como comentábamos, que al principio se servía en lata, y luego en grifo. Y en el lado más negativo y que más críticas suma entre los clientes, dejaron de ofrecer gratis condimentos como la cebolla o el chucrut.Una anécdota para entender la importancia de mantener el precio de los perritos calientes la protagonizó el propio Sinegal. En 2011 dejó la dirección ejecutiva de la compañía, pero se mantuvo como asesor hasta 2018, cuando se retiró definitivamente. Ese año, en una charla con su sucesor, su colega W. Craig Jelinek, este le propuso la idea de subir el precio de los perritos. La respuesta de Sinegal no pudo ser más contundente: "Si subes el precio del puto perrito caliente te mataré. Atrévete a averiguarlo".De esta forma, el perrito caliente se ha consolidado como el producto estrella de Costco. Tan relevante es que, hace un par de años, en pleno auge de los troleos bursátiles gestionados en foros de internet, con el caso Gamestop como el más relevante, Costco vivió un proceso similar. Una cuenta parodia difundió que el supermercado iba a subir el precio de los perritos, de 1,50 a 2,50 dólares. Como consecuencia, las acciones de la compañía se hundieron más de un 10% rápidamente.En su proceso de expansión internacional, también apuesta por la presencia del menú de los perritos calientes en sus tiendas. En el caso de España, donde cuenta con varios establecimientos, la oferta es de 1,50 euros por el perrito, aunque no incluye la bebida, que cuesta 30 céntimos más. La receta es la tradicional americana, un poco diferente de la que puede encontrarse en otros restaurantes españoles, e incluye cebolla, pimiento y pepinillos.No se puede negar que la estrategia de Costco es todo un éxito. Suma casi 120 millones de suscriptores en todo el mundo, y se ha convertido en la segunda cadena de supermercados que más vende, tras superar a Carrefour hace unos años, y tan solo por detrás de Walmart.
8/28/2023 • 8 minutes, 11 seconds
Auge y caída de una potencia económica: la burbuja de Japón
Japón vivió durante la segunda mitad del pasado siglo su propio milagro económico. En la década de los 60, era un país que estaba tratando de recuperarse de las consecuencias de la II Guerra Mundial. Tenían por delante un importante y ambicioso plan de reconstrucción y modernización. Y funciona. La inversión en industria y tecnología, junto con la disciplina y determinación de los ciudadanos nipones, da sus frutos, y catapultan a Japón a la categoría de potencia mundial.La colaboración entre el Gobierno y el sector privado canaliza la inversión en sectores clave, como la industria pesada, la electrónica y la tecnología. Compañías como Toyota, Honda o Sony comienzan a despegar, y logran un reconocimiento internacional.La capacidad del país para producir bienes de alta calidad, duraderos y de bajo costo les coloca en una posición privilegiada a nivel competitivo. Destacan, sobre todo, las exportaciones de productos electrónicos y automóviles. El éxito es arrollador.Es en los años 80 cuando todo se desboca aún más, y la economía de la isla experimenta un crecimiento sin precedentes. El milagro japonés está en pleno apogeo. La economía alcanza tasas de expansión que superan los dos dígitos cada año, y se convierte en la segunda potencia del mundo, solo superada por la de Estados Unidos. Los más optimistas, que en Japón no eran pocos, especulaban con cuanto tiempo faltaba para convertirse en los líderes.Durante aquella época, el superávit comercial nipón estuvo disparado. El dinero que entraba de forma masiva desde el extranjero, era empleado por las empresas, y sobre todo por los bancos, para adquirir tierras y acciones. Los precios de esos activos comenzaron a crecer a porcentajes astronómicos. De esta forma, el mercado inmobiliario hacía crecer el mercado de valores, y viceversa, creando un círculo vicioso infernal.En este proceso endemoniado, las acciones de una empresa se revalorizaban a partir de sus propiedades inmobiliarias, y esa revalorización se empleaba para comprar más bienes inmuebles.En esta espiral, cualquier dato económico de la época era salvaje. Entre 1955 y 1989, el valor inmobiliario de Japón se había multiplicado por 75, y equivalía al 20% de la riqueza mundial: unos 20 billones de dólares. En 1990, el valor de todas las propiedades de Tokio y su entorno metropolitano estaba al nivel de todas las propiedades de todo Estados Unidos. Solo el Palacio Imperial, si hubiera estado a la venta, tendría un valor equivalente al de todo el estado de California. Más ejemplo: los campos de golf tenían un valor superior a todas las empresas que cotizaban en la bolsa de Australia.Al mismo tiempo, los índices bursátiles nipones vivían un fenómeno parecido, debido a esa interconexión que comentábamos que existía entre los valores inmobiliarios y las acciones de las empresas. Así, el valor de las cotizadas japonesas se multiplicó por 100 entre 1955 y 1990. A comienzos de ese año, la capitalización de la bolsa japonesa superó a la de Estados Unidos.A pesar del crecimiento, y de la sensación de euforia, que habría que matizar, porque en realidad era mucha la gente que sufría las consecuencias de esta situación económica sin beneficiarse de sus ventajas, había importantes nubarrones en el horizonte. Estaban subidos a una burbuja, que no iba a tardar en estallar. A finales de la década de los 80, empiezan a verse los primeros síntomas de agotamiento.El banco central, muy criticado a posteriori por su papel, decide subir los tipos de interés, para evitar que la inflación se dispare, y ante el temor a las consecuencias de la depreciación del yen frente al dólar. En esa época, en concreto en 1988, cuando la sensación generalizada era que el precio de la vivienda nunca iba a caer, que la prosperidad sería eterna... los precios de los activos inmobiliarias empiezan a reducirse en algunas zonas de la capital del país. Era la primera señal. Cada año eran más las ciudades en las que los precios se estancaban, o en el peor de los casos, caían. El colapso definitivo llegó en 1990.Inversores y propietarios se dieron cuenta de que los precios eran insostenibles. Particulares y empresas, que había pedido préstamos para comprar activos inmobiliarios, se encontraron con que sus propiedades valían menos de lo que debían. Esto se tradujo en una crisis financiera, ya que muchas empresas no podían cumplir con sus obligaciones.Ese círculo vicioso entre acciones y mercado inmobiliario provocó que la bolsa de valores, esa que había llegado a igualar en capitalización a la de Estados Unidos, se hundiera. Los precios de los títulos se hundieron. El Nikkei, el índice de referencia, perdió un 63% de su valor en dos años. Con los bienes inmuebles actuando como garantía de las acciones, el sistema financiero entró en una grave crisis. Se esfumaron billones de dólares.La burbuja había estallado. Y las consecuencias fueron terribles para Japón. Por un lado, la explosión del precio de los activos tuvo un fuerte impacto en la economía. Los precios se redujeron en todo el país, sobre todo en las grandes ciudades, y en los distritos financieros. En algunos casos, los precios no volvieron a alcanzar los niveles de 1990 hasta 2007.La crisis también destapó un alto nivel de corrupción en todo el país, presente en todas las capas de la sociedad, desde funcionarios, personas particulares, empresas e incluso miembros del Gobierno. Sobornos, tráfico de información, manipulación del precio de las acciones, fraude... Habían tocado todos los palos.Una caída de esta magnitud también tuvo consecuencias para los hogares, ya que se tradujo en una fuerte caída de los ingresos reales, lo que provocó a su vez una reducción del consumo directo y la inversión. Esto provocó una larga etapa de deflación, como nunca se había visto en la historia reciente.Para las empresas también tuvo consecuencias terribles. Con unos niveles de endeudamiento terribles, fueron incapaces de dedicar ni un solo yen a la inversión. El Gobierno apoyó artificialmente a muchas compañías en dificultades, incapaces de sobrevivir por sí mismas, pero que a su vez hacía muy complicado competir a las empresas eficientes. Estas compañías zombies, como se conoció a las que estaban rescatadas por el sector público, supusieron un lastre para los beneficios de las empresas competitivas, deprimieron la creación de empleo, redujeron la productividad y desalentaron inversiones.Los años 90 se conocieron como la década perdida en Japón, debido al efecto del colapso de la burbuja. Esta década perdida se convirtió finalmente en los 20 años perdidos. Un período de exuberancia y caos, de auge y caída, que dejó una marca indeleble en la historia económica y en la mentalidad de Japón.
8/21/2023 • 10 minutes, 50 seconds
El origen del veraneo en el mar: los aristocráticos baños de ola
Mientras Ermesinda, de 73 años, se refrescaba los pies en la playa de 'El Sardinero', en Santander, su marido le contaba que esas aguas fueron las primeras que bañaron a los españoles a mediados del siglo XIX. La mujer, oriunda del municipio de Comillas, y de raíces aristocráticas, sorprendida con el hito histórico y geográfico, no tardó en querer indagar más. Así fue como llegó a conocer los primeros veranos frente al mar de sus antepasados cántabros y de otros españoles que durante siglos no pudieron gozar de los entonces ‘baños de ola’. La historia los llamados ‘Baños de ola o de oleaje’ se remonta a 1847. Quien dio paso a este nuevo fenómeno, al que sólo podía acceder la aristocracia de la época, fue la capital de Cantabria, Santander, con su playa ‘El Sardinero’, convirtiéndose en la precursora de lo que hoy son los veraneos en los arenales de la costa española.Cantabria vivía por ese entonces unos años dorados de la mano de la familia real, y se plasmó en los periódicos y revistas de la época. Fue con esta nueva práctica de bañarse en el mar y disfrutar de las playas, una actividad simple -que por años fue prohibida por los temores hacia el mar que se originaron con los antiguos romanos- que las luces mediáticas alumbraron a Santander como el nuevo epicentro de la moda y del verano. De esta forma, 'El Sardinero' fue la primera playa de España a la que acudieron los madrileños nobles y los habitantes de las ciudades del interior, lógicamente los miembros de las clases pudientes que eran los que podían permitírselo. "Cuando empezó esta moda ni siquiera había ferrocarril. La gente acudía en verano en la diligencia", señalan los registros de la época que se almacenan en la Biblioteca Nacional de España.
8/7/2023 • 6 minutes, 30 seconds
El estafador que le robó 24 millones a McDonald's con el Monopoly
La cadena de hamburgueserías McDonald's se ha apoyado en varias patas para convertirse en una de las empresas más importantes del mundo. Por un lado, cuenta con un sistema operativo eficaz y fácil de escalar, que asegura la misma calidad en cualquier parte del mundo. También ha sido capaz de contar con un menú diversificado, que gusta a todos los consumidores; e innovador, para adaptarse a las nuevas tendencias que surgen. Y siempre pone al cliente en el centro a la hora de tomar decisiones.Pero no se puede desmerecer tampoco la importancia del marketing, clave para impulsar el reconocimiento de marca, atraer clientes, diferenciarse de la abundante competencia o facilitar la imparable expansión de la compañía. Es una parte integral de la estrategia de McDonald's y contribuye significativamente a su éxito.En esta carrera infinita por lanzar grandes campañas de marketing, a mediados de los 80 buscan una nueva palanca que les permita impulsar las ventas. Para ello, contrataron en 1985 a Simon Marketing, la agencia que había desarrollado el exitoso menú infantil Happy Meal. En 1987 anuncian la nueva campaña: un concurso inspirado en el Monopoly.En esta versión del juego, los clientes tenían que reunir pegatinas que equivalían a las tarjetas de propiedad del juego original. Podían encontrarse en las cajas y envoltorios de las hamburguesas y las patatas, en los vasos de las bebidas, en algunas publicidades de la compañía... Había que reunir todas las piezas del mismo color para aspirar a los diferentes premios. Los más sencillos y fáciles de conseguir consistían en comidas o bebidas gratis.Había otros de más valor, como videojuegos o entradas para espectáculos. Pero los premios más importantes, que además eran los más complicados de conseguir, con probabilidades de ganarlos tan bajas como la lotería, incluían cruceros de lujo, coches deportivos, casas o, el botín más deseado: un millón de dólares.La campaña fue todo un éxito en Estados Unidos, donde las ventas durante el periodo en el que estuvo vigente se dispararon. Tanto, que McDonald's la mantuvo en vigor durante casi 20 años, y la ha replicado en multitud de países.Hasta aquí, todo era perfecto. ¿Dónde está el problema? En Estados Unidos, la ley prohibía que una empresa gestione sus sorteos, irónicamente, para evitar fraudes. McDonald's, por tanto, delegó esta tarea en Simon Worldwide, de Simon Marketing (los desarrolladores de la idea). Esta, a su vez, contrató a Dittler Brothers, una imprenta especializada en este tipo de actividades, con estrictos protocolos de seguridad, para garantizar el proceso.Las tarjetas ganadoras, tras ser impresas, se introducían en un sobre con un precinto de seguridad, y se transportaba con un maletín que requería dos claves: una del jefe de seguridad de Simon Marketing, y otra del jefe de Dittler Brothers. El proceso era, aparentemente, inalterable.El responsable de seguridad de esta última era Jerome Jacobson, un policía frustrado, que tuvo que dejar el cuerpo por una lesión en la muñeca. Le enchufó en Dittler su exmujer, a principios de los 80, y ascendió rápidamente, hasta convertirse en el supervisor de la campaña de McDonald's.Tenía fama de honrado, y de ser profundamente obsesivo con su trabajo. Revisaba el calzado de los trabajadores si era necesario para comprobar que no robaban tarjetas de la promoción. No permitía que nadie fuera al baño sin acompañante. Cortaba personalmente las piezas con los premios de más valor. Y llegó a inventar un chaleco secreto, con el que repartía, personalmente, los premios por todo el país.Lo que pasa es que los 80, en Estados Unidos, fueron una década de ambición y avaricia. De hecho, el éxito de la campaña de McDonald's radicaba en las ganas que tenía la gente de hacerse rica. Y esa codicia también acabó afectando a Jacobsen.Por error, por casualidad o como lo queramos llamar, descubre un agujero en el sistema de seguridad, que le permite hacerse con las tarjetas premiadas sin que nadie se entere. Y lo hace. La tentación era demasiado grande.
7/31/2023 • 14 minutes, 12 seconds
La banda de falsificadores de monedas que casi hunde la economía inglesa
Cragg Vale es un pequeño pueblo inglés, situado al oeste de la región de Yorkshire. En el Siglo XVIII, y ahora un poco también, estaba aislado, mal comunicado, y rodeado de enormes páramos, que facilitaban que los habitantes pudieran ver con tiempo si se estaban acercando forasteros. Era el lugar perfecto para delinquir.A mediados del siglo XVIII es a ese pueblo al que llega David Hartley, un joven nacido en la región, pero que llevaba años en Birmingham, como aprendiz de herrero. Una ciudad con una incipiente industria de falsificación de monedas, y que según cuenta la leyenda, David habría sido parte de la misma, y en realidad habría llegado a Cragg Vale huyendo de la justicia. El mejor sitio para esconderse.La situación económica de Cragg Vale en la época era muy complicada. Sufría los efectos de la revolución industrial, que afectaba directamente a sus dos principales actividades: las granjas y la industria textil. El comercio de lana, que daba trabajo a mucha gente, vivía un momento delicado.David Hartley decide montar una herrería, un negocio que sirve principalmente como tapadera para sus actividades ilícitas: falsificar monedas. La táctica empleada era conocida desde hace siglos, recortar los bordes de las monedas de oro, y después limarlas, antes de devolverlas a la circulación. Después, fundían las virutas de oro recolectadas, junto con otros minerales más básicos y de menor valor, para producir metal para producir nuevas monedas falsas.Eran falsificaciones de altísima calidad, que pasaban perfectamente desapercibidas entre las desgastadas monedas británicas de la época. Las piezas fraudulentas copiaban a las francesas, las españolas, y sobre todo las portuguesas, con un diseño mucho más fácil de imitar que los ingleses. Además, eran consideradas de curso legal, por el fuerte comercio entre los países implicados, y por la escasez de guineas británicas.La banda de Hartley no está sola. Cuenta con el apoyo de la comunidad local, que como decíamos, estaba viendo una situación económica muy delicada, e incluso con la colaboración de funcionarios corruptos. La asociación para ellos era muy beneficiosa, ya que a cambio de prestarles monedas para que fueran recortadas, recibían una pequeña compensación. Cualquiera que ayudara a los acuñadores, como se conocía a la banda, ganaba un poco de dinero, lo que elevó su popularidad, y hizo que Hartley fuera conocido como 'Rey David', y considerado como una especie de Robin Hood.También contaba con el apoyo de los taberneros de la zona, que eran los encargados de poner en circulación las monedas falsificadas. En su momento álgido, la banda llega a contar con 80 miembros, de Cragg Vale, pero también de pueblos de alrededor. Y producían a una escala casi industrial.A finales de la década de 1760, se estima que habían puesto en circulación monedas falsas por valor de 3,5 millones de libras. Hoy equivaldría a unos 750 millones de euros, lo que le convirtió en el mayor fraude de la historia de Reino Unido. Los efectos fueron desastrosos, provocando una devaluación de la libra del 9%, y está a punto de hacer colapsar la economía británica.
7/24/2023 • 7 minutes, 20 seconds
La gran jugada de Mattel: de estar a punto de jubilar a Barbie a su renacer en Hollywood
La mítica muñeca que marcó las primeras líneas del pop moderno en 1959 casi vio su jubilación en 2014. Casi 10 años más tarde, un 'libro de jugadas' y el lanzamiento de la película que lleva su nombre, renacen a la figura y al espíritu rosa. Barbie llega a la pantalla grande en carne y hueso con los actores Margot Robbie y Ryan Gosling como protagonistas. La producción ha causado un revuelo sobrenatural con la tendencia 'Barbiecore', que ha empapado de rosa la víspera del evento hollywoodense del año. El equipo de marketing del filme no se ha quedado atrás y Barbie ya se ha infiltrado en todo. Desde cafeterías y cruceros tematizados, colaboraciones con marcas de moda, consolas de videojuegos hasta una casa real en Malibú que se ha puesto en alquiler en Airbnb. Toda una destreza estratégica de Mattel, que tuvo que reinventar a su personaje principal para salir a flote y retomar sus consolidados años dorados. Si bien el legado de Mattel abarca casi ocho décadas, no todo ha sido color de rosa para la Barbie. La inventora y cofundadora de la empresa, Ruth Handler, vio a su hija jugar con muñecas de papel y tuvo la idea de crear una más duradera. En honor a la niña, Bárbara, escogió el diminutivo para la muñeca y pronto empezó a producirse en la empresa de juguetes de su marido. Con los años, Richard Dickson, presidente y director de operaciones de Mattel, explicó que los consumidores no pensaban que la Barbie fuera relevante. Esto, unido a las fuertes críticas hacia el diseño de su figura, por promover estándares de belleza imposibles, la muñeca fue poco a poco perdiendo popularidad. Por este motivo, impulsó a la compañía a realizar una investigación de mercado interna. 2014 fue un año clave y la muñeca estuvo a punto de quedar jubilada en un estante. En ese mismo periodo, las ventas mundiales de las muñecas Barbie cayeron un 15% con ganancias en el primer semestre de tan solo 17,1 millones, un 85% menos que en el mismo período de 2013. Para revertir la debacle, Mattel se enfrascó en una estrategia integral de cambio de marca, conocido como el 'libro de jugadas'. En estos años apostaron por el lanzamiento de su línea ‘Fashionistas’, que incluía muñecas de todos los tamaños, tipos de cuerpos, ojos y cabellos para reflejar mejor la diversidad corporal.
7/17/2023 • 6 minutes, 23 seconds
La innovación y muerte de BlackBerry, el primer móvil inteligente para empresarios que un grupo de 'frikis' no supo vender
A finales de los 90', mientras Nokia fardaba de su indestructible móvil 5125 y el éxito de su juego Snake, una compañía discreta, de origen canadiense, estaba saliendo a la luz. BlackBerry llegó al universo de las tecnológicas de la mano de un dispositivo diferente. Que apenas entraba en un bolsillo y que, entre otros, contaba con un teclado que vino a revolucionar el mercado de la telefonía móvil. Si bien estos terminales quedaron obsoletos en 2022, hoy renacen, pero a modo de un homenaje, en una película que lleva su propio nombre.En una época donde el mundo 'touch' aún no estaba tan desarrollado como hoy, pese a los esfuerzos de Palm (PDA), y la telefonía móvil se sumergía en la democratización y acceso a este tipo de dispositivos, BlackBerry se posicionaba en 1999 con su primer teléfono, el modelo 850, que funcionaba a pilas. Se trataba de un dispositivo que era una mezcla de mensáfono o 'busca', un teléfono móvil y una PDA, pero su mayor particularidad era que incluía un teclado físico (QWERTY). En el corto tiempo de su lanzamiento, fue ganando adeptos, como el mismo Barack Obama y personas importantes del mundo de los negocios, a quienes les atrajo la interfaz donde podían acceder a un calendario ejecutivo, al correo electrónico y a un servicio de mensajería propio con el que contaban las BlackBerry, el BB Messenger. De esta forma, en 2008 el precio por acción de la compañía llegó a máximos de 147 dólares, en lo que fue el mejor momento de la compañía. Previo a los smartphones, esto era algo poco menos que revolucionario para ejecutivos que necesitaban estar en contacto durante toda la jornada pese a estar fuera de la oficina, así fueron desarrollando en los próximos 16 años equipos con altas tecnologías como los tradicionales modelos 7290, Pearl, Curve y Bold. Fin del romanticismo del teclado tras 16 años En 2016, tras el anuncio de que TCL se quedaba con la licencia para fabricar smartphones bajo la marca BlackBerry, y que llevarían sistema operativo Android, fue marcando el fin del romanticismo de sus admiradores y su próxima debacle. Además, con el nacimiento del iPhone, quedaba atrás la innovación del teclado físico para marcar la tendencia hacia el 'touch' y un sistema operativo más eficaz. Fue en enero de 2022 que los teléfonos móviles de la marca canadiense quedaron obsoletos, cuando la firma dejó completamente de darles soportes, seis años antes había dejado de fabricarlos. Hoy la apuesta de la compañía, que no ha perdido el nombre, está enfocada en el desarrollo de software de ciberseguridad y ofrece servicios para empresas. Actualmente, han logrado ingresos totales de 656 millones y la historia de BlackBerry llegó a la pantalla grande. Los 'frikis' que no supieron vender su invento Detrás de esta revolución digital, están las figuras de Mike Lazaridis y Douglas Fregin. Ambos fundaron Research in Motion (RIM) en 1984. Tras desarrollar el Interactive Pager 900, terminaron creando la primera BlackBerry en 1999, en la que incluso IBM invirtió con un capital de 10 millones. La historia de la compañía de móviles con teclado, que ha llegado al cine este 2023, retrata el "ascenso meteórico" y "la caída catastrófica" del primer teléfono inteligente del mundo enfocado a los empresarios, de la mano de dos 'frikis' de las tecnologías, pero poco hábiles en los negocios, a los que les tocó vivir un viaje vertiginoso a través de un Silicon Valley despiadadamente competitivo que terminó con uno de los mejores inventos de los últimos 30 años.
7/10/2023 • 5 minutes, 32 seconds
Banqueros de Dios y de la mafia: escándalos del Vaticano
La distancia entre los asuntos de Dios y de la mafia es prácticamente inexistente cuando se analiza la historia del Banco Vaticano. Corrupción, chantaje y muertes han campado a sus anchas en la casa del Señor tejiendo una red tan densa que deshacerla, a día de hoy, aún se asume imposible. La historia, al igual que las mejores películas corales, puede ser contada desde muchos ángulos. Aquí la contaremos a través de dos hechos que influyeron especialmente en el descrédito en que se sumió la entidad: los lazos con el Banco Ambrosiano y la misteriosa muerte de Roberto Calvi, una relación que marcaría las finanzas de la Santa Sede para siempre. Desde que el Papa Pío XII lo fundara en 1942, han sido más las décadas en las que en Banco Vaticano ha protagonizado escándalos que las que estuvo libre de pecado. El objetivo primigenio del Instituto para las Obras de Religión (IOR), nombre oficial de la entidad, era administrar los bienes propiedad de la Iglesia Católica destinados a obras de religión o caridad, pero los distintos gestores que estuvieron a los mandos diversificaron las tareas hacia terrenos más pantanosos.Para adentrarse en la polémica es necesario presentar al primero de los protagonistas: el Banco Ambrosiano, del que el Banco Vaticano era principal accionista. El llamado 'banco de los curas', fue fundado en 1896 por el Beato Giuseppe Tovini, con el propósito de promover un banco católico entre la oferta de bancos laicos ya existentes. La idea original se pervertiría en el siglo siguiente. En 1960, la expansión del negocio le llevó a Luxemburgo, donde abrirían una filial bajo el nombre de Holding del Banco Ambrosiano. Esta estaría presidida por Carlo Canesi, quien contrataría para su equipo a Roberto Calvi y marcaría, sin saberlo, la historia del Banco Vaticano.Calvi tuvo una promoción rápida y en 1971 ya había alcanzado la presidencia del Banco Ambrosiano. Con él al frente, los negocios en el exterior se multiplicaron: compañías en Bahamas o Sudamérica o una filial el Perú, el Banco Ambrosiano Andino. Y también se expandió el campo de acción hacia trámites como el que blanqueó dinero de partidos políticos o la dictadura de Somoza en Nicaragua. Incluso habría proporcionado fondos al movimiento anticomunista Solidaridad en Polonia, país de origen del Papa Juan Pablo II y argumento principal de la guerra ideológica contra el comunismo en la que se adentraría más tarde el Vaticano.Para 1978, el Banco de Italia elaboró un informe en el que advertía de los sospechosos movimientos de fondos del Banco Ambrosiano y promovió una investigación sobre el imperio financiero de Calvi. Sin embargo, un cúmulo de trágicos sucesos ocurrido ese mismo año, y coincidentes con el inicio de las averiguaciones en torno al 'banco de los curas', oscurecerían aún más la historia. Por un lado, el asesinato de Emilio Alessandrini, el magistrado de Milán que investigaba el caso y por otro, la muerte del Papa Juan Pablo I en septiembre de 1978, a los 65 años y apenas un mes después de que la fumata le anunciara en el cargo, suscitó varias teorías que apuntaban al asesinato ante los planes del pontífice para limpiar el nombre del Banco Vaticano.
7/3/2023 • 17 minutes, 9 seconds
Philips, el gigante electrónico que ya no fabrica bombillas
En los rincones industriales de Eindhoven, una pequeñísima ciudad holandesa, que en los inicios del siglo XIX superaba por poco los 2.000 habitantes, se gestó la historia de una empresa que desafió los límites de la innovación y acabó conquistando el mundo. En sus más de 130 años de vida, la compañía, que empezó fabricando bombillas, ha liderado avances en campos tan diversos como la iluminación, la electrónica de consumo o la atención médica.Todo surge de la cabeza de Gerard Philips, nacido en la ciudad holandesa de Zaltbommel en 1858. Tras graduarse como ingeniero mecánico, se va a trabajar a los astilleros de Glasgow. Es en la ciudad escocesa donde despierta su interés por la bombilla eléctrica, que allí ya se utilizaban a gran escala para iluminar barcos, fábricas, tiendas... incluso cuenta con alumbrado público por las calles. Tal es su pasión que compagina su empleo con los estudios nocturnos sobre luz eléctrica y transmisión de energía.Alumno destacado, deja Escocia para irse a trabajar a Londres y Berlín, adquiriendo experiencia en la producción, la instalación, la gestión empresarial y el comercio internacional. Conoce a Emil Rathenau, fundador de AEG, la compañía que contaba con la licencia de las patentes de Thomas Alva Edison en Alemania, que le pide que represente a su compañía.Es entre 1890 y 1891 cuando sienta los cimientos científicos de sus bombillas, y cuando llega a la conclusión de que su futuro no está ni en el comercio ni en la instalación, sino en la fabricación.En 1891, cuando tiene la suficiente confianza en el producto que quiere producir, compra una antigua factoría en Eindhoven, donde va a comenzar a fabricar sus bombillas de filamento de carbono. Sin suficiente dinero, recurre a su padre, Frederik Philips, banquero (además de primo de Karl Marx, pero esa es otra historia). Él se encarga de financiar el proyecto, convirtiéndose en socio fundador.Los primeros años son muy complicados, con un sector, el de las bombillas, con fuerte competencia, controlado por las compañías alemanas, y en el que los precios están cayendo.En 1895, con la compañía al borde de la bancarrota, llega a la empresa Anton Philips, hermano menor de Gerard, mucho más joven, que se incorpora como representante comercial. Autodidacta en ese campo, sus aportaciones son clave para el éxito de la compañía. Comienza a viajar por Países Bajos, Bélgica y el oeste de Alemania, cerrando numerosos contratos.Gracias a esos ingresos, la compañía progresa rápidamente, desarrollando mejores bombillas, y sobre todo más duraderas, que eran la clave del éxito en aquel momento. Avanza tan rápido que logra competir con las principales empresas europeas del sector: las alemanas AEG y Siemens. En 1898, viaja a Rusia, donde cierra un acuerdo clave con el mismísimo Zar: un contrato de 50.000 bombillas para iluminar el Palacio de Invierno de San Petersburgo. Suponía la mitad de la producción de Philips. Un año después, se convierte en copropietario de la empresa.
6/26/2023 • 15 minutes, 5 seconds
La segunda vida de Motorola: de inventar los móviles a renacer con los walkie talkie
Volver al origen, de eso se trata la actual historia de Motorola. En un intento de reconversión y supervivencia, la empresa estadounidense que creó exitosamente los teléfonos móviles en 1973, y ha vivido en carne propia la debacle de su propio invento, retoma sus andanzas en la industria de las telecomunicaciones de la mano un viejo negocio vinculado con los walkie talkie. Los walkie talkie se asocian al rescate. Pues eso mismo están haciendo con su padre y creador, un rescate. Y es que, hace quince años, alrededor del 75% de los ingresos de esta marca norteamericana creada por los hermanos Paul y Joseph Galvin, provenían de teléfonos móviles que ellos mismos crearon (que actualmente llevan por nombre 'Moto by Lenovo'); Ahora, alrededor del 75% de las ventas se están generando por unos viejos conocidos que triunfan en las oficinas y departamentos de emergencias en todo el mundo y que fueron creados en 1940. Motorola alguna vez dominó la telefonía móvil, pero en los últimos años se ha convertido en un gran jugador en la seguridad pública, una de las áreas más candentes en tecnología. Pese a que la actual crisis económica, que ha afectado directamente a las compañías tecnológicas, las ventas y las ganancias por acción de Motorola aumentaron en porcentajes de dos dígitos en 2022, mientras que el flujo de efectivo de las operaciones aumentó un 40% y la compañía subió al número 418 en Fortune 500. Nada de este triunfo provino de los teléfonos móviles. El producto revolucionario que Motorola inventó en 1973 comenzó a ver su fin en 2008, cuando se deshizo de su unidad telefónica móvil. De esta forma, lo que quedó vivo fue el negocio de radios policiales de la compañía, un producto de venta constante, pero poco atractivo que muchos pensaron que pronto también sería reemplazado por los smartphones. El punto de apoyo de la compañía en ese mercado, junto con casi tres docenas de adquisiciones en los últimos años, ha ayudado a hacer de Motorola el gorila de 300 kilos en un negocio que, desafortunadamente, está en auge por los tiroteos masivos a nivel mundial, el aumento de las tasas de criminalidad y la preocupación pública por la fuerza policial. La gran creación de los hermanos Galvin fue el modelo Handie Talkie AM (SCR-300). Hablamos del primer receptor/transmisor en ser apodado “walkie talkie”. Fue creado por el equipo de ingeniería de la empresa de manufactura Galvin (precursora de Motorola) en el año 1940, con fines miliares para Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial.
6/19/2023 • 7 minutes, 30 seconds
Chupa Chups, los caramelos con palo que conquistaron el mundo
El éxito empresarial se puede alcanzar a través de numerosos caminos. Y no siempre es necesario el proceso más elaborado o el proyecto más complejo para llegar. Basta la idea más sencilla, pero bien ejecutada, para triunfar. Los ejemplos son infinitos, pero pocos casos más paradigmáticos podemos encontrar que el de Chupa Chups. Considerada por muchos como la primera multinacional de origen español, su revolucionaria idea no fue, ni más ni menos, que ponerle un palo a un caramelo. Tan sencillo, tan genial. Un caso de éxito que nació en una pequeña fábrica de Asturias, con una historia repleta de buenas decisiones, pero que también está salpicada de anécdotas que rozan la leyenda. Todo sale de la cabeza de Enric Bernat, un visionario, que desde niño había estado vinculado al mundo del dulce. Su abuelo, Josep, fue el primero en fabricar caramelos en España, tras comprar en 1845 la primera licencia para fabricar dulces. O eso contaba. Su padre continuó con el negocio familiar, y desde los 9 años el pequeño Enric estaba metido en la fábrica: limpiaba, envolvía caramelos o hacía lo que fuera necesario.Este capítulo cuenta con el patrocinio de AXA.ES. Descubre todo lo que AXA puede hacer por ti entrando en AXA.ES.
6/12/2023 • 15 minutes, 50 seconds
Historia de Marie Claire, la centenaria empresa de medias al borde del cierre
Tras una trayectoria legendaria, que se extendió durante más de un siglo, la icónica empresa textil Marie Claire se encuentra al borde de la desaparición. La compañía de Villafranca del Cid, en Castellón, ha comunicado su intención de cerrar su planta y de solicitar el concurso de acreedores, para proceder a la extinción de la compañía.La agonía del histórico fabricante de medias se ha prolongado desde hace años y, de hecho, era uno de los pocos productores del sector de la confección que había conseguido mantener su producción en la Comunidad Valenciana tras el final de los aranceles a los productos de países donde la mano de obra y los costes de producción eran mucho más baratos.La pandemia, en la que el fabricante se intentó reconvertir como fabricante de mascarillas y batas sanitarias, fue sólo el último golpe a la pérdida del que había sido su principal contrato para un gran distribuidor europeo y los daños ocasionados en su planta de Villafranca tras desplomarse parte del tejado por un temporal de nieve.La vuelta de tuerca iniciado durante la pandemia es solo el último episodio de la larga historia de supervivencia de la compañía. La empresa nació en el año 1907, para producir medias de seda aprovechando la tradición textil de Vilafranca del Cid, en el interior de Castellón muy cerca del límite provincial con Teruel, con unos 2.200 habitantes.Marie Claire no se entendería sin la voluntad de Francisca Íñigo, fundadora de la compañía. Era la mujer de Celestino Aznar, un comerciante de mulas y yeguas, que recorría el país, dejándola sola en casa. Francisca, con mucho tiempo libre, aprovecha para coser. El hobbie se convierte en negocio, y con la referencia de su hermana, que tenía una factoría de mantas, lanza su propia empresa de fabricación y comercialización de medias. Estaba situada en la propia Villafranca del Cid, pero en realidad las vendía por toda España, aprovechando los viajes que hacía su marido.
6/5/2023 • 14 minutes, 54 seconds
Historia de la declaración de la renta
Hacer referencia al IRPF, o al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, es hacer referencia a uno de los tributos más importantes y más conocidos de España. No obstante, más de 20 millones de personas presentan su declaración de la renta cada año en nuestro país.Este impuesto, tal y como lo conocemos ahora, es relativamente reciente, ya que fue aprobado en 1978. Pero sus raíces, en España, están mucho más atrás. En concreto, hay que retroceder hasta mediados del siglo XIX. Es una época convulsa, repleta de cambios, que se puede apreciar en fenómenos como el de la industrialización, la revolución burguesa o un incipiente sufragio universal, que daba sus primeros pasos.A esta metamorfosis social no iba a ser ajena la economía. Había políticos en el Antiguo Régimen que ya estaban presionando para unificar la infinidad de impuestos de todo tipo que había en España. Y es en 1845, con la aprobación de la Constitución de la monarquía española, cuando se introduce el primer sistema tributario general. Esta reforma fiscal estaba impulsada por el ministro de Hacienda de la época, el asturiano Alejandro Mon, junto con otras figuras como Juan José García Carrasco, su predecesor en el cargo, o el militar Ramón de Santillán, que acabaría convertido en el primer gobernador del Banco de España.La simplificación y modernización que llevó a cabo del sistema tributario, que puso a España en la vanguardia entre los países de su entorno, y cuya sombra perdura hasta nuestros días, destacaba por la simplificación del abanico de impuestos existentes, y por extenderlos a toda la población.Tributos clásicos, algunos tan populares como los diezmos o las alcabalas, pasaron a mejor vida. Otros, igual de pintorescos, como los impuestos a la sal, a las minas o a los títulos, aún perduraron. El objetivo de Mon y sus colaboradores era eliminar las barreras al crecimiento económico.Con estas bases asentadas, se profundizo en la idea de extender los impuestos a toda la población. Por ejemplo, en 1870 se impulsa el impuesto de cédulas personales, y poco después el repartimiento municipal.Ya en el siglo XX, y siguiendo la misma línea, José Calvo Sotelo, con el apoyo de Ramón Gómez de la Serna, sienta las bases de la Ley de Reforma Tributaria, allá por 1926. Sin embargo, la dictadura de Primo de Rivera no logra ponerla en marcha.Sin embargo, sirve de referencia para que, ya en la II República, se aprueba el que podría considerarse como el primer impuesto sobre la renta. Se trata de la Ley Carner, nombre que hace referencia al ministro de Hacienda de la época, y que se conoció como la 'contribución general de la renta', que entró en vigor en 1933. Solo tenían que presentarla unas 5.000 personas, ya que tenía un mínimo exento de 100.000 pesetas anuales, que era una cifra más que importante para la época. Y, aun así, solo lo hicieron 3.000. Por si fuera poco, su periodo de vigencia tampoco fue excesivo, ya que tras la Guerra Civil desapareció. Pero fue un precedente para lo que vendría después.Hay que saltar a 1977, ya tras la dictadura, y en el marco de los Pactos de la Moncloa, para sentar las bases del sistema tributario moderno, en vigencia hasta nuestros días. Estaba impulsado por Francisco Fernández Ordóñez, ministro de Hacienda de Adolfo Suárez, que no estaba nada satisfecho con el impuesto general sobre las personas físicas existente, ya que consideraba que ni era un impuesto, ni era general, ni era sobre la renta.Así, en 1978, y con un amplio consenso político, nace el IRPF moderno. Contaba con 28 tramos, lo que lo hacía mucho más complejo que en la actualidad, cuando solo tenemos 6, y el gravamen llegaba a alcanzar el 65,5%. En este caso, era obligatorio presentarlo para las personas que cobrasen más de 300.000 pesetas, una cifra ya más asumible, que obligó a desplegar importantes campañas para crear una cultura de la contribución. Incluyendo el famoso eslogan 'Hacienda somos todos'.En estos casi 45 años el impuesto no ha dejado de innovar y desarrollarse, en todos los sentidos. Con novedades que incluyen desde la cesión de una parte del impuesto a las Comunidades Autónomas, la reducción de tramos que comentamos anteriormente... Mientras que otros detalles están más relacionados con la usabilidad y la digitalización, que gracias al desarrollo de internet permite que ahora la declaración se pueda entregar online, lo que permite facilitar y simplificar el proceso.¿Para todos? Pues debería ser así, pero hay un colectivo, el de los trabajadores autónomos, para los que la cita anual con Hacienda se convierte en un pequeño reto. Es un trámite que, por las particularidades de su actividad y de la relación con la Administración, deben llevar a cabo con especial cuidado. De hecho, si no presta la suficiente atención al proceso puede perder la oportunidad de ahorrar, gracias a las deducciones de las que puede beneficiarse.Entre los gastos más habituales que pueden deducirse, encontramos las propias cuotas que pagan a la Seguridad Social, las nóminas de los trabajadores, la factura de teléfono, la asesoría, herramientas digitales contratadas, marketing y publicidad, material de oficina, formación, desplazamientos...Pero hay un concepto más que pueden deducirse, y que no siempre tienen en cuenta: los seguros, que en muchos casos pueden desgravarse, como recuerdan desde AXA.ES. Es posible deducir las primas devengadas o satisfechas por contratos de seguros de bienes, derechos, y productos necesarios para el desarrollo de la actividad profesional, y también determinados seguros vinculados al propio autónomo.Por ejemplo, en el caso del seguro de responsabilidad civil general, o profesional, permite desgravar la cantidad total de lo pagado en primas, aunque como advierten desde AXA.ES, es necesario que las coberturas contratadas estén centradas en proteger al autónomo frente a las eventualidades relacionadas con su actividad económica.Otro seguro a tener en cuenta, aunque en este caso no está directamente relacionado con la actividad económica del autónomo, es el seguro médico. El seguro de enfermedad es deducible, aunque solo en la parte correspondiente a la cobertura de enfermedad o asistencia sanitaria. Pero en este caso establece un límite de 500 euros anuales sobre el total de primas pagadas por el autónomo y por cada familiar con cobertura.También se puede desgravar el seguro del vehículo, pero siempre que tenga relación con la actividad: Transporte de mercancías, de viajeros, formación de conductores, desplazamientos profesionales... Pero, de nuevo, advierten desde AXA.ES, que, en el caso de las motos o los turismos, hay que demostrar que se utilizan, únicamente, para el trabajo. Si se produce un uso personal, aunque sea mínimo, Hacienda no permite la desgravación.Por último, otro tipo de seguro habitual que puede llegar a declararse es el del hogar, aunque en este caso es necesario que el autónomo trabaje en casa, y que la proporción que trate de desgravar coincida con la destinada en la vivienda a la actividad.Se trata, en definitiva, de un recordatorio de que, si los autónomos no declaran bien todos los gastos de su actividad, el beneficio neto será más elevado, y por lo tanto terminarán pagando más en el resultado final. Es necesario hacer la declaración de forma correcta y planificada.Este capítulo cuenta con el patrocinio de AXA.ES. La edición sonora y la selección musical han corrido a cargo de Remo Vicario. Mientras que el guion y la locución son mías, y soy Javi Calvo
5/28/2023 • 10 minutes, 48 seconds
Orígenes y trifulcas tras la jornada laboral de 8 horas
Mucho se debate en los últimos tiempos sobre si la jornada laboral de 40 horas semanales repartidas en cinco días se adecúa al estilo de vida de la sociedad actual. Lo que no deja lugar dudas es el tiempo que lleva implantada en nuestro país: más de 100 años. Los inicios de esta rutina laboral están en la que muchos definen como la huelga más exitosa hasta la fecha en la mejora de los derechos de los trabajadores. El título no es para menos: de ella salió la primera ley de Europa en fijar el máximo legal de horas de trabajo diarias en ocho, aunque para ser justos con la historia, varios siglos atrás, y también en España, ya se había realizado el primer acercamiento a la reducción de jornada mediante un decreto firmado por el mismísimo Felipe II.En febrero de 1919 tuvo lugar una huelga en Barcelona que paralizó la ciudad y la industria catalana durante 44 días y que cambió la historia del país. Se inició en la 'Barcelona Traction, Light and Power Company, Limited', una eléctrica de origen anglo-canadiense que en España operaba a través de la sociedad Riegos y Fuerzas del Ebro. El nombre tan engorroso quedó reducido a 'La Canadiense', como se la conocía comúnmente en las calles.Al frente del movimiento estaba la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), sindicato en auge en aquellos años que dirigió no solo los paros sino también las repetidas acciones de insumisión civil que ayudarían a sentar las bases de la jornada laboral hoy vigente. Pero vayamos por partes: ¿a qué se debió la huelga? El germen está en la bajada de sueldo que afectó a parte del personal de oficina de la compañía después de que se les pasara de temporales a fijos. La buena nueva del cambio de contrato quedó empañada por la rebaja salarial comunicada el 2 de febrero. Ocho de los afectados, que eran miembros de la CNT, iniciaron la protesta y fueron despedidos por la empresa, lo que terminó de caldear el ambiente al ver también coartada su libertad de sindicación. El 5 de febrero, los trabajadores del departamento de facturación se sumaron al paro para exigir la readmisión de los despedidos y elevaron la queja hasta hacerla llegar incluso al alcalde, Antonio Martínez Domingo. También fueron despedidos, y el guion se repitió; trabajadores de más secciones se unieron al movimiento y llegó un punto de no retorno. Para el 8 de febrero ya casi la totalidad de la plantilla estaba en huelga e incluso el paro se extendió a otras empresas, como Energía Eléctrica de Cataluña.Los trabajadores de La Canadiense conocían su poder y lo utilizaron. De la compañía dependía el suministro eléctrico de otras muchas industrias, que se vieron forzadas a parar la producción. Con la sartén por el mango, los huelguistas expusieron a la empresa varias condiciones para reanudar la actividad, entre ellas, la readmisión de los despedidos o una subida salarial... y todo sin represalias. La respuesta de la empresa llegó dos días después a través de un comunicado en el que sólo denunciaba el oportunismo político de los sindicatos.La situación se recrudeció en pocos días, aunque el 12 de febrero se documentó uno de los capítulos más terribles de la protesta: el asesinato de un cobrador que se negó a secundar el paro. El suceso, sin embargo, no significó el fin de la huelga. Los trabajadores de todos los ámbitos empezaron a ver margen para conseguir una mejora de las condiciones y el día 17 se sumaron las empresas del textil. Para el 21 la huelga ya afectaba a todo el sector eléctrico y el 27 se había extendido también a las compañías de agua y gas. La industria catalana casi en su totalidad estaba paralizada y, por tanto, lo estaba la ciudad.Los intentos del Gobierno del momento que dirigía Álvaro Figueroa y Torres (Conde de Romanones) y de la Alcaldía por restablecer los servicios no llegaron a buen puerto. Las exigencias de los obreros se apilaban, como lo hacían las amenazas desde los despachos: quienes no volvieran a trabajar el 6 de marzo serían despedidos. De nuevo, la amenaza tuvo el efecto contrario. El 7 de marzo se unió el sector ferroviario y el 12 el paro ya era general pese a que las miles de detenciones que se acumulaban para entonces. Se dice que el castillo de Montjuic llegó a contar con casi 3.000 presos.El 13 de marzo el Gobierno accedió a la negociación, todo esto bajo un estado de guerra decretado y la censura de prensa vigente. Entre los días 15 y el 16 de marzo se cerró un acuerdo por el que se ponía fin al conflicto, se restablecía la libertad para los presos sociales, se readmitía en sus puestos de trabajo a todos los huelguistas (con mejora salarial incluida y el pago la mitad del mes que duró la huelga) y se estableció la jornada laboral máxima diaria de ocho horas. Fue aceptado el 19 de marzo y la huelga de La Canadiense se dio por exitosa.Sin embargo, la revuelta social no acabaría ahí. El incumplimiento por parte del Gobierno con la liberación de los presos provocó que el 24 de marzo se volviera a declarar una huelga general en Cataluña, pero esta se encontró con una reacción más severa por parte de las autoridades, que desplegó al ejército en las calles desde el minuto uno. Para apaciguar las aguas, el 2 de abril se concretó el el decreto que impondría la jornada de 8 horas desde octubre, lo que convenció a muchos trabajadores para volver a sus puestos. El 14 de abril, este segundo paro general se dio por concluido.
5/22/2023 • 14 minutes, 37 seconds
Baldomera Larra, la inventora de la estafa piramidal
En el tumultuoso siglo XIX español, marcado por una agitada vida política y social, surgió una figura singular: Baldomera Larra, hija del renombrado escritor Mariano José de Larra. Sin embargo, la notoriedad de Baldomera no provino de su apellido ilustre, sino de su talento para el engaño y la estafa. Esta intrigante mujer, cuyo nombre resonó en los círculos más selectos de la sociedad de la época, supo utilizar su posición y astucia para estafar a las personalidades más prominentes de su tiempo, grabando su nombre como una de las estafadoras más notorias de la historia.Baldomera Larra Wetoret, tercera hija del matrimonio formado por el escritor romántico y Josefa Wetoret, tenía cuatro años cuando su padre se pegó un tiro en la cabeza, frente al espejo. El desgraciado suceso no impidió que llegara a casarse con Carlos de Montemayor, médico de la Casa Real de Amadeo de Saboya. Sin embargo, pasó de disfrutar una vida acomodada a encontrarse en una delicada situación económica, cuando fue abandonada por su marido: Amadeo de Saboya regresó a Italia, y cuando Alfonso XII ascendió al trono, el médico, muy marcado políticamente, decidió huir, yéndose a Cuba.Baldomera, que prefirió quedarse en Madrid, sola, y a cargo de sus tres hijos, tuvo que agudizar el ingenio para salir adelante.No le quedó más remedio que empezar a pedir dinero prestado a fiadores y prestamistas, de los que acabó aprendiendo el negocio. Con el conocimiento acumulado, en la primavera de 1876, y movida por la necesidad, funda la Caja de Imposiciones, un banco fantasma que, tras pasar por varias ubicaciones, acabó instalándose en el desaparecido Teatro España, en la plaza de la Paja. Conocida como la madre de los pobres, o La Patillas, por su peinado, la noticia de que la hija de Larra multiplicaba los reales corrió de boca en boca y sus clientes, en su mayoría pequeños ahorradores, llegados incluso desde los pueblos cercanos a la capital, acudieron al reclamo de la entidad, que ofrecía pingües réditos de un real por cada duro depositado. Pero, en realidad, lo que había implantado era un método de inversión que más tarde sería el origen de los esquemas de Ponzi.Baldomera no se escondía, era una mujer amable y simpática, con una actividad conocida por todo el mundo. Llegó a ofrecer intereses de hasta el 30% mensual por cada duro invertido, sin más garantía que un papel donde apuntaba el nombre del inversor y la cantidad depositada. Para hacer frente a los pagos, recurría al dinero que le daban los nuevos inversores. Eran tasas tan altas que la fama llegó incluso a traspasar fronteras.Se cree que llegó a captar unos 22 millones de reales, una cifra que es difícil traer a nuestros días, pero que podría equivaler a unos 14 millones de euros actuales. Como siempre en estos casos, es difícil saber el número real de afectados, pero hay diferentes fuentes que lo cifran entre 5.000 y 50.000 personas.Ante las insistentes preguntas del secreto de su negocio, porque la gente tenía dudas, Baldomera respondía siempre que era tan simple como el huevo de Colón. Y cuando las cuestiones hacían referencia a las garantías en caso de quiebre, iba aún más lejos, asegurando que su única garantía, era el viaducto. Sí, el suicidio.Este negocio, que hoy conocemos como estafa piramidal, se vio favorecido entonces por la nueva legislación. De hecho, desde mediados de siglo, este tipo de actividades económicas empezaron a ser cada día más populares.No dura mucho el negocio, pues la burbuja estalla en diciembre de 1876, cuando al propia Baldomera Larra se da cuenta de que no va a poder seguir haciendo frente a los pagos como estaba haciendo hasta entonces, y cuando empiezan a circular rumores sobre la falta de solvencia de la prestamista. La literatura que ha quedado de la época señala que un carbonero se presentó en su casa reclamándole sus ahorros y Baldomera le pagó de inmediato. Pero el incidente desató en ella el pánico a una quiebra inminente si los clientes empezaban a retirar sus depósitos.Al día siguiente, la usurera se dejó ver en el palco del teatro de La Zarzuela, pero antes de que terminara la representación se dio a la fuga a Suiza. Tal fue el escándalo que se organizó entre sus clientes, que, en la tarde del 4 de diciembre, las autoridades tuvieron que intervenir, llegando a tener que presentarse en el lugar el mismísimo delegado de Orden Público, acompañado de varios guardias, y el Juez de Instrucción del Distrito de La Latina.Dos años después y repudiada por su familia, se supo que Larra vivía bajo una identidad falsa en Francia. Se pidió su detención y extradición, pero hubo que esperar al 15 de julio de 1878 cuando regresó a Madrid y fue detenida, con una amplia repercusión en los periódicos de la época. Los años siguientes los pasó en la cárcel.En el juicio, Baldomera adujo en su defensa que se marchó porque acabó con menos ingresos que pagos, por culpa de las informaciones negativas contra ella de la prensa. También reconoció que había establecido una casa donde recibía en préstamo el dinero que le llevaban, comprometiéndose a entregar el 30% mensual, sin ofrecer ni dar garantías de ninguna especie.La sentencia fue portada de periódicos como El Imparcial o La Época el 26 de mayo de 1879. Fue condenada a seis años de prisión y sus colaboradores fueron absueltos. Ella lo sería poco después, tras ingresar en el hospital de la prisión, y gracias a una campaña de recogida de firmas, donde participaron desde gente sencilla, hasta aristócratas perjudicados por el fraude, que inicialmente habían clamado contra la que consideraban una estafadora y que habían solicitado su castigo sin piedad. De hecho, su condición de mujer casada jugó a su favor, ya que, gracias al recurso de casación presentado, el Tribunal Supremo entendió que no tenía capacidad para contratar y, por tanto, los depositantes no tenían consideración de acreedores.La historia de Baldomera Larra es un recordatorio vívido de que el engaño y la estafa no conocen barreras sociales ni títulos nobiliarios. Su cautivadora personalidad, combinada con una habilidad innata para manipular a quienes la rodeaban, dejó un legado sombrío en los anales de la historia. Baldomera Larra, la estafadora ilustre del siglo XIX, desafió las convenciones sociales y abrazó una vida de engaño y falsedad.Aunque el tiempo ha borrado gran parte de los detalles de sus estafas, su nombre continúa resonando como un recordatorio de que incluso los círculos más exclusivos no están exentos de ser víctimas de la astucia y el fraude. Baldomera Larra fue una figura enigmática que dejó una estela de desconfianza en su camino.
5/15/2023 • 9 minutes, 46 seconds
El secreto tras el símbolo del euro
Piensa en el euro. ¿Qué imagen te viene a la cabeza? Seguramente billetes o monedas. Puede que también su símbolo. Esa especie de ‘e’ hecha con un semicírculo al que le atraviesan dos líneas horizontales y paralelas por el lado izquierdo. Así se representa la divisa que utilizan centenares de millones de personas cada día. Y es que el euro, aunque nos lo parezca, no es solo dinero. En el fondo es el medio para alcanzar una meta política que nació hace décadas: una Europa que conviva en paz y en la que se integren todas las economías que la configuran. Pero ¿quién diseñó el conocido símbolo de la moneda comunitaria? No se sabe. O, mejor dicho: la Unión Europea nunca ha querido decirlo. Empecemos por el principio. O más bien, por las bases. Consultemos un momento el Tratado de la Unión Europea. En su artículo 3, podemos ver que uno los objetivos del bloque comunitario es establecer "una unión económica y monetaria cuya moneda es el euro". Por ahora, ese objetivo está conseguido solo en parte: de los 27 países que forman la Unión, 20 tienen el euro como divisa. Croacia fue el último en entrar al 'club' de la eurozona este año. En cambio, Bulgaria, República Checa, Hungría, Polonia, Rumanía, Suecia y Dinamarca tienen divisas propias. Se podría decir que el euro, realmente, es una declaración de intenciones de la Unión Europea. En el boletín Info€uro, publicado por la Comisión Europea en noviembre de 2002, esta aseguraba que la moneda única "es uno de los mejores catalizadores para que la gente se identifique con Europa". Pero antes de que la Unión Europea llegara a ese punto, la creación y puesta en circulación de la moneda compartida provocó profundos debates en el seno de la organización. No fue hasta finales del 95, en un Consejo Europeo celebrado en Madrid, cuando la Unión tomó dos decisiones clave: por un lado, que la introducción de la 'moneda única' comenzaría el 1 de enero de 1999; por otro, e igualmente importante, decidió denominar a esa nueva divisa 'euro'. Si la historia hubiera transcurrido de otra forma, hoy en día cobraríamos nuestro sueldo en ecus o en florines. Pero no, lo hacemos en euros. ¿Por qué? Según fuentes de la Comisión Europea consultadas por elEconomista.es, se escogió el nombre de euro por ser "el que mejor simboliza Europa". Y según recogió la BBC en un reportaje publicado en 2019, la elección también se basó en la uniformidad: era importante que la designación de la divisa comunitaria pudiese usarse en todas las lenguas oficiales de la UE. Ahora bien, ¿a quién se le ocurrió el nombre de euro? A Germain Pirlot. Este profesor belga escribió una carta en el verano de 1995 al entonces presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, con su propuesta. Y apenas cuatro meses después fue la opción escogida por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea. Eso sí, la Comisión ni confirma ni desmiente a este periódico el papel clave de Pirlot en el nacimiento de la moneda europea. Una vez puesto el nombre, faltaba crear un símbolo para hacer reconocible a la divisa única. Bruselas estableció tres criterios para dar con él: primero, debía asociarse claramente a Europa; segundo, ser fácil de escribir a mano; y tercero, tenía que resultar atractivo. El proceso que llevó a la elección del símbolo que todos conocemos hoy en día no fue precisamente rápido. Para empezar, se elaboraron de forma interna en la Comisión Europea una treintena de 'bocetos' diferentes. Según distintos medios, se encargó de hacerlos un comité formado ad hoc por cuatro personas, aunque las fuentes de la institución consultadas por este diario no se pronuncian sobre la veracidad de esta información. Lo que sí confirman es que, de esa treintena de borradores, una decena fue sometida a encuesta "al público en general" que realizó "una organización especializada". De dicha encuesta salieron dos diseños claramente favoritos. Y fueron dos personas las que hicieron la elección final: Santer y Yves-Thibault de Silguy, entonces miembro de la Comisión y responsable de asuntos económicos, monetarios y financieros. El diseño final se reveló en diciembre de 1996. Está inspirado en la letra griega épsilon, que es la primera de la palabra "Europa", y está cruzado por dos líneas paralelas que pretenden simbolizar la estabilidad en la zona del euro. O al menos esa es la explicación que da la Unión Europea. Lo que la organización no ha revelado nunca, sin embargo, es quién o quiénes fueron los creadores de este emblemático símbolo. De hecho, a diferencia de las representaciones de otras divisas como el dólar estadounidense o el yen japonés, la del euro sí está registrada. Es más, la propia Unión Europea, representada a través de la Comisión, es la propietaria de los derechos de autor del símbolo del euro. ¿Por qué la Unión nunca ha hecho público quién diseñó un símbolo tan importante para la propia organización (o, al menos, para una buena parte de esta)? La Comisión no responde a esta cuestión, aunque en 2001 Jean-Pierre Malivoir, entonces responsable de las relaciones públicas del euro, aseguró que no era posible decir quién era el diseñador. "No hubo un individuo, fue un equipo". Arthur Eisenmenger, en cambio, no opinaba lo mismo. Este alemán, fallecido en 2002, aseguró en varias ocasiones que creó el símbolo del euro, aunque sin intención de que fuera tal, antes de jubilarse como diseñador gráfico jefe de la entonces Comunidad Económica Europea. "Lo dibujé sin pensarlo mucho. En aquel momento no pensaba en el euro, sino en algo que simbolizara Europa", afirmó en una entrevista a finales de los 90. Pero la polémica no acaba aquí. Y es que son muchos los que han señalado a otro diseñador gráfico como el autor del emblema de la moneda comunitaria: el belga Alain Billiet. ¿Formó Billiet parte del supuesto comité que elaboró el símbolo del euro? ¿O Eisenmenger? ¿O ambos? ¿O ninguno? Por ahora, no hay respuesta: Bruselas tampoco contesta a estas preguntas. La situación puede resumirse de la siguiente manera: la Unión Europea no ha reconocido quién ideó el emblema del euro, pero aun así tiene los derechos de autor de este. Esto es razonable, según explican tres expertos en propiedad intelectual consultados por elEconomista.es, pues es necesario que la Unión Europea tenga los derechos de autor del símbolo de la moneda única para evitar que firmas privadas hagan un uso comercial y limitativo de este. Y con la información que sí se conoce, es presumible que la Unión y el diseñador, o los diseñadores, suscribieron un contrato de confidencialidad para que se guardara en secreto su identidad. Lo que no está tan claro es a qué se debe este secretismo. Los juristas que han hablado con este periódico también apuntan que, si bien están los derechos legales sobre el símbolo, también existen los derechos morales del autor, o autores. Bruselas podría hacer público quién está detrás de la obra y no perder los derechos de autor sobre esta. No es algo incompatible: dar el reconocimiento no implicaría problemas legales a la Unión Europea. Por tanto, sigue siendo una incógnita la razón tras esta postura deshonesta de las autoridades, más de dos décadas después del nacimiento del euro. Pese a la evidente relevancia del euro en el proyecto de integración de Europa, la moneda comunitaria no es uno de los símbolos oficiales de la Unión. En concreto, la UE tiene cuatro símbolos. El 9 de mayo es uno de ellos: en esta jornada se celebra el Día de Europa, una festividad que no es especialmente conocida, ni está reconocida en el calendario laboral de España, pero no es por ello menos alegórica. Se trata del día en el que la Unión Europea invita a echar la vista atrás y poner en valor la integración pacífica de los distintos países del bloque tras las guerras sufridas a principios del siglo XX. Otro de los símbolos que es menos conocido es el lema de la UE, que fue utilizado por primera vez en el 2000 y reza así: "Unida en la adversidad". En cambio, la bandera de la Unión es más popular: de color azul oscuro y con 12 estrellas amarillas puestas en círculo. Por último, pero no menos importante, está el himno europeo
5/8/2023 • 11 minutes, 43 seconds
El impuesto a las ventanas en Inglaterra que acabó en epidemias
Los impuestos siempre son impopulares, y si afectan a algo tan necesario como la luz o el aire, más. De esto saben mucho en Inglaterra. En 1696 entró en vigor la denominada 'Ley de Reparación de la Deficiencia del Dinero Recortado', que incluía un tributo a las ventanas. Un ingenio fiscal que tenía como objetivo aumentar la contribución de los ricos a las arcas públicas, pero que degeneró en un grave problema de salud pública.La idea del impuesto fue del Rey Guillermo III, como solución para recuperarse de los gastos que había supuesto la Revolución de 1688, que derrocó al Rey Jacobo II; del agujero que había dejado la guerra con Francia; y de los costes de reacuñar las monedas existentes, ante el "estado miserable" en que se encontraban tras varios procesos de raspado de la plata. En principio, estaba planteada como una medida temporal pero bajo argumentos constantes de estrechez presupuestaria, finalmente se extendió más de siglo y medio.La premisa era simple pero no siempre efectiva. La norma se basaba en la idea de que los más pudientes vivían en casas más grandes y, aunque generalmente era así, su aplicación en las ciudades tenía unos matices mucho más complejos que en las zonas rurales.La progresividad era la característica principal de la medida: a mayor número de ventanas mayor era la aportación. Quienes superaran el máximo exento debían pagar, además del impuesto sobre la vivienda de 2 chelines, del que no se libraba nadie, una tasa adicional cuyo importe variaba en función del número total de ventanas. En las primeras décadas solo afectaba a las edificaciones con más de 10. En 1747, por ejemplo, las propiedades con entre 10 y 14 ventanas pagaban 6 peniques, y aquellas con más de 20, 9. El impuesto aumentó 6 veces entre 1747 y 1808, cuando el límite exento se situó en menos de 6 ventanas.Las familias de apellido de rancio abolengo tenían grandes casas de campo, con decenas de ventanas. La operación era sencilla y los gobernantes vieron en ella una gran opción para llenar la hucha sin entrar directamente en el impuesto a la renta, muy impopular en aquel momento. En el otro extremo estaban los más pobres, a quienes la ley presumía habitando en espacios más pequeños y menos luminosos, por lo que asumirían una menor carga impositiva. El guion se tambaleaba. Si bien la población con menor capacidad económica que vivía en zonas rurales tenía casas más humildes (normalmente exentas del tributo), en las zonas urbanas el asunto se complicaba. En las ciudades, la población de menos recursos vivía en grandes edificios de viviendas que, independientemente de cómo se subdividieran, a ojos de la ley, se consideraban una sola vivienda. Y aquí empezaron los problemas.Para evitar el impuesto, las fachadas de los edificios empezaron a adquirir una curiosa estética que aún hoy puede observarse si se pasea por ciudades como Glasgow o Edimburgo. Cada vez eran más los edificios con ventanas tapiadas con ladrillo o tablones. Fue la solución que aplicaron los arrendadores, porque eran ellos quienes estaban sujetos al impuesto. En el caso de nuevas construcciones, se hacían con espacio reducido para instalar el menor número de ventanas posible.La letra pequeña de la ley agravaba la situación. La ausencia de una definición concreta de lo que se consideraba ventana derivó en una aplicación muy estricta de la norma. Cualquier abertura en la pared que conectara con el exterior era susceptible de ser gravada, incluso las rejillas perforadas de las despensas o agujeros originados por alguna rotura. La luz natural y la ventilación empezaron a ser un lujo al alcance de muy pocos inquilinos.Había quien se libraba, aunque eran pocos. Algunas fábricas y edificios estaban exentos del impuesto. Por ejemplo, las oficinas públicas, las casas de campo que costaran menos de 200 libras por año, las lecherías y queserías, los graneros o las fábricas de autocares entraban en las exenciones porque se entendía que, en su caso, las ventanas eran beneficiosas para el negocio. Para sufragar el coste del impuesto, las propiedades empezaron a subir los alquileres, pero ese no sería el mayor problema de los residentes. La nuevas y oscuras edificaciones fueron un campo de cultivo de enfermedades, que se propagaban a la velocidad de la luz que no entraba en las viviendas. Desde principios del siglo XVIII, el impacto en la salud era tan evidente que se desencadenaron protestas ciudadanas e incluso se recogía en romances populares. El tifus, la viruela o el cólera estaban a la orden del día, e incluso se llegó a desatar alguna epidemia.Un informe firmado por el Doctor Reid en 1845 recogía la advertencia del Comité de Salud local de Sunderland, una ciudad del nordeste de Inglaterra. El documento, que aún guarda el Parlamento británico, recoge el aviso del grupo técnico en el que aseguran haber sido "testigos del efecto [...] maligno del impuesto a las ventanas" y se mostraban unánimes al confirmar que el "taponamiento de las numerosas ventanas causado por el afán de sus dueños de sustraerse al pago del impuesto [...] en algunos casos ha sido la causa principal de muchas enfermedades y mortalidad.Varios estudios de la época denunciaron los riesgos para la población de las condiciones insalubres que propiciaba la falta de ventilación adecuada. El Doctor John Heysham reportó cómo una epidemia de tifus acabó con la vida de decenas de ciudadanos en Carlisle, en 1781. El rastreo del médico situó el origen del brote en una casa habitada por seis familias pobres. Los autores Wallace Oates y Robert Schwab incluyeron en una investigación sobre esta tasa publicada en el Journal of Economic Perspectives en 2015 la descripción de Heysham de las condiciones de vida en aquella vivienda: "Con el fin de reducir el impuesto de ventana [...] toda fuente de ventilación se eliminó. El olor de esta casa era insoportable y ofensivo hasta un punto insoportable. No hay evidencia de que la fiebre haya sido importada a esta casa, pero se propagó de ella a otras partes de la ciudad, y 52 habitantes fueron asesinados".Pese a los evidentes y contrastados efectos nocivos, el impuesto sobrevivió hasta mediados del siglo XIX y finalmente fue derogado en 1851 después de fracasar por tres votos una moción un año antes. Las críticas en los últimos años eran ya insalvables, sobre todo por las dudas que generaba su aplicación. ¿Realmente pagaban más quienes más tenían? Una discusión en la Cámara de los Comunes en 1850, justo antes de la derogación del impuesto, puso el foco en el sentido primigenio de la medida: era un criterio fiable medir la capacidad económica conociendo el valor de la propiedad. Sin embargo, casi un siglo antes, el escocés Adam Smith, considerado fundador de la ciencia económica, apuntó en La Riqueza de las Naciones, en 1776, que el número de ventanas podría ser una medida "muy pobre" de la valor de una vivienda: "Una casa de 10 libras de alquiler en el campo puede tener más ventanas que una casa de 500 libras de alquiler en Londres y aunque es probable que el primero sea un hombre mucho más pobre que el del segundo, el impuesto a la ventana establece que debe contribuir más al apoyo del estado".Lo cierto es que los ciudadanos de Inglaterra ya estaban acostumbrado a excentricidades fiscales. El impuesto a las ventanas tenía un antecedente: el impuesto al hogar que aprobó en 1662, después de la Restauración, Carlos II y que consistía en un tributo de 2 chelines por cada hogar y estufa en las casas de Inglaterra y Gales. Este gravamen también fue muy impopular, además de por el afán recaudatorio en sí, por el carácter intrusivo que implicaba. Y es que los 'chimeneros' (como se llamaba a los tasadores y recaudadores de impuestos) entraban en los edificios para contar el número de hogares y estufas.El 'impuesto de la ventana' es historia pero muchos edificios conservan la esencia de la época. Incluso alguno construido una vez derogada la ley mantuvieron el 'estilo' para equilibrar el aspecto de los bloques de viviendas.Existen muchas historias giran en torno a esta tasa, aunque algunas son calificadas como mito. Como la que señala que el dicho inglés 'robo diurno' tiene su origen en aquella ley. También generó muchas dudas en la época: ¿por qué la producción de vidrio se mantuvo igual si el inmobiliario solicitaba mucho menos? Las 'malas lenguas' apuntan a que el impuesto también se habría utilizado como una forma de evasión fiscal.
5/1/2023 • 11 minutes, 36 seconds
La empresa con la mejor atención al cliente de la historia
La inspiración para crear una empresa puede aparecer en los lugares más insólitos o en los momentos menos esperados. La chispa puede encenderse mientras se busca activamente una nueva idea de negocio, o puede surgir por casualidad mientras llevamos a cabo otra actividad, o cuando nos enfrentamos a un problema personal que necesitamos resolver.Esto último es lo que le pasó a Nick Swinmurn, cofundador de Zappos, la tienda online especializada en calzados. Un joven Nick estaba en 1998 recorriendo un centro comercial en busca de un producto muy concreto: unas botas Airwalk Desert. Y tras horas buscando, no las encontró. En unas tiendas tenían el modelo, pero en un color que no le gustaba; en otras, lo que fallaba era el número; y en algunas ni siquiera las tenían.Frustrado, volvió a casa, decidido a investigar en aquel pionero internet que daba sus primeros pasos. Pero en la red de redes tampoco encontró lo que buscaba. Ahí es donde se le encendió la bombilla. Swinmurn se acercó a varios distribuidores minoristas de California, y les pidió hacer algunas fotos de las botas que tenían, para ponerlos a la venta por internet, comprometiéndose a que, si alguien los compraba, acudiría a ellos. Y sí, logró varias varias ventas online.Es ahí, como ha contado el propio Swinmurn, donde se da cuenta de que tiene un gran negocio entre manos. Así que acude de nuevo a los almacenes de calzado, con la idea de poner toda la enorme colección de calzado a la venta en internet. Llama a la nueva compañía shoesite.com, un nombre poco original, pero que deja claro a qué se dedica el negocio.El problema es que ya no bastaba él solo haciendo fotos para que el proyecto funcionase. Si quería pulir aquella web, lanzar campañas de marketing y darse a conocer, necesitaba una inversión. Así que le presenta la idea a 10 fondos de inversión. Pero a ninguno le convence. Fue hace 25 años, pero en realidad estamos hablando de la prehistoria del comercio online, y nadie cree que la gente vaya a comprar zapatos por internet, sin probarlos antes.Cuando empezaba a desilusionarse, su abogado le habla a Swinmurn de un fondo llamado Venture Frogs, que parece que tienen dinero y están dispuestos a invertir en cualquier cosa. Queda con Tony Hsieh, un joven que acaba de venderle LinkExchange a Microsoft por casi 300 millones de dólares, y que acaba jugando un papel fundamental en la compañía. Le convence de que un porcentaje importante de calzado se vende a través de catálogo, así que si aciertan, también podrían hacerlo por internet. Le convence, y en dos días Hsieh y su socio, Alfred Lin, deciden invertir 500.000 dólares.Y aunque no tenía ni un año, deciden cambiarle el nombre a la empresa, ya que consideran que Shoesite les limitaba mucho a vender calzado. Tras darle algunas vueltas, llegan a la idea de Zappos a partir de la palabra española zapatos, a la que le agregan una 'p' adicional para que suene más sofisticado.Los inicios para la compañía no son fáciles. Hablamos de los años en los que estalla la 'burbuja puntocom', en la que muchas empresas con negocios basados en internet se van al garete. Pero Zappos logra sobrevivir. Por un lado, porque las ventas no paran de crecer, pasando de 1,6 millones de dólares en el año 2000, a más de 8 millones en 2001, y 184 millones en 2004. Por otro lado, porque en los momentos más complicados, ya que se quedan sin dinero dos veces en tres años, Hiesh acude al rescate, con nuevas inversiones, cuando nadie más estaba dispuesto a poner un duro. Y, por último, por la cultura empresarial que desarrolla la compañía y el compromiso de los empleados.Hsieh, que desde 2001 ya es el co-CEO de la compañía, insiste desde el primer momento en la importancia de los trabajadores. Era un líder diferente a todos los demás, que en realidad no tenía ninguna necesidad de tener un empleo, así que se obsesiona con crear una compañía en la que todo el mundo quisiera trabajar, incluido él mismo.Todos los empleados se sienten parte de la empresa, y partícipes de los logros y los éxitos. Esa pasión compartida fue clave para superar los momentos más duros.El otro gran punto fuerte de la compañía, junto con la implicación de los empleados, era la atención al cliente, un sistema excepcional, considerado por muchos como el mejor que existe, e incluso el mejor que ha habido nunca. Alcanzan tal nivel de excelencia que en muchos de sus logros ya se mezcla realidad, ficción y leyenda.Hsieh era el impulsor de esta cultura. Fue consciente desde el primer momento de la importancia de la atención al cliente para lograr el éxito. Su experiencia laboral le llevó a desarrollar no una empresa tecnológica, sino un negocio centrado en el cliente, y en su experiencia. "Éramos una empresa de calzado con un gran servicio al cliente, y nos convertimos en una marca con un gran servicio al cliente que casualmente vende zapatos", explicaba el propio Hsieh.
4/24/2023 • 12 minutes, 48 seconds
Auge y caída de Tupperware: la marca de fiambreras, al borde de la quiebra
Tupperware es una empresa que ha revolucionado la forma de almacenar y conservar los alimentos. Sus productos han estado presentes en las casas de todo el mundo desde hace más de 70 años. Y su innovador modelo de ventas ha sido objeto de estudio en las mejores universidades. Una empresa de origen humilde, que se convirtió en un fenómeno global. ¿Pero cómo ha llegado la compañía a ser una de las más importantes de su sector? ¿Cuál es su modelo de negocio? ¿Cómo ha evolucionado en todas estas décadas? Pero, sobre todo, ¿qué ha pasado para que ahora esté al borde de la quiebra?La idea nace de Earl Tupper, un comerciante de Estados Unidos que encaja perfectamente en la etiqueta de inventor. Nació en 1907, en el seno de una humilde familia de granjeros, pero era muy ambicioso, y desde muy pequeño sueña con ser inventor. Y millonario. Admirador de Da Vinci o Thomas Edison, llevaba siempre una libreta, en la que apuntaba sus ideas u ocurrencias: una liga para medias, pantalones que no hacía falta planchar, peines de todo tipo (que eran su obsesión), un barco impulsado por peces, cigarrillos personalizados...Trató de vender sus inventos a otras empresas, pero nunca tuvo suerte. Tuvo varios trabajos para ganarse la vida, e incluso lanzó su propio negocio de jardinería, que, aunque no iba mal, chocó con la Gran Depresión, que le obligó a cerrarlo. Tras esta experiencia emprendedora, encontró un nuevo trabajo en Dupont, que acabaría cambiándole la vida.La compañía química ya había descubierto en la década anterior materiales tan innovadores como el poliéster, la poliamida o el neopreno. En la fábrica, Tupper descubre la escoria de polietileno, un producto de desecho de proceso de refinación de petróleo, y empieza a experimentar con él. Descubre un método que le permite convertir esa escoria en un material duro pero flexible, ligero y sin propiedades tóxicas.Crea su propia empresa Tupper Plastic, y empieza a crear los primeros recipientes, para cigarrillos y jabón, pero no tienen éxito. Pero el fracaso no le detiene, y apuesta entonces por fabricar recipientes para comida, como tazas o platos, que eran muy livianos e irrompibles. Y da el gran salto en 1946, cuando además diseña tapas herméticas, que permiten que el líquido no se vierta, inspiradas en el sellado seguro de las latas de pintura. Permitía que la gente pudiera conservar alimentos en sus casas como nunca antes. Llama a su invento Tupperware.Empieza a vender sus productos a través de tiendas minoristas. Pero a pesar de las propiedades de sus productos, de los premios de diseño que había ganado y de las buenas críticas recibidas, no tiene éxito: los consumidores no estaban familiarizados con el concepto de almacenar alimentos en recipientes de plástico, no sabían cómo funcionaba el cierre y los vendedores no sabían cómo promocionar los productos e impulsar sus ventas.Todo cambia cuando conoce a Brownie Wise, una mujer divorciada con un hijo que necesitaba mantener. Era una vendedora nata, extrovertida, con carisma y muy sociable. Estaba especializada en la venta de productos de limpieza, que comercializaba en grupos reducidos de mujeres, en reuniones de demostración que organizaba en sus propias casas. Tupper la contrata para establecer un sistema de ventas similar para Tupperware. Tuvo tanto éxito que retiró todos los productos de las tiendas para centrarse exclusivamente en las ventas por demostración. Las llamaban 'Fiestas Tupperware', en las que las asistentes, siempre mujeres, invitaban a amigas y vecinas, en un encuentro con mezcla de evento social y comercial.Wise es nombrada vicepresidenta, y responsable de la dirección de ventas. Tenía libertad para implementar estrategias de marketing. Su capacidad para entender la cultura popular y captar el deseo de felicidad, le ayudó a reclutar a miles de mujeres, en un momento, en una época, en el que el papel de la mujer estaba más ligado al hogar que al entorno laboral.Muchas empresas copiaron su estrategia de venta, pero nadie como ella llegó a entender el sistema. Le sacó el máximo provecho a los incentivos como estrategia motivacional. Una vez al año organizaba un gran evento, en Florida, donde las mejores vendedoras recibían grandes regalos, como viajes, electrodomésticos o incluso lanchas.Se convirtió en una especie de mujer ideal de los años 50. Era habitual verla en televisión, o en las revistas y los periódicos. Y hasta se convirtió en la primera mujer en aparecer en la portada de Business Week.Pero tras convertirse en una celebridad, la relación con Tupper se hizo muy tensa. Tanto que en 1958 fue despedida de la compañía. La junta directiva, compuesta íntegramente por hombres, decidió echar a Wise, dejándola sin acciones de la compañía y con un acuerdo de unos 30.000 dólares, equivalente al salario de un año, a cambio de no demandar a la empresa. Todas las referencias a ella fueron eliminadas.Ese mismo año, Tupper decidió vender la empresa a Rexall Drug, por 16 millones de dólares, el equivalente a unos 130 millones de hoy. Solo tenía 51 años, pero decide jubilarse. Se compra una isla en Costa Rica, y renuncia a la nacionalidad estadounidense, para evitar pagar impuestos. Murió en 1983, solo, y meses antes de que caducara su patente.Ya con los nuevos dueños al frente, Tupperware inició el proceso de internacionalización en los 60, con la organización de las primeras 'Fiestas Tupperware' en Reino Unido. Y ya no dejó de expandirse. En 10 años ya se vendía en todo Norteamérica y en Europa. En los 70 desarrollan nuevos productos, con una imagen más moderna, y diseños de colores, que facilitaban la distinción de los alimentos que contenían.En los 90 la internacionalización avanza por Europa del Este, Rusia, Asia y América Latina. Solo el 15% de los ingresos de la compañía procedían de Estados Unidos. Era el momento álgido de la compañía. Nunca volvería a estar presente en tantos países como en 1996.La innovación siempre fue parte del ADN de la compañía. Por ejemplo, cuando los microondas se pusieron de moda, y empezaron a estar presentes en todas las casas, lanzaron una línea de recipientes adaptados para calentar su comida ahí sin estropearse. También se lanza a la producción de nuevas líneas de negocio, como los utensilios de cocina.Pero el siglo XXI no le ha sentado bien a Tupperware. Mientras reducía su presencia en el mundo, cerrando sus delegaciones en países tan relevantes como Reino Unido, Holanda o Israel, los problemas se iban acumulando.El comercio directo sigue siendo una pata muy relevante para la compañía. Pero sus productos también se pueden conseguir online, a través de su web. Y cada vez tiene más presencia en tiendas minoristas, tratando de llamar la atención de los compradores más jóvenes.Pero no ha salido bien, no ha sido suficiente adaptarse a los tiempos y ampliar su base de clientes. Los jóvenes no creen en las 'Fiestas Tupperware'. Y tanto en las tiendas como en internet encuentran alternativas más baratas o más modernas y atractivas.También influye el cambio de tendencias global, que lleva a valorar más la sostenibilidad y la protección del medio ambiente, que se ha traducido en una importante cruzada contra el plástico. La compañía ha tratado de adaptarse, con la apuesta por nuevos materiales, pero tampoco ha sido suficiente. No son pocos los consumidores que prefieren recipientes reutilizables más amigables con el medio ambiente, como el papel de cera de abejas, para mantener su comida fresca.Y aunque la pandemia provocó un repunte de ventas para la compañía, con más gente metida en sus casas y cocinando, fue algo puntual y sin continuidad. De hecho, se vio después lastrada cuando las restricciones aplicadas en China como consecuencia de la Covid interrumpieron el suministro de sus productos.De hecho, en 2022 anunció que había reducido su plantilla de vendedores en casi un 20%. Desde agosto de ese año ha reestructurado su deuda dos veces, y se prepara para hacerlo una tercera. Los costes de los intereses de sus préstamos se disparan mientras el negocio no logra despegar de nuevo.
4/17/2023 • 13 minutes, 42 seconds
Del secreto bancario a la caída del chiringuito fiscal
No hace mucho tiempo la banca suiza infundía misterio y respeto, a parte iguales. Las entidades financieras del pequeño país alpino tenían el glamour y el poder, que le otorgaba el secreto bancario, para atraer el dinero y los activos de las grandes fortunas planetarias a sus bóvedas. El mito de los bancos suizos todavía se agrandó durante décadas aún más con la literatura y el cine. La mafia de cualquier rincón del mundo, espías o empresarios se acercaban a las lujosas, a la vez que discretas, oficinas de Ginebra o Zurich, para guardar bonos, joyas documentos secretos o millones de dólares, en sofisticadas cajas fuertes. Pero como casi siempre pasa, la realidad pudo con la ficción. Casi cualquier dictador africano o político corrupto escondía algún milloncejo en cuentas encriptadas de algún banco suizo. La banca universal de Suiza creció agarrada al Santo Grial del secreto bancario. La discreción ha sido una parte fundamental del desarrollo del sistema financiero y una garantía de protección para los patrimonios en cualquier lugar del mundo, pero en Suiza se ha llegado a convertir en algo idiosincrásico del país, hasta llegar a marcar la política y las relaciones internacionales en el último siglo. El secreto bancario no es exclusivo del país helvético. Las primeras entidades italianas consideradas como primeros ejemplares de banca moderna ya lo pusieron en práctica en el siglo XVII, pero era más una costumbre o práctica empresarial. Lo que tiene de especial el secreto bancario de Suiza es que está convertido en ley desde hace, prácticamente, un siglo y esto significa que este elemento es inviolable y perseguido penalmente, si se rompe. En 1934, Suiza blindó legalmente el secreto bancario. El artículo 47 de la Ley bancaria de Suiza incluía sanciones penales. Cualquier persona que lo violara se exponía a multas económicas o, incluso, a terminar directamente en la cárcel. "Antes de 1934 esta práctica se basaba en la tradición más que en una ley concreta o un conjunto de leyes", explicaba Sébastien Guex, historiador suizo, en la prestigiosa revista de Harvard Bussiness History Review. "El secreto bancario era una cuestión de derecho civil, no penal", añadía. Después de aquel año, los banqueros asumían prácticamente el juramento de defender el secreto bancario como si fuera un compromiso hipocrático de un abogado o un médico. Antes de la ley, podía abrirse procesos civiles contra el infractor, pero después de 1934 la violación del secreto sería perseguido por la ley. Las primeras referencias históricas del secreto bancario se remontan a más de 300 años de antigüedad. El cantón de Ginebra, en 1713, adoptó un código secreto que prohibía a los bancos compartir información de clientes con terceros. Durante años y siglos, el secreto bancario se movió más en el terreno de las costumbres y de la estrategia comercial, que como normativa. Pero lo interesante de la historia de la regla de oro de la banca suiza es por qué llegó a convertirse en ley y todo el contexto que rodeó al secreto bancario hasta 1934. A partir de la I Guerra Mundial, "el capital extranjero, que llegaba a las arcas de los bancos suizos, procedente de Francia, Alemania, Italia y Austria se situó en unos niveles hasta ahora desconocidos", explica Guex. El primer gran conflicto del Siglo XX fue un punto de inflexión para el negocio financiero de Suiza. El país tenía todo lo necesario para convertirse en un gran paraíso fiscal en el corazón de Europa. Mientras los países vecinos subían los impuestos de manera masiva tras la guerra, los bancos suizos abrían la puerta a las fortunas extranjeras. La respuesta de los bancos suizos no era nueva. Ya durante la Revolución Francesa pasó algo parecido. La aristocracia y su capital huyeron despavoridos para Suiza. El filósofo Voltaire, padre de la Revolución, llegó a decir: "Si ves a un banquero suizo saltando por la ventana, síguelo, porque seguramente obtendrás una ganancia". La tensión entre Francia y Suiza llegó al máximo cuando el 27 de octubre de 1932, en plena crisis económica, las autoridades galas hicieron un registro por las bravas de la sucursal del banco suizo Basler Handelsbank, con el objetivo de encontrar evasores fiscales. El allanamiento del banco fue un toque de atención para que Suiza protegiera el secreto bancario. Otra de las razones para blindarlo con legislación fue la crisis bancaria que sufrió el país. Suiza también sufrió la crisis de los años 30 y no solo la padeció la economía, también su sistema financiero. Muchos bancos suizos sufrieron pérdidas significativas y algunos incluso entraron en bancarrota durante este período. Esto llevó a una disminución en la confianza del público en los bancos suizos y a una fuga de capitales del país. Como resultado, los bancos suizos comenzaron a buscar nuevas formas de atraer a los clientes extranjeros y mantener su confianza en el sistema bancario suizo. De los ocho bancos principales de esa época, uno quebró, otro sobrevivió solo porque recibió ayuda masiva del estado federal, y cuatro tuvieron que ser reestructurados, recuerda Guex. La Ley Bancaria del 1934, incorporó el secreto bancario, como otras normas más que debían reforzar el sistema financiero suizo. La reforma bancaria salió también que durante más de 70 años el secreto bancario casi se convirtió en un bien sagrado, tanto dentro como fuera de Suiza. Sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, a la postguerra, a las crisis galopantes de los setenta y ochenta. Pocos aspectos cambiaron año tras año. Incluso, el contexto de globalización de las finanzas favoreció que cada vez más millones y millones de cualquier rincón del mundo traspasara las fronteras de Suiza. La opacidad de los bancos suizos eran la llave del paraíso, del paraíso fiscal. Una vez que entraba el dinero en Suiza, en cualquier momento podía salir el dinero a cualquier territorio off shore.
4/10/2023 • 18 minutes, 42 seconds
El legado de Creditanstalt, el primer banco sistémico en caer
La caída de Creditanstalt fue uno de los mayores desastres financieros vividos en Europa. El banco austriaco, que había sido fundado en 1855, fue considerado durante décadas como uno de los pilares del sistema bancario austriaco, e incluso de Europa. Los efectos de su caída, en 1931, se pudieron sentir en todo el mundo.Fue fundado en Viena por la riquísima dinastía Rothschild, y se convirtió, con gran éxito, en el mayor banco del imperio austrohúngaro. Era, además, la entidad financiera de cabecera de la monarquía de los Habsburgo. Su expansión fue meteórica, y tan solo un año después de su creación, ya contaba con su primera sucursal, en Praga.Pero la derrota de Austria-Hungría en la I Guerra Mundial, junto con su posterior disolución y la formación de la República de Austria, fue dramática para la entidad. Tuvo que vender sus filiales en Checoslovaquia y en Polonia, y su negocio internacional se vio cercenado. No le quedó más remedio que centrarse en el mercado austriaco.Durante toda la década de los 20, se había seguido un método para afrontar las quiebras de bancos, muy numerosas tras estallar la burbuja especulativa bursátil de 1924: otras entidades absorbían las que estaban en apuros.Cuando estalla el crack del 29, y Wall Street se hunde, el Gobierno austriaco presiona a Creditanstalt que compre Allgemeine Bodencreditanstalt, un banco rival arrinconado por la crisis, que además arrastraba la adquisición del Unionbank austriaco dos años antes. El mayor banco de Austria, y de Europa oriental, absorbiendo al segundo mayor, que en la práctica estaba quebrado.El Gobierno austriaco, a través del Banco Nacional, hizo todo lo posible por apoyar a la nueva entidad, con una compleja red de cuentas en bancos intermediarios, y así, además, compensarle por las deudas heredadas. En vez de darle un préstamo, le cedía el dinero de forma indirecta.La fusión fue dramática para Creditanstalt. Estaba ligando su futuro a una entidad, en la práctica, insolvente. Se convirtió en un banco debilitado por créditos tóxicos, y además apenas contaba con capital propio; una escasez de capital que hacía que cualquier pequeña pérdida pudiese causar la descapitalización total del banco. Pero los directivos conocían de sobra la situación del banco absorbido, como lo conocían todas las entidades que se habían negado a comprarlo. Pero desde ese mismo año falsearon las cuentas para mostrar beneficios que no existían.Además, la Gran Depresión golpeó duramente a la industria, donde el banco tenía gran parte de sus inversiones. Les costaba la vida recuperar los créditos que le habían dado a las fábricas. Tras año y medio de recesión, muchos de esos créditos, directamente, se convirtieron en incobrables. Una auditoría interna reveló que tres cuartas partes del capital se había perdido.El sistema de absorciones, que anteriormente había permitido superar las crisis bancarias, esta vez resultó inservible: no existía ya ningún banco lo suficientemente grande para adquirir Creditanstalt. Solo el Estado podía salvarlo.La crisis se desencadenó el 11 de mayo de 1931, cuando el banco anuncia enormes pérdidas: 140 millones de chelines. Señalaba directamente a los malos resultados de las inversiones industriales, y a las deudas heredadas de la adquisición del otro gran banco austriaco. Y todo agravado por la retirada de fondos por parte de los inversores norteamericanos y británicos.Ante la desaparición de fondos, el banco decide acudir al Gobierno, a comunicarle su intención de anunciar la bancarrota. Tras intensas negociaciones, presenta un plan de rescate: habría una recapitalización de la entidad gracias a un préstamo conjunto superior a las pérdidas estimadas.El Creditanstalt era tan importante para la economía nacional que no se podía permitir su bancarrota. El Gobierno aportaría 100 millones, el Banco Nacional 30 millones más, y la familia Rothschild, principal accionista, otros 30 millones. El Estado también asumía las deudas de más de 700 millones que la entidad tenía con el Banco Nacional. Y aprobó una línea de crédito por valor de 150 millones más por si fuera necesario. En la práctica, era el Estado el que asumía el grueso de pérdidas, y no los accionistas.Pese a todo, el plan no inspiró confianza alguna, y se desató una retirada masiva de fondos del Creditanstalt. Su cotización en bolsa se hundió, perdiendo en un solo día un tercio de su valor bursátil. El pánico se extendió a otras inversiones extranjeras, que se retiraron rápidamente del país.Todo empeoró con la depreciación de la moneda nacional, cuando los ahorradores se lanzaron a vender sus chelines, para comprar monedas más seguras. En dos semanas, el Banco Nacional estaba pidiendo el cierre temporal de los bancos. En dos semanas, el Creditanstalt había tenido que entregar una quinta parte de sus depósitos.Austria tenía un sistema financiero preparado para servir a un imperio que ya no estaba allí. El banco era demasiado grande.Todo podía haberse resuelto un poco mejor si la colaboración internacional fuera más ágil. La negociación del Banco Nacional con sus homólogos europeos, a los que les solicitó un préstamo internacional al principio de la crisis, fue tan lenta que cuando llegaron a un acuerdo la cantidad ya era insuficiente para solucionar los problemas del sistema bancario. La cooperación era lenta, y estaba marcada por la desconfianza, con los principales gobernadores más preocupados por sus problemas domésticos que de ayudar al necesitado.Lo corto de sus miras acabó provocando que la crisis, inevitablemente, se extendiera por toda Europa primero, y después por el resto del mundo.En junio de 1931, con el sistema financiero alemán al borde del colapso, el banco central alemán recibió un préstamo de 100 millones de dólares, de los bancos centrales de Francia, Reino Unido y Estados Unidos. La suma resultó insuficiente para cubrir la demanda de divisas extranjeras de Alemania, y Francia bloqueó un crédito mayor ya que estaba preocupada por la unión aduanera de Alemania y Austria.A continuación, cayó el banco alemán Danatbank, provocando una huida de capital de Alemania. Para septiembre de ese mismo, la banca alemana, incluyendo el Commerzbank y el Deutsche Bank, pasaba a estar bajo control estatal.El contagio continuó: Reino Unido tuvo que abandonar el patrón oro después de que la huida de los inversores de la libra le costara el 20% de sus reservas. Estados Unidos tuvo que subir los tipos de interés, para defender sus propias reservas de oro, y Franklin D. Roosevelt impuso unas vacaciones bancarias y prohibió a los ciudadanos guardar oro.Lo que empezó como una crisis de liquidez se convirtió en un problema de solvencia. Había un gran riesgo de una crisis sistémica.El sostenimiento gubernamental del banco lo convirtió en su principal accionista; por otra parte, la entidad se convirtió en prácticamente el único banco inversor en las empresas austriacas. El reflotamiento del banco concluyó en 1934, pero con un gran coste para el Estado, que tuvo que destinar a ello enormes recursos que no pudo emplear en otras inversiones.Después de que la Alemania nazi tomara el control de Austria, el Creditanstalt fue objeto de ataques, por motivos tanto financieros como raciales. En 1938, los nazis lanzaron al presidente del banco, judío, de un vehículo en movimiento, aunque logró sobrevivir. Y después, pidieron compensaciones económicas a la familia Rothschild por las pérdidas sufridas por Austria cuando el banco colapso. Acabó siendo controlado por Deutsche Bank.Tras la II Guerra Mundial, el banco fue nacionalizado, y se convirtió principalmente en una entidad comercial, que tomó participaciones en importantes compañías austriacas, como Wienerberger, el mayor fabricante de ladrillos del mundo; o Steyr-Daimler-Puch, dedicada al transporte y la defensa.No fue hasta 1997 que el Estado vendió sus acciones a Bank Austria, en una operación que concluyó en 2002, y que supuso la disolución definitiva de Creditanstalt.La caída de Creditanstalt es un ejemplo de cómo una crisis bancaria puede afectar a una economía y propagarse a nivel mundial. La primera caída de un banco sistémico.
4/3/2023 • 11 minutes, 42 seconds
De Dallas a Tokio: la historia de 7-Eleven, la tienda que nunca cierra
Desde sus humildes comienzos, como una tienda de hielo en Dallas en 1927, 7-Eleven ha evolucionado, hasta convertirse en una cadena global de tiendas de conveniencia, con casi 70.000 establecimientos en 17 países. Su historia está marcara por la innovación y la adaptación a los cambios en el mercado, logrando mantenerse como un actor relevante en esta industria durante casi 100 años.John Jefferson Green era un trabajador de la fábrica de hielo Southland Ice Company, situada en Dallas. En 1927 acuerda con su jefe, Joe C. Thompson, que le permita poner en el taller un pequeño negocio: una tienda de proximidad en la que los empleados pudieran comprar leche, pan o huevos. La ventaja de contar con hielo a discreción es que permite conservar más y mejor los productos perecederos.Este primer local funciona tan bien que Thompson, el patrón, decide abrir establecimientos similares en las otras fábricas de la compañía. Hasta se expande por nuevas ubicaciones, todas en el área de Dallas. Con 21 tiendas en marcha, Thompson acaba haciéndose con el control de la compañía, y le cambia el nombre a la matriz, para denominarla Southland Corporation, y controlar todas las tiendas.Para garantizar que la calidad y el servicio que reciben los clientes es igual en todas las tiendas, introduce un sistema de formación para empleados. Además, dota sus trabajadores de un uniforme, que se convierte en característico, y que es uno de los primeros ejemplos en la historia de imagen unificada en la venta minorista. En cuanto a la parte comercial, en algunos de los establecimientos empieza a instalar surtidores de gasolina, como experimento.El problema para la compañía es que nace y vive su primer auge a las puertas de crack del 29, la gran depresión y una crisis económica que está a punto de llevarla a la quiebra. No solo se detienen los planes de expansión, sino que además se ve obligada a cerrar tiendas, y su área de influencia acaba reduciéndose a Dallas y Forth Worth.Sobrevive a duras penas, gracias entre otras cosas a la derogación de la Ley Seca, que les permite empezar a vender cerveza y licores, y además impulsa las ventas de hielo. También fue clave para la supervivencia en esos duros años el convertirse en el principal proveedor de hielo de Camp Hood, el campo de entrenamiento más grande del ejército de Estados Unidos. Y tras la II Guerra Mundial comienza a recuperarse.Dentro de su proceso de renovación de imagen, cambia el nombre por 7-Eleven, que hace referencia al nuevo horario de las tiendas: abre los 7 días de la semana, de 7 de la mañana a 11 de la noche.
3/27/2023 • 12 minutes, 51 seconds
El ocaso de Credit Suisse
Fundado hace más de 150 años, Credit Suisse no es solo uno de los bancos más antiguos del mundo, también ha llegado a estar entre los más prestigiosos, respetados y poderosos. Una entidad que ha jugado un papel clave en el desarrollo de la Suiza moderna, pero los escándalos que le han rodeado en los últimos años, que incluyen casos de espionaje, corrupción, evasión fiscal y grandes pufos, han lastrado su imagen, y junto a un montón de malas decisiones, amenazan su supervivencia.La entidad financiera fue fundada en Zurich, en 1856, por Alfred Escher, un político y empresario, que fue clave en el nacimiento y el desarrollo de la Suiza moderna. Era miembro de una antigua y prestigiosa familia, que además acumulaba una gran riqueza, gracias a los negocios de su padre.Entra muy joven en el mundo de la política, en un momento, mediados del siglo XIX, en el que Suiza está en pleno cambio de régimen, con la creación de una nueva Constitución y un nuevo sistema federal. Uno de los principales objetivos de Escher es el impulso del tren en el país helvético, que consideraba clave para la modernización, y para evitar quedar desconectados del resto de Europa. Gracias a su empeño, en la década de 1850, empieza a implantarse el ferrocarril privado en Suiza.Y es en ese contexto cuando Escher crea Credit Suisse, cuyo principal cometido en el momento de su nacimiento era financiar los proyectos nacionales ferroviarios, y así ofrecer una alternativa a los bancos franceses, que querían influir sobre el sistema ferroviario suizo. El industrial se inspiró en el banco frances Credit Mobilier, que había nacido poco antes, y que estaba muy enfocado también en proyectos ferroviarios. Pero con una política crediticia más conservadora, centrada en préstamos a corto y medio plazo. En su primer año, el 25% de los ingresos del banco procedían de la primera línea de ferrovarril suiza, que estaba siendo construida, precisamente, por otra empresa del propio Escher.Credit Suisse juega desde el principio un papel clave en el desarrollo económico suizo, ayudando al desarrollo de su sistema monetario, financiando a empresarios e invirtiendo, entre otras cosas, en la construcción del túnel de San Gotardo, una obra faraónica, que conectó a Suiza con el sistema ferroviario europeo en 1882. También financió la creación de la red eléctrica helvética, una industria tan importante como la ferroviaria. Y también apoyó económicamente el esfuerzo por deasrmar y encarcelar a las tropas francesas, situadas en la frontera suiza en la guerra franco-prusiana de 1870. Tras el conflicto, se convirtió en el banco más importante del país.Al final del siglo XIX, Credid Suisse empieza a crecer, con la apertura de una oficina en Ginebra, y con presencia internacional en Bélgica y Alemania. También lanza varias compañías de seguros, como Swiss RE, Swiss Life o Schweiz.Pero esa expansión también es la que le lleva a sufrir su primer año con resultados negativos en 1886. La culpa fue de las pérdidas en la agricultura, ya que había creado su propia fábrica de remolacha azucarera, además de comprar acciones de una empresa de animales; las inversiones de riesgo excesivamente especulativas, la evolución de las materias primas y el comercio internacional.Con el cambio de siglo, Credid Suisse inicia una reestructuración, y empieza a enfocarse en la banca minorista, como respuesta al crecimiento de la clase media, y la aparición de dos nuevos bancos que le hacen la competencia: UBS y Julius Bar. Comienza a atender a los consumidores directamente, con mostradores en los que pueden gestionar depósitos, cuentas de ahorro y el cambio de divisas. Tras la I Guerra Mundial, el banco ayuda a las empresas afectadas, y otorgó numerosos préstamos préstamos para los esfuerzos de reconstrucción. La década de los 20 fue durísima para la entidad, con los beneficios y los dividendos reducidos a la mitad, y los empleados aceptando recortes salariales.El banco, que nunca fue ajeno a las polémicas, se enfrentó a algunas de las más graves tras la II Guerra Mundial. Como tras la primera contienda, parte de su negocio se centró en los esfuerzos de reconstrucción, sobre todo en el extranjero. Pero algunos de los bancos rivales que adquirió durante esa época estaban muy vinculados con el partido Nazi, ya que eran los que usaban muchos de sus dirigentes durante la década de los 30. Además, muchos de los judios que sobrevivieron al holocausto tuvieron problemas para tratar de recuperar los bienes de los familiares que fallecieron en los campos de concentración. Tras numerosos juicios que se extendieron durante décadas, en el año 2000, el banco y su principal rival, UBS, acordaron con las víctimas un pago de 1.250 millones de euros.Otro gran escándalo para la entidad culminó en los años 70, cuando los bancos suizos se vieronn medio obligados a firmar un código de conducta, o de buenas prácticas. El acuerdo se produjo después de que una sucursal de Credit Suisse fuera descubierta canalizando ilegalmente 900 millones de dólares en depósitos italianos a inversiones especulativas.El banco inicia una oleada de adquisiciones a final del siglo, donde destaca la alianza y posterior absorción del estadounidense First Boston, enfocado en la banca corporativa y de inversión, que llegó a ser la empresa más importante de la bolsa de Londres. Compra Bank Leu, conocido como el banco más antiguo de Suiza; y Swiss Volksbank, la quinta mayor entidad del país. Se fusiona con Winterthur Group, se hace con la división de gestión de activos de Wanburg, Pincus & Co, y compra Donaldson, Lufkin & Jenrette en el año 2.000.Credit Suisse se pasa la primera parte de la década enlazando procesos de reestructuración, consolidación de nuevas entidades, y fusiones y separaciones de divisiones. Y con buenos resultados, aumentando los beneficios incluso cuando las circunstancias económicas no eran tan buenas. Pero si algo destaca en el nuevo siglo para el banco, son todos los escándalos financieros a los que se enfrenta. Casi cada año.Tiene que pagar multas en Suiza, Francia, Rusia o Argentina por blanqueo de capitales y evasión de impuestos. Se ve inmerso en una investigación internacional sobre la yakuza, y también en otra sobre la mafia búlgara. Debe pagar una multa de más de 500 millones por ayudar a Irán y otros países a ocultar transacciones. Ha sido el banco vinculado con sonoros casos de corrupción en África y Latinoamérica.En Estados Unidos los escándalos son casi constantes. El más grave, una multa que debe pagar en 2014 de más de 2.500 millones de dólares, que era la mayor fijada por entonces a una entidad financiera, por ayudar a evadir impuestos a sus más de 20.000 clientes en Norteamérica. Le acusaron, y reconoció, de crear cuentas secretas en el extranjero, ocultar información a los reguladores y no seguir ni los pasos más básicos que exige la ley, para que sus clientes más ricos no pagaran impuestos.A pesar de que superó con cierta solvencia la crisis de 2008, Credit Suisse no llega a levantar cabeza desde entonces. Mientras sortea escándalos, el valor de sus títulos en bolsa se estanca, en el mejor de los casos. Y en los últimos tres años inicia una espiral autodestructiva que le lleva al borde del abismo. En octubre de 2022 el banco está a punto de colapsar. Con la confianza de los inversores por los suelos, vive el peor año en bolsa de su historia. Los CDS de la entidad helvética, termómetro de bancarrotas para entidades financieras y Estados, se dispararon a niveles récord, por encima incluso de los alcanzados en 2008. Y el problema más grave, pese a todo, era el de la desconfianza, generada tras estar metido hasta el cuello en las quiebras más polémicas de los últimos años. También ha sido víctima de la falta de estabilidad en su cúpula, y en la ausencia de un líder capacitado para enderezar la situación. A lo que se suma un reguero de raras salidas de ejecutivos. Mención especial merece Antonio Horta-Osorio, el portugués que, como un Mourinho de la banca, fue llamado para salvar la entidad, pero acabó saliendo por la puerta de atrás, cuando intentó levantar alfombras. Aunque, oficialmente, se fue por no cumplir con la cuarentena durante la pandemia.Tras meses tratando de capear la crisis, sin mucho éxito, Credit Suisse vuelve a estar al borde del precipicio. La quiebra de Silicon Valley Bank, junto con la publicación de su informe anual, que refleja una situación peliaguda, le han llevado al límite. La pérdida de clientes es constante y pronunciada desde octubre, y además reconoce salidas de más de 80.000 millones de euros en el negocio central de gestión de patrimonio. En horas, las acciones del banco se hunden.Con el valor bursátil de la entidad cayendo a plomo, y los CDS otra vez
3/20/2023 • 13 minutes, 8 seconds
El fondo de superdotados que cayó en la misma trampa que Silicon Valley Bank
Los 16 miembros de la junta directiva de Long Term Capital Management tenían de media el coeficiente intelectual más alto que la directiva de cualquier compañía de Estados Unidos durante los años noventa, incluyendo a empresas como Microsoft o Apple.Los 16 miembros de la junta directiva de Long Term Capital Management sumaban entre todos casi 400 años de experiencia financiera.Las valoraciones parecen sacadas de los highlights vacíos de las crónicas de los estrenos de cine de la semana. Pero son las ocurrencias de un tal Warren Buffett sobre la quiebra del mayor hedge fund de los noventa, que llegó a reunir a Liga de Las Mentes Extraordinarias. Las declaraciones las suelta en un discurso en la Escuela de Negocios de la Universidad de Florida en 1998.Dos premios Nobel de Economía, profesores de Harvard, Stanford y el MIT. Matemáticos y un vicepresidente de la Reserva Federal. Eran como Los Vengadores de las finanzas; como el PSG coleccionando cromos, pero ganando copas de Europa. Eran como juntar en un estudio a los Beatles, los Rolling Stones y Led Zeppelin, y a ver qué salía. Eran el Dream Team de Estados Unidos, el de verdad, el de Barcelona 92. Genios. Putos genios en lo suyo, perfectamente engranados, para ser una máquina de hacer dinero. Y todos bajo la batuta John Meriwether, un inversor más conocido que Gordon Gekko, pero con flequillo rebelde.No conviene hacer coñas con John Meriwether, por mucho que el peluquero de Trump empezara a hacer prácticas con su pelo. Era el Michael Jordan de los bonos. Con una sola llamada suya, hundía la deuda de un país soberano o de cualquier empresa. Sobrevivió en aquella Hoguera de la Vanidades que fue Salomon Brothers, los tipos chungos de Wall street durante los 80 y 90. Al mercado de bonos le empezaron a llamar renta fija porque no se movían ni un pelo, sin el consentimiento de los chicos de Salomon. Llámalo chiste malo o licencia periodística, pero Salomon Brothers era el mayor capo financiero de la época y se merecen más de un podcast de historia financiera, y no solo por inspirar la novela de Tom Wolfe, o por empujar a los brazos del periodismo a Michael Lewis, en busca redención. Meriwether era el más listo de la cuadrilla de LTCM, también el que infundía más respeto, y el que más sabía de cómo se movía el dinero a lo grande en Wall Street.JM, por mucho que parezca un malo sacado de la serie Dallas o Dinastía, fue el cerebro y creador de uno de los mayores vehículos de inversión de todos los tiempos. Pero LTCM quebró. Por todo lo alto, con un castañazo de los que hacen época y pasando con capítulos especiales al libro gordo de la Historia de la Finanzas. La verdad sea dicha, antes de hundirse con todo, su nombre ya estaba grabado con letras de oro. El capital inicial, de apenas 1.000 millones de dólares, se había multiplicado por siete, y había llegado a ofrecer rentabilidades anualizadas del 40%.Pero quebró, como decíamos, y a lo grande. El golpe todavía resuena, de lo grave que fue, y estuvo a punto de arrastrar a todo el sistema financiero mundial. En 1998, se vivió un 'Momento Lehman'. En ese momento nadie sabía lo que era eso, pero estuvieron al borde de la extinción económica, como pasó 10 años después con Lehman Brothers, al convertirse en el sumidero por donde se podía ir al garate la economía mundial. De hecho, por aquel entonces, la entidad financiera estaba dando los primeros pasos en el negocio de empaquetar hipotecas.La Reserva Federal de Alan Greenspan, el tipo de la exuberancia irracional de los mercados, y el banquero central con más hora de vuelo a los mandos de la nave de la política monetaria, tuvo que intervenir en plan bombero, orquestando una inyección de 3.500 millones de dólares, para liquidar el fondo de manera organizada. Una limosna, comoparado con los 700.000 millones movilizados por Estados Unidos en el macro rescate bancario de 2008, pero eran otros tiempos y a Greenspan se le puede criticar muchas cosas, pero, en esta ocasión, logró que el contribuyente no pusiera ni medio dólar y que la loca fiesta de las bolsas continuara hasta la siguiente crisis.
3/16/2023 • 16 minutes, 58 seconds
El arte de engañar: historia de la falsificación del dinero
¿Cómo se reconoce un billete falso? ¿Qué características tiene? ¿Qué hay que hacer si nos encontramos uno? La falsificación de dinero es una actividad, ilegal, tan antigua como el propio dinero. Hay quien denomina esta práctica como "el segundo oficio más antiguo del mundo". A lo largo de la historia, han surgido numerosos estafadores que han tratado de imitar monedas y billetes con todo tipo de materiales y técnicas. Y es un problema que afecta a la economía y a la sociedad.En realidad, la falsificación de dinero es incluso más antigua que el propio dinero, ya que, en tiempos de los mayas, cuando el cacao era utilizado como una especie de moneda para los intercambios comerciales, se han encontrado fraudes. Lo que hacían era eliminar la almendra de la vaina, y en su lugar la rellenaban con tierra, lodo o cáscara de aguacate.Tan pronto como se acuñan las primeras monedas, allá por el año 600 a. C., en Grecia, comienza el fraude. Que se extiende, básicamente, hasta que aparecen los billetes, cuya falsificación es mucho más rentable. En el caso de las monedas, el método de falsificación más común era mezclar metales baratos con oro o plata.Otra práctica habitual era la de disminuir el peso de las monedas, recortando o limando los cantos que quedaban tras la acuñación. A estas monedas se las conocía como monedas cercenadas, porque tenía menos cantidad del metal precioso principal, y por lo tanto, menos valor que la legal. Esta práctica suponía un auténtico problema para la sociedad, por la inflación que generaba.Otro método más rápido, pero cuyo resultado era mucho más burdo, fue la de hacer copias exactas de las monedas originales, pero usando moldes de arcilla o yeso. Fue muy popular en la época romana, por lo rápido y barato que era, peor también era más fácil de detectar, por las imperfecciones o incluso por el sonido que hacía al caer, que era diferente a los originales.Por último, también estaba la técnica conocida como el bañado, una falsificación en la que el interior de la moneda se sustituía por un metal base de inferior valor, y luego se recubría con una finísima capa de metal precioso, para imitar las monedas auténticas.Gobiernos de todo el mundo trataron de hacer lo que estuviera en su mano para frenar estas prácticas fraudulentas. Por un lado, implantando medidas de seguridad, como por ejemplo el cordoncillo que se aplicó a los bordes de algunas monedas, y que luego fue perfeccionándose, para evitar el limado. Pero lo principal eran las sanciones y castigos que aplicaban, como medida disuasoria.Las condenas eran las máximas, como se puede comprobar a lo largo de la historia. El emperador chino Gaozong, en 1162, promulgó un decreto para castigar la falsificación con la muerte, que también incluía recompensas para los informantes. En Inglaterra, una pareja, Thomas y Anne Rogers, fueron condenados en el siglo XVII por recortar 40 monedas de plata. Él fue ahorcado y descuartizado, y ella quemada viva. Mientras que un informante permitió detener a David Hartley, el último falsificador de monedas inglés, ahorcado en 1770.En los nacientes Estados Unidos la pena por falsificar monedas también era la muerte. El castigo era tan severo porque se consideraba que la falsificación era una amenaza contra la seguridad del Estado. Menos contundente fue el emperador romano Justiniano con Alejandro, 'el barbero', que cuando fue detenido, en vez de ejecutarlo, lo utilizaron para sacar partido a sus habilidades falsificadoras. En España, la pena de muerte para los delitos relacionados con la falsificación de dinero estuvo vigente hasta 1822, cuando se sustituyó por la cadena perpetua.La gran revolución en el campo de la falsificación de dinero llega con la aparición del papel moneda. Es en China, donde se inventa este formato de pago, donde también aparecen las primeras falsificaciones. Aquel 'dinero volante', como le llamaban por su escaso peso, ya tenía en el siglo X un sistema de circulación muy bien estructurado. Los billetes se fabricaban con papel moneda que obtenían, entonces, del árbol de la morera. Los bosques estaban rodeados de guardias para controlar que los falsificadores no pudieran acceder fácilmente a este papel, que hacían mucho más sencilla su labor.A pesar de las medidas disuasorias, y de los graves castigos establecidos, la falsificación nunca se detuvo. Calculan los expertos que, en Estados Unidos, por ejemplo, en la primera mitad de siglo XIX, la mitad de dinero en circulación era falso, a pesar de que muchos billetes venían con la frase "falsificar es la muerte". Se ve que no era suficiente freno para los estafadores. Por aquella época, la prensa empezó a publicar artículos en los que se daban las instrucciones para detectar los billetes falsos.Pero el fraude era global. Entre el siglo XIX y principios del siglo XX, fueron muchos los países que se enfrentaron a graves casos de falsificación. España, y sus duros sevillanos; Portugal y la crisis de los billetes de 1925; Hungría y los francos para vengar la I Guerra Mundial...En la misma línea, durante la II Guerra Mundial, Alemania planeó un ataque contra Reino Unido, un proyecto que se conoció como 'Operación Bernhard'. La idea era falsificar 30.000 millones de libras, lanzarlos sobre Inglaterra desde el aire, y provocar así un colapso de su economía. El plan se truncó una vez que los impulsores del plan cayeron en desgracia ante los ojos de los líderes nazis. Pero el dinero falsificado, de una calidad excelente, casi indistinguible de los originales, se utilizó para financiar operaciones de la inteligencia alemana.En esta guerra entre buenos y malos, uno de los grandes éxitos de los estafadores fue el caso de los superdólares. Se considera que son las mejores falsificaciones de la historia, por su grado de calidad y similitud con los dólares originales. Eran tan perfectos que ni siquiera los servicios secretos eran capaces de establecer si eran auténticos o falsos. Utilizaban la misma tinta de cambio de color, de alta tecnología, y estaban impresos en un papel con la misma composición de fibras que los originales.Estas imitaciones, que empezaron a circular en 1980, se distribuyeron por todo el mundo, y en los 2000 seguían localizándose. Aún en 2013 entró en circulación un nuevo billete de 100 dólares, con nuevas medidas de seguridad para tratar de frustrar la falsificación.Existen discrepancias sobre quién estaba detrás de esta operación, pero desde Estados Unidos siempre señalaron a Corea del Norte como responsable de este fraude.La llegada del euro también supuso un cambio de paradigma en la falsificación, ya que muchos estafadores se especializaron en la nueva moneda. Tanto, que, en la primera década del siglo, en Estados Unidos, detectaron una importante caída de los dólares falsos.Cada año, el BCE retira cientos de miles de billetes falsos de circulación. Y recuerda los perjuicios que causan estas estafas, que van desde la reducción del valor real del dinero, por sus consecuencias sobre la inflación, al haber más dinero disponible; el descenso en la aceptabilidad del papel moneda, al perderse la confianza en su autenticidad; las pérdidas para empresas y personas que, sin saberlo, tengan en su poder dinero falso, ya que no pueden recuperar su valor ni utilizarlo; y por último, son un método de financiación de actividades ilícitas, como el crimen organizado o el terrorismo.Luchar contra las falsificaciones es una función clave de las autoridades, para proteger la estabilidad económica.
3/13/2023 • 9 minutes, 55 seconds
Asics, el imperio deportivo que asienta sus bases sobre una ensalada de pulpo
A Arquímedes se le encendió la bombilla dándose un baño y Newton desarrolló su teoría de la gravedad después de que una manzana perturbara su descanso. De las cosas cotidianas pueden surgir principios, teoremas y, por supuesto, ideas que acaben siendo revolucionarias. Es el caso de Asics, una de las marcas de ropa deportiva más influyentes del mundo, que es lo que es porque un día un hombre con visión de negocio tuvo una revelación comiendo pulpo.Quizás pocos saben que Asics es el acrónimo de 'Anima Sana In Corpore Sano', pero para llegar aquí primero hay que hacer un repaso a una evolución empresarial de vértigo.Kihachiro Onitsuka es el primer responsable de lo que acabaría siendo un imperio. Veterano de guerra, se reinventó en empresario del sector del calzado, un ámbito nada extraño para él ya que desde pequeño había trabajado como zapatero. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, Onitsuka quiso impulsar Japón como cuna de grandes deportistas, y promulgar, además, estilos de vida saludables, para contribuir a reflotar un país al que las bombas dejaron muy tocado. Con esta premisa y cuatro empleados fundó en 1949 Onitsuka Shôkai.El baloncesto y en el running han sido las principales guías del negocio desde sus orígenes, y las que mayores éxitos han reportado a la marca. Como consecuencia de analizar carreras, Onitsuka inventó unas zapatillas para correr que ayudaran a evitar las ampollas: las Onitsuka Tiger Marathon Tabi, inspiradas en el tradicional calcetín japonés, que separa el dedo gordo del resto, y que además incluían agujeros de ventilación en el empeine, para hacerlas transpirables y ayudar a los maratonianos a mejorar su rendimiento. La idea funcionó y fueron las que en 1951 llevaba puestas el superviviente del ataque a Hiroshima, Shigeki Tanaka, cuando ganó el Maratón de Boston.Sin embargo, el mayor invento asociado al japonés es otro. En medio de una búsqueda infructuosa de nuevos modelos de zapatillas llegaría la gran revolución, aunque casi más llamativo que la idea, fue cómo surgió. Un tentáculo 'rebelde' pegado al plato de la ensalada de pulpo que comía Onitsuka despejó la mente del empresario: tenía que trasladar ese 'efecto ventosa' a su producto para dar a los jugadores más tracción al pivotar.Y del plato... a la suela, concretamente a la goma de las deportivas. Bajo el sello de Onitsuka Tiger, el nuevo modelo vistió por los pies a la selección japonesa de baloncesto, que las eligió para participar en los Juegos Olímpicos de 1952. Aunque había nacido pocos años atrás, la empresa ya coleccionaba glorias y fama.Los logros se sucedieron y la pequeña empresa fue cogiendo envergadura. Para expandirse fuera de Japón se alió con Blue Ribbon Sports, durante años el único distribuidor de su producto en Estados Unidos. Las vueltas de la vida hicieron que aquella empresa -cuyo propietario, Phil Knight, quedó prendado de las ideas del japonés- acabara llamándose Nike y que se convertiría en su principal competidor.La reputación de Onitsuka crecía a pasos agigantados. En 1967 consiguió el primer puesto de la recién estrenada guía Runner's World con su modelo de entrenamiento Tiger Road Runner, y acabó convirtiéndose en la favorita de los atletas de élite. El corredor de fondo finlandés, Lasse Viren, calzaba unas Onitsuka Tiger cuando en 1976 ganó su cuarta medalla de oro en unos Juegos Olímpicos.La nueva era para la marca japonesa se abriría en 1977 con el nacimiento de Asics Corporation tras la fusión de Onitsuka con otras dos empresas de equipamiento y vestimenta deportiva. Incluye el estreno del nuevo logo, diseñado por la leyenda de la tipografía Herb Lubalin. El emblema es una representación gráfica redondeada suave en minúscula 'A'. Es un símbolo de dinamismo y movimiento, mente progresiva y deporte. Es un diseño atemporal y moderno, que de hecho estuvo vigente sin cambios hasta el año 2003.Para entonces, la relación con Nike ya estaba muerta. El choque de trenes de dos gigantes se hizo inevitable y acabó en los tribunales por la autoría del emblemático modelo Nike Cortez (las de Forest Gump), que registró Knight mientras en Japón se producían las Onitsuka Cortez. De la batalla derivaron dos zapatillas con bastante parecido y dos caminos paralelos.No queda un fleco suelto en esta historia. El acrónimo, que responde a una adaptación del la célebre expresión del autor romano Décimo Junio Juvenal ('mens sana in corpore sano'), esconde la filosofía de empresa con la que aquel veterano de guerra inició su negocio.Bajo el nuevo nombre y con nuevo logo, la marca también cosechó varios números uno, tanto a nivel profesional como de superventas con algunos modelos. La maratonista portuguesa Rosa Mota se erigió durante los años de patrocinio de Asics como campeona de Europa en 1986, de Roma en 1987 y como la primera mujer portuguesa en conseguir un oro en 1988.De la etapa moderna, la tecnología GEL alumbrada en los a finales de los 80 pero cuyo auge ocurrió en los 90 ha destacado como uno de los mayores avances acuñados por Asics. La amortiguación se implantó tanto en el calzado deportivo como en el día a día y fue 'copiada' por otras grandes marcas.La marca, en ningún momento dejó de contar con el patrocinio de grandes deportistas. En los Juegos Olímpicos de Atenas, en 2004, los dos campeones de maratón, el italiano Stefano Baldini y la japonesa Mizuki Noguchi, calzaban zapatillas de Asics. Uno de los últimos mayores referentes del deporte actual que ha lucido el patrocinio de Asics ha sido el tenista Novak Djokovic, que incluso ha colaborado en el diseño de unas zapatillas con su nombre. La marca también patrocina al Vissel Kobe, el equipo japonés en el que está terminando su carrera deportiva la leyenda del fútbol Andrés Iniesta.El fundador de la compañía, Onitsuka, fallecía en 2007, a los 89 años, de un fallo cardiaco. La frase "si fracasas, sigue adelante hasta que tengas éxito", es una forma de describir cómo vivió el japonés su extraordinaria vida.Hoy, poco queda de aquella empresa de cuatro empleados más allá de la esencia con la que se creó. Actualmente, la compañía cuenta con más de 5.000 trabajadores en todo el mundo, tiene filiales en nueve países y una facturación de 3.090 millones de euros. Un imperio construido a base de observar lo cotidiano.
3/6/2023 • 10 minutes, 30 seconds
Ferrovial, el imperio de las infraestructuras que nació en un ático
Ferrovial, con más de 70 años de historia, es una de las empresas más importantes y reconocidas, tanto en España como en el mundo, en el campo de las infraestructuras y la movilidad. Con presencia en más de 25 países, y una facturación que supera los 7.500 millones de euros, gestiona grandes proyectos, como el emblemático aeropuerto de Heathrow, en Londres, o la autopista 407 en Canadá.Pero los orígenes de la compañía fueron mucho más modestos. En 1952, Rafael del Pino y Moreno, padre del actual presidente, fundó Ferrovial en un ático en el centro de Madrid, con un capital de 2 millones de pesetas. Nació como una empresa dedicada entonces a la ejecución de obras ferroviarias, como su propio nombre indica, pero desde el principio no dejó de crecer, innovar y diversificar sus actividades. Una empresa que nació con vocación global, y que ha sabido adaptarse a los cambios y necesidades de la sociedad.Nacido en 1920, en Madrid, esta no era la primera aventura profesional de Del Pino. Doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, tras acabar la carrera, en 1947 empieza a trabajar en Vías y Construcciones, cuyo propietario, Rafael González Iglesias, era buen amigo de su padre. Era una empresa mediana, pero que le ofrecían al recién licenciado dos ventajas claras: estaba muy especializada, pues se dedicaba al tendido, renovación y conservación de vías férreas; y tenía la exclusiva en España de la más moderna maquinaria del sector, lo que le situaba a la vanguardia tecnológica.Rafael del Pino asciende rápidamente a subdirector de la compañía, lo que le permite ocuparse de la gestión y modernización de la compañía. El cargo le permite viajar por Europa y por Latinoamérica, donde aprende de las empresas más punteras del sector. Y descubre una cosa más: el creosotado, una técnica que protegía las traviesas de madera de las vías, para evitar que se pudrieran. En 1951, Del Pino es ascendido a director ingeniero, pero un año más tarde fallece González Iglesias, su valedor, así que decide abandonar la empresa y emprender con su propia compañía.Y es con estos antecedentes con los que decide lanzar Ferrovial. En el proceso fundacional de la compañía, consigue su primer contrato con Renfe, donde su padre tenía un importante cargo, para la renovación de vías y a la explotación de talleres de cajeo de traviesas. Aquel acuerdo se prolongaría durante 16 años, a pesar de que la cantidad que pagaban por cada traviesa tratada con creosota, 3,98 pesetas, apenas permitía cubrir los gastos de importación desde Alemania. Aunque no les hizo ricos, permitió asentar la empresa en un primer momento, y les permitió acceder a mejores contratos.Así, en 1958 Renfe vuelve a contar con Ferrovial, pero en este caso para ejecutar uno de los tramos de los enlaces ferroviarios de Madrid: el trayecto Las Rozas-Chamartín. Este proyecto sigue siendo hoy en día uno de los grandes hitos de la compañía, pues en apenas un verano un total de 29 kilómetros, lo que se conoció como '30 kilómetros en 30 días', que acabó convirtiéndose en un lema para la compañía. El éxito de aquel proyecto lo atribuyen a la apuesta por la innovación y a la importación de maquinaria que hasta entonces era desconocida en España, y que permitió aumentar la productividad y reducir costes.La constructora empezó a consolidar su actividad, pero siguiendo el mantra implantado en los empresarios de la época, que rechazaban el endeudamiento para financiar su negocio o su expansión. Así, es a base de recursos propios con lo que comienza a ampliar su ámbito de actuación. Empiezan a explotar canteras, construir pantanos, y llevar a cabo sus primeros trabajos de pavimentación de carreteras.España se encuentra en pleno proceso de desarrollismo. El país avanza, y necesita que sus infraestructuras evolucionen al mismo ritmo. El primer paso son las carreteras, que deben adaptarse a una sociedad en el que los desplazamientos en coche son cada vez más frecuentes. En ese contexto, el prestigio que había ido ganando Ferrovial le permiten dar su primer gran salto: logran, en 1968, la concesión para la construcción de la autopista Bilbao-Behobia, la primera de peaje creada en España, que supuso una importante novedad en el mundo de las infraestructuras de carretera en España.Las consecuencias de este hito son inmediatas: la compañía alcanza los 5.000 empleados, la facturación crece hasta 125 millones de pesetas al año, se profesionaliza, empieza a mirar al extranjero... pero, a cambio, pierde parte de esa idea original de empresa familiar, en la que, hasta entonces, casi cualquier decisión, pasaba por el despacho del fundador.
3/4/2023 • 16 minutes, 56 seconds
La estafa piramidal que esquilmó a estrellas de la NFL
Hace mucho que el deporte dejó de ser un simple entretenimiento, una alternativa de ocio, para convertirse en una industria, un auténtico negocio, que mueve miles de millones cada año. Los protagonistas, los profesionales, se han beneficiado con sueldos millonarios, que ha impulsado la aparición de una gran cantidad de ricos.Se da la circunstancia de que, el extraordinario aumento de ingresos de los deportistas no evita que estos acaben arruinados. En concreto, un reportaje de hace algunos años destacaba que dos de cada tres jugadores de la NBA quiebra a los cinco años de retirarse, mientras que, en el caso del fútbol americano, el porcentaje era mayor, y el tiempo más corto.Pese a que pueda sorprender, que alguien que ha ganado millones de dólares en cinco o diez años de carrera pueda perderlo todo, son muchas las características que ayudan a entenderlo. Hablamos, en muchos casos, de gente sin estudios, sin ninguna educación financiera, y que administran fatal sus finanzas personales. Que tienen estilos de vida extravagantes y lujosos y gastos desproporcionados. Y que además fían sus finanzas a asesores sin suficiente experiencia o conocimiento que acaban dándoles malos consejos de inversión.Pero, además, también tienen otro problema: su fama y su fortuna les convierten en las víctimas perfectas para los fraudes y las estafas financieras. Y eso lo sabía Kurt Branham Barton, que diseñó un esquema ponzi con el que esquilmó a decenas de jugadores y exjugadores de la NFL.Desde una perspectiva económica, los deportistas de élite son considerados por algunos estafadores como las víctimas perfectas. Gente que gana una gran cantidad de dinero en poco tiempo, no tienen los conocimientos más básicos de finanzas, son propensos a tomar malas decisiones de inversión, confían en exceso en asesores externos... y además son famosos.Kurt Branhan Barton era un inversor de Austin, Texas, que acudía con frecuencia a la televisión local, donde se le presentaba como experto inversor, licenciado en la Universidad Estatal de Colorado. En 2005, y con esa fama (aunque después se descubrió que nunca había terminado la carrera), se acercó a su amigo personal Ty Detmer, exjugador de fútbol americano, con una destacada carrera, sobre todo en su etapa universitaria. Y le presenta la empresa que había lanzado, Triton Financial, un vehículo de inversión con el que prometía grandes rentabilidades.A su amigo le convence, y juntos empiezan a captar clientes. Empezando por otros exjugadores de la NFL, que también viven en Austin o en su entorno, como Earl Campbell, Jeff Blake o David Akers, que no solo invierten en la compañía, sino que además se incorporan a su organigrama, como una especie de embajadores.La presencia de gente conocida y respetada por la comunidad, y el patrocinio de importantes actividades deportivas, aunque muchas de las cuales, como se descubrió después, nunca llegaron a ser pagadas, atrajo a muchos inversores. Luego, las promesas de grandes rentabilidades, basadas en inteligencias apuestas alternativas, como empresas en dificultades financieras, aseguradoras, préstamos cortos o propiedades inmobiliarias, hicieron el resto.Más de 300 personas confiaron en Triton para gestionar sus inversiones. Incluyendo a miembros de su propia familia, líderes empresariales, otros jugadores de la NFL o integrantes de su comunidad religiosa, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.Barton presentaba a los inversores, de forma puntual, el estado de las cuentas de la empresa y de las inversiones. Aprovechaba esos eventos para pedirles inversiones adicionales, por ejemplo, para adquirir empresas en mala situación financiera que serían apuestas muy rentables.Algunas de las ideas de inversión eran buenas, como un plan para abrir 100 concesionarios de coches. El problema es que solo llegaron a inaugurar uno, porque no tenían fondos reales para impulsar el plan de negocio.En total, en los 4 años que estuvo activo, llegó a captar más de 70 millones de dólares. El problema, como descubrió el FBI durante su investigación... es que solo 20 millones se invirtieron realmente. Fue la única cantidad que se destinó a la actividad real de la compañía. El resto, unos 50 millones, los destinó a tapar agujeros en la empresa; a financiar su lujoso tren de vida, que incluía, por ejemplo, la compra de coches caros y ropa de lujo; y a pagar las rentabilidades prometidas a los inversores, lo que convertía el proceso en un esquema Ponzi. Una auténtica estafa piramidal.Todo cae con una pequeña inversora, Christine Cayton, que invirtió, precisamente, por la presencia de deportistas conocidos. Lectora de Kiyosaki, buscaba inversiones para los ahorros de su familia, 125.000 dólares, y confió en Triton. El problema es que, una vez que depositó el dinero, la amabilidad que había recibido, desapareció. Y los pagos que le correspondía recibir nunca ocurrieron. Tras mucho protestar y amenazar con denunciarles, recibe un pago parcial de 25.000 dólares, y el propio Barton se compromete a entregarle el resto del dinero antes del 4 de diciembre de 2009. Ese último pago nunca llega a producirse, así que Cayton primero les denuncia, y después acude a la oficina de Triton con una pistola, y amenaza a Barton. La reducen cuando se despista para coger las balas de su bolso. Texas.Más allá de la anécdota armada, es una de las primeras denuncias que ayudan a destapar la estafa. Le acusan de idear un plan para obtener dinero de los inversores con falsas promesas. En total, son 39 cargos, que incluyen conspiración para cometer fraude electrónico, declaraciones falsas para para obtener préstamos de instituciones financieras y lavado de dinero.El abogado de Barton alegó en todo momento que estaba tratando de gestionar un negocio legítimo, pero mal administrado. Que los gastos en coches deportivos, ropa elegante y entradas para partidos de fútbol eran inexcusables, pero que él quería que el negocio funcionara.La estrategia no funcionó, y Barton acabó condenado en 2011 a 17 años de cárcel, y 5 años más de libertad vigilada. Los exjugadores que más colaboraron con él fueron exculpados, y además varios de ellos perdieron millones de dólares. Peor fue para otros inversores anónimos, que en algunos casos llegaron a perder los ahorros de toda la vida.La conclusión del FBI, tras la investigación, es que el esquema de Barton fue tan brutal como un atraco a mano armada.
2/27/2023 • 9 minutes, 51 seconds
Fredecir Tudor, el rey del hielo
Gente que se ha hecho rica a lo largo de la historia hay mucha. Empresarios, inversores, inventores, sus herederos, etc. Pero gente que se haya hecho millonaria creando un modelo de negocio que no existía... eso ya es más excepcional. Es lo que hizo hace más de 200 años Frederic Tudor, un empresario estadounidense que fue conocido como el Rey de Hielo.Había nacido en Boston, en 1783, en una familia acomodada, hijo de un importante abogado de la ciudad, y hermano de un literato de referencia. Desde los 13 años empezó a introducirse en el mundo de los negocios, y hasta llegó a rechazar estudiar en la prestigiosa Harvard.Cuenta la leyenda que cuando tenía 23 años, y estaba de visita con un amigo al Caribe, se le encendió la bombilla. En Boston el hielo no era un negocio, porque era abundante y era fácil de conservar. ¡Pero en el Caribe no había! No se le podía echar a las bebidas, no se podía conservar la comida igual, tratar a los pacientes con fiebres... Y aunque puede sonar a locura, decidió hacer algo que no había hecho nadie antes: transportar hielo hasta allí, hasta las calurosas costas caribeñas.Volvió a casa, y se puso a desarrollar la idea. Y no fue fácil, porque nadie le quería alquilar un barco ni facilitarle el hielo. Así que se vio obligado a comprar su propio bergantín, el Favorite, y sacar el hielo de un estanque propiedad de su familia. A quien le contaba su plan se reía y se burlaba de él. Les parecía que la idea era una broma. Lo tomaron por un loco.Y ese primer viaje, a Martinica, no ayudó a despejar las dudas. Partió del norte de Estados Unidos con 130 toneladas de hielo, envuelto en heno, para preservarlo durante un viaje de tres semanas. Y la verdad es que la mayoría llegó a su destino. El problema es que, al no tener dónde almacenarlo, en Martinica se derritió rápidamente. Perdió más de 4.000 dólares de la época.Ese primer tropiezo no le desanimó, así que siguió intentándolo, esta vez a La Habana. Llevó 240 toneladas, pero siguió sin lograr beneficios. Por si tuviera pocas dificultades la guerra supuso una amenaza para el transporte naval, que puso aún más contra las cuerdas su proyecto. Pero Tudor no dejaba de experimentar, de innovar y de introducir mejoras.Con grandes habilidades para negociar con los gobernantes, logró construir recintos en los puertos de destino, que permitiesen la conservación del hielo. Descubrió que el serrín era mejor aislante que el heno para mantener la carga. Logró el monopolio de las rutas con La Habana y Jamaica. Y cosechó grandes éxitos con rutas similares a destinos del sur de Estados Unidos.También se destapó como un gran experto en marketing, y supo crear una necesidad que no existía. Llegaba a destinos muy calurosos, en los que, por ejemplo, no se enfriaban las bebidas. Era casi como un sabor nuevo. Como ha pasado tantas veces a lo largo de la historia, cosechó grandes éxitos regalando las primeras muestras, esperando que convenciese tanto a la clientela que luego fueran a buscarle para convertirse en su proveedor.Otro truco era el de invitar a comer o a cenar a gente distinguida del lugar, a los influencers de la época, y ofrecerles bebidas con hielo. Pese a sus reticencias iniciales, ante un producto que no había probado nunca, cuando daban el paso, les gustaba y lo convertían en hábito, se convertían en prescriptores del nuevo producto.También fue clave su alianza con Nathaniel Wyeth, que inventó el cortador de hielo tirado por caballos. Hasta entonces, el hielo lo sacaban trabajadores con picos, cinceles y sierras, un sistema bastante laborioso. El nuevo método, que era como una especie de arado para hielo, permitía sacar bloques cuadrados, de unos 60 centímetros de longitud, que facilitaba su almacenaje, su transporte, y además tenía un aspecto más atractivo para los potenciales compradores. Fue un desarrollo clave para la fabricación en masa. Tudor triplicó su producción.Con todos estos avances el negocio empezó a funcionar. Las deudas y las crisis quedaron atrás. En 1833, el comerciante Samuel Austin, también de Boston, le propone ir un paso más allá: enviar hielo a la India. Era un viaje de 26.000 kilómetros, que llevaba casi cuatro meses. El bergantín Tuscany partió de Boston en mayo de 1933, con 180 toneladas de hielo en sus bodegas. Cuando llegó a Calcuta, muchos creyeron que era todo una broma, pero el barco aún tenía 100 toneladas de hielo en su bodega.La ruta con la India fue todo un éxito, y durante más de 20 años se convirtió en el destino más lucrativo y rentable para Tudor. En la década de 1840 empezó a repartir hielo por todo el mundo.En los 50 Tudor pierde el monopolio, aparece la competencia, y ya no es un negocio tan rentable. No le preocupa, porque con el respaldo del hielo había iniciado rentables inversiones en otros campos, como el del café.Así, cuando muere en 1864, el ya conocido como Rey del Hielo era millonario. Lo que empezó como una obsesión personal, era ya un producto mundial de primera necesidad. Fue clave en el desarrollo de otras industrias, como la de la alimentación, ya que revolucionó su transporte y almacenamiento.Varias décadas después, la llegada de la electricidad y la invención de refrigeradores y congeladores dejó obsoleta su industria, pero tampoco se hubieran creado sin el negocio que Frederic Tudor inventó.
2/20/2023 • 6 minutes, 53 seconds
El hombre que se hizo rico vendiendo piedras
Los caminos para hacerse rico son inescrutables. Hasta el negocio más absurdo puede triunfar si cuenta con las palancas adecuadas para impulsarlo. Es el caso de George Dahl, un visionario, que en la Navidad de 1975 se hizo millonario con una idea tan simple como revolucionaria: vender piedras... como mascotas.Dahl, nacido en 1936, era hijo de una camarera y de un trabajador de un aserradero. Logró estudiar en la Universidad de Washington, y luego empezó a trabajar en el mundo de la publicidad. A mediados de los años 70 vivía en Los Gatos, California (sí, donde está la sede de Netflix), trabajando como corrector de textos.Un día estaba en un bar, con dos amigos, tomándose unas copas. En medio de la conversación, sus colegas se quejaban del trabajo que les daban sus mascotas. Hay que limpiarlas, pasearlas, darles de comer, enseñarles... Él, en tono de broma, les explicó que no tenía ningún problema con su mascota, porque era una roca. Esta anécdota, que el propio Dahl contó en entrevistas, le hizo pensar que quizá pudiera hacerse realidad.Con sus conocimientos sobre el campo del marketing y la publicidad, se puso a desarrollar la idea. Cuando la tuvo esbozada, busco y encontró a un par de inversores, que le acompañaron en esta loca aventura.La idea, a la que llamó Pet Rock, era sencilla: una roca, lisa y de forma ovalada, de un tamaño inferior a una mano, que iba metida en una caja de cartón, con unos agujeros en los laterales para que pudiese "respirar" y sobre una cama de virutas. Primero, las piedras las compraba en un almacén de materiales de construcción, y cuando la demanda creció más, empezó a traerlas de una playa mexicana.Pero la parte estrella era un voluminoso manual de instrucciones, de 32 páginas, sobre cómo cuidar a la mascota. Escrito con bastante gracia y rozando lo absurdo. Entre otras recomendaciones para el entrenamiento de la nueva mascota, aseguraba que las órdenes "siéntate", "para" o "hazte el muerto" eran fáciles de enseñar. Otras como "rueda" requerían cierta ayuda del dueño, como pasaba con la orden "ataca". Mientras que algunas como "levántate" o "ven" era imposible que las aprendiera.Esta chorrada empezó a venderse en el verano de 1975, por un precio de 3,95 dólares. Lo presentó en importantes ferias de regalos, como en la de San Francisco o Nueva York, y los medios de comunicación se hicieron eco del lanzamiento. Y los pedidos empezaron a llegar. En las primeras semanas él mismo y su mujer se encargaban de todo el proceso, pero llegó un momento en el que tuvo que contratar gente para poder asumir el nivel de pedidos que llegaban.Se convirtió en el regalo estrella de la navidad de 1975. Y tan rápido como la moda llegó, se fue. Pero por el camino vendió casi 2 millones de piedras. Teniendo en cuenta que los costes eran bajísimos (las rocas le costaban un centavo), los beneficios fueron millonarios. Logró casi 3 millones de dólares.El empresario desperdició mucho del dinero ganado, por ejemplo, invirtiendo en un bar que vendió tan solo 8 meses después. También se compró una mansión y cambió su Honda por un Mercedes.Después trató de replicar, sin éxito, la fórmula de Pet Rock, con un kit de reproducción de arena y otro de tierra roja de China. Lanzó su propia agencia de marketing, que se especializó en publicidad electrónica. Llegó a escribir y producir cientos de anuncios de televisión, para muchas marcas de gran tamaño y prestigio. Y llegó a escribir un libro, llamado 'Publicidad para Dummies'.También tuvo tiempo para las polémicas, pues los dos socios inversores en la aventura de las Pet Rock le acusaron de quedarse con parte del dinero que debería repartir, por lo que fue condenado.Jubilado, se mudó a Oregón y se aisló bastante del mundo, cansado de la cantidad de inventores que se acercaban a él a pedirle consejo y presentarle ideas, que el consideraba malas o estúpidas, en el mejor de los casos. Tanto, que en una entrevista llegó a confesar que muchas veces se preguntaba si su vida no hubiera sido más fácil sin las Pet Rock.
2/13/2023 • 5 minutes, 55 seconds
Auge y caída de Nokia: del papel al imperio del móvil
Nokia es una compañía de telecomunicaciones finlandesa, que trata de recomponer su negocio y hacerse un hueco en el mercado, después de haber sido la empresa de móviles más importante del mundo durante años, hasta la llegada de la era los smartphones, para la que no estaban preparados.Pero esta es solo una pequeñísima muestra de la historia de Nokia, un auténtico gigante que nació hace casi 150 años. En concreto Nokia fue creada en 1865, cuando Finlandia era aún parte del imperio ruso. Fue lanzado por el ingeniero Fredrik Idestam, con ayuda de su mujer. Se trataba, entonces, de una fábrica de pulpa de madera, para la producción de papel, a orillas de los rápidos de Tammerkoski, al sur del país. Tan solo unos años más tarde, abren una segunda fábrica, al lado del río Nokianvirta, lugar que acabaría dando nombre a la compañía. La empresa vivió un auténtico auge en aquella época, impulsada por la industrialización europea, que elevó el consumo de papel y cartón en todo el continente. En el entorno de esa fábrica empezó a desarrollarse una pequeña ciudad, a la que también se le llamó Nokia.A finales de ese siglo pasan dos cosas muy relevantes en la región: por un lado, ya sin el fundador al frente, la compañía se expande a la generación de electricidad. Y por otro, se funda la empresa Suomen Kumitehdas, dedicada al caucho y a la fabricación por entonces de calzado, y que en 1904 se traslada a Nokia, para aprovechar los recursos energéticos de la región.En la misma época, a principios de siglo, aunque en Helsinki, la capital del país, se funda Suomen Kaapelitehdas, una empresa que fabricaba cables para telégrafos o teléfonos. Tras la I Guerra Mundial, y con Finlandia ya independizada, la empresa de caucho, ya llamada Nokia, aprovecha el mal momento que están viendo el resto para tomar su control. Tanto la empresa papelera, como la eléctrica, y de paso se hace con la del cable. No se fusionan, cuenta la leyenda que por temor a que un gobierno de izquierdas decidiera nacionalizar una empresa tan grande, pero actúan de facto como un cluster empresarial. Los años 20 fueron muy exitosos para la compañía, que crecía sin parar. Y logra transmitir la idea de que ofrece productos nacionales, rompiendo la tradución de consumir los procedentes del imperio ruso.En los años 30, ya con un nuevo presidente al frente, y cuando la compañía daba muestras de debilidad, la empresa de cable se traslada también al pueblo de Nokia. Y se introducen en un nuevo campo, que les reporta ingentes beneficios: la fabricación de respiradores, tantpo para uso civil como militar. Un negocio en el que se mantienen hasta los años 90.Es en los 60, cuando Nokia estaba ya a punto de cumplir 100 años, cuando la compañía se convierte en algo parecido a lo que conocemos hoy, al dar el salto al sector de las telecomunicaciones. Crea un departamento de electrónica, y se abre a las radio-transmisiones, aprovechando la tecnología de los semiconductores, que estaban saliendo de los laboratorios al mundo real.En aquella época, empiezan a animar a sus trabajadores a investigar y desarrollar sus propios proyectos, con un sistema muy similar al que hemos podido ver en los últimos años en gigantes como Google.En 1967 introduce el sistema de modulación de códigos por pulsos, lo que incrementó sustancialmente la capacidad de los cables telefónicos. Y dos años después, Nokia se colocaba a la vanguardia del sector. En su expansión, Nokia se introduce en las telecomunicaciones de radio y militares, y en las redes de telefonía. Hasta que en los 80 llega a su gran negocio, el que le dará fama mundial: los teléfonos móviles.En 1981, Finlandia se convierte en el primer país del mundo con servicio de telefonía móvil. Y un año más tarde Nokia lanza el Mobira Talkman, considerado el primer teléfono portátil. Pero es en 1987 cuando lanza el Nokia Mobira Cityman, el primer teléfono que, de verdad, era móvil. Ya no era un armatoste de 5 kilos como los que se veían en la época, sino que pesaba 'solo' 800 gramos. Aquella especie de ladrillo costaba el equivalente a unos 4.500 euros, y gano gran popularidad, sobre todo entre los ejecutivos de todo el mundo, y también entre los inversores de Wall Street, lo que le dio mucha fama y lo puso en el imaginario colectivo.Nokia creció por toda Europa, con adquisiciones de otras compañías. Pero, a cambio, tuvo que deshacerse de otras partes del conglomerado, como la forestal, la pionera; o la de los televisores o las de las computadoras, que habían desarrollado en las últimas décadas. El negocio del caucho se escindió en una compañía llamada Nokian Tyres, que sigue funcionando en la actualidad.En fin, con el éxito del Mobira Cityman a cuestas, Nokia decide en 1992 centrarse, únicamente, en las telecomunicaciones. La compañía fue una de las desarrolladoras del estandar móvil GSM, adaptado mundialmente. Este nuevo estandar digital fue clave para que Nokia dejara atrás el moribundo mercado analógico. Es una década llena de hitos para la compañía: lanza el Nokia 1011 se convertía en el primer móvil con soporte para el estándar GSM, y que ya tiene un aspecto más reconocible. El Nokia 2110 fue el primer móvil capaz de enviar y recibir SMS. Y en 1998 se convirtió, por fin, en el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo, tras superar a Motorola.Después llegó el popular Nokia 3310, uno de los teléfonos móviles más icónicos de la historia, el del Snake, que vendió casi 130 millones de unidades. Nokia y Finlandia se convirtieron casi en sinónomos. El gasto en I+D en el país nórdico se disparó, lo que impulsó a todo el sector. También repercutió en el sector educativo, ya que, durante años, Nokia llegó a contratar a casi todos los ingenieros que salían de la universidad finlandesa. El éxito de la compañía le dio a Finlandia una gran reputación en el campo de la tecnología.En su momento más álgido, Nokia llegó a aportar el 23% del total de impuestos de sociedades de Finlandia, y a ser el responsable del 20% de las exportaciones del país. Generaba el 4% del empleo nacional, directa e indirectamente. Y durante un breve lapso de tiempo, en el año 2000, llegó a ser la emprea más valiosa de Europa. La compañía llegó a copntrolar el 40% del mercado mundial de telefonía móvil en 2007. Ese año supuso el apocalipsis para la empresa, ya que Apple decidió entrar en ese mercado, con un novedoso dispositivo llamado iPhone. Nokia no estaba preparado para esa nueva era. No pudo competir ni con Apple, ni con Google y su sistema operativo Android. Su alianza con Microsoft para lanzar un sistema operativo con Windows fue un fracaso que empeoró aún más la situación. La compañía fue víctima de su propio éxito. El crecimiento que vivió estuvo impulsado por una plantilla centrada exclusivamente en el corto plazo. No dedicaron tiempo ni dinero a la innovación. Y cuando, en un entorno cambiante, el software empezó a primar frente al hardware para competir, se quedaron atrás. Finalmente, vendió el negocio de los móviles a la compañía de Seattle en 2014.Desde entonces, ha decidido centrarse en las redes de telecomunicaciones, para lo que se ha reforzado con la adquisición de Alcatel-Lucent. Es la segunda empresa más importante del sector, y no ha dejado de apostar por la alta tecnología, con investigaciones en campos como el de la salud, las cámaras, las aplicaciones para móviles o la realidad virtual.
2/7/2023 • 10 minutes, 54 seconds
El escándalo Sofico, la gran estafa del tardofranquismo
El negocio funcionaba. Los inversores recibían las rentabilidades prometidas. La empresa crecía, y recibía todo tipo de reconocimientos por su labor en favor del impulso del turismo. Mientras que Peydró era el ejemplo del empresario perfecto.Impulsados por el éxito, en 1969 nace Sofico Renta, una filial pensada para captar pequeños ahorradores. Ofrecía participaciones de 25.000 pesetas, con rentabilidades del 12%. Emitieron 127.000 títulos, con los que captaron 3.189 millones de pesetas, unos 18 millones de euros.Al principio, la compañía vendía apartamentos ya construidos y terminados. Después, pasó a venderlos sobre plano, cobrando un porcentaje inicial de la vivienda. Hasta que llegó a cobrar la totalidad del piso, o venderlos antes incluso de disponer de los solares. Suponía que era el futuro propietario el que estaba financiando la construcción. Y surgía la duda: ¿dónde estaban entonces los más de 3.000 millones captados?Casi sin darse cuenta, Peydró había construido una estafa piramidal. Sofico acabó ingresando más dinero por los nuevos títulos, que emitía de forma constante, que por la venta o alquiler de los apartamentos.En 1973 empiezan a aparecer en prensa artículos que ponían el foco en Sofico, y en las dificultades financieras que podía estar pasando. La empresa se defiende negándolo todo, y durante varios meses siguen pagando las rentabilidades acordadas cuando corresponde. ¡No había motivos para dudar de ellos! Peydró insistía en los medios de comunicación en la buena salud de 'la empresa del caballito de mar', que era el símbolo de la compañía.Después supimos que, en realidad, era una huida hacia adelante. Sofico seguía vendiendo apartamentos que sabra que no podría llegar a entregar nunca. Y en julio del 74, estalla. Por primera vez, no logran hacer frente a sus obligaciones de pago.Todo va muy rápido. El 28 de noviembre, un acreedor solicita la quiebra de la sociedad. El día 30, Sofico Renta declara la suspensión de pagos. En 10 días se unen Sofico Inversiones, Sofico Servicios Turísticos y Sofico Vacaciones. El imperio inmobiliario se derrumbó como un castillo de naipes, y dejó atrapados a 3.000 inversores.En el momento en el que estalla todo, Sofico contaba con un total de 47 edificios, entre Málaga y Marbella, que sumaban más de 5.000 apartamentos. Aseguraba que contaba con activos superiores a los 8.000 millones de pesetas. Cuando investigan, se descubre que todo era una ficción contable, y que superaban por poco los 700 millones. Mientras que la deuda era de más de 11.000 millones.Eugenio Peydró, junto a su hijo, fueron procesados, y estuvieron en prisión durante unos meses. El resto de la junta, integrada por militares y políticos, quedó exenta de toda culpa, considerados meros hombres de paja. Sin embargo, el juicio tardó en celebrarse 13 años.Fueron condenados por delitos de falsedad documental y estafa, agravada por el elevado valor del fraude y por afectar a múltiples perjudicados. La pena para el padre, considerado autor del delito, fue de 9 años, pero al poco tiempo de la resolución, falleció por un paro cardiaco. Para el hijo la condena fue de 2 años, considerado cómplice. Pero nunca pisó la cárcel.
1/30/2023 • 7 minutes, 10 seconds
La historia del obrero que creó Casio
Millones de reproducciones lleva en Spotify y Youtube la canción de Shakira y Bizarrap, dedicada al exmarido de ella, Gerard Piqué, y en la que hace una clara referencia comparativa entre ella y la nueva pareja de su ex.Un tema sobre el que se ha escrito mucho desde la publicación de la canción, en el que no queremos incidir, pero vamos a profundizar en una de las marcas que se han visto salpicadas por la polémica: Casio. Aunque en su caso, a pesar del menosprecio, ha visto cómo el número de seguidores en redes se disparaba más de un 60% desde que estalló toda la polémica. El creador de la compañía fue el japonés Tadao Kashio. Nació en el año 1917, en Kureta-mura (actualmente Nankoku) en la prefectura de Kochi. Seis años más tarde, y tras un gran terremoto en Kanto, su familia y él se mudaron a Tokio, gracias a la invitación de un familiar.Una vez que se graduó de secundaria, Tadao comenzó a trabajar como aprendiz de operador de torno. Su jefe, el dueño de la fábrica, reconoció las habilidades del joven, y lo alentó para que estudiara en Waseda Koshu Gakko, mientras trabajaba en la fábrica.Cuando Kashio ganó experiencia laboral, haciendo ollas, sartenes y lámparas para bicicletas, se labró una buena reputación, que le trajo subcontratos para hacer piezas. Hacía todo esto mientras estudiaba en la universidad, al tiempo que ganaba el reconocimiento de sus profesores por ser un alumno aplicado.De esta forma, y con toda la experiencia sobre sus hombros, estableció, junto a sus hermanos, un negocio llamado Kashio Seisakujo, en Mitaka, Tokyo. Se dedicaban a la reparación de máquinas emisoras de billetes de avión, y después al resto de máquinas del aeropuerto, en el que fue su primer contacto con la tecnología. Al fundar la empresa, en 1946, los cuatro hermanos de la familia Kashio no sabían que iban a crear una de las compañías de electrónica de mayor éxito del mundo.Un día le llevaron a su pequeño taller, para reparar, una gran calculadora. La utilizaban los militares japoneses en las oficinas del aeropuerto, para controlar el transporte. Era una máquina grande, montada en una mesa con ruedas, con palancas y teclas mecánicas. Al arreglarla, y con un entusiasmo de un joven innovador, decidió fabricar una calculadora más pequeña, que pudiera ser transportada de un escritorio a otro. La clave para reducir el tamaño fue utilizar los primeros transistores que se conocían, e implementar el teclado númerico, con las claves del 0 al 9. Es considerada como la primera solución de alta tecnología aplicada en Japón.Así llegó a instalar su primera fábrica de calculadoras en Tokio en 1949, para atender la demanda nacional, en un país que se recuperaba de las consecuencias de la guerra. Ocho años más tarde, los hermanos fundaron la compañía CASIO y nombraron como presidente a su padre, Shigeru. A partir de entonces la empresa diseñó y fabricó calculadoras basadas en relés, posteriormente transistorizadas y, más tarde, electrónicas.La curiosidad de Tadao Kashio llegó más lejos, y dirigió su compañía hacia el universo de la relojería. Se fijó en los, por entonces, modernos relojes de mesa, que funcionaban gracias a un pequeño cristal de cuarzo, que movía las manecillas con una señal electrónica que recibía cada segundo de una batería. En el 56, crea el centro de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, para adaptar las nuevas tecnologías a todas las necesidades de la sociedad. Y es en 1969 cuando, gracias a este aprendizaje, inventa el primer reloj de pulsera de cuarzo, con pantalla de cristal líquido, lo suficientemente pequeño como para llevarlo en la muñeca. Era el Casiotrón. Fueron uno de los primeros fabricantes de relojes digitales de pulsera.No dejaron de investigar, y en unos años habían integrado diez funciones adicionales en ese reloj de pulsera, y hasta llegarón a integrar una calculadora electrónica. Mientras tanto, el centro de investigación y desarrollo les permitía desarrollar nuevas funciones, que convirtieron a Japón en el centro más importante del desarrollo de la tecnología electrónica moderna. Se crearon calculadoras de bolsillo, relojes con cronómetro, traductores de idiomas, una televisión de bolsillo con pantalla plana... Era la sociedad más avanzada en el uso de tecnología.Tadao murió en 1993, a los 76 años de edad, y considerado como uno de los padres del Japón moderno. Pese a su fallecimiento, Casio siguió trabajando en el desarrollo de su tecnología, llegando a convertirse, en el mundo de la relojería, en el sinónimo de reloj funcional deportivo. Casio registró ventas por más de 1.900 millones de dólares en 2022. Su principal mercado sigue siendo Asia, y sobre todo Japón. Y del total de ingresos, los relojes representan casi dos terceras partes. Casio sigue vigente.
1/23/2023 • 6 minutes, 36 seconds
El fraude de Puertas Dintel, la empresa española que patrocinaba a Petrovic
Hay numerosos municipios cuya economía está muy vinculada a una determinada industria. Almuñecar y el azúcar, Elda y Elche y el calzado, Ibi y los juguetes, Estepa y los mantecados... También es el caso de Villacañas y las puertas de madera. Este pequeño pueblo de Toledo llegó a ser el fabricante del 72% de las puertas de España.En los años 50, contaba con unos 10.000 habitantes, y su economía estaba vinculada a la agricultura y sus industrias afines. Y, como pasa siempre en estos casos, hay un pionero que pone la primera piedra. En el caso de Villacañas, el emprendedor fue el carpintero Abilio Cuesta, que creó la primera planta de producción industrial de puertas, en 1972.Con su hermano, viajó a Estados Unidos, para averiguar cómo hacían allí sus puertas. Con lo aprendido volvieron a España, importando el método de fabricación en cadena, que además requería de mucha menos madera, al recurrir principalmente al aglomerado. Además, era mucho más económico, lo que reducía enormemente los costes, y permitía ofrecer al consumidor puertas de calidad y estética similar a las artesanas, pero mucho más baratas.De esta primera empresa, Puertas Cuesta, surgieron casi todas las demás del municipio. El negocio iba tan bien que un grupo de trabajadores, no muy contentos con el dueño, dejó la empresa para fundar la suya propia. Y a su vez otros trabajadores dejaron estas nuevas compañías para crear las suyas. Había trabajo para todas. La demanda parecía infinita. En pocos años, las puertas de Villacañas eran las dueñas del mercado.Una de las empresas que nació de la costilla de la pionera fue Puertas Dintel. Esta compañía, que no dejaba de competir en el mismo mercado que el resto de la comarca, decidió apostar para diferenciarse por los patrocinios deportivos, y en concreto, por el baloncesto. Y lo hizo a lo grande.Hablamos de mediados y finales de los años 80, y de la primera década de los 90. Por entonces, la NBA era aún universo lejano para los españoles. Los ojos estaban puestos en las grandes competiciones europeas, dominadas por entonces por los equipos de la antigua Yugoslavia. Contaban en sus filas con algunos de los mejores jugadores que han pisado nunca las canchas.Y ahí es donde puso el ojo Puertas Dintel. La compañía, con sede en el pequeño pueblo de Villacañas, empezó a patrocinar en aquella época a equipos balcánicos de baloncesto. Cibona, Jugoplastika o Partizan, algunos de los mejores equipos que ha habido nunca, aparecían con la publicidad de la compañía. E incluso la todopoderosa selección yugoslava llegó a portar la publicidad. Eso sí, lo hacían solo en los partidos que jugaban en España, ya fuera en competiciones europeas o en amistosos, o contra equipos españoles, que se televisasen en nuestro país.La relación fue un poco más larga con el Pop 84, denominación que recibía por entonces la temible Jugoplastika. La ciudad de A Coruña acogió los partidos de local del equipo croata varias temporadas a principios de los 90, por culpa de la guerra de los Balcanes. Durante todo ese tiempo, el club llevaba la publicidad de Puertas Dintel.La imagen no estaba tan cuidada como en la actualidad. Se trataba de un simple cartel, que incluso daba sensación de cutre, y que iba malpegado a la camiseta de los jugadores. En algunos casos, hasta se desenganchaba.Pero a pesar de todo la compañía logró su objetivo. Unir su imagen de marca con grandes estrellas del basket, como Kukoc, Divac, Radja... pero sobre todo, Petrovic, logró que muchos aficionados memorizasen el nombre de la empresa toledana. En muchos casos, ni siquiera tenían claro qué compañía era esa, a qué se dedicaba, o incluso, si era española. Pero hoy, más de 30 años después, aún la recuerdan. La camiseta de genio de Sibenik con la publicidad de Puertas Dintel es hoy un objeto de colección.Con el negocio principal de la compañía yendo como un tiro, y visto el éxito que les reportaba la unión con el baloncesto, hasta llegaron a fundar su propio equipo. Compraron una plaza en divisiones inferiores, y ficharon a jugadores con experiencia en ACB, a golpe de talonario, para tratar de ascender.El problema es que la empresa estaba a punto de colapsar. Todo explotó en 1996. Durante la boda de hijo de Blas Granada, gerente y socio principal de la compañía, tienen que acudir agentes de la Guardia Civil, para garantizar la seguridad. Los 200 empleados de Puertas Dintel se habían concentrado allí, para protestar por los meses de retraso en el pago de sus salarios. "Mientras él comía gambas, 200 familias no tenían claro si mañana podrían corner", coreaban. El día antes, el empresario había estado retenido en la fábrica por los mismos empleados, durante más de 20 horas, hasta ser liberado por los antidisturbios.Tan solo 10 días después, y mientras la empresa iba a la quiebra, el empresario Blas Granada era detenido, acusado de delitos de fraude fiscal, apropiación indebida y falsedad documental. Las autoridades calculaban en un primer momento que el fraude alcanzaba los 800 millones de pesetas, más de 4 millones de euros. En investigaciones posteriores descubrieron que se elevaba a más de 1.300 millones de pesetas, más de 7 millones de euros.Entre los delitos imputados figuraban la retención de cuotas a los trabajadores, fraude a la Seguridad Social, retención de IRPF no ingresado, IVA no ingresado, falsedad documental o cuota tributaria defraudada.Fue el fin de Puertas Dintel, pero la industria de Villacañas mantuvo su fortaleza. El negocio siguió creciendo durante una década. En pleno 'boom' inmobiliario, llegaron a instalar una estatua en honor a los carpinteros. En un pueblo con 10.700 habitantes, la industria de las puertas daba trabajo a más de 4.000 personas. El paro había desaparecido, en Villacañas y en toda la comarca. Gente que se había ido a Madrid en busca de oportunidades, volvía. Llegaban emigrantes de todo el mundo, pero sobre todo de Colombia y Ecuador.El municipio creció, se construyeron nuevas urbanizaciones, había sucursales bancarias de todas las entidades, se podían ver por las calles los mejores coches, comprados en concesionarios que también se habían instalado en Villacañas... Por contra, se convirtió en el municipio con mayor porcentaje de fracaso escolar de España. Nadie tenía mucha motivación para seguir estudiando cuando podía conseguir fácilmente un trabajo con un sueldo de 1.200 euros al mes.Pero en el verano de 2007, cuando en España ni siquiera habíamos empezado a hablar de "pequeña desaceleración", y mucho menos de crisis, en Villacañas ya se echaron las manos a la cabeza. Las fábricas, que trabajaban a tres turnos para poder cubrir toda la demanda, fueron las primeras en notarlo. Fueron las primeras víctimas de la crisis inmobiliaria. El sector de la construcción se frenó, y si no se hacían casas no se necesitaban puertas. La demanda se hundió. Y, de repente, sobraba gente en todas las fábricas. Los ERE se empezaron a suceder en todas las empresas. Centenares de personas fueron despedidas en tan solo unos meses.Fueron víctimas de la burbuja inmobiliaria, pero la industria de puertas de madera había hecho muchas cosas mal. Por un lado, se enfocaron casi exclusivamente en el mercado nacional, con todos los riesgos que conlleva. Tuvieron muy poca visión de futuro, viviendo siempre al día. Tampoco innovaron en la forma de trabajar o en sus diseños, que acabaron quedándose desfasados: en un determinado momento, los constructores empezaron a pedirlas lisas, más sencillas, y que además requieren menos mano de obra.La crisis económica arrasó el sector, llevándose por delante a muchas empresas, y disparando el paro en el municipio. Hoy, la industria de las puertas sigue siendo relevante. Y aunque ya no está tan sobredimensionado, una empresa local, Puertas San Rafael, sigue siendo la más importante del sector.
1/16/2023 • 11 minutes, 1 second
El broker que quebró el banco de la reina de Inglaterra
A los más jóvenes es probable que el nombre de Nick Leeson ni siquiera les suene. Pero fue el protagonista del primer gran escándalo financiero de la era moderna, allá por los 90. Un fraude que se llevó por delante la entidad para la que trabajaba, Barings Bank, la más antigua de Reino Unido, y entre cuyos clientes estaba la antigua reina de Inglaterra, Isabel II.Todo ocurrió en 1995, y todo fue, básicamente, un fraude. Leeson, nacido en Watford, Reino Unido, empezó a trabajar como empleado de banca privada en Coutts, cuando no tenía ni 20 años. En 1987 se incorporó a Morgan Stanley, donde estuvo dos años más, hasta que en 1989 llegó a Baring Brothers.Y empieza la debacle. En 1992, cuando ya acumulaba algunos años de experiencia en la bolsa a pesar de su juventud, Barings le nombra gerente general de una nueva operativa de mercados de futuros en Singapur. Lo que ni él ni el banco revelaron entonces es que en Reino Unido le habían denegado la licencia de corredor de bolsa, por un fraude en su solicitud. En un principio, Leeson se dedicó a invertir en el mercado de futuros del Nikkei japonés, y con buenos resultados. Pero, al mismo tiempo, y casi desde el principio, también realizó operaciones especulativas no autorizadas, que también le estaban dando grandes beneficios a Barings. Los 10 millones de libras que obtuvo equivalían al 10% de las ganancias anuales del banco. Gracias a ese éxito logró un bonus de 130.000 libras, que superaba por mucho a los 50.000 libras anuales que tenía de sueldo.Cuenta la leyenda, difundida por el propio Leeson, que todo empezó a complicarse por un acto de solidaridad. Tenía a una joven ayudante, Kim Wong, de origen chino. Él quería contratar a alguien de más experiencia, pero su jefe prefería a alguien que cobrase poco, como pasaba con Wong, cuyo salario era solo de 4.000 libras anuales.En una tarde especialmente complicada, con el aire acondicionado estropeado y mucho estrés, Wong cometió un error: vendió 20 contratos en lugar de comprarlos, como el cliente había pedido. Un error de 20.000 libras. Para proteger a su compañera, Leeson creó una cuenta falsa, a la que llamó 88888. Su objetivo, consciente de que no era un fallo tan grande, era ocultarlo en esa cuenta hasta poder subsanarlo. Lejos de solventar ese error, Leeson empezó a usar esa cuenta para ocultar otras operaciones deficitarias que estaba llevando a cabo él mismo. Para el final de 1992, las pérdida de esa cuenta superaban los 2 millones de libras. Pero no pasaba nada, ya había resuelto situaciones más complicadas otras veces. Como cuando, estando largo en el Nikkei, el mercado se hundió en picado. Trató de comprar más para compensarlo, pero llegó un momento en el que se quedó sin dinero para cubrir las garantías de su posición, como recuerdan desde Finect. Para lograr capital, y aprovechando el apetito de mercado por invertir a la baja en el Nikkei, decidió vender opciones de venta, y utilizar esas primas para pagar las garantías de sus futuros del Nikkei. El mercado comenzó a subir, y logró recuperar todas las pérdidas acumuladas.Leeson creía que había encontrado una fórmula infalible, así que empieza a repetir la operación, ya para incrementar sus beneficios y no para cubrir pérdidas. Sus posiciones llegaron a representar el 40% de este mercado. Y le iba bien.Todo colapsa en enero de 1995. Leeson realizó una pequeña inversión en la bolsa de Tokio, apostando a que el mercado se mantendría estable. Pero al día siguiente, un importante terremoto en Kobe hundió los mercados asiáticos. Las posiciones comerciales del inversor se fueron al traste. En una huída hacia adelante desesperada, Leeson empieza a hacer operaciones cada vez más arriesgadas, para tratar de recuperar las pérdidas. Pero no acierta.Desesperado, el 23 de febrero dejó una nota en la oficina que decía 'Lo siento', y huyó. Las pérdidas equivalían a 1.400 millones de dólares, dos veces el capital disponible del banco. Tras un intento de rescate, que fracasó, se declaró en quiebra, y fue adquirido por ING por 1 libra, a cambio de asumir su pasivo.Era el fin del banco comercial más antiguo de Reino Unido. La entidad había sido fundada en 1763, y participó en grandes operaciones, financiando la construcción del canal de Panamá o la compra de Luisiana a Francia por parte de Estados Unidos. Gestionó la salida a bolsa de Guinness, la marca de cerveza, en Londres, que necesitó la intervención de la policía montada para que los inversores invadieran la sede de Barings con sus solicitudes de compra. También fue conocido por ser el banco de la reina Isabel II, que tenía un depósito por valor de 40 millones de libras. Pero las maniobras fraudulentas pesaron más que su historia.Leeson, sin embargo, se defiende acusando al banco de haberle supervisado. La gerencia le permitió durante toda su estancia en Singapur ocupar los cargos de jefe comercial y el responsable de liquidar sus operaciones, trabajos que habitualmente realizan dos personas diferentes. Una situación que, no cabe duda, le facilitó ocultar sus pérdidas ante sus superiores. El informe de las autoridades de Singapur coincide, en parte, con la apreciación de Leeson, y interpela a la administración de Barings por no haber sabido nada de la cuenta de 'los cinco ochos'. Leeson también acusó a sus superiores de no saber nada del funcionamiento del mercado de futuros, pero como en su posición no podían reconocer que sabían menos que él, pues le siguieron mandando dinero, casi a ciegas. Finalmente, Leeson se declaró culpable de dos cargos: engañar a los auditores del banco, y engañar a la bolsa de Singapur, incluyendo la falsificación de documentos. Fue condenado a 6 años de cárcel, aunque en 1999 fue liberado, tras serle diagnosticado un cáncer de colón que parecía definitivo, pero del que milagrosamente sobrevivió.No volvió a los mercados, y desde entonces se ha dedicado a escribir libros de todo pelaje, a dar conferencias sobre marketing, e incluso fue el director de un equipo de fútbol irlandés. Con una mezcla de ironía y seriedad, también ha tendido a ponerse de ejemplo de los peligros que el sistema financiero debe evitar, y señala que hay muchos bancos que siguen siendo vulnerables a casos como el suyo. Si sus trucos hubieran salido bien, se hubiera convertido en uno de los grandes inversores de la historia, pero al salirle mal, quebró el banco más antiguo de Reino Unido.
1/9/2023 • 9 minutes, 54 seconds
Cómo Noruega se convirtió en un país rico
Noruega es un país de poco más de 5 millones de habitantes, con unas condiciones de vida, de desarrollo y de bienestar que están entre las más destacadas del mundo. Y, por supuesto, con una economía próspera, que le coloca entre los países más ricos, utilizando casi cualquier índice que se nos ocurra. Son el estado con el que todos sueñan ser.Pero no siempre fue así. Cuando Noruega se independizó de Dinamarca, en 1814, era un país rural, con el 90% de la población dedicada a la agricultura, en unas tierras que además no eran especialmente fáciles de cultivar. No es hasta finales del siglo XIX cuando la economía del país empieza a despegar, gracias a la revolución industrial, las mejoras agrícolas, la expansión de la ganadería... y sobre todo el dominio del mar. Se convierten en una potencia del transporte marítimo, que le permite exportar hierro, carbón, madera y pescado, y cuenta con una flota naval que llegó a representar el 7% del total mundial.Sin embargo, la primera Guerra Mundial, a pesar de que se mantuvieron neutrales, provocó el estancamiento absoluto de su economía, debido principalmente a la dependencia que tenían de Reino Unido, por entonces su principal socio comercial.Noruega siempre fue vista como la prima pobre de los países escandinavos. Unos 'paletos', agricultores y pescadores, a los que Suecia y Dinamarca, mucho más urbanas, siempre miraban por encima del hombro. Con la economía parada, y sin oportunidades, fueron cientos de miles los noruegos que emigraron a América del Norte en la primera mitad del siglo XX, tanto a Estados Unidos como a Canadá. De hecho, fue, tras Irlanda, el país de Europa con más emigrantes en proporción a su población.Por si la situación no fuera bastante complicada, la segunda Guerra Mundial y la ocupación alemana acabaron con cualquier signo de recuperación que pudiera mostrar la economía noruega.Tras la guerra, Noruega se enfrenta al reto de resucitar su maltrecha economía, arcaica y muy vinculada a la pesca. Con un futuro que no veían nada claro, el Gobierno Laborista, con Einar Gerhardsen al frente, inicia una serie de reformas de corte socialdemócrata y con un enfoque claramente keynesiano. El objetivo, para reducir la pobreza, era mejorar la redistribución de la riqueza.La receta aplicada por el Ejecutivo pasó por implementar impuestos altos y progresivos, crean una especie de IVA y además gravan adicionalmente productos discrecionales como el alcohol, el tabaco, los coches o los cosméticos.Los ingresos que logra el Estado de esta manera le permiten desarrollar un sistema de Seguridad Social, que garantizase las pensiones y que además permitiese cubrir la atención médica para toda la población, entre otros beneficios.La situación de Noruega por fin mejora, y muchos emigrantes incluso retornan, pero eso no le convierte aún en un país rico. Ese salto se produce en los 60. Los expertos del país ni siquiera creían que pudiera haber hidrocarburos bajo su mar. Pero a principios de aquella década Países Bajos encuentra gas en sus costas, lo que impulsa la investigación del resto del Mar del Norte. Son empresas privadas las primeras que se acercan al Gobierno a solicitar permiso para llevar a cabo esa exploración, pero el Ejecutivo, prudente, primero desarrolla el marco legal adecuado.Además, en 1963, Noruega negocia con Reino Unido y Dinamarca el reparto del subsuelo marítimo del Mar del Norte, logrando un provechoso acuerdo, que le atribuyó más terreno que el que le correspondería si hubieran aplicado la Convención de Ginebra. Se benefició de las prisas de Reino Unido por empezar a explorar, y de la incapacidad negociadora del ministro de Asuntos Exteriores de Dinamarca.Con la normativa desarrollada y los límites territoriales claros, comienza la exploración. Las empresas encargadas, por entonces todas extranjeras, encuentran varias reservas de petróleo, pero de pequeño tamaño y difíciles de explotar. Es en 1969 cuando la fiebre estalla. Philips Petroleum Company encuentra en el campo de Ekofish un gran yacimiento, además poco profundo y con condiciones climáticas más amables que en el resto de la región, lo que facilitaba la extracción.Es en ese momento en el que las autoridades empiezan a creer en la importancia del sector petrolero, y en la importancia de invertir en este terreno. En 1973 funda Statoil, la compañía petrolera estatal. Sin embargo, los beneficios netos no fueron automáticos: la gran inversión de capital necesaria para desarrollar la industria petrolífera retrasó las ganancias hasta los 80.La industria petrolífera cambió la economía de Noruega rápidamente. En 1975 ya era una de las principales fuentes de empleo del país, que logró prácticamente acabar con el paro. Las dificultades en el Mar del Norte, tanto para explorar como para perforar, impulsaron la reconversión de numerosas empresas de tecnología y construcción, que aprovecharon su experiencia para crecer al calor de la fiebre por el oro negro.A pesar de todo, las autoridades no se vuelven locas. Primero reinvierten los beneficios del petróleo para estimular la economía y en mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Cuando en los 80 el precio del petróleo se dispara es cuando deciden empezar a ahorrar parte de las ganancias que les otorgaba el crudo. Y no pierden la perspectiva cuando la caída del precio del petróleo en el 86 arrastra a la economía nacional.Yendo un paso más allá, en los 90 crea el Government Pension Fund Global, un fondo soberano de riqueza, hoy el mayor del mundo, con el que el Gobierno invierte los ingresos del petróleo en acciones, bonos e inmuebles para diversificar la riqueza del país. Esta es la receta que aplica para evitar el 'mal holandés'. Se conoce así a la 'enfermedad' que puede hundir la economía de un país por la apreciación de su divisa. Cuando comienza a exportar una materia prima de forma masiva, el influjo de capitales aprecia la moneda, lo que erosiona la competitividad de otros sectores, que se ven obligados a dejar de exportar. Holanda fue protagonista de este mal cuando, como habíamos comentado, encontró grandes reservas de gas natural en los 60.Noruega convirtió rápidamente gran parte de los ingresos obtenidos por el crudo en divisas extranjeras, lo que mitiga este efecto. El fondo, además, le permite mitigar suavizar las consecuencias de las crisis económicas, como se vio incluso en la pandemia.Las autoridades no han perdido nunca el foco, independientemente el color del partido en el Gobierno. A pesar de las diferentes caídas del precio del petróleo que se han vivido en las últimas décadas, no han descuidado su fondo soberano. Además, ningún Ejecutivo ha caído en medidas populistas que podría llevar a cabo con las ingentes cantidades de capital disponibles, y a pesar de que una parte de la población reclama ahorrar menos y gastar más. Siempre han pensado en el largo plazo, y en tratar de garantizar el bienestar de las próximas generaciones.Hoy, Noruega tiene una economía fuerte y próspera. El petróleo sigue representando un 20% de su PIB, y espera lograr ingresos récord el próximo año, de más de 130.000 millones de euros, debido al incremento de los precios provocados por la invasión de Ucrania y las sanciones a Rusia.Destinará una cuarta parte a los presupuestos, y el resto irá a su fondo de pensiones, el mayor del mundo, como habíamos dicho, y que cuenta con un capital de más de 1,3 billones de dólares.Estos son los pilares sobre los que se sustenta la economía noruega y que explican cómo se ha convertido en un país rico. Y cómo se enfrenta con menos miedo al cambio demográfico y a problemas como el pago de las pensiones futuras, como pasa en otros muchos países de Europa.
1/2/2023 • 10 minutes, 6 seconds
Auge y caída de La Ibense, la heladería más antigua de España
Hay heladeros de Ibi, Alicante, por toda España. Quiso la casualidad que, a mediados del siglo XIX, un grupo de habitantes de este pequeño pueblo, que estaban en Madrid buscándose la vida, conocieran a un italiano que sabía hacer helados, y que les trasladó sus conocimientos.Ese aprendizaje adquirido se une a la tradición nevera del pueblo. Aprovechando la altura, en sus alrededores había numerosos pozos de nieve, depósitos circulares construidos en las laderas de las montañas, donde se aplastaba nieve para fabricar una especie de hielo que vendían por la provincia. Muchos vecinos, en condiciones económicas complicadas, apuestan por lanzarse a la fabricación de helados, aprovechando estos dos factores. Cada verano, se iban a vender esos helados, primero a ciudades cercanas, y después por toda España e incluso por el extranjero. La industria se desarrolló a gran velocidad a finales del siglo XIX.Uno de los vecinos que apostó por esta actividad fue Carlos Bornay, un auténtico emprendedor que en 1892 lanza su empresa, La Ibense Bornay. Una fecha que la convierte, hasta ahora, en la heladería más antigua de España. En busca de nuevos territorios en los que vender su producto, empieza a ir cada verano a Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, donde en verano se reunía la flor y nata del país para pasar sus vacaciones estivales.Él y su mujer se desplazaban cada verano a la ciudad costera, donde vendían helado mantecado, una mezcla de mucha leche y vainilla, directamente en la playa. Hasta que con los primeros ingresos se hicieron con un carro para vender por las calles, mucho más cómodo que la arena. Hasta que al final de cada verano volvían a casa, hasta la siguiente temporada.Es el hijo de ambos, José, el que decide, a principios del siglo XX, dar un paso más. Con su mujer, Josefa Picó, decide instalarse de forma permanente en Sanlúcar. Adquieren un pequeño obrador, con una confitería, que les permitía librarse de la estacionalidad de helado, que vendían en verano, mientras que el resto del año lo que comercializaban era pasteles y cafés.Durante décadas, La Ibense Bornay se mantiene con este negocio, que sufrió una gran evolución gracias a avances tecnológicos como las nuevas heladeras o el desarrollo de la electricidad, que facilitaba la congelación.Hasta que en 1965 la empresa da un nuevo salto, al introducirse en la fabricación industrial, ya de la mano de la tercera generación, con el nieto del fundador. Sin embargo, desde la marca han insistido siempre en que ese salto no supuso el abandono de su característico toque artesanal.Viajaban al extranjero con relativa frecuencia, acudiendo a ferias sectoriales, o para conocer cómo trabajaban en fábricas de otros países. Una actividad poco usual en España por aquel entonces, pero que les permitió hacer sus primeros contactos en el extranjero para empezar a exportar, ya desde los 70. Esta apuesta por el exterior se consolidó con la compra, a principios de los 80, de una planta de 12.000 metros cuadrados en la propia Sanlúcar de Barrameda. Pero con los 90 llegan las primeras crisis. Una de las mayores, en 1992. La Ibense Bornay paga un importante aval para convertirse en el proveedor oficial de la Expo de Sevilla, con el helado de Currito por bandera. Tenían dos cafeterías, 25 carros de helados y 25 kioskos para explotar en exclusiva, con sus helados y granizados.La compañía se puso a producir grandes volúmenes, para poder atender la potencial demanda con la que esperaban contar en el gran evento. Pero la realidad es que no se respetó lo acordado, y los establecimientos de la Expo vendían los helados que les daba la gana, sin respetar el acuerdo de exclusividad.Fueron a juicio, y ganaron, recuperando el importante aval que habían adelantado. Sin embargo, no recibieron ningún tipo de indemnización adicional, así que la enorme inversión que llevaron a cabo previamente se perdió. La compañía lo pasó muy mal, y estuvo al borde de la desaparición, aunque lograron salir adelante con gran esfuerzo.La siguiente gran crisis estalla en 2014, aunque empieza años antes, en plena crisis económica. En busca de una mayor profesionalización, y con ingresos que superaban los 10 millones de euros al año, deciden construir una moderna fábrica en Jerez. Tenía la última tecnología, y estaba preparada para fabricar hasta 15 millones de litros de helado.Para poder sufragarla, venden la original de Sanlúcar de Barrameda. Sin embargo, la crisis económica se lleva por delante a la construtora que iba a hacerse con el antiguo solar de la compañía, y de los 8 millones de euros acordados por la venta, solo llega a pagar uno. El golpe es fatal.En 2014, La Ibense presenta concurso de acreedores. El grupo inversor Sainberg Investments sale al rescate y compra el 100% de la compañía, para reflotarla. Desarrollan un plan de expansión comercial que les permite llevar sus productos por toda España. Y la renombran como La Ibense 1892, para poner en valor la antiguedad de la compañía.Sin embargo, la relación entre los inversores y la familia Bornay fue desgastándose poco a poco, hasta que los herededos de los fundadores acabaron fuera de la compañía. En los últimos años la gestión no ha sido fácil, y la Covid-19 supuso el último golpe. Tras el ERTE presentado durante la pandemia se vieron prolongados posteriormente, hasta que el pasado mes de julio entraron en concurso de acreedores.Ahora, prepara un ERE extintivo que supondrá el fin de La Ibense, el fin de la empresa de helados más antigua de España.
12/26/2022 • 8 minutes, 23 seconds
El Banco de Hierro: nadie gestionó el juego de tronos como los Medici
Dragones, caminantes blancos, hechiceras, caballeros de sedientos de sangre, sádicos mercenarios y ambiciosas reinas, pero si hay una institución temible en Juego de Tronos, como sus personajes, es el Banco de Hierro. "Las deudas pertenecen al Trono de Hierro y quién se siente en esa silla debe pagar. Desde que el joven rey Tommen y sus consejeros se han vuelto tan obstinados, tenemos la intención de abordar el tema con el rey Stannis. En caso de probarse a sí mismo más digno de nuestra confianza, sería, por supuesto, un gran placer prestarle toda la ayuda que necesite", explica Tycho Nestoris, emisario del Banco de Hierro a los Siete Reinos, a Jon Snow, ya Lord Comandante en la Guardia de la Noche. La entidad financiera de Braavos tiene una reputación terrible, a la hora de reclamar sus deudas. En la saga literaria se explica que cuando los príncipes dejaban de pagar a los otros bancos menores de las Ciudades Libres, los banqueros arruinados vendían a sus esposas e hijos como esclavos y se cortaban las venas, pero cuando dejaban de pagar al Banco de Hierro, nuevos príncipes aparecían de la nada y ocupaban su trono. 'El Banco de Hierro obtiene lo que le pertenece' es el lema del banco, tan directo, 'como quiero ser tu banco', que utilizó Santander hace unos años. El bueno de George R. R. Martin tomó la Guerra de las Dos Rosas del siglo XV como uno de los principales ejes para diseñar las tramas de Juego de Tronos. Lo verdaderamente fascinante de los libros o la serie no es la fantasía, sino la fantasía anclada a la realidad con intrigas palaciegas, tensiones políticas y ambiciones desmedidas. No es casualidad que el Banco de Hierro tenga más de una semejanza con la Banca Medici. Muchos banqueros de Florencia hicieron un gran negocio durante el enfrentamiento de la Casa Lancaster y la Casa de York para sentarse en el trono de Inglaterra, financiando a ambos bandos. La banca siempre gana, o ¿no?. Desde siempre ha sido difícil ser banquero. Lo más importante para un banco, sea en los Siete Reinos, en el siglo III después de la Conquista de Aegon, o en la Inglaterra del siglo XV, después de Cristo, es que no se te mueran quien te tiene que pagar la deuda. La sangre corre igual en la Guerra de las Rosas Y donde hay pocas dudas en las casualidades entre la ficción y la historia es en la circunstancia del rey Barethon de que estaba enterrado en deudas y de que su muerte iba a desatar un baño de sangre. En el caso de Eduardo IV de Inglaterra le pasó algo parecido. Le costó mucho oro mantenerse en el trono. No murió, pero la sangre corrió igual, por el lado de las rosas de Lancaster y por las rosas de York, como en la serie de HBO. Tampoco es fruto del azar que la ciudad libre de Braavos parezca Venecia y la figura del Señor del Mar parezca un Dogo veneciano que regía la ciudad. Italia en el siglo XIV no existía como país. Florencia, Venecia, Nápoles o Roma funcionaban como ciudades estados. Más clara todavía es la comparación si se tiene en cuenta el Consejo de los diez de Venecia, que estaba formado por las familias más poderosas de la ciudad, lo que tiene su reflejo en las familias fundadoras del Banco de Hierro y que controlan de facto Braavos. Es importante tener en cuenta que hay ciertas licencias en los paralelismos. Todas las ciudades libres de Juego de Tronos tienen su propio banco, como sucede al final de la Edad Media en Italia. El Banco de Hierro es el más influyente por su carácter internacional y, en este punto, la similitud con la Banca Medici se ajusta como un guante, aunque la entidad sea originaria de Florencia. Tuvo filiales en Londres, Lyon, Brujas y Aviñón, además de las principales ciudades italianas como Venecia, Milán o Roma. No se le considera el primer banco moderno. El Banco di San Giorgio fundado en 1406 en Génova, se lleva este reconocimiento, aunque la fundación del Banco Medici data de 1397. Tampoco fue el más longevo, pero teniendo en cuenta que duró casi un siglo, fue una rara avis en su época. Las entidades financieras solían durar una generación, lo justo para que después los herederos las trocearan y repartieran los beneficios. Pero fue el más influyente y poderoso, capaz de concentrar poder económico y político en una misma persona, en una ciudad como Florencia, hasta convertirla en el centro del mundo. Los Medici a través del banco lograron que la historia pasara página. Cerraron la Edad Media para abrir el luminoso Renacimiento, dando cobijo, sustento, y protección a una generación irrepetible de artistas. Donatello, Brunelleschi, Da Vinci o Botticelli, solo fueron algunos de los nombres que se beneficiaron del mecenazgo de la familia florentina. Los Medici están a la altura de las grandes familias regias de Europa, aunque no fueran y no llegaran a ser reyes. Pueden codearse con los Borgia o los Tudor, pero también sentarse en la misma mesa que los Rothschild o los Rockefeller, como saga de empresarios. Serían más ricos que los Lannister y los Tyrell juntos. Si hubieran jugado en la NBA estarían en medio de la dinastía de los Lakers de los ochenta y los Celtics de los sesenta. La estirpe de los Medici llegó a dar para mucho. No solo como mecenas, tal vez su perfil más mediático. Engendraron Papas. En concreto, cuatro. Dos reinas de Francia fueron Medici. Un buen puñado de Gonfaloniero de Florencia llevaban el ilustre apellido. Varios duques de la Toscana, también. Hubo importantes cardenales Medici. También científicos, e incluso poetas. Pero por encima de todos los Medici destacan tres miembros: Giovanni di Bicci de Medici; Cosimo de Medici, conocido como Cosimo Il Vecchio; y Lorenzo de Medici, Il Magnifico. Los tres fueron decisivos para encontrar y cultivar la fuente de poder de los Medici, los negocios y las finanzas. La banca italiana no tenía rival en esa época gracias a la tecnología que aplicaban al negocio bancario. Fueron los primeros en aplicar números árabes. Imagine la tortura de ser contable con números romanos. De utilizar dobles asientos contables, uno para depósitos y otro para préstamos, lo que les permitía ser muy veloces en sus operaciones. De negociar letras de cambio, lo que les permitía emitir y comprar deuda. Y de garantizar depósitos. En este ambiente se movía Giovanni di Bicci en Roma.
12/19/2022 • 37 minutes, 38 seconds
Historia de la estafa del príncipe nigeriano
"Hola. Soy persona muy rica vive en Nigeria y necesito trasladar suma importante dólares al extranjero con discreción. ¿Sería posible utilizar su cuenta bancaria?". ¿Quién no ha recibido decenas de correos electrónicos como este en los últimos 15 años? Es una de las estafas de phising, o suplantación de identidad, que más se han extendido desde la popularización de internet.La fórmula es simple: el timador se hace pasar por una persona rica, que necesita sacar de su país una importante cantidad de dinero, de forma urgente y discreta. Y te pide ayuda, a cambio de una parte de su fortuna. La clave es que, a cambio, hay que hacerle un pequeño pago por adelantado, ya sea para cubrir los gastos de gestión, las comisiones bancarias o los necesarios sobornos. Otras versiones, en lugar de dinero, pedían tu cuenta bancaria. ¡Con un pequeño gesto puedes conseguir millones de dólares!El problema si modrías el anzuelo, ya fuera en una u otra versión, es que el timador vaciaría tu cuenta, o te pediría más y más dinero hasta desaparecer, o hasta que descubras que estás siendo estafado.La fórmula que más ha trascendido en las últimdas décadas, y la que ha acabado dando nombre a esta estafa, es la del príncipe nigeriano. En esta versión, el timador enviaba un email, regular escrito, haciéndose pasar por un príncipe nigeriano, con una gran fortuna en su poder, o a punto de heredarla, pero inmovilizada, ya fuera por la guerra, por la corrupción, por la inestabilidad política o a saber por qué motivo. Y es ahí cuado pide una cuenta bancaria a la que transferir el dinero, y una ayuda económica para cubrir los gastos pertinentes. Por supuesto, el que llega a caer en la estafa nunca recibirá nada a cambio.Otras versiones hacen referencia a funcionarios, a miembros del Gobierno o a directivos de empresas, ya fuera también de Nigeria o de otros países africanos. Además, con el desarrollo de las nuevas tecnologías el método de envío fue evolucionando, del email a los mensajes privados por redes sociales, y de ahí a las principales redes de mensajería, como WhatsApp o Telegram.Aunque pueda parecer una fórmula ridícula, en la que nadie puede caer, solo en Estados Unidos los timadores llegaron a estafar hasta 500 millones al año, según cálculos de una empresa de seguridad online. En la actualidad, el fraude nigeriano es el cuarto en el mundo en términos de ingresos recibidosCon la vía nigeriana ya cerca de agotarse, aunque no llega a desaparecer nunca, los timadores desarrollan nuevos personajes y nuevas historias para tratar de atrapar a las víctimas. Aparecen así cuentos como el del astronauta que acaba de volver a la tierra desde la estación espacial internacional, el soldado que había vuelto de Irak, o de cualquier otro conflicto bélico, o el premio de lotería. Las fórmulas son infinitas, pero el objetivo sigue siendo el mismo: convencer a la víctima de que es una elegida y que puede ganar una importante cantidad de dinero a cambio de un pequeño gasto.Pero aunque la popularidad de esta estafa se ha disparado con internet, ni es nueva ni es propia del entorno online. De hecho, las primeras referencias claras a este tipo datan de comienzos del siglo XX, y se conocía entonces como 'la estafa del prisionero español'. En este caso, se pedía a la posible víctima dinero para liberar a un noble que había sido encarcelado en España, país por entonces que encadenaba conflictos, aunque no quiere decir que el origen sea español. El timador, que por entonces, claro, no enviaba emails, sino cartas, aseguraba que no podía revelar la identidad del poderoso detenido, por su seguridad. Pero el sistema es exactamente el mismo que un siglo después con el príncipe africano: si le envías dinero para pagar la fianza y salir de la cárcel, cuando sea libre compensará a quienes le hayan ayudado con generosas recompensas. En algunos casos, hasta llegaban a ofrecer la mano de la hija del encarcelado noble. Costumbres de otra época...Como ahora, una vez que la víctima caía y entregaba el dinero, surgían nuevas complicaciones, que obligaban a entregar más dinero. Así hasta que se cansaba de soltar la pasta, y el timador desaparecía.El origen absoluto de este timo no está nada claro. Ni siquiera los investigadores se ponen de acuerdo. Hay algunos que incluso lo ubican a finales del siglo XVI. Porque siempre ha habido gente ingenua, y siempre ha habido estafadores dispuestos a aprovecharse de ellos.
12/12/2022 • 6 minutes, 32 seconds
El brasileño que quiso ser el más rico del mundo y se arruinó
Eike Batista nació en el estado de Minas Gerais, en Brasil, en el año 1956. Hijo de un empresario metido en el mundo de la política, y con una madre alemana que le inculcó valores como la autoestima o la disciplina, tuvo una infancia cómoda.Estudió en su país de nacimiento, pero por el trabajo de su padre la familia entera tuvo que mudarse a Europa. Primero a Suiza, y después a Alemania, a Düsseldorf. Allí es donde comienza un curso de Ingeniería Metalúrgica. Estudios que combina con un trabajo de vendedor de seguros a puerta fría, para poder tener cierta independencia económica. Una experiencia, siempre ha recordado, que por el estrés que vivió y el aprendizaje adquirido fue clave en su formación.Sin embargo, descubre por las noticias que en el centro de Brasil se está viviendo una auténtica fiebre del oro. Así que decide abandonar los estudios y regresar a su país natal. Negocia con fabricantes de joyas de Sao Paulo y Río de Janeiro, y logra que le den un préstamo para comprar una mina de oro.La inversión es todo un éxito, y gana rápido su primer millón de dólares. En año y medio los ingresos ya alcanzaban los 6 millones. Pero estas operaciones ya nacen rodeadas de polémica, entre acusaciones de contar con información privilegiada, procedentes de su padre, aunque Eike siempre lo ha negado, y nunca pudo demostrarse. Lo que sí está comprobado es que su padre le proporcionó todos los contactos necesarios a lo largo de su carrera, desde inversores internacionales, a gobernadores, a los que podía presentarles sus proyectos.Con los ingresos logrados, y cuando solo tenía 21 años, monta su primera empresa, EBX, dedicada a la extracción de oro. En la década de los 80 la empresa se expande, y cierra asociaciones con gigantes del sector, como, por ejemplo, Río Tinto.También en esa época comienza a introducirse en otros negocios, lanzando diferentes compañías en los sectores de la energía, el petróleo, el gas, la logística, la inmobiliaria o el entretenimiento, entre otras. Profundamente supersticioso, todas las empresas de su imperio incluían la letra X en su nombre, símbolo de la multiplicación.Eike Batista no solo se hace rico, sino que empieza a vivir la fama por todo lo alto. Se casa con Luma de Oliveira, popular reina del carnaval y chica Playboy, con la que acude a las fiestas más importantes. Colecciona coches de lujo. Se compra un avión privado. Y rompe récords con su lancha motora.Y a pesar de todo, en realidad Eike Batista aún tenía sus mayores éxitos por delante. Es a partir de la década de los 2000, coincidiendo además con el auge económico de Brasil, cuando su imperio se dispara. Con todo el dinero acumulado, invierte en la expansión de su empresa petrolera, OGX.La compañía participa en las subastas que organiza la Agencia Nacional del Petróleo, y se hace con la gestión de la explotación del yacimiento petrolero de Tupi. Los expertos consideraban que contaba con reservas para llegar a producir 1,4 millones de barriles diarios. La economía brasileña parecía ajena a la crisis que afectaba a todo el mundo. Y parecía que iba a convertirse en uno de los mayores productores de petróleo de todo el mundo.Con esas perspectivas, el valor de las acciones de la compañía empieza a dispararse. En 2008, Eike Batista ocupa la posición 142 de la lista Forbes, con una fortuna estimada de unos 6.600 millones de dólares. Ahí, empieza a anunciar en público que su objetivo es convertirse en el hombre más rico del mundo. Su fortuna no deja de crecer, y en 2012 alcanza los 30.000 millones de dólares, convirtiéndose en la octava mayor del mundo, y la más grande de Sudamérica. Es entonces cuando, en un encuentro con Carlos Slim, por entonces el más rico del mundo, le anuncia que pronto le va a superar en la lista.En aquella época Eike Batista era una de las personas más relevantes de Brasil, por su riqueza y su poder, tan solo superado por la presidenta Dilma Rousseff. Todos los políticos y empresarios querían hacerse fotos con él. Era el ejemplo de la pujanza de la economía brasileña. Presumía en redes sociales de sus logros, y lanzaban consejos para los emprendedores que estaban empezando.Nadie podía presagiar lo que iba a ocurrir en tan solo unos meses. OGX anuncia que no va a poder cumplir con los objetivos marcados en cuanto a la producción petrolera. Aparecen las dudas sobre el grupo, la economía brasileña se ralentiza, y los inversores huyen. En un año, el valor de las acciones de la empresa se hundió un 96%.Gravemente endeudado, confirma que no va a poder pagar ni a sus tenedores de bonos ni a sus proveedores, a pesar de que vendió sus yates, sus empresas y parte de sus propiedades. Impaga un bono de 45.000 millones de dólares, el mayor de una empresa en la historia de Latinoamérica. Y, finalmente, la empresa quiebra.Por si fuera poco, en el marco de una gigantesca operación policial sobre la corrupción de los políticos en Brasil, descubren que Batista había sobornado al gobernador de Río de Janeiro para obtener contratos públicos. Le había pagado más de 16 millones de dólares. Un juez ordena la detención del empresario cuando este está en Nueva York. Cuando todo el mundo especulaba con una huida, reserva un vuelo a Brasil y se entrega.Es la segunda vez en la historia que un millonario que ocupa uno de los diez primeros puestos de la lista Forbes es detenido. El primero fue el narcotraficante Pablo Escolar.A pesar de su fama, le retienen en una celda común, con otros delincuentes. Al no haber completado su formación universitaria, no tenía derecho a una celda especial.Acusado de corrupción, blanqueo de capitales y manipulación del mercado bursátil con información falsa, combina penas que suman 123 años de cárcel. Y de su fortuna solo quedan restos.
12/5/2022 • 7 minutes, 45 seconds
El albañil que casi arruina al mayor banco del mundo
Empezó con pequeños hurtos para paliar el hambre en los años 40. Después, siguió con el contrabando en la frontera con Francia. Fue más tarde cuando, ya exiliado, llegaron los atracos a mano armada a bancos y los secuestros. Y de ahí pasó a delitos ajenos a la violencia y mucho más eficaces: falsificaciones de nóminas, monedas y todo tipo de cheques.Este fue el camino que siguió el albañil navarro Lucio Urtubia, antes de dar su gran golpe: la estafa al banco más grande del mundo. Entre finales de los años 70 y principios de los 80, llegó a robar al First National City Bank, hoy Citibank, unos 20 millones de dólares. Equivalía al beneficio anual de la entidad por aquella época.¿Cómo lo hacía? Con el cobro masivo de cheques de viaje falsificados, en colaboración con el grupo de antisistemas que lideraba desde su exilio en Francia. Los travelers checks son unos talones con importes prefijados, que se pueden adquirir en la sucursal de un banco, y después ser cobrados en otra de cualquier parte del mundo en la que esté presente la entidad, o en la que cuente con una oficina asociada.Es un sistema que está prácticamente en desuso, porque la aparición de otros métodos de pago ha anulado sus ventajas. La principal, la seguridad que suponía que estos cheques solo pudieran ser cobrados una vez y solo por sus dueños, pero también que se pudiera convertir en la divisa del destino donde se intercambiaban.La presencia del First National City Bank en numerosos países hacía que sus cheques de viaje fueran de los más codiciados mundialmente en los 70. El problema para el banco es que la seguridad que estos talones ofrecían a los clientes era, a la vez, un agujero negro para la propia entidad si eran falsificados.Lucio Urtubia compró cheques de viajes legales con documentación falsa, y después los imitó. La metodología de la estafa consistía en repartir esas falsificaciones por todo el mundo, para que fuesen cobradas a la vez, antes de que dichos talones figurasen como invalidados en los registros del banco. Si hubiesen sido robados en vez de comprados e imitados, hubiera sido imposible cobrarlos.Repitió esta operación hasta que fue encarcelado: el navarro acabó con sus huesos en la tétrica prisión de La Santé, en París, allá por 1980. El problema es que, a pesar de estar detenido, a Citibank seguían robándole dinero. La estafa estaba tan bien ejecutada y las imitaciones eran tan sofisticadas, que la sangría de dinero continuaba.La credibilidad del banco estaba tan afectada que Citibank acabó llegando a un acuerdo extrajudicial con Lucio: retiró los cargos contra él a cambio de que pusiera fin a la estafa.Como explica el dibujante Belatz, que contó esta historia en el cómic 'El Tesoro de Lucio', "no existen prácticamente referencias en prensa, ni se conocen las cantidades exactas que fueron robadas porque ninguna de las partes estaba interesada en publicitar lo que pasó".¿Qué llevó a Lucio a cometer estas estafas? Villano para unos y 'Robin Hood' para otros, sus robos estaban motivados por la pobreza, el antifranquismo y su concepción antisistema de la justicia social. De hecho, el prefiere llamar a sus actividades como "expropiaciones", porque, según defendía, sus botines eran repartidos entre las causas con las que simpatizaban él y sus compañeros en todo el mundo.Lucio Urtubia, fallecido en 2020, y que siempre se presentó como albañil, puso contra las cuerdas al mayor banco del mundo.
11/28/2022 • 5 minutes, 43 seconds
Cuando Nueva York fue el mayor activo tóxico
La tarde del 17 de octubre de 1975, la ciudad de Nueva York, la capital del mundo, estuvo a punto de transformarse en un inmenso agujero negro, capaz de engullir a toda la economía de EEUU y al sistema financiero mundial. New York City rozó la quiebra y casi desata una crisis sistémica, a nivel mundial.Había pánico real en los mercados. El Dow Jones se había desplomado un 10% en el arranque de la sesión del día anterior. El oro estaba disparado, como refugio para los inversores. Y la renta fija, prácticamente, llevaba días colapsada. No había manera de que el mercado de bonos funcionara con normalidad, sobre todo, la deuda de otras ciudades americanas.La supervivencia de alrededor de una centena de bancos dependía de la viabilidad de la ciudad, pero en cualquier rincón del mundo, una entidad financiera podía poseer bonos tóxicos de la ciudad. Los bonos neoyorquinos habían pasado de manos en manos, como un activo seguro, cuando eran auténtica basura. El hundimiento de Nueva York se había convertido en el Lehman Brothers de los setenta. Como en la crisis financiera de 2008, todo el mundo tenía activos inmobiliarios tóxicos en cartera y los únicos que lo sabían eran los bancos que habían esparcido… el problema.La historia se repite siempre y la economía siempre tiene un ejemplo de ello. Nueva York se había convertido en un Too Big to Fail, para todas las partes implicadas; desde la Casa Blanca a los propios maestros de la ciudad, pero del que nadie quería responsabilizarse de una montaña de deuda de 11.000 millones de dólares.La bomba de relojería de la deuda le estalló en las manos al alcalde Abraham Beame, en su segundo año de mandato. Al político demócrata no debió cogerle por sorpresa la situación. Había sido jefe de presupuestos del Ayuntamiento durante más de diez años, siendo testigo directo del declive de la ciudad. Delante de sus ojos, había visto como se enjuagaban los presupuestos anuales, y había permitido que los fondos de pensiones de trabajadores de la ciudad taparan los agujeros para que autobuses y metro pagaran nóminas y siguieran prestando servicio. Para más inri, la formación y sus primeros trabajos profesionales de Beame los realizó como contable. “Abe Beame es contable, pero es difícil entender cómo consiguió el título”, solía decir su sucesor en la Alcaldía, Ed Koch.Lo peor era que el desmadre financiero de Nueva York venía de lejos y estaba a la vista de todo el mundo. Y por ello, el presidente de EEUU, Gerard Ford, se negaba intervenir y salvar a la ciudad. The New Yorker recoge la versión del secretario de prensa del presidente: “La situación de Nueva York no es un desastre natural o un acto de Dios, es un acto autoinfligido por las personas que han estado dirigiendo la ciudad”.La gestión del major estaba siendo un desastre pese a que la situación ya era crítica. Los bonos municipales estaban en caída libre. Beame anunció congelación de salario, contrataciones y despidos, en el mes de febrero. En el trimestre posterior, el Ayuntamiento realizó 13.000 contratos y los despidos se quedaron solo en 436, cuando se había prometido un ajuste de plantilla de 8.000 trabajadores. Los inversores no iban a volver a creer en Nueva York.
11/21/2022 • 16 minutes, 49 seconds
La estúpida idea americana para luchar contra la inflación
En 1974, el trigésimo octavo presidente de EEUU, en un solemne discurso a la nación, declaró la guerra a la inflación y la calificó como el número uno de los enemigos públicos del país. Gerald Ford, el hombre de paja de Nixon, tenía un plan y no se iba a quedar solo en palabras. Lanzó una de las mayores campañas de marketing político de la historia para doblegar los precios. Por supuesto, terminó en fracaso.La inflación en EEUU, por primera vez desde la II Guerra Mundial, superó el 12%, el paro comenzaba a golpear a las familias y la economía estaba inclinada sin remedio hacia una dura recesión. Las consecuencias del embargo petrolero de los países árabes de 1973 todavía hacían cimbrear los cimientos de la primera economía del mundo.Los problemas económicos habían dado carpetazo a la Guerra de Vietnam. La expansión del comunismo pasó a un segundo plano. Y la subida de precio era la principal preocupación de las familias estadounidenses. Gerald Ford llegó a la presidencia de EEUU en agosto de 1974, en plan paracaidista, tras la salida por la puerta de atrás de la Casa Blanca de Richard Nixon, por un asuntillo de espionaje, que ha pasado a la historia, como el caso Watergate.El nuevo presidente necesitaba un golpe de efecto, para romper con las malas noticias económicas. Todo el equipo de Ford estaba volcado en presentar un paquete de medidas anti-inflación. Dos meses después de asumir su nuevo cargo ya tenía un plan económico y, lo que es mucho mejor, un eslogan político espectacular. Su estrategia política iba a recaer sobre la campaña WIN (Whip Inflation Now), algo así como “azota la inflación ahora”, en sentido literal, y, algo así como el Yes, We can de Obama, para el spin doctor de turno del ala oeste de la Casa Blanca de 1974.Los asesores de comunicación y los publicistas de la época se pirraban por un acrónimo resultón. En el plan de Ford, había alguna medida seria, con el claro objetivo de contener el gasto de las familias y empresas para doblegar la dichosa inflación. Hablamos de subidas de impuestos para compañías y grandes fortunas. Así como recortes obligatorios en las importaciones de petróleo, decisiones dolorosas para un republicano, pero todo valía para luchar contra el monstruo de los precios. Pero el protagonismo se lo iba a llevar el espíritu WIN.
11/14/2022 • 17 minutes, 1 second
El fraile español que encontró Nevada
Francisco Tomás Hermenegildo Garcés fue un fraile que nació en Aragón en 1738. Profundamente religioso, solicitó unirse a las misiones americanas para propagar el catolicismo por el nuevo continente. Allí, y tras recorrer 2.500 kilómetros, llega en 1768 a la misión de San Javier del Bac, ubicada en un lugar cercano a lo que hoy es Tucson, Arizona. Su objetivo allí era continuar con la cristianización de las numerosas tribus indias que había en la zona, algunas de carácter amistosas, pero otras muy beligerantes, como los apaches.Con gran inquietud exploradora, y tras sufrir varios ataques en la misión, Garcés decide ir más allá de su misión, recorriendo territorios que nunca habían sido pisados por un europeo, buscando nuevas gentes a las que evangelizar. En este camino, e investigando nuevas rutas para unir Sonora con Alta California, se adentra en el desierto de Mojave, y siguiendo esta ruta hacia el Oeste, pone pies por primera vez en lo que hoy es Nevada.Aunque no se sabe con exactitud la ruta que siguió, lo que descubre es un territorio agreste, con un calor insoportable, en la que con el apoyo de las autoridades españolas decide crear dos misiones: La Concepción y San Pedro y San Pablo de Bicuñer. La hostilidad india provoca que estos dos pueblos no salgan adelante, pero sirve para establecer una ruta clave para que misioneros, soldados y colonos lleguen a California. Allí, las misiones y presidios se multiplican a un ritmo y con una estabilidad que no habían conocido antes.El propio Garcés es el encargado de ponerle nombre al territorio, al que llama Nevada al estar limitado al oeste por la Sierra Nevada californiana.Pese a todo, la región pronto deja de estar en manos españolas. El recién independizado México toma su control en 1823, pero mostraron poco interés por su colonización, debido a su clima desértico que no facilitaba la agricultura. Nevada continuó durante décadas estando habitada solo por nativos locales.Estados Unidos derrota a México en 1848, y como consecuencia, se hace con el control de toda la región de Nevada. Ellos sí empezaron a colonizar poco a poco la región. Se crearon varios asentamientos urbanos, cuya principal misión era abastecer a las personas que iban al oeste americano en busca de oportunidades.Nevada empieza a crecer en 1859, cuando se encuentran importantes yacimientos de plata, y algunos menores de oro, en la región de Virginia City, el primer asentamiento importante. Miles de personas llegaron a la región, tanto desde el este de Estados Unidos como de la propia California. La población pasó de unos pocos de centenares en 1850 a casi 7.000 una década después.En 1864, en plena Guerra de Secesión, Nevada se convierte en el Estado número 36 de Estados Unidos. Este reconocimiento fue un poco irregular, porque no cumplía con todas las condiciones que establecía la Constitución para ser elevado a Estado, pero Lincoln y el Congreso hicieron la vista gorda en su búsqueda de nuevos apoyos.La aparición de nuevos yacimientos minerales es lo que impulsa la economía de la región durante la segunda mitad del siglo XIX y los inicios del XX. Pero es en esa época, en concreto en 1905, cuando se produce un momento clave para la región. Entonces no lo sabían, pero estaban modificando la economía de la ciudad para siempre.El senador Clark era dueño de un ferrocarril que iba de Salt Lake City a Los Ángeles. Ante las necesidades de agua que requerían las locomotoras a vapor de la época, unidas a las reparaciones que necesitaban los trenes, llevan al empresario a establecer una parada en Las Vegas. Se trataba de un oasis en medio del desierto, que había logrado cierta relevancia como pausa entre las personas que se dirigían al oeste.Con la llegada del tren, el número de habitantes en la ciudad se multiplica, y se establece un pueblo ya, que dependía al 100% del ferrocarril. Esto provocaba que fuera un pueblo que se mantenía activo 24 horas al día, porque tenían que estar disponibles para el tren y para los viajeros. Su ubicación en medio del desierto, y la lejanía con otros grandes núcleos de población, hacía que en Las Vegas vivieran un poco a su antojo. A pesar de que el juego y el licor estaban prohibidos a nivel estatal, allí seguían estando disponibles. Había pequeños casinos, y nadie hacía nada por cerrarlos, porque a nadie le importaban. Y a los visitantes les encantaban.Con estos ingredientes, la ciudad seguía creciendo, pero más allá de los divertimentos alegales, la vida en Las Vegas no era fácil. Había pocas infraestructuras, ni siquiera había calles asfaltadas, y el calor en verano era criminal. El impulso llega a finales de la década de los 20, cuando el crac del 29 lastra la economía de todo el país, pero Nevada mantiene cierta tranquilidad, porque se está llevando a cabo uno de los mayores proyectos de ingeniería de la historia: la construcción de la presa Hoover, para embalsar el río Colorado.Con el país en crisis, llegan a Las Vegas miles de personas de todo el mundo, en busca de empleo y oportunidades. Era una obra tan impresionante que incluso llegaban los primeros turistas, que querían verla de cerca. Y aprovechaban para pasar la noche en Las Vegas, donde ya se veían las primeras luces de neón.En 1931, con la obra ya en marcha, se aprueban dos leyes que acabaron siendo fundamentales para Las Vegas y para todo el Estado: la del divorcio y la que legalizaba el juego. Fue el impulso definitivo para el turismo, que llegaba en masa a disfrutar de todo tipo de vicios.¿Quién más llega a la ciudad con los turistas? Los mafiosos. Nos guste o no, el crimen organizado jugó un papel fundamental para la rapidísima expansión de la ciudad. Su dinero, su sucio dinero, es el que impulsa la construcción de grandes y llamativos casinos. Como el Flamingo, el primero de todos, impulsado por el gánster Bugsy Siegel.El siguiente gran paso llega tras la segunda Guerra Mundial, cuando los hoteles se revisten de lujo. Y la ciudad se convierte en sinónimo de entretenimiento. Y con la caída de Fulgencio Batista en Cuba se produce otro gran impulso, ya que los empresarios estadounidenses ligados al presidente redirigen todas sus inversiones a Las Vegas.La música se establece como otro pilar fundamental para consolidar el turismo como principal modelo de negocio. Los casinos contratan a grandes estrellas de la época para que den conciertos exclusivos en sus negocios. Por allí pasan Elvis Presley, Sinatra, Jerry Lewis... Una tradición que llega hasta nuestros días.A pesar de que la economía se ha diversificado, y que la construcción y la industria manufacturera cada vez tienen más peso, el turismo se ha consolidado como la principal fuente de ingresos de la región.Esa dependencia del turismo ha lastrado las cuentas de Nevada en varias ocasiones, como en la crisis de 2008, o durante la pandemia, donde los indicadores económicos del Estado estaban entre los peores del país.No es el caso actual. Tras la crisis de la Covid la economía se ha recuperado con fuerza, a lomos del juego, lo que ha permitido a Nevada registrar en 2021 su récord de ingresos, con 13.500 millones de dólares procedentes de la actividad de los casinos. Las reinas siguen siendo las máquinas tragaperras, seguidas a gran distancia de las ruletas.El optimismo baña Nevada, pues a la resistencia que ha demostrado la industria del juego aún hay que sumarle la recuperación de los negocios y los viajes internacionales, que aún tienen margen de crecimiento. La casa siempre gana.
11/7/2022 • 9 minutes, 56 seconds
Allen Stanford, el estafador que arruinó una isla
La única forma de estafar 7.000 millones de dólares, ser detenido y condenado, y pasar desapercibido, es que el caso coincida en el tiempo con uno aún mayor. Por suerte o por desgracia, es lo que le pasó a Allen Stanford, autor del segundo mayor fraude del siglo... pero que se vio eclipsado por Bernie Madoff, descubierto y detenido pocas semanas antes.Aunque hay ciertos paralelismos entre ambos casos, e incluso llegaron a apodar a Stanford como 'el pequeño Madoff', ya que compartieron el esquema Ponzi o estafa piramidal, pero hay importantes diferencias entre ambos, sobre todo en lo relativo a las víctimas de los engaños.Allen Stanford nació en 1950 en Mexia, un pequeño pueblo de Texas, en el que su padre llegó a ser alcalde y concejal durante décadas. Se graduó en Finanzas en la Universidad de Baylor, con notas destacadas. Fue en la propia Waco donde inició su carrera como empresario, al abrir un gimnasio, aunque fue un auténtico fracaso.Es en los 80 cuando sienta las bases de su fortuna. Gestiona junto con su padre Stanford Finance, una empresa de seguros fundada por su abuelo en 1932. Sin embargo, su actividad ya no tenía nada que ver con la original, ya que se dedicaba a la especulación inmobiliaria. Cuando a principios de la década estalla la burbuja del petróleo de Texas, la ciudad de Houston entra en crisis, y los precios de los pisos y las casas se hunden. Y los Stanford se ponen a comprar viviendas. Y cuando a los pocos años el mercado inmobiliario se recupera las venden, logrando importantísimos beneficios.En 1993 su padre se jubila, y Allen toma el control de la compañía, que ya contaba con más de 500 empleados. Para entonces ya estaba viviendo en el Caribe. Primero se instaló en Montserrat, donde fundó el Guardian International Bank, con la riqueza lograda en el mercado inmobiliario. Después se traslada a Antigua, y rebautiza el banco como Stanford International Bank, ya como filial de Stanford Finance.Los negocios funcionan. Desde su privilegiada ubicación caribeña, captaba clientes de todo el mundo. Como resultado, en pocos años se convirtió en una de las personas más ricas del mundo, como reconocía la lista Forbes, que le atribuía una fortuna de más de 2.000 millones de dólares.Además, era aficionado a la ostentación. Tenía casas impresionantes en Antigua, St. Croix o Texas, y hasta un castillo en Florida. Le gustaba rodearse de celebridades de todo pelaje. Logró importante fama como patrocinador de eventos deportivos, destacando sobre todo su apuesta por el cricket, donde se convirtió en una de las figuras más relevantes.En Antigua llegó a ser una de las personas más importantes y respetadas. Financiaba a los partidos políticos locales, con prácticas que rozaban, si no cruzaban, los límites de la corrupción, y llegaron a nombrarle caballero. Las autoridades se pegaban por salir con él en las fotos.Pero de repente, el castillo empieza a desmoronarse, precisamente con la caída de Madoff. El imperio de Stanford nunca había estado libre de sospechas, pero es cuando cae el más famoso de los estafadores del siglo cuando de repente las autoridades empiezan a vigilar más de cerca. Primero, preguntando si sus cuentas se habían visto afectadas por la caída de Madoff. Y después, empezando a estudiarlas más de cerca.En febrero de 2009, se descubre que la SEC, el FBI, la Oficina de Regulación Financiera de Florida y la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera están investigando Stanford Financial Group. Le acusan de estar ofreciendo a sus inversores rendimientos que estaban muy por encima del mercado. Un antiguo ejecutivo de la compañía confiesa que Stanford se había inventado con gran detalle todo un historial de rentabilidades, con los que lograba impresionar a los inversores. Las autoridades calificaron las promesas de rendimiento de inverosímiles.Estos creían que su dinero estaba depositado en activos líquidos, estudiados por más de 20 analistas de solvencia, y supervisados por las autoridades de Antigua. La realidad es que todo el dinero estaba en activos ilíquidos, que más del 90% no estaba bajo ninguna supervisión, y que en realidad era el propio Allen Stanford y su director financiero, James Davis, los únicos que decidían sobre el destino del dinero.En una escena de película, los agentes federales asaltaron las oficinas de Stanford Financial en Houston el 17 de febrero de 2009, acusando a los responsables de la compañía de fraude continuo masivo. Los activos de todo el grupo fueron congelados, y Allen Stanford fue obligado a entregar su pasaporte.El mismo día en el que estalla el caso, Stanford trata de huir del país en un vuelo privado, un plan que fracasa porque trata de pagar el viaje con una tarjeta de crédito, y la empresa solo aceptaba transferencias. Dos días después, es localizado por el FBI en casa de su novia. Finalmente, en junio es detenido y su pasaporte confiscado.La SEC le acusa formalmente, a él y a sus cómplices, de operar un esquema Ponzi masivo, apropiándose indebidamente de miles de millones de dólares, y falsificando los registros de la empresa para ocultar el fraude.Stanford, que inicialmente se declara inocente, empieza un auténtico teatrillo para tratar de esquivar el juicio. Primero, pide que le ingresen en el hospital por un ataque al corazón. Después, otro preso le da una paliza en la cárcel, y acaba finalmente hospitalizado, aunque los médicos rebajan la gravedad de las lesiones.En marzo el inspector general de la SEC, David Kotz, emite un informe en el que asegura que no han podido descubrir el esquema Ponzi de Stanford Financial. Pero la investigación despierta tantas dudas, que sustituyen a Kotz. Se descubre que tenía un importante conflicto de intereses por la relación personal que tenía con uno de los abogados del caso.La defensa de Stanford insiste en que su cliente no puede ser juzgado, porque las lesiones sufridas por la paliza en la cárcel le han provocado amnesia, pero el juez federal, finalmente, considera que está capacitado para ser juzgado.Finalmente, tres años después de iniciar el proceso, fue juzgado y condenado a 110 años de prisión, acusado de una estafa de 7.000 millones de dólares, con un esquema piramidal con el que engañó a más de 30.000 clientes de todo el mundo, prometiendo falsos rendimientos. Entre otros delitos, también se le acusó de obstrucción a las autoridades y de blanqueo de dinero.A diferencia de Madoff, muy focalizado en inversores famosos y grandes organizaciones, muchas de las víctimas de Stanford eran jubilados y trabajadores de clase media, a los que se les prometieron inversiones seguras, y que perdieron todos sus ahorros con en este fraude.La caída de Stanford tuvo un efecto cadena terrible en la isla de Antigua. Su presencia se hizo notar desde su misma llegada, ya que reconstruyó, por ejemplo, los terrenos que rodean al aeropuerto, construyendo los edificios de la empresa. Logró atraer a visitantes de alto nivel, potenciales clientes de la compañía. Además, era el principal empleador de la isla, directa e indirectamente.Pagaba salarios similares a los de los países desarrollados, lo que permitía a sus empleados un alto nivel de vida, y tener a su vez contratados a otros trabajadores en casa: jardineros, mayordomos, ayudantes... Y con la caída de la empresa se vieron obligados a despedirlos.En un país con 85.000 habitantes, miles de personas perdieron su empleo de un día para otro. En plena crisis financiera global, el golpe para Antigua fue mucho mayor. Miles de ciudadanos se vieron obligados a emigrar a Estados Unidos o Canadá. Y pese a todo, el recuerdo de Stanford en la isla sigue siendo positivo.Hasta ahora, las autoridades han sido capaces de recuperar 1.000 millones, que han sido devueltos a los inversores, aunque la mayoría no va a recuperar nada. Allen Stanford está preso en la cárcel Coleman II de Florida, y su fecha de liberación está fijada para el año 2103.
10/31/2022 • 10 minutes, 10 seconds
La empresa más antigua del mundo
Lanzar una empresa en España no es fácil. Lo más normal es que cierre antes de cumplir cinco años, una edad que no alcanzan ni la mitad. La esperanza media de vida cuando nacen es de 11 años. Cifras todas inferiores a las registradas en el resto de la Unión Europea. Así se entiende, claro, que solo 41 compañías españolas se hayan fundado antes del siglo XX.Pasa en España, pero es un comportamiento general en casi cualquier país. Con algunas excepciones, principalmente asiáticas. Y por encima de todas las excepciones, Japón, un país de tradiciones ancestrales, que cuenta, no con una, sino con varias empresas milenarias. De hecho, 4 de las 5 compañías en activo más antiguas del mundo son niponas. Y tiene más de 20.000 compañías con más de un siglo de vida.Y por encima de todas destaca Kongo Gumi, la empresa más antigua del mundo. Corría el año 578 -por poner en perspectiva, un siglo más tarde de la caída del Imperio Romano-, cuando Shigetsu Kongō ponía en marcha esta empresa, dedicada a algo tan universal como la construcción. Pero no a cualquier tipo de construcción, sino a la construcción, y después al mantenimiento, de templos budistas.Todo comienza cuando el príncipe Shotoku Taishi, un adolescente, encarga la construcción del primer templo budista en Japón, en la actual Osaka. En un país donde la religión predominante era el sintoísmo, no había carpinteros, arquitectos o artesanos especializados en este tipo de edificaciones. Así, deben ir a Corea, donde contrata a tres expertos en la materia. Uno de ellos es el propio Shigetsu Kongō.Este equipo llegado de Corea fue el encargado de construir el famoso y espectacular templo de Shitennō-ji, el primero construido en suelo nipón. Kongo Gumi, durante sus primeras décadas de vida, se dedicó en exclusiva al mantenimiento y la preservación de este templo.Su construcción finalizó en el año 593, y ha sobrevidido hasta nuestros días. Aunque a lo largo de su historia ha sido víctima de numerosas catástrofes y accidentes, que han hecho que tuviera que ser reparado o reconstruido varias veces. Su imagen actual data del año 1963, cuando se le hizo la última gran intervención, tras ser destruido por un tifón.La rápida expansión del budismo por todo el país, la fama alcanzada por la belleza de Shitennō-ji, el apoyo imperial y el prestigio que le daba el hecho de ser los pioneros, les abrieron numerosas oportunidades de negocio. Así, en los siguientes siglos se encargan igualmente de la construcción de los templos de Hōryū-ji (607) y Koyasan (816).Kongo Gumi era una empresa familiar. Los 40 presidentes que ha tenido la compañía en sus más de 1.400 años de historia son todos descendientes de Shigetsu Kongō, o cónyuges de los mismos. Pero con una particularidad, el cargo no lo heredaba el hijo mayor, como era tradición, sino que se le entregaba al más preparado de todos.Por supuesto, una empresa de tal longevidad también ha pasado por crisis, algunas de las cuales llegaron a amenazar su supervivencia. Una de las más graves llega en 1868, con la revolución Meiji y su persecución al budismo, en el que incluso llegan a destruirse algunos templos. Kongo Gumi se queda así sin una de sus principales fuentes de ingresos.Para superar esta crisis, la compañía decide diversificar su negocio, y comienza entonces a construir otro tipo de edificios, como casas tradicionales o oficinas, adaptándose a la revolución industrial que empezaba a llegar a Japón, y que estaba impulsada por los Meiji.Las dificultades que viven en ese periodo llevan a Yoshisada Kongo, el 32º líder de la empresa, a escribir 16 reglas, 16 principios básicos, basados en su glorioso pasado, que sirvan como guía en el futuro. Estos van desde normas formales, sobre cómo vestir, cómo tratar a los clientes o cuánto beber; a metodológicas, como el control de calidad o la importancia de presentar presupuestos honestos; o de formación, especificando los pasos a seguir para convertirse en maestro artesano, o fijando la importancia de la lectura y el aprendizaje de la aritmética.Con la gran recesión sufren otro momento muy complicado. El líder Haruichi Kongo se suicida, al no poder cumplir con los objetivos marcados, en un ritual ante las tumbas de sus antepasados. Le sustituye en el cargo su viuda, Yoshei Kongo, la primera y única mujer que ha dirigido la empresa en su milenaria trayectoria, que logra remontar la situación apostando por la construcción de ataúdes de madera. Con la II Guerra Mundial, el negocio estuvo asegurado.Pero la crisis que de verdad puso contra las cuerdas a la compañía llegó a finales del siglo XX. Por un lado, por la burbuja inmobiliaria de los años 80, que le llevó a alcanzar un elevado nivel de deuda, por todo el dinero que había pedido prestado para invertir en ladrillo. Y por otro, por los cambios sociales y la mayor laicidad que han llegado a Japón, que han provocado una caída dramática de los donativos que recibían los templos budistas.La empresa sufre una situación económica muy complicada, que provoca que deba ser adquirida por Takamatsu, una constructora japonesa de mayor tamaño, en 2006. En este momento surge cierta polémica. Hay que considera que con este movimiento se pone fin a la historia de la empresa, dejando de ser la más antigua en activo, a pesar de seguir trabajando; mientras que otros consideran que aunque esté bajo el paraguas de otra marca, sigue viva.Mientras tanto, la legendaria empresa ha vuelto a especializarse en edificios religiosos, con la artesanía y la calidad como principios básicos. Sin embargo, en vez de vivir de los encargos del Gobierno, ahora apuesta por promover activamente nuevos proyectos de construcción y restauración.Los días 1 y 15 de cada mes, los empleados de Kongo Gumi siguen reuniéndose para rezar una pequeña oración en honor del príncipe Shotoku, para agradecerle cómo empezó todo.
10/24/2022 • 8 minutes, 30 seconds
Bic, el imperio del boli
Pocos objetos hay más universales que el bolígrafo. La pregunta no es "¿quién no tiene uno en su casa?", sino "¿quién no tiene un montón de ellos en su casa?". Da igual la evolución de la tecnología, el hecho de que cada vez escribamos más a ordenador y menos a mano, incluso desde edades cada vez más tempranas. Da igual todo, los bolís siguen siendo básicos. Y si hablamos de bolígrafos, es inevitable hablar de la marca francesa BIC. Es la empresas que más vende del mundo. Y su nacimiento está íntimamente ligado con la propia invención del bolígrafo. Con la invención, o con su patente, porque el origen del bolígrafo, que luego BIC popularizó, es polémico y confuso.Hay que remontarse a finales de siglo XIX, cuando John Loud, un curtidor de pieles norteamericano, patentó un invento que consistía en un tubo de tinta con una bola en un extremo para escribir, y dos adicionales de apoyo, para que no se atascase. Era muy rudimentario, pensado sobre todo para marcar superficies ásperas, como madera, piel, papel rugoso... Era muy difícil de fabricar, y Loud nunca llegó a comercializarlo, por lo que la patente caducó sin llegar a trascender demasiado.En las siguientes décadas, siguiendo esta misma estructura de bolas, se presentaron numerosas patentes en diversos lugares de todo el mundo, pero ninguna cuajó ni alcanzó el éxito. Pasó bastante tiempo, hasta los años 30 del pasado siglo, para que alguien lograra desarrollar la idea con éxito. Fue obra del húngaro Laszlo Jozsef Biro, aunque el proceso no fue fácil. Era un auténtico inventor en serie, con más de 30 patentes registradas en su vida. Era zurdo, y estaba cansado de escribir a pluma, porque se manchaba con la tinta mientras iba redactando. Por lo que desarrolló un instrumento de escritura con la bola en el extremo del cilintro para la tinta. La gran diferencia con el diseño de Loud es que el conducto era de muy poco diámetro, lo que facilitaba la capilaridad de la tinta. Además, junto con su hermano, químico, desarrollaron una tinta muy viscosa que evitaba los derrames y la evaporación, y que además se secaba rápidamente.La idea, pese a todo, no logró arrancar en un principio. El diseño no convenció ni a fabricantes ni a la banca, que debía financiar el desarrollo. La casualidad hizo que en un viaje de trabajo, porque Biro también era periodista, se encontrase con el expresidente de Argentina, Agustín Justo, al que sí que impresionó su invento. Tanto que les invitó a irse a su país, para montar allí una fábrica.Los hermanos en un primer momento rechazaron la idea, porque consideraban que no se les había perdido nada allí. Pero siendo judíos, y con el nazismo expandiéndose por Europa, se lo pensaron mejor y allá que se fueron para Argentina. En el viaje les acompañó su socio y financiero habitual, Johann Georg Meyne.Ya en Argentina hacen dos cosas: castellanizan sus nombres, convirtiéndose en Ladislao José Biro, Jorge Biro y Juan Jorge Meyne; y fundan la empresas Biro-Mayne-Biro. En 1943 patentan su invento, al que llaman birome, que es como sigue conociéndose al bolígrafo en muchos países sudamericanos.Poco después, vendió los derechos para Estados Unidos a las compañías Eversharp y Eberhard Faber, por 2 millones de dólares. Se convirtió en un éxito de ventas en Norteamérica. Pero el gran salto llegó en 1951. Aquel año, le vendieron los derechos de comercialización en Europa a Marcel Bich y Édouard Buffard. Estos dos empresarios franceses habían fundado en 1944 una empresa llamada Societe PPA, dedicada a los instrumentos de escritura. Bich mejora el diseño de Biro, solucionando dos problemas: el exceso de manchas que generaba y el rápido secado de la tinta. En 1953 empiezan a comercializarlo, bajo la marca BIC. Y nace la leyenda: se convirtió en la herramienta de escritura con tinta más popular.
10/17/2022 • 10 minutes, 19 seconds
Economía, el Nobel que no es un Nobel
La Real Academia Sueca de las Ciencias anuncia este lunes quién o quiénes son los galardonados este año con el Premio Nobel de Economía. O, mejor dicho, con el Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel. Ese es su verdadero nombre, y es que este reconocimiento no tiene nada que ver con el ilustre magnate sueco. Empecemos por el principio. ¿Quién fue Alfred Nobel? Nació en 1833 en Estocolmo. Su familia era descendiente de Olof Rudbeck, el ingeniero más conocido en Suecia en el siglo XVII, época en la que el país era una de las mayores potencias al norte de Europa. Su padre, Immanuel Nobel, era también ingeniero e inventor. Pero su negocio tuvo pérdidas el año en que Alfred nació, por lo que emigró a Finlandia y Rusia dejando a su mujer y a sus hijos en Suecia. El tiempo pasó y el negocio de Inmanuel en San Petesburgo fue bien, por lo que el resto de la familia se mudó con él en 1842. Fue en Rusia donde los cuatro hermanos Nobel recibieron una educación de primera clase, con tutores privados. Es por ello que a los 17 años Alfred ya sabía hablar y escribir en sueco, ruso, francés, inglés y alemán, según relata la Fundación Nobel en su web. Más tarde, Alfred estudió en París para convertirse en ingeniero químico. Allí trabajó en un laboratorio en el que conoció al también químico Ascanio Sobrero. Fue con él con quien descubrió la nitroglicerina, un líquido altamente explosivo, que se consideró demasiado peligroso para ser de utilidad práctica. Sin embargo, el sueco no cesó en su empeño de desarrollarlo como un explosivo comercial, aunque no fue fácil: en uno de sus experimentos murieron varias personas y otras tantas resultaron heridas. Emil, el hermano pequeño de Alfred, fue uno de los afectados. Aún así, el científico continuó con su investigación, y en 1866 hizo el descubrimiento por el que pasó a la Historia y que él mismo llamó dinamita. En concreto, Alfred Nobel descubrió que mezclando la nitroglicerina con diatomita podía formar varillas que podían insertarse en agujeros de perforación. Patentó este invento, y no fue el único: cuando murió en 1896 tenía 355 patentes a su nombre. Los inventos de Nobel ayudaron a reducir los costes en la construcción. Por ello la demanda de estos fue elevada, lo que le permitió tener fábricas en más de 20 países, a las que viajaba a menudo. De hecho, se le llegó a describir en las crónicas de la época como "el vagabundo más rico de Europa". Alfred cosechó así una fortuna considerable. Lo que no tuvo fue hijos. Y en su testamento mostró una última voluntad clara: que gran parte de su patrimonio se destinara a conceder premios a quienes hubieran hecho lo mejor por la humanidad en el campo de la física, la química, la fisiología o la medicina, la literatura y la paz. Dicho de otra manera: el legado de Alfred Nobel no decía nada de premiar investigaciones o avances en materia económica. Esto explica que los premios Nobel 'originales' se entregaron por primera vez en 1901 y el de Ciencias Económicas casi siete décadas después. Pero ¿por qué se creó este último si el químico no lo puso en su testamento? Pues bien, la idea fue del Riksbank, el banco central de Suecia, que para celebrar su tricentenario en 1968 hizo una donación a la Fundación Nobel para crear el icónico galardón. El Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel nació, oficialmente, en diciembre del 68, cuando la corona sueca aprobó los estatutos que recogen sus características y requisitos. Entre otras cosas, estipulan que la Real Academia Sueca de las Ciencias es la encargada de decidir los ganadores, máximo tres por año, basándose en las mismas normas que rigen la concesión de los Premios Nobel 'verdaderos'. El documento también establece que esta gratificación anual es de 10 millones de coronas suecas, lo que actualmente equivale a más de 920.000 euros. Pero en este caso es el Riksbank el que los paga, no la Fundación Nobel. Por tanto, el Premio Nobel de Economía no es técnicamente un Nobel. Y es precisamente por ello que está rodeado de polémicas. Son habituales las críticas por que el reconocimiento se confunda con los premios que sí quería Alfred Nobel. De hecho, se ha acusado al banco central sueco de buscar intencionadamente esta confusión, como forma de presionar al Partido Demócrata del país para que este aprobara unos estatutos que le dieran más autonomía frente al Ejecutivo. En este sentido Peter Nobel, descendiente de Ludvig (el hermano mayor del inventor de la dinamita), ha asegurado que el Premio de Ciencias Económicas se trata de “un inaceptable robo a los verdaderos Premios Nobel” por parte del Riksbank. Igualmente se ha cuestionado al organismo monetario por que el ‘falso’ Nobel suele concederse a economistas pertenecientes a escuelas neoliberales, es decir, por tener un cierto sesgo ideológico. E incluso ha sucedido que un ganador del Nobel de Economía ha criticado el premio en su discurso al recogerlo. Lo hizo Friedrich von Hayek, galardonado en 1974. "El Premio Nobel confiere a un individuo una autoridad que en economía ningún hombre debería poseer", aseguró.Pese a todo, el Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel vuelve a entregarse este año y, si nada cambia, se seguirá otorgando en los venideros, a pesar de ser realmente un Nobel sin 'pedigrí'.
10/10/2022 • 8 minutes, 33 seconds
Historia de Porsche, de un niño apasionado por la electricidad a cotizar en bolsa
Porsche ha protagonizado la mayor salida a bolsa en Europa de la última década, y la mayor en Alemania desde Deutsche Telekom en 1996. Un debut que permite calibrar el apetito de los inversores en un momento de grandes turbulencias macroeconómicas, con la inflación disparada, las tensiones geopolíticas globales, el miedo a una recesión... a lo que se suman los decepcionantes estrenos de nuevas cotizadas en los últimos tiempos, que han trastocado los planes de muchas empresas.Las circunstancias no han frenado a la compañía alemana, que ha saltado al parquet con una valoración que ronda los 75.000 millones de euros. Un paso que supone el último capítulo de la convulsa relación entre Porsche y Volkswagen, grupos que comparten historia, familia fundadora y capital. Hablamos de más que de una simple salida a bolsa. Es un movimiento que esconde una lucha por el poder entre los clanes de la familia Porsche para controlar el destino del mayor fabricante de coches de Europa y de la emblemática marca. Oficialmente, esos 9.400 millones recaudados son para invertir en la producción de coches eléctricos, pero la operación está diseñada de tal manera que permitirá a la familia Porsche tomar el control del fabricante de deportivos.
10/3/2022 • 17 minutes, 58 seconds
Café Jurado, la empresa centaria comprada por Pascual
El grupo alimentario Pascual está tratando de crecer en el negocio cafetero. Y para avanzar en este campo, ha anunciado la compra de Café Jurado. Esta empresa de historia centenaria, y origen alicantino, les ayudará, además, a reforzar su presencia en la Comunidad Valenciana y Murcia.¿Cuál es el origen de Café Jurado? Hay que remontarse al año 1888. Es entonces cuando Manuel Jurado Más se adentra en la industria agroalimentaria, tanto en Canarias como en Marruecos. De ahí salta a Alicante, donde se introduce en la importación y comercialización de productos alimentarios, como chocolate, arroz, legumbres, café, quesos...Es en 1912 cuando registran la empresa, llamada entonces Manuel Jurado y Uriarte SRC. Inauguran la primera tienda, en la famosa Avenida Maisonnave de Alicante, que hoy es la calle más comercial de la ciudad, pero que entonces era una naciente zona industrial. Desde allí, con su buen hacer, con la calidad de sus productos y la dedicación y el esfuerzo consolidan el negocio. En una época en la que repartían sus productos en carro o diligencia, llegaron a convertirse en una referencia en toda la región.En aquella época pasan dos cosas que acabaron siendo muy relevantes para el futuro de la compañía. Uriarte decide abandonarla, por lo que la empresa se convierte en Manuel Jurado e Hijos, que es el germen definitivo de lo que hoy es Café Jurado. Y la otra, ante el éxito que estaba acumulando, el prestigio que estaba ganando y las buenas críticas, deciden poner el foco en el negocio cafetero.Y se implican por completo en el proceso. Apuestan por una producción artesanal, en la que controlan todos los procesos de transformación del café. Le dan a la vez gran importancia a la tecnología: en sus instalaciones cuentan con la mejor maquinaria para la clasificación de café, la limpieza, el tueste y el envasado en grano, ya que por entonces la venta de café molido estaba prohibida. Toda la maquinaria era de origen español y el abastecimiento del café se realizaba a través de la Comisaría de Abastecimientos y Transportes, pudiendo comprar solo los orígenes que disponían.La estrategia de la compañía recibe el visto bueno de los clientes, que no dejan de crecer durante décadas. Eran pioneros en el sector, y se convirtieron en una de las principales marcas de café en España, gracias a su apuesta decidida por la calidad, y por el desarrollo de nuevos productos, siempre vinculados al café.Los años 50 son clave para la compañía, ya que el fundador da paso a la segunda generación en la dirección de la empresa. Son sus hijos los que se ponen al frente, y los que siguen dando pasos para que la empresa siga creciendo. En una época en la que el café seguía viéndose como un producto de lujo, deciden trasladar la fábrica a las afueras de la ciudad. Y desarrollan una estrategia de calidad que les lleva a establecer un control directo de todos los procesos de cultivo, desde la plantación de café, para asegurar al 100% la trazabilidad del producto.En los años 80, casi coincidiendo con la autorización para vender café molido, dan paso a sus hijos, tercera generación ya al frente de la compañía. El reto en aquel momento es mayúsculo. El consumo de café en España estaba muy territorializado, con marcas muy vinculadas a cada región. Era el propio caso de Café Jurado, que estaba muy ligada a Alicante y a las zonas limítrofes, además de a Galicia, por ser el lugar donde veraneaban más alicantinos. Pero la llegada de las grandes multinacionales revienta el mercado. Saimaza, Marcilla o Nestlé se llevaron por delante a muchas compañías nacionales, muchas porque cerraron y otras porque fueron absorbidas.Para sobrevivir en esa jungla, deciden redoblar su apuesta por la calidad, incorporando además nuevos productos. El secreto de un buen café, explicaban, estaba en la selección de la materia prima y en la utilización de tecnología punta, tanto en la molienda, en el tueste como en el envasado. La receta que llevaban siguiendo toda la vida... Y en la que insisten, con una importante inversión para renovar la maquinaria de toda la planta.Con la llegada del siglo XXI, la empresa avanza en nuevas tendencias, como la internacionalización. En la actualidad, se puede encontrar a Café Jurado acudiendo a ferias sectoriales de todo el mundo, y sus productos se pueden conseguir en 28 países.Por supuesto, también han abrazado el comercio electrónico, y cuentan con su propio sistema de venta online, para aumentar sus vías de distribución.Con los deberes hecho y su posición consolidada, manteniéndose a la vanguardia del sector, y con una facturación de más de 15 millones al año, es cuando Pascual ha dado el paso y ha adquirido la compañía. De esta forma complementa su oferta en el segmento del café, hasta la fecha capitalizada por Mocay; dos marcas que operará de manera independiente.
9/26/2022 • 8 minutes, 24 seconds
El desconocido origen de Opel antes de triunfar con los automóviles
160 años han pasado desde la fundación de Opel. La compañía alemana fue una de las pioneras en Europa en el sector automovilístico y sigue siendo, a día de hoy, una de las referentes dentro de la industria. Sin embargo, el camino hasta aquí no ha sido fácil y viene marcado por unos orígenes poco conocidos en un negocio que se aleja bastante al del mercado del coche. Es imposible entender el éxito de Opel sin remontarnos a sus comienzos. La historia de la empresa germana empieza a finales de agosto de 1862, cuando su fundador, Adam Opel, decide montar su primera máquina de coser en un taller ubicado en Rüsselsheim, una localidad próxima a Frankfurt. Adam Opel nació en 1937 y era el hijo mayor de un maestro cerrajero. En su juventud, aprendió el oficio de su padre como fabricante de candados y, aunque parecía destinado a tomar el relevo de su progenitor al frente del negocio familiar, finalmente decidió tomar otro camino. Su gran sueño era conocer París y, tras un viaje europeo por Lieja, Bruselas y Londres, llegó a su ansiado destino. En la capital francesa, Adam Opel descubre una gran innovación tecnológica de la época: la máquina de coser. El joven quedó fascinado por el invento y decidió entrar de lleno en este mercado. A finales del verano de 1862, Opel regresó a su ciudad natal, Rüsselsheim, para montar su propio taller de máquinas de coser. La demanda aumentó y la pequeña compañía tuvo que aumentar rápidamente la producción con un Adam Opel que se adaptaba a los deseos personales de cada cliente. Así, creó máquinas de coser que fueron diseñadas pensando en las necesidades concretas de cada uno de ellos. El éxito provocó que el taller se les quedase pequeño y decidieran trasladarse a una nueva fábrica. Enseguida, la empresa se convirtió en uno de los mayores fabricantes de máquinas de coser en Alemania y era uno de los principales exportadores de toda Europa. La ambición de Adam Opel no tuvo frenos y en 1886 decidió ir a por su siguiente objetivo: ampliar su negocio al mundo de los vehículos, en primer lugar, introduciéndose en el sector de las bicicletas. En Rüsselsheim creó su primer velocípedo, lo que hizo que Opel fuese uno de los primeros fabricantes de bicicletas de toda Alemania. De las bicicletas pasó a los triciclos y las llamadas “bicicletas de seguridad” o “con ruedas bajas” y en 1888, inauguró el primer edificio de la compañía reservado exclusivamente a la producción de bicicletas. Opel decidió implementar las tecnologías más modernas y, poco a poco, aplicó innovaciones a sus bicicletas, como las ruedas con neumáticos, los rodamientos de bolas y los bujes de cuerpo libre, entre otras. El éxito de la empresa teutona fue inminente y se prolongó durante décadas. En los años 20, Opel era el mayor fabricante de bicicletas de todo el mundo.El salto a la industria del coche se produjo a finales del siglo XIX. Adam Opel muere en septiembre de 1895 y, tras su fallecimiento, son sus cinco hijos los que deciden dar el paso decisivo en el devenir de la historia de la entidad. En 1899, deciden lanzarse a la producción de automóviles. El primer modelo que lanzaron fue el Opel Patent Motor Car, System Lutzmann y en 1906 se había construido ya la unidad número 1.000 del vehículo. El gran avance llegó en 1909 con el mítico 4/8 CV Doktorwagen. Su precio era de 3.950 marcos, unos 60.000 euros actuales, la mitad del valor de sus rivales en el mercado. Esto propició que más gente pudiera tener su propio coche. En ese momento, Opel decide aplicar un método a nivel empresarial que marcaría un antes y un después, tanto en la industria en la que trabajaban como en otras dedicadas a negocios muy diferentes: la cadena de montaje. El primer coche que salió al mercado utilizando la cadena de montaje fue, en 1924, el 4/12 CV Laubfrosch. Pocos modelos después, el coche se había convertido ya en un medio de transporte fiable para muchos ciudadanos. Los precios seguían descendiendo y cada vez más gente podía acceder a este producto.Pero no todo fueron buenas noticias. En 1923, la familia Opel tuvo que cerrar de forma temporal su fábrica debido a la crisis económica que se estaba viviendo. Dos de los hermanos Opel decidieron entonces viajar a Estados Unidos, país del que regresaron con nuevos métodos de ensamblaje que ya estaba aplicando la norteamericana Ford. En 1928, la empresa salió a bolsa con el nombre de Adam Opel AG y, un año después, el gigante americano General Motors decidió comprar el 80% de la propiedad. Tres años después, este porcentaje fue ampliado hasta el 100%. Esto supone un punto de inflexión en el rumbo de la firma, que desde entonces, y hasta 2017, perteneció a la entidad automovilística estadounidense. A partir de aquel momento, modelos de Opel se fueron produciendo en diferentes puntos de Europa. En España, por ejemplo, sucede desde el año 1982, momento en el que se empezó a ensamblar el Opel Corsa en la fábrica zaragozana de Figueruelas. Este modelo se convirtió en un superventas en un éxito que llega hasta la actualidad, cuando se está trabajando en su sexta generación. En el año 2017, Opel rompió su relación de 88 años con General Motors y pasó a integrarse dentro del Grupo PSA, que integraba a hasta entonces rivales, como Peugeot o Citroen. No duró mucho esta nueva andadura, ya que solo dos años después, en octubre de 2019, el Grupo PSA anunció su fusión con Fiat Chrysler Automobiles en un acuerdo que se acabaría rubricando en diciembre de ese mismo año. Finalmente, el 16 de julio de 2020, ambas marcas desvelaron el nuevo nombre del grupo, que fue bautizado como Stellantis.A pesar de todos los cambios, Opel ha seguido ofreciendo a sus clientes innovaciones, siempre ligadas a la emoción y a la tradición. El fabricante ha mantenido esta filosofía hasta nuestros días, donde triunfan con éxitos de ventas con modelos como el Astra, el Mokka o el mencionado Corsa, que este 2022 celebra su 40 aniversario. Todo ello, con un nuevo hito en el horizonte: Si a comienzos del siglo XX Opel fue pionera en la introducción de la tecnología de cadena de montaje, la compañía ha decidido apostar ahora por convertirse en una marca de movilidad sostenible que apostará por completo por vehículos 100% eléctricos en Europa a partir del año 2028. Sin duda, un reto con el que prolongar aquellos deseos de Opel de ir siempre a la vanguardia, siempre un paso por delante.
9/19/2022 • 9 minutes, 44 seconds
El éxito de Heraclio Fournier, el 'rey de oros' de los naipes
Pocos sectores económicos pueden presumir de tener a una empresa española entre las líderes mundiales de manera indiscutible. Hablamos de la industria de los naipes, de las cartas de juego. La compañía que domina el negocio produce a diario más de 15.000 barajas que se reparten a lo largo y ancho de más de 70 países de los cinco continentes. La firma se ha convertido en la proveedora homologada de todos los mercados internacionales de salas de juego y fabrica naipes para casinos, tanto de papel como de plástico. Su artífice era burgalés y su nombre, a buen seguro, es conocido por todos: Heraclio Fournier. Esta es su historia. El verdadero origen de los naipes sigue siendo un misterio, pero muchas investigaciones apuntan a que llegaron a Europa, a este lado del mundo, desde China, en el siglo XIV, a través de la famosa Ruta de la Seda. Se dice que, en un principio, eran utilizados por sus creadores para intentar predecir el futuro y que fueron estos los que ya dividieron la baraja en cuatro palos. Estos estaban identificados con los cuatro elementos de la naturaleza: la tierra, el aire, el agua y el fuego. Pues bien, seguro que hay quien aún no sabe que, a este lado del globo, y varios siglos después, sería un español el que acabaría colándose de lleno en la cultura popular, dentro y fuera del territorio nacional, a través de los juegos de cartas. Como decíamos, su nombre es Heraclio Fournier y su éxito no hubiese sido posible sin la existencia de su abuelo. Este, Francisco Fournier, fue un impresor francés que huyó de la convulsa Francia prerrevolucionaria para, en 1785, instalarse en la provincia de Burgos. Un siglo después, en 1870, su nieto Heraclio se casó con Nieves Partearroyo, con la cual acabó teniendo cuatro hijas. Para entonces, el negocio familiar estaba centrado en las litografías y el éxito de los Fournier llevó a la empresa a una ampliación que produjo, primero, una diversificación del negocio hacia la producción de naipes y, más tarde, el traslado de toda la familia y la compañía a Vitoria. En la capital vasca, Fournier desarrolló sus primeros trabajos de impresión. Sucedió en un taller de la Plaza de España que actualmente ocupa la conocida Librería el Globo. Allí, Heraclio se centró en la venta de objetos de escritorio, tarjetas y todo tipo de impresiones. Enseguida, el negocio creció, el taller comenzó a quedarse pequeño, y Fournier se vio obligado a mudarse a otras instalaciones con más capacidad. Desde el primer momento, la empresa destacó por sus innovadores métodos de impresión, destacados por muchos en la época. El punto de inflexión llegaría cuando, en 1877, Heraclio encargó a Emilio Soubrier, un profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria, y al pintor Ignacio Díaz, el diseño de una baraja de cartas. Este fue, sin duda, el antes y el después en la historia de la empresa, ya que aquellos naipes fueron los que precedieron a la actual baraja española. Con el paso de los años, numerosas innovaciones técnicas fueron implementándose en el ámbito de la impresión. Así, en 1880, mientras en Europa se encolaba la producción papelera a través del uso de maquinaria, Fournier decide dar un paso más allá y lanzar al mercado un tipo de naipe de una sola cara, recubierto de un barniz que le otorgaba un tono amarfilado. El negocio estaba ya en pleno apogeo y, siete años después, Fournier pudo inaugurar una fábrica propia en la capital alavesa. De este modo, había hecho realidad su gran sueño.Uno de los primeros desafíos que quiso acometer fue el de la creación de las barajas litográficas de doce colores, algo que logró una gran repercusión dentro y fuera de nuestras fronteras. Fournier recibió varios premios en España y en el extranjero por su gran innovación y creatividad en las técnicas para el diseño y la impresión. En 1884, se le otorga la medalla al diseño en la Exposición provincial de Álava y el premio en la Exposición de Fomento de las Artes de Madrid. Cinco años después, llega su primer gran éxito internacional con el premio al diseño de naipes que le fue entregado en la Exposición Universal de París. En 1890, también recibe el premio en avances técnicos de impresión en la Exposición de la Sociedad Científica de Madrid.La vida pasa y Heraclio Fournier fallece el 28 de julio de 1916, en la región francesa de Vichy. Para entonces, el burgalés, que muchos creen vitoriano por su desarrollo profesional en la capital vasca, ya se había convertido en el rey de ‘oros’ del mundo de las cartas. Tras su muerte, la empresa recae en manos de su nieto, Félix Alfaro Fournier, quien siguió la estela de su antecesor y siguió cosechando éxitos. En 1948, la compañía Naipes Heraclio Fournier ya era líder absoluto en el mercado nacional y la incesante demanda hizo que sus responsables decidieran trasladarse de nuevo a una planta mucho más amplia en la que se siguieron incorporando avances tecnológicos. Fue entonces cuando se sentaron las bases de su consolidación internacional. La gran calidad de los naipes hizo que muchas casas reales de todo el mundo eligieran a la empresa como su proveedora oficial.En las últimas décadas, la compañía ha cambiado varias veces de manos. En 1986, Heraclio Fournier fue adquirida por US Playing Card Company, entrando en un conglomerado en el que habitan otras marcas como Bicycle, Bee, o Aviator, entre otras. En 1993, sigue aumentando su presencia en los mercados internacionales y la alta demanda de producto obliga a la firma a mudarse a su ubicación actual. Finalmente, el 31 de diciembre de 2019, Cartamundi, una empresa con sede en Bélgica, anunció la compra de United States Playing Card Company y, por tanto de, la emblemática e histórica Naipes Heraclio Fournier.
9/12/2022 • 9 minutes, 31 seconds
Así nació la tecnológica HP, el ‘big bang’ de Silicon Valley
Si hay un lugar en el mundo que se pueda considerar como la ‘meca de la tecnología’, este está en California y recibe el nombre de Silicon Valley. Su nombre significa Valle del Silicio y hace alusión a la rápida explosión de empresas dedicadas a la electrónica y a la computación que fueron creadas allí a lo largo de la década de los 80. Esta zona está situada en la Bahía de San Francisco, es la sede de las compañías más importantes del sector y funciona como un centro de innovación en el que todas las start-ups desean instalarse. Sin embargo, lo que muy pocos saben es cómo se creó este pequeño gran imperio y quién o quiénes fueron los precursores de una región que fue creada para revolucionar el mundo de la informática. Se lo contamos. Esta historia comienza en los años 30, cuando Disney comienza a trabajar en su tercera película, una cinta que acabaría convirtiéndose en otro gran clásico de la factoría. Se trata de ‘Fantasía’, largometraje musical que llegó a la gran pantalla tras los exitosos lanzamientos de ‘Blancanieves y los 7 enanitos’ y ‘Pinocho’. En ‘Fantasía’, la reproducción del sonido en las salas era clave y, para ello, Disney decidió comprar ocho osciladores de baja frecuencia, una máquina electrónica que permitía sincronizar los efectos de sonido de la cinta y desarrollar el sistema Fantasound, considerado el antecesor del Dolby Surround. Este oscilador del que hablamos fue inventado por dos emblemáticos ingenieros. Hablamos de Hewlett y Packard, quienes poco después acabarían fundando su propia empresa, Hewlett Packard Company, popularmente conocida como HP. Estos dos jóvenes emprendedores tenían como profesor en la Universidad de Stanford a Frederick Terman, considerado por muchos como ‘el padre de Silicon Valley’. Este fue quien animó a sus pupilos a crear su propia compañía y ambos decidieron seguir su consejo: El 1 de enero de 1939 fundaron HP en un garaje ubicado en la ciudad de Palo Alto, dentro del condado californiano de Santa Clara. Se ponía así la primera piedra de aquel ‘valle del silicio’. En la década de los 50, se produce al fin el despegue de HP y, de la mano, del propio Palo Alto, donde la población se multiplicó exponencialmente y sus huertos fueron sustituidos por carreteras, negocios y escuelas. El parque tecnológico Stanford Industrial Park, promovido por el profesor Terman, se convirtió poco a poco en foco de atracción para otras empresas que hicieron de aquel lugar el corazón de Silicon Valley.En aquella zona ubicada al sur de la Bahía de San Francisco comenzó a hervir una cultura del emprendimiento y la creatividad que han logrado mantener hasta nuestros días. Todo ello, ha sido, en parte, gracias a la gran labor social que Hewlett y Packard desarrollaron años más tarde. Por ejemplo, el primero, a través de la fundación David y Lucile Packard (su esposa), se lanzó a la caza de talentos musicales para la Sinfónica de San Francisco o creó el mejor acuario del mundo en la ciudad de Monterrey. El segundo, también junto a su mujer, impulsó con donaciones, a través de la Fundación William y Flora Hewlett, al Instituto de Tecnología de California o la Universidad de Stanford, entre otros. Casi veinte años después de la venta de aquel oscilador a Disney, la compañía empezó a diversificar su negocio y se lanzó también a crear generadores de señales microondas, aparatos médicos y calculadoras de bolsillo. Enseguida, aquel garaje comenzó a quedarse pequeño y Hewlett y Packard decidieron mudarse y trasladar su empresa a otro edificio más grande, ubicado también en Palo Alto. En esa apuesta por la innovación, la pareja de ingenieros se lanzó a entrar en 1966 en el negocio de los ordenadores. Dos años más tarde, fabricarían también la primera calculadora científica de sobremesa y programable. En 1983, revolucionan también la tecnología con el primer ordenador de pantalla táctil y, un año después, la primera impresora de inyección de tinta. HP estaba empezando a cambiar el rumbo de la electrónica e informática a nivel mundial. Otro de los asuntos en los que Hewlett y Packard fueron pioneros fue en su modelo de trabajo. Cosas que hoy suenan modernas, como la flexibilidad laboral o la presencia de salas recreativas y de descanso dentro de marcas como Google o Amazon, tienen su origen en el intento de HP de reducir el estrés de sus empleados para motivarlos y fidelizarlos. Así, tuvieron bastantes detalles con la plantilla, dando regalos a sus familias o haciéndoles partícipes de los beneficios que paulatinamente iba consiguiendo la entidad. Tanto es así, que HP fue una de las primeras compañías de Estados Unidos que fijaron un horario flexible. Sucedió en 1973 y el objetivo era que los empleados tuvieran mucho más tiempo para estar con la familia, para disfrutar del ocio o de sus negocios personales. La cosa no quedó ahí y, dos décadas después, comenzaron a fomentar de forma pionera algo que hoy en día, tras la pandemia del coronavirus, se ha instalado con mayor o menor recelo en la mayoría de las empresas: el codiciado teletrabajo. Hace ya 30 años, Hewlett y Packard entendieron que una forma sencilla y efectiva de aumentar la satisfacción laboral era implementar el trabajo a distancia. Así lo reflejó Packard en su libro: El estilo HP: Cómo Bill Hewlett y yo construimos nuestra compañía. Esta publicación ha inspirado la cultura corporativa que hoy en día se está intentando imponer en muchas sociedades. Hewlett y Packard no le tenían miedo al cambio y no dudaron nunca en tomar decisiones drásticas, en función de los desafíos que se presentaban en el mercado y siempre que fuesen por el bien de la empresa. Tras la retirada de los fundadores, ese estilo permaneció en el tiempo. Un ejemplo de ello es la absorción, en 2011, de su gran rival: la tecnológica Compaq. Aquella fusión, a pesar de suponer muchos despidos, permitió a HP sobrepasar a IBM y consolidarse como líder mundial de fabricantes de ordenadores entre 2007 y 2013. Sin embargo, el auge de los dispositivos móviles generó una crisis en el sector que obligó a la entidad a anunciar en 2014 una separación de su negocio en dos. Desde el año siguiente, HP Inc controla los ordenadores personales e impresoras, mientras que Hewlett Packard Enterprise se encarga de servicios y equipos para las empresas. Ambas tratan de competir de tú a tú con nuevos gigantes que ahora dominan el sector. Y es que HP formó e inspiró a muchos ingenieros y emprendedores que más tarde acabaron triunfando en otras compañías, como Microsoft, Amazon o Apple. El caso más evidente es el de Steve Wozniak, cofundador junto a Steve Jobs del gigante de la manzana. Wozniak diseñó el primer ordenador personal (llamado Apple I) mientras trabajaba para HP pero Hewlett Packard rechazó su idea hasta en cinco ocasiones, ya que no le interesaba el mercado doméstico. Finalmente, a pesar de su fidelidad hacia sus jefes, Wozniak dejó su trabajo y creó Apple junto a Jobs. En definitiva, un ejemplo más de que HP cambió el curso de la tecnología y fue el verdadero ‘big bang’ de aquel universo informático en el que se acabaría convirtiendo Silicon Valley.
9/5/2022 • 10 minutes, 46 seconds
Los impuestos en la Edad Media
En tiempos del Imperio romano, de las obras públicas se encargaban los 'publicani', y estaban financiadas por las arcas del Estado. La República lograba grandes botines de guerra cuando conquistaba nuevos territorios, además de obtener ingresos adicionales a través del 'stipendium', un tributo que debían pagar las ciudades vencidas.Pero tras celebrar el triunfo, debían pensar en gobernar y administrar las nuevas posesiones, además de tratar de satisfacer mínimamente las necesidades de los habitantes de los territorios ahora sometidos.Los tentáculos administrativos de Roma no eran tan largos como para poder cubrir todas estas obligaciones. Ahí aparecen los 'publicani', empresarios privados o sociedades, a los que se recurría para construir la obra pública civil, como acueductos o calzadas; religiosa, como los templos; o las de carácter propagandístico y cultural, como las estatuas, los monumentos, los anfiteatros o los circos. Además, también se encargaban del correspondiente mantenimiento.Una vez que el Senado aprobaba el gasto, y con las ofertas presentadas en papiro o en pergamino, los censores estudiaban las ofertas, y adjudicaban la obra al proyecto con mejor relación calidad/precio. Pese a la normativa, ser generoso con los políticos, o estar dentro de su círculo de amistades, hacía que las posibilidades de hacerse con el contrato aumentasen.Hay que tener en cuenta que la mayoría de cargos públicos en Roma eran de periodicidad anual, y no estaban remunerados. Eso hacía que solo las familias pudientes pudieran permitirse ser candidatos, ya que debían financiar las campañas electorales, e incluso los gastos durante su mandato. Y no era barato, porque para ganarse al pueblo costeaban obras públicas o financiaban espectáculos.Con la caída de Roma, y la desintegración de sus estructuras centralizadas, el poder se dispersó. Primero entre los pueblos germánicos, y después entre los señores feudales. El modelo productivo esclavista se vio sustituido por uno basado en la relación de servidumbre. Eran los nombres los que debían dotar a su reino de las estructuras necesarias: puentes, molinos, fortificaciones, norias... Pero en este caso, la inversión se repercutía vía impuestos en sus vasallos.Hay numerosos ejemplos, como la alfarda, que era el pago por aprovechar el agua de las acequias; el herbaje, que se pagaba por aprovechar los pastos; el montazgo, que era un impuesto sobre los ganados; el diezmo, que correspondía a una décima parte de las cosechas y que recaudaba la iglesia para mantener el clero... Se pagaba por el depósito de mercancías, por su comercio, por usar molinos y hornos comunitarios, por trabajar la tierra, por entrar en las ciudades, por cruzar puentes...Todos estos impuestos medievales eran indirectos, se aplicaban independientemente de la capacidad económica del pagador, y gravaban la producción, el comercio o el consumo. Repercutían casi en exclusiva en el pueblo, y beneficiaban a la Corona, la nobleza y el clero.Otro tema era la sisa, un impuesto que consistía en descontar en el momento de la compra una cantidad de ciertos productos, normalmente un octavo. La diferencia entre el precio pagado y lo que realmente se recibía, la sisa, era el gravamen que iba al fisco.Aunque en un principio la sisa estaba destinado a cubrir necesidades financieras extraordinarias y puntuales, era tan eficaz que terminó por convertirse en permanente. La Corona podía recaudarlo directamente, o delegar en las instituciones locales, lo que permitía al rey conseguir el dinero por adelantado, que salía de las arcas municipales.Viendo que era un impuesto seguro, los municipios también quisieron sacar tajada de la sisa, y comenzaron a recaudarlo directamente, en beneficio de sus propias arcas, y no para la Corona. Siempre con la autorización Real, claro, y explicando a qué iban a dedicar la recaudación.¿Y a qué productos se les aplicaba este impuesto? Pues dependía de cada municipio, pero generalmente a bienes de primera necesidad como el pan, la carne, el aceite, el vino... por lo que era uno de los impuestos más impopulares.Opinión muy distinta tenían de la sisa los que la recaudaban, porque estuvo en vigor desde del siglo XIII hasta 1845 y, la verdad, sirvió para mejorar las infraestructuras, para la dotación de servidos y para hacer frente a desastres naturales. Algunos ejemplos en España fueron la sisa del vino en Avilés para reparar lo destruido por el fuego; la de San Sebastián sobre las "cosas de comer" para reparar las torres y puentes; la del vino de Burgos para financiar inversiones en el abastecimiento de agua; la del pescado de Sevilla para fortificar Cádiz; la del vino de la Plaza para construir la plaza Mayor de Madrid...También las hubo para gastos más superfluos, como la sisa del cuarto de palacio de Madrid sobre la carne para construir un habitación en el Palacio para doña Margarita de Austria, la del cacao y el chocolate para "otros" gastos de la monarquía o la del hierro y los metales para "las fiestas y regocijos del casamiento y recibimiento de la reina doña María Luisa de Borbón"; e incluso para fines bélicos como la del tocino y el vino para la guerra de Flandes o la del azúcar para la guerra de Portugal.Al menos en los grandes núcleos, el recurso más habitual para financiar los gastos de infraestructuras desde la Baja Edad Media hasta la mitad del XIX fueron las sisas.
8/29/2022 • 8 minutes, 38 seconds
Burgos y su sueño frustrado de convertirse en el Texas español con el petróleo
Sábado, 6 de junio de 1964. 11.43 de la mañana. Varios vecinos de La Lora, comarca de la provincia de Burgos situada muy cerca del límite con Santander, empezaron a gritar: “¡Petróleo! ¡Petróleo!”. Todo ello, después de ver cómo, después de años de perforaciones en tierras burgalesas, un chorro de 50 metros de altura del llamado ‘oro negro’ comenzó a brotar del suelo. Se calcula que unos 6.000 litros tiñeron los terrenos sembrados de trigo que se hallaban a su alrededor. Este histórico evento se convirtió en la gran esperanza económica del Franquismo y el optimismo de encontrar el primer yacimiento de petróleo en España hizo que algunos medios se aventuraran a decir que Burgos podría convertirse en el Texas de nuestro país. La historia, como habrán podido intuir, les llevó la contraria. El descubrimiento no fue cuestión de suerte o pura casualidad, dado que ya 64 años antes, en 1900, se produjo en la zona de Burgos una primera exploración con dos pozos que arrojaron los primeros indicios de que bajo ese suelo podía haber petróleo. Según documentos recopilados por el Museo del Petróleo de la provincia, las prospecciones se intensificaron dos décadas después, pero los resultados no fueron los esperados. No fue hasta el año 1953, cuando España comenzó a restablecer sus relaciones internacionales y las empresas decidieron lanzarse con todo a la búsqueda de combustible. Poco a poco, con el paso de los años, varias perforaciones fueron reduciendo y cercando la zona en la que finalmente se encontraría el crudo. La empresa Amospain-Campsa fijó su atención en un terreno ubicado entre el pueblo de Sargentes de La Lora y la aldea de Valdeajos. El primero era un páramo abandonado, áspero, duro, y con un porcentaje alto de emigración. Miguel Moreno Gallo, profesor de la Universidad de Burgos, relata que sus habitantes se dedicaban a la patata, al trigo y, en menor medida, a la ganadería. A partir de aquella mañana, parecía que todo iba a cambiar. A pesar de la exaltación generalizada, desde el principio Campsa prefirió ir con pies de plomo y, en un comunicado lanzado pocos días después, la compañía aclaró que, hasta que no se hicieran las comprobaciones y pruebas necesarias, no era posible medir la importancia y extensión del pozo que acababan de hallar. Este, por cierto, recibió el nombre de ‘Ayoluengo nº 1’. En esta línea, algunos medios de la época llamaban a la calma para evitar lo que consideraban “un optimismo exagerado”. Sin embargo, el NO-DO, el noticiero propagandístico del régimen, se lanzaba con todo a que había sospechas de una “posible existencia de un yacimiento importante”. Lo escuchamos. Miguel Moreno recuerda, en palabras a El Independiente, que aunque al principio había cierta sensación de júbilo, la gente del pueblo no se volvió loca y siguió cultivando sus patatas y su trigo. La realidad es que el hallazgo tuvo más impacto fuera de la comarca que entre los propios vecinos del municipio. Enseguida, la zona se empezó a llenar de periodistas, técnicos americanos, ingenieros, cargos políticos… Todos incidían en esa idea de que Burgos iba a ser un gran impulsor de la economía española. Tal fue la algarabía que Valdeajos, la localidad colindante, convocó una fiesta para la que invirtió, para la época, una gran suma de dinero. Muchos aprovecharon también para abrir bares y chiringuitos cerca de la torre de perforación que, en primera instancia, se iba a llenar de trabajadores dispuestos a consumir bebidas y bocadillos en las inmediaciones del pozo. En aquel momento, se valoró la idea incluso de construir una refinería, pero las ilusiones desaparecieron cuando se continuó con la investigación. En 1967, tres años después, comenzó la explotación industrial del petróleo en La Lora. Amospain fue la primera empresa en entrar en el negocio y estuvo durante 10 años realizando sondeos y exploraciones. El funcionamiento de aquella industria era el siguiente: una estación recibía el petróleo de los pozos y un oleoducto lo lanzaba hacia otra estación ubicada en Quintanilla Escalada, en la carretera de Burgos a Santander. Desde ahí, los camiones de Campsa iniciaban su distribución hacia empresas de Burgos, Miranda, Valladolid y Bilbao. La producción se convirtió en una realidad y alcanzó en su mejor momento los 8.000 barriles diarios, lo que equivalía a 1,2 millones de litros de petróleo al día. Para el año 1973, según medios de la época, se explotaban un total de 28 sondeos. Eso sí, ya se empezaban a perder las esperanzas de que esto se pudiese alargar mucho más en el tiempo. Los pueblos también mostraron su descontento al ver cómo los empleados de la compañía extractora hacían sus vidas en Burgos y no allí en Sargentes. El alcalde del municipio se llegó a quejar de lo mal que le habían pagado por aquellas tierras y Valdeajos de que solo tuviese a un vecino trabajando con los petrolíferos. La realidad es que el punto álgido de empleo fue cuando se estaban construyendo los pozos, luego el trabajo disminuyó porque la actividad logró mecanizarse. Aquel boom hizo que mucha gente no se viese obligada a emigrar a grandes ciudades como Madrid o el País Vasco. Pero todo empezó a irse al traste en el momento en el que se descubrió que el crudo extraído contenía un alto contenido en vanadio, un componente que impedía que se pudiese destilar con normalidad. Además, las prospecciones confirmaron enseguida sus sospechas de que en el resto de Burgos no había un gran mar de ‘oro negro’ como muchos apuntaban al principio. El sueño de convertirse en el Texas español comenzaba a diluirse. Durante las décadas siguientes, las prospecciones cayeron de forma considerable: 14 sondeos en los setenta, pocos más en los ochenta y solo tres en los años noventa. Columbus Energy Resources fue la compañía encargada de explotar el yacimiento hasta que hace unos años, en enero de 2017, el gobierno de Mariano Rajoy decidió denegar la prórroga en el contrato después de que se cumplieran los 50 años de explotación otorgados en el acuerdo inicial de concesión. Poco después, se planteó la idea de convocar un concurso para adjudicar una nueva concesión pero esta alternativa terminó siendo rechazada por el ejecutivo de Pedro Sánchez tras su llegada a la Moncloa. Aquel yacimiento de Burgos, el más antiguo de España, cerró y pasó a ser historia.
8/22/2022 • 9 minutes, 3 seconds
Bancos, aseguradoras y esclavos: el origen de Wall Street
Hace más de 400 años llegaron a Estados Unidos los primeros esclavos africanos. La evolución posterior y el crecimiento del país a lo largo de los siglos no podría entenderse sin ellos. Su impacto económico fue incalculable. Y aunque hasta la fecha no ha dado sus frutos, en las últimas décadas son varias las asociaciones que exigen indemnizaciones para los afroamericanos. Se denuncia así la esclavitud sufrida durante siglos por sus ancestros y se reclaman reparaciones al estilo de las que se concedieron a los judíos e Israel por Alemania. En el centro de la polémica están los bancos y las aseguradoras, que en mayor o menor medida estuvieron vinculados por el comercio humano. Hablamos de entidades bancarias como JP Morgan, Bank of America, Royal Bank of Scotland o el desaparecido Lehman Brothers, o de aseguradoras como Aetna, New York Life Insurance o Lloyd's of London. En el año 1625, la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales fundó Nuevo Amsterdan, hoy Nueva York, en el valle del río Hudson. Era un asentamiento estratégico que permitía controlar el comercio de pieles a través del río. Poco después, en 1653, para protegerse del ataque de los nativos norteamericanos y de los ingleses, los colonos holandeses construyeron en el límite norte de la ciudad un muro, hecho de madera y barro. Bueno… realmente ellos no lo construyeron, lo mandaron construir. Fueron los esclavos africanos traídos a la colonia los que lo llevaron a cabo. Aunque años más tarde los ingleses derribaron aquella fortificación, el nombre de Wall Street sigue recordando a aquel muro. No fue lo único que hicieron los esclavos, que también se encargaron de despejar los bosques, construir los caminos, los molinos, los puentes, las casas, el muelle, la prisión, la iglesia... Y, por supuesto, eran la mano de obra que alimentaba a gran parte de las diferentes industrias. Entre finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, ya en manos de los ingleses y renombrada como Nueva York, la ciudad experimentó un rápido crecimiento, impulsado por el trabajo de los esclavos. Y viendo que todavía podían sacarles más rendimiento, decidieron entrar de lleno en el negocio del comercio de esclavos. En 1711, el gobierno local aprobó la creación del primer mercado de esclavos de la ciudad. Precisamente en Wall Street. Aquel mercado, conocido como Meal Market, porque en él también se vendían grano y carne, fue clave en el comercio transatlántico de esclavos. Los barcos negreros, procedentes de África, llegaban a Nueva York cargados de esclavos que se vendían como mano de obra, sobre todo para las plantaciones de algodón. Y desde el mismo puerto se distribuía el propio algodón. Era una plaza tan importante que casi la mitad de los beneficios generados por el algodón en Estados Unidos acababan en Nueva York, gracias a los ingresos que obtenían los bancos, las aseguradoras y las empresas de transporte. Así, a las aseguradoras de los barcos, a los grandes comerciantes, y a los bancos que financiaban tanto los viajes como a los terratenientes, no les quedó más remedio que estar cerca de sus inversiones. En 1792, a la altura del número 68 de Wall Street, 24 empresarios y comerciantes de la ciudad firmaban un acuerdo para crear un mercado de acciones ordenado y regulado, germen de la actual bolsa de Nueva York. Sí, los orígenes de Wall Street también están relacionados con la esclavitud. Los bancos prestaban dinero a los propietarios de esclavos, y los aceptaban como garantía. Cuando los propietarios de estos esclavos incumplían los pagos de sus préstamos, los bancos se convertían en sus nuevos propietarios. Por su parte, los propietarios de plantaciones aseguraban sus bienes, firmando seguros de vida con las aseguradoras para cobrar primas si fallecían sus esclavos. Por ejemplo, en 1856, por dos dólares se podía firmar una póliza de 12 meses y asegurar a un esclavo doméstico de 10 años, cobrando 100 dólares si llegaba a fallecer. Para uno de 45 años el coste era de 5 dólares y medio. Mientras que los armadores de los barcos negreros firmaban pólizas para seturar la 'carga' en caso de pérdida, captura o muerte. Por supuesto, había disputas entre los distintos actores. En algunos casos, aseguradoras y armadores hasta llegaban a los tribunales, como ocurrió con el barco Zong. El Zong partió de Santo Tomé, una isla en la costa occidental africana, con rumbo a Jamaica, en septiembre de 1781. El viaje tenía una duración prevista de unos dos meses. El problema es que el capitán del barco, un tal Luke Collingwood, no tenía una gran experiencia. Su único interés era el dinero. Y cuantos más esclavos llevase, más dinero podría ganar. Cargó a 442 personas a bordo, muy por encima de lo normal. El hacinamiento, la desnutrición y las enfermedades empezaron a pasar factura: fallecieron 60 esclavos y 7 miembros de la tripulación. En noviembre, cuando ya tenía que haber llegado a su destino, el capitán se da cuenta de que ha cometido un error de navegación, y que aún le quedaba un mes más para llegar a puerto. Collingwood empieza a hacer cuentas, y calcula que si seguían muriendo o enfermando, perdería 30 libras por cabeza. Reunió a la tripulación, y les explicó la situación: el seguro suscrito aseguraba la pérdida, captura o muerte de los esclavos, pero exceptuaba los casos de muerte natural, por enfermedad o suicidio. Así que Collingwood propuso tirar por la borda a los esclavos enfermos. De esta forma, y utilizando la echazón, figura del Derecho Marítimo que permite al capitán arrojar al mar parte de la carga con el fin de salvar el resto, eliminaba a los esclavos enfermos a los que no los habría cubierto el seguro. La justificación para utilizar esta figura era que no tenían suficiente agua para cubrir las necesidades de la tripulación y lo que llamaban 'carga'. Durante varios días, fueron tirando esclavos por la borda; al principio, mujeres y niños y, más tarde, los hombres. En total, 133. Cuando ya estaba acabando el mes de diciembre, el Zong llega a Jamaica con 208 esclavos. Tras venderlos, William Gregson, el armador, reclamó a la aseguradora 4.000 libras por los esclavos perdidos. La aseguradora se negó a pagar, alegando que se trataba de "un mal manejo de la carga". El caso llegó a los tribunales, no por los asesinatos, sino por si la indemnización procedía, o no. Dos años más tarde, comenzó el juicio en Londres, solo con las declaraciones de la tripulación, porque el diario de a bordo se había perdido de forma misteriosa. En el juicio, se dio la razón a los armadores, pero la compañía de seguros apeló, llevando el caso a la Corte Suprema. Allí, la aseguradora presentó pruebas de que en el barco había agua más que suficiente para toda la tripulación y los esclavos. Todo ello, mientras el abolicionista inglés Granville Sharp pidió que se juzgase el caso por asesinato. El presidente de la Corte Suprema dio la razón a la aseguradora, acusó a la tripulación de negligencia, y anuló la sentencia anterior. Aunque, eso sí, desestimó tratar el caso como asesinato. De hecho, puso como ejemplo que sería lo mismo que si la carga hubiera sido de caballos.Algunas de las compañías implicadas han reconocido su participación en el comercio de esclavos. La aseguradora Aetna ha pedido perdón por estos casos. Mientras que JP Morgan, tras consultar los archivos, descubrió que aceptaron unos 13.000 esclavos como garantía, y terminaron siendo dueños de más de 1.000. También se disculpó, pero descartó las reparaciones económicas.
8/15/2022 • 9 minutes, 12 seconds
Cuando el dinero sí caía de los árboles
Tienes 18 años, estás en el salón de tu casa y tus amigos te animan a salir a tomar algo. Decides pedirle unos euros a tus padres y, enseguida, recibes la más irónica de las respuestas. "¿Tú qué te crees, que el dinero crece en los árboles?".En mayor o menor medida, es probable que todos hayamos vivido alguna vez una situación parecida a esta. Pues bien, ahora los más quisquillosos (y algo rencorosos quizá) deben saber que en realidad aquella máxima podía, o pudo algún día, ser rebatida con argumentos contundentes. Y no, no es lo que estás pensando. No nos referimos ni a que el algodón y el lino utilizado para fabricar los billetes proceden de plantas, ni a que alguna vez se hayan hallado metales preciosos en restos orgánicos de árboles. Hablamos de dinero cogido directamente de los árboles, dinero con el que se podían comprar cosas, o incluso con el que se pagaban impuestos. Se lo contamos. Para ello, tenemos que remontarnos a comienzos del siglo XVI, a la conquista de México tras el desmantelamiento del Imperio mexica. Este fue ejecutado por ejércitos de otros pueblos mesoamericanos en alianza con cientos de tropas españolas del llamado reino de Castilla que estaban bajo el mando de Hernán Cortés. En aquel momento, había que poner en marcha una nueva sociedad y, para ello, se necesitaba, entre otras cosas, la circulación de la moneda. Sin embargo, ni el dinero que llevaban los españoles que cruzaron el charco, ni las remesas de maravedís que se enviaron desde Sevilla, eran suficientes para atender a las necesidades de aquel vasto territorio que acababan de descubrir. Pese a todo, Hernán Cortés decidió empezar a acuñar una nueva moneda para poder pagarle a sus soldados. Se trataba de pequeños trozos de oro o plata, con forma irregular, que eran cortados de piezas ornamentales del famoso tesoro de Moctezuma. A estos fragmentos se les realizaba alguna marca para otorgarles un determinado valor y oficializar la acuñación. El proceso era algo rudimentario y, para mejorar la técnica, se fabricaron monedas con formas más redondeadas. Sin embargo, la escasez de oro obligó a añadir cobre en las elaboraciones hasta que, finalmente, el oro prácticamente desapareció. A esta nueva moneda se le llamó ‘tepuzque’, un término procedente del náhuatl, el idioma de los mexicas, que significa precisamente cobre. Pero esta fue una moneda que no convenció a nadie, ni a los indígenas, ni a los propios españoles. Los nativos las acababan tirando a los ríos y lagos, y para los invasores el término ‘tepuzque’ acabó derivando en un sinónimo de mentira o engaño. Por ello, con el tiempo, la palabra ‘tepuzque’ acabó derivando en México a ‘chapuza’ con el significado de ‘estafa’. El problema persistía y los colonizadores eran incapaces de instaurar una economía similar a la que conocían en Europa. Fue entonces cuando decidieron pararlo todo e intentar estudiar mejor el funcionamiento de la economía en el terreno antes de su llegada. Ahí descubrieron cuál era el verdadero dinero de los mexicas: el cacao. Además de usarlo como bebida, como alimento, como medicamento o estimulante, el cacao era la moneda de los nativos. El cacao, en concreto, sus semillas, se usaban como moneda porque cumplía todos los requisitos que se le exigen al dinero. Por un lado, estaba regulado y controlado, ya que sólo las familias más pudientes podían tener plantaciones y, por otro, se podía contar y fraccionar y era fácil de conservar, almacenar y transportar. Además, el cacao era un producto que ya tenía cierta jerarquía dentro de aquella sociedad, ya que muchos consideraban al chocolate como “la bebida de los dioses” y era utilizado en rituales y ceremonias. Los españoles no lo dudaron más y se entregaron a la clarividente idea de que había que sumarse al modelo económico precolombino y aceptar esas semillas de cacao como moneda. Eso sí, de la misma manera que los aborígenes tenían regulado en ‘cacaos’ el precio de los productos en los mercados, los tributos y los correspondientes salarios por el trabajo, la Corona Española se lanzó también a regular el valor del cacao para que pudieran convivir ambas monedas.Nos referimos al propio cacao y a aquellos maravedís que llegaban desde Sevilla. Por poner un ejemplo, en el año 1555 un real de plata (34 maravedís) equivalía a 40 cacaos. Veinte años después, ese real se revalorizó a 100 cacaos. Aquellos mercados prehispánicos estaban controlados y supervisados por una especie de inspectores que eran los encargados de vigilar los precios, los pesos y medidas de las transacciones, y los pagos que se hacían con moneda falsa. Y es que había estafadores que intentaban colar semillas de otro producto haciéndolas pasar por cacao o que usaban cacaos falsificados. El método para esto último era muy curioso.Del mismo modo que hoy en día se falsifican los billetes, en aquella época ya se trataba de falsificar el cacao. ¿De qué forma? Sacando la pulpa del interior de la semilla, rellenándola con barro y volviendo a encajarle la cáscara. Se demuestra así que la picaresca ya existía en el continente americano antes de que llegasen los españoles.Con todo ello, el cacao se acabó asentando como moneda más tiempo del que muchos imaginan. Aunque en 1535 Carlos I ordenó el establecimiento de Casas de la Moneda en México, más tarde en Santo Domingo, Lima o Potosí, todo ello, con el objetivo de acuñar moneda directamente en América, el cacao se siguió usando como moneda hasta finales del siglo XVIII. Se trata, por tanto, de casi dos siglos en los que sí, el dinero caía de los árboles. Este episodio está inspirado en un artículo de Javier Sanz, la edición sonora del capítulo ha corrido a cargo de Israel Cánovas, la adaptación del texto es cosa mía, les ha hablado Adrián Ruiz.
8/8/2022 • 7 minutes, 24 seconds
Cuando las legiones romanas exigieron un sueldo
La antigua Roma, durante los tiempos del a República, era una sociedad principalmente agrícola. Las legiones, que jugaban un papel fundamental en la expansión territorial, estaban formadas por ciudadanos libres, que en tiempos de paz trabajaban sus tierras, y que eran reclutados para la guerra.Pero aquel modelo de ejército a tiempo parcial se mostró insuficiente, tanto para atender las innumerables y prolongadas campañas de conquista en las que se embarcó Roma, como para establecer guarniciones en los territorios sometidos. Una circunstancia que obligó a reorganizar las legiones, convirtiéndolas en un ejército regular. Pero claro, esta medida tuvo consecuencias, la principal, económica. Porque aquellos soldados, ya casi profesionales, debían tener una paga: el stipendium, o estipendio.El problema es que tenían que buscar cómo afrontar este gasto. Y decidieron que no lo iban a pagar ellos, sino que se lo iban a encasquetar a otros. Si las águilas romanas llegaban hasta tu territorio, la tribu en cuestión tenía dos opciones: firmar un tratado o enfrentarse a las todopoderosas legiones. Lo más recomendable solía apostar por alcanzar un acuerdo, y convertirse en una ciudad libre o aliada. Porque si ibas a la guerra y perdías... eras conquistada, y te convertías en stipendiariae. Quedabas bajo el mando de un gobernador nombrado por Roma, y tenías que pagar tributos, tanto en forma de dinero, de provisiones, o con cualquier otro servicio.La parte que se satisfacía económicamente se liquidaba en moneda, y se utilizaba para pagar a los legionarios que habían conquistado el territorio. Se abonaba en denarios, la moneda de plata que era la base del sistema monetario romano.El denario pesaba 4,5 gramos, y era casi de plata pura. Comenzó a acuñarse en el siglo III antes de Cristo, y desde el principio se convirtió en protagonista de la política económica de Roma. Cada que que necesitaban financiación, tenían dos opciones: subir impuestos o devaluar el denario. Como el valor de la moneda estaba determinado por el metal empleado en su fabricación y por su peso, para devaluarlo bastaba con reducir la plata empleada en su fabricación, y por lo tanto, su peso.En el año 145 antes de Cristo el peso del denario ya había caído hasta los 3,9 gramos. Y en tiempos de Nerón alcanzó los 3,41. De esta forma, con la misma plata se podían acuñar más monedas, y había más dinero para gastar. Hay que sumar que, además, los denarios dejaron de ser de plata pura, mezclándola con metales menos valiosos. De hecho, en tiempos de Caracalla, las monedas llegaron a tener menos de un 50% de plata. Los ingredientes perfectos para disparar la inflación.Más allá de las devaluaciones decretadas por los diferentes emperadores, había una adicional, provocada por la clásica picaresca mediterránea, llevada a cabo por los ciudadanos. Como estas monedas estaban fabricadas por metales preciosos, los menos favorecidos, que no tenían ni circo ni mucho menos pan, raspaban los bordes de las monedas y vendían las limaduras del metal después de fundirlas.De hecho, una de las funciones de los argentarii, los banqueros privados de la época, era la de retirar de circulación las monedas más deterioradas que, tras pasar por tantas manos, habían perdido peso y valor. Una solución aplicada entonces para luchar contra esta actividad, y que ha sobrevivido hasta nuestros días, es poner crestas en los bordes de las monedas, para que sea más fácil de detectar a simple vista la manipulación.Estas inflaciones sucesivas se tradujeron en un importante malestar entre la población, sobre todo entre los trabajadores que recibían su paga en denarios. Y los más enfadados, como es normal por su número y por su importancia en el imperio, eran los legionarios. Tanto, que en el siglo IV exigieron cobrar en una moneda más estable y fiable.El emperador Constantino decidió entonces acuñar una moneda de oro, el solidus, con el que se empezó a pagar el estipendio de las legiones. De esta forma, el nombre de la nueva moneda pasó a designar la paga periódica de los legionarios, y después la de todos los contratados para hacer un trabajo. Mientras que el solidus, el sólido, es el origen etimológico de nuestro sueldo.
8/1/2022 • 6 minutes, 48 seconds
Historia de las propinas en EEUU: por qué son casi obligatorias
Las propinas son siempre un tema polémico. ¿Hay que dejarlas? ¿Es obligatorio? ¿Me van a mirar mal si no la incluyo? ¿Se va a quejar el camarero? En España son voluntarias, pero para los profesionales, especialmente en el sector de la hostelería, son esperadas. Son un gesto de agradecimiento por el servicio recibido, o una forma de asegurarse un trato preferente si el cliente va a volver en el futuro.Pero se trata de un tema eminentemente cultural, con importantes diferencias según el país en el que nos encontremos. Así, hay algunos países, principalmente en Asia, donde es una costumbre muy mal vista, que incluso se puede considerar grosera o de mal gusto. Algo parecido pasaba en Paraguay, donde las propinas eran vistas como una especie de soborno incómodo, pero con el aumento del turismo recibido se han ido normalizando, y los profesionales ya las esperan con alegría.Hay otros países, como la vecina Francia, Cuba, Países Bajos, Alemania... donde son obligatorias. En algunos casos, incluso es un servicio incluido en la cuenta, del que no te puedes librar.Pero donde se libra la batalla principalmente es en países como Canadá, India, República Checa... y sobre todo Estados Unidos, donde las propinas son un pilar fundamental para los sueldos de los camareros. Y para los taxistas, los peluqueros, los recepcionistas de hotel... No son obligatorias, pero son casi un deber moral. Da igual si el trato recibido ha sido bueno, malo o regular, se espera que se dé. Y en algunos casos hasta se incluye el porcentaje esperado en el ticket.¿Cómo surge esta tradición? ¿En qué momento las propinas se volvieron tan importantes para los trabajadores? ¿A qué se debe? Sorprendentemente, la cultura del 'tipping' está en realidad fuera del país. De hecho, hasta 1840 no existía esta práctica, según el historiador Kerry Segrave.Era una tradición europea. Se calcula que se originaron en Inglaterra en el siglo XVI, cuando los huéspedes dejaban dinero para los empleados de sus anfitriones, para compensar el trabajo adicional que les generaban. Un libro anónimo inglés de 1795, recogido por la BBC, explica un poco su funcionamiento en aquella época. "Si un hombre con su caballo se aloja en una posada, además de pagar la factura debe dar al menos un chelín al camarero y seis peniques a la mucama, al mozo de cuadra y al limpiabotas, lo que suma media corona".Un viajero inglés llamado John Fowler, famoso ingeniero especializado en ferrocarriles, viajó a Nueva York en 1830, con esta experiencia y esta cultura de las propinas a sus espaldas. Tomó numerosas notas durante su visita, entre las que destacaba el siguiente gasto: "Total, 81 centavos; camarero 0, mucama y botas, ídem; y cortesía y agradecimiento por el trato. ¿Se verá esto en Inglaterra? Pasará algún tiempo antes de que allí se convierte en costumbre".¡Creía que la costumbre de que no hubiera propinas se trasladaría de Estados Unidos a Europa! Sin embargo, ocurrió lo contrario. Cuando el siglo XIX tocaba a su fin, los estadunidenses importaron la costumbre europea. Fue la vocación elitista de aquellos americanos, imitadores de las prácticas de la aristocracia europea, los que empezaron a dar propinas en su país. Era un gesto como para recordar que tenían una educación refinada.También jugó un papel fundamental en la consolidación de esta práctica el fin de la esclavitud. Los restaurantes querían seguir teniendo mano de obra negra gratuita, así que adaptaron las propinas para convertirás en el salario de los empleados. "Les dijeron a los negros: te vamos a contratar, no te vamos a pagar, pero puedes recibir propinas", explica Saru Jayaraman, activista pro derechos laborales, en declaraciones a BBC. Hay que tener en cuenta que los empleados negros representaban casi la mitad de la industria hostelera.El racismo también ejercía una gran presión en este aspecto. "Los negros aceptan propinas, por supuesto, uno espera eso de ellos, es una señal de su inferioridad. Pero dar dinero a un hombre blanco me daba vergüenza", señaló en 1902 el periodista John Speed, según NPR.Como ahora, las propinas ya recibían críticas en aquella época. En 1904 surge la primera sociedad contra las propinas, que llegó a sumar más de 100.000 personas que se negaban a pagar propinas. Uno de los principales detractores de esta práctica era el propio presidente, William H. Taft. Hasta 6 Estados llegaron a prohibir por ley las propinas, aunque en la década de los 20 derogaron todas estas leyes.La cultura del tipping, de las propinas, se consolida definitivamente en 1966. El Congreso aprueba entonces la Tip Credit, una disposición que permitía a las empresas del sector servicios pagar a algunos empleados por debajo del salario mínimo. Daban por hecho que sus ingresos se verían compensados a través de las propinas recibidas.En la actualidad, el salario mínimo de estos trabajadores está fijado en 2,12 dólares por hora, una cifra que lleva congelada desde el año 1991. Son muchas las voces que vuelven a insistir en prohibir las propinas en Estados Unidos. Algunos Gobiernos regionales, como los de California, Oregón o Nevada, han impulsado leyes en este sentido, que elevan el salario mínimo de los camareros, para que no dependan de las propinas para completar los ingresos básicos.Una tendencia que ha llegado ya a la Casa Blanca, que busca impulsar esta especie de Ley de Antipropinas, que tiene como principal objetivo reducir la precarización salarial.
7/25/2022 • 8 minutes, 11 seconds
Historia del precio del dinero: de Hammurabi al BCE
El Banco Central Europeo va a subir los tipos de interés este 21 de julio. Así lo anunció el mes pasado y lo ha reafirmado en varias ocasiones posteriores. Será el primer incremento de los tipos en la eurozona en 11 años, dando paso a un nuevo capítulo en la historia del precio del dinero. Una historia que se remonta a muchos siglos atrás y demuestra que todo ha tenido un precio siempre. “El dinero puede intercambiarse por bienes y servicios”. Este es el sencillo argumento que el cerebro de Homer da al emblemático personaje de la serie televisiva 'Los Simpson' para convencerse a sí mismo de que era mejor haber encontrado un billete de 20 dólares debajo del sofá que el cacahuete que se le había caído. Una descripción simple sobre qué es el dinero: eso que inventó el ser humano hace milenios para pagar cosas a las que previamente se les pone un precio. Pero es igual de importante saber que el propio dinero también tiene precio, conocido como interés. Es más: se sabe que ya lo tenía incluso antes de que se acuñaran las primeras monedas. ¿Cómo es posible? En algún momento del pasado, las personas se cuestionaron qué ventaja sacaban aquellos que prestaban algo a otros, dejando de disponer ellos mismos de eso que cedían a cambio de nada. "Lo más probable es que el préstamo con interés naciera con el mismo dinero", nos explica Rafael Barquín, profesor titular de Economía Aplicada e Historia Económica de la UNED. Es imposible saber cuándo sucedió exactamente eso, pero sí es bastante revelador que los textos legales de las primeras grandes civilizaciones ya regulaban las condiciones de los créditos. Alrededor del 1800 antes de Cristo, Hammurabi, sexto rey de la primera dinastía de Babilonia, ordenó hacer un compendio de leyes para unificar las diferentes normas del imperio. Así nació el famoso Código de Hammurabi, uno de los primeros códigos legales de la Historia. El conjunto de leyes (282 en total) fue cincelado en una enorme pieza de basalto negro que en la actualidad puede contemplarse en el Museo del Louvre de París. Además de contener una de las versiones más antiguas de la ley del talión (la del ojo por ojo), el Código de Hammurabi es relevante por regular la relación entre acreedores y deudores. En concreto, las leyes babilónicas establecían que el interés máximo en los préstamos de plata era del 20% anual. También fijaba en el 33,3% el 'tope' para el interés de los préstamos de grano, reembolsables en especie, según el economista estadounidense Sidney Homer.
7/18/2022 • 17 minutes, 13 seconds
Origen y expansión de los restaurantes chinos
En Estados Unidos hay más de 45.000 restaurantes chinos, más que la suma de McDonald's, Burger King, KFC y Wendy's juntos. Un auge que no sigue el proceso habitual de maduración de un mercado, sino que ha estado marcado por diversos hitos, en los que sobrevuela constantemente el racismo.La comida china llega a Estados Unidos cerca del año 1850, cuando los primeros ciudadanos del gigante asiático emigran a California, atraídos por la fiebre del oro, y huyendo de la inestabilidad que vivía China. Inicialmente cocinaban para ellos mismos, pero pronto se dieron cuenta de que había un nicho de mercado disponible en la comida preparada para mineros. Hasta ese momento, la oferta al alcance de estos trabajadores era muy monótona, protagonizada por el cerdo, las patatas o el estofado.Con tan poca variedad a su alcance, los mineros pronto aprendieron a valorar los sabores que llegaban desde el otro lado del Pacífico. El wok era el protagonista de las creaciones culinarias chinas, donde cocinaban, removían y freían todos los alimentos.Hablamos de una época en la que residían en Estados Unidos unos 4.000 chinos. Pero en tan solo cuatro décadas su número se disparó hasta los 100.000. El crecimiento de la población disparó los prejuicios, los bulos y el sentimiento contra los chinos, provocando tensiones entre los trabajadores, especialmente los mineros, que temían perder sus empleos. La hostilidad en este sector era tan grande y tan violenta que ni siquiera lograron trabajos en este sector, apostando sobre todo por la construcción de vías férreas.La presión que ejercieron sobre la clase política fue asfixiante, y cada vez mayor. Tanto, que finalmente el Congreso aprobó en 1882 la Chinese Exclusion Act, la Ley de Exclusión China, que restringía fuertemente la inmigración y que además impedía que los ya residentes en Estados Unidos pudieran obtener la nacionalidad. La Ley fue prorrogada, aún con más restricciones, en 1892, con medidas que estuvieron vigentes durante 60 años.La ley logró sus objetivos. Desaparecieron los barrios chinos de buena parte de las ciudades estadounidenses, ya fuera por la nueva normativa, o por el acoso al que se vieron sometidos los ciudadanos chinos.Pero la ley de exclusión contaba con algunas excepciones, que permitían a los chinos seguir residiendo en EEUU. En concreto, se trataba de profesores, sirvientes y mercaderes. Y esta última categoría incluía a los propietarios de restaurantes, que se encontraban entre los que menos restricciones sufrieron. Podían entrar y salir de Estados Unidos, y traer con ellos a familiares, no como otros afectados, que se vieron separados de sus familias por el resto de sus vidas.Así, todos los que pudieron permitirse crear este tipo de negocios encontraron la forma de eludir las restrictivas leyes de inmigración. Pero aunque montar un restaurante se había convertido en un salvoconducto para los ciudadanos chinos, tenían que buscar la forma de convertirlos en negocios rentables. Y no era fácil, porque el racismo latente que había contra los chinos, pese a la aprobación de la ley, era enorme, y no querían ir a sus restaurantes.Todo cambia en 1896, cuando visita Estados Unidos Li Hongzhang, un importante diplomático chino. Su viaje despertó gran expectación, y fue cubierto por la prensa de la época, porque eran muchos los empresarios autóctonos que querían invertir en China.Muchos de los medios se hicieron eco de que la comida favorita de Li era el Chop Suey, lo que generó mucho interés entre los lectores, que empezaron a acudir a los restaurantes chinos para probar este plato. De hecho, los locales de la época se llamaban 'Chop Suey Restaurants', y adaptaban las recetas para tratar de adaptarse al gusto de los americanos y facilitar su expansión.Da la casualidad de que el chop suey es un plato rodeado de polémicas. De hecho, ni siquiera es un plato originario de China, donde se cuenta que por entonces ni siquiera lo conocían, sino que nació en Estados Unidos. Como con los orígenes de tantas otras recetas, alrededor del chop suey también circulaban muchas leyendas. La más aceptada cuenta que un grupo de mineros muy enfadados llegaron un día a un restaurante chino, pidiendo comida. El dueño del local, asustado, echó todos los ingredientes que tenía a mano en un wok, dando lugar a ese nuevo plato que llamó Chop Suey. A pesar de estar hecho a partir de sobras, se convirtió en el favorito de todos los clientes.Desde los inicios del siglo XX la expansión de los restaurantes chinos fue exponencial. En 1900 en Chicago había un único local, pero en 1905 ya eran 40. En Nueva York, cada década se duplicaba el número de restaurantes, y en 1930 ya generaban 150 millones de dólares en ventas. Y habían superado a las lavanderías como el sector que más trabajo daba a los chinos. Y todo a pesar de que la población china prácticamente se había reducido a la mitad, debido a las restricciones, pasando de 105.000 ciudadanos en el momento cumbre a tan solo 61.000 en 1920.En pleno auge de los restaurantes chinos, para llevar el negocio un punto más lejos, empiezan a experimentar con el envío a domicilio de comida caliente. Lo más difícil era encontrar el recipiente perfecto. Y lo descubrieron casi de casualidad. Los pescaderos utilizaban una caja de cartón con un asa para servir las ostras, que sacaban de sus conchas. Pero era un mercado en crisis, debido a la sobrepesca. Los empresarios chinos se dieron cuenta de que esos cubos eran perfectos para transportar su comida preparada. Y ese diseño ha durado hasta nuestros días.Como tantos otros negocios, sufre con la segunda guerra mundial, y entra en crisis con la Guerra de Corea. Con el ya tradicional trasfondo racista, las visitas a los restaurantes chinos decaén tras este conflicto. La situación no logra remontar hasta 1972, cuando el presidente Richard Nixon visita China, en el primer viaje oficial desde la revolución comunista. Las noticias giraban en torno a las numerosas cenas de Estado que se iban a celebrar, en las que los estadounidenses veían a su líder disfrutando de comidas de las que nunca habían oído hablar. Al día siguiente había restaurantes chinos en Estados Unidos replicando los menús.La demanda de comida china se disparó. Y en concreto, el pato laqueado a la pekinesa, o pato pekín, el favorito de Nixon, se convirtió en el más vendido de cualquier restaurante.Hay que insistir en este punto que la comida que se vendía hasta entonces no era puramente china. Los cocineros servían versiones que podríamos llamar americanizadas, para adaptarse a los gustos y peculiaridades de los americanos. Como contábamos con el caso del chop suey, algunos ni siquiera se conocían en Asia.La visita de Nixon rompe esta barrera, y permite a los chefs desarrollar y vender platos más tradicionales, además de probar nuevas ideas. Se suma además el fin de las leyes restrictivas y las nuevas normas de emigración, que hace que lleguen a Estados Unidos asiáticos de otras partes, como Taiwan o Hong Kong, además de otras regiones de China, que sirven auténtica comida china. Tras décadas de adaptación, los americanos ya estaban preparados para estos nuevos platos.El éxito de la comida china no ha dejado de crecer desde entonces, en Estados Unidos y en todo el mundo. Es, por ejemplo, la segunda que más se vende a domicilio, solo por detrás de las pizzas. Da trabajo a cientos de miles de personas. Se puede encontrar más tradicional, moderna o fusión. Y es la favorita de millones de personas en todo el mundo.
7/11/2022 • 10 minutes, 29 seconds
Leonardo del Vecchio, el niño criado en un orfanato que se hizo millonario gracias a las gafas
El italiano Leonardo del Vecchio ha sido el ejemplo perfecto de lo que es una persona hecha a sí misma. Nació en Milán, en 1935, y lejos de heredar una fortuna, fue criado en un orfanato. Fue un visionario que, tras trabajar en varias fábricas, se dio cuenta de que las gafas no eran solo una herramienta para ver mejor, sino que también tenían un componente de moda y diseño. Con esa idea en la cabeza lanzó Luxottica, que acabó siendo el mayor fabricante de gafas del mundo, lo que le convirtió en una de las personas más ricas. Del Vecchio ha fallecido este mes a los 87 años. De familia muy humilde, Leonardo del Vecchio ni siquiera llega a conocer a su padre, un vendedor de verduras en las calles de Milán que fallece cinco meses antes de su nacimiento. Su madre, que tiene tres hijos más, lo deja en un orfanato cuando Leonardo tiene 7 años. Una reciente biografía autorizada cuenta que su paso por el orfanato le formó un carácter de acero, y fue donde aprendió el gusto por esa precisión que luego como empresario le dio tantos éxitos. En plena adolescencia, con tan solo 14 años, Leonardo se pone a trabajar en una fábrica. Una decisión que, sin saberlo, acabaría marcando su futuro. La planta en la que trabaja como aprendiz, dedicada al diseño de piezas metálicas de todo tipo, incluyendo monturas para gafas, le abrió, nunca mejor dicho, los ojos sobre lo que quería hacer con su futuro. Por ello, decide compaginar su empleo con un curso por las tardes de diseño industrial, en el que aprende a tallar y grabar metal. Con 22 años y con los estudios completados, se traslada a Trentino, donde se incorpora como obrero, ya no aprendiz, en una empresa de grabados. Ahí es donde descubre su pasión por el mundo de las gafas, y donde tiene su gran visión: no son solo una herramienta para ver mejor, o para protegerse de sol, sino que son un producto de moda, con estilo, en el que el diseño juega un papel fundamental. Más tarde, decide trasladarse a Agorno, el epicentro de la industria de las gafas en Italia, que además ofrecía facilidades para las personas que quisieran fundar allí su empresa. Y allí nace Luxottica, una compañía que inicialmente se enfoca en fabricar piezas metálicas para gafas y herramientas vinculadas con este arte. El negocio es un éxito, pero Del Vecchio no se conforma. Tres años después, deja de fabricar piezas y comienza a desarrollar monturas completas. Cuenta ya con 14 empleados. Y En 1967, mientras continúa produciendo productos semi-acabados para terceros, comienza a desarrollar la idea que le acaba catapultando al éxito: fabricar gafas completas para terceros. Leonardo acude a una feria del sector en Milán, y sus productos triunfan entre los asistentes por su originalidad, su diseño y su excelente manofactura. Tiene tanto éxito entre el público, y recibe tantos pedidos, que decide que tiene que empezar a vender sus propias gafas, bajo su marca. Pese al éxito, Del Vecchio sigue sin estar convencido. Cree que le falta mayor contacto con el cliente final, lo que le impide conocer mejor el sector y las necesidades del público. En 1974, soluciona este déficit con la compra de Scarrone, una distribuidora que estaba más que asentada en el mercado italiano, y que le permitía controlar la venta de sus propios productos. Ahora sí, el sueño estaba cumplido: controlaba todo el proceso, desde el diseño de las gafas, su producción y su distribución. Entramos en la década de los 80, en la que Luxottica da el salto definitivo. Comienza su expansión internacional, con una filial en Alemania, un país que también contaba con una amplia tradición en el campo de las gafas. Y es entonces también cuando entra en Estados Unidos, repitiendo la fórmula que ya había hecho y que repetiría después muchas veces: comprar una marca ya asentada. La elegida es Avantgarde, una compañía de gafas norteamericana, para lo que pide un importante préstamo. Abre cuatro nuevas fábricas, y contrata a más de 4.000 personas. En solo un año ya había devuelto el dinero. Del Vecchio mantenía a la empresa en constante crecimiento. Y, además, no dejaba de invertir en innovación, desarrollo y diseño. El objetivo seguía siendo fabricar las mejores gafas posibles. Perseguía la excelencia. Mientras tanto el proceso de expansión continuaba. Seguía adquiriendo empresas en Estados Unidos, al tiempo que abría sus propias filiales en Reino Unido, Francia y Canadá. Y cuando la década tocaba a su fin, otro movimiento revolucionario para la industria llevado a cabo por Leonardo del Vecchio. Ya tiene claro que las gafas son un accesorio de moda, una expresión de estilo. Y decide firmar un acuerdo con el diseñador Giorgio Armani, uno de los símbolos de Italia, para producir su línea de gafas. Esta colaboración, que se extendió durante 15 años inicialmente -la retomaron de nuevo en 2013-, fue el comienzo de una cartera de licencias con las principales marcas de moda de todo el mundo. Las gafas de cualquier firma de lujo que podamos imaginar están fabricadas por Luxottica: Versace, Tiffany, Prada, Ralph Lauren, Michael Kors… todas. En la década de los 90, se convierte en una empresa cotizada, saliendo a bolsa en Nueva York. El dinero ingresado con esta maniobra le da margen para seguir adquiriendo compañías del sector. Y es en ese marco en el que se producen los dos últimos grandes movimientos de Loxittica, que le consolidan como la marca de gafas más importante del mundo: la compra en 1999 de Ray-Ban, y en 2007 de Oakley. La marca estadounidense Ray-Ban, con más de 60 años de historia, tenía algunos de los diseños más icónicos del mundo. Era conocida sobre todo por el modelo Aviador, vinculado con los pilotos del ejército americano. Y sus diseños los llevaban famosos y artistas de todas partes. Estaba en crisis, y Luxottica aprovechó la oportunidad para hacerse con ella por unos 650 millones de dólares. Pero no solo se hizo con su pasado, sino que siguió invirtiendo en nuevos modelos que también se hicieron muy conocidos y consolidaron su imagen de estilo y libertad. En el caso de Oakley, la empresa de gafas deportivas más importante, también estaba pasando un mal momento en 2007. Viendo su debilidad, Luxottica lanza una OPA hostil sobre ella, comprándola por más de 2.000 millones. También fueron socios de Google para lanzar las famosas, innovadoras y olvidadas Google Glass. Para entonces, Del Vecchio ya había dado un paso al lado en la compañía. En 2004 deja al mando a Andrea Guerra. Sin embargo, dicen las malas lenguas que el fundador seguía teniendo la última palabra en todas las decisiones que se tomaban. Finalmente, en 2014, Del Vecchio se cansa y decide recuperar el control de la compañía. En 2018, cuando Del Vecchio tenía más de 80 años, toma la última gran decisión: fusionarse con la francesa Essilor, la otra gran compañía del sector, formando un gigante europeo valorado en más de 50.000 millones de euros. Hoy por hoy, es la empresa de gafas más grande del mundo, con más de 7.000 tiendas y casi 80.000 empleados. Además de en Luxottica, Del Vecchio también invirtió en importantes empresas inmobiliarias; en la aseguradora Generali, la más importante de Italia; y era el principal accionista de Mediobanca. Sus problemas con los principales directivos de estas empresas, con los que tuvo fuertes enfrentamientos e incluso intentó derrocar, fueron legendarios. Una carrera profesional tan larga y exitosa también tuvo momentos de crisis. Las autoridades antimonipolio tanto de Estados Unidos como de Europa siempre han tenido sus ojos puestos en Luxottica, aunque nunca han logrado acusarle. Los expertos consideran que ejerce un oligopolio que le permite subir precios a su antojo, con productos cada vez más caros, a pesar de su escasa evolución. Además, en 2009 tuvo que pagar una multa de más de 300 millones por evasión de impuestos. Del Vecchio, criado en un orfanato de Milán, llegó a ser la segunda persona más rica de Italia, solo superado por la familia Ferrero, la de los chocolates; y ocupó el puesto 52 de los más ricos del mundo, con una fortuna de casi 22.000 millones de euros. Su última esposa y sus seis hijos se repartirán el imperio heredado.
7/4/2022 • 9 minutes, 26 seconds
Leyendas y accidentes detrás del origen de Kellogg's
La centenaria compañía agroalimentaria Kellogg ha anunciado su escisión en tres empresas cotizadas, que operarán de manera independiente. Una incluirá las marcas relacionadas con los cereales y aperitivos en los mercados internacionales; otra acoge las enseñas más implantadas en Estados Unidos y Canadá; y la tercera agrupa los productos vegetarianos.Este es el último movimiento estratégico de una empresa que ha logrado convertirse en líder mundial, solo igualada por el gigante Nestlé. Una empresa que lleva desde su nacimiento, a principios del pasado siglo, tomando decisiones arriesgadas que le han llevado hasta su posición actual.Para entender el origen de la compañía hay que irse aún más atrás en el tiempo, a los años 80 del siglo XIX. Al seno de la familia Kellogg. John Harvey, el mayor de los hermanos, destacó desde muy pequeño por su inteligencia, estudió medicina, y ocupó un cargo destacado en el sanatorio The San, en Battle Creek, Michigan. Allí aprovechó su posición para contratar a su hermano Will, para el ala comercial de la institución, tras fracasar este en el negocio de escobas familiar. Su relación siempre fue complicada, marcada por una fuerte rivalidad, y por las constantes humillaciones del hermano mayor.En el sanatorio la relación no era mejor. John seguía menospreciando a su hermano menor constantemente, tratándolo como un lacayo. Pero fue gracias a una de estas tareas de poco valor que John le encalomaba a su hermano de las que surgieron los famosos cereales de desayuno.Era una época en la que empezaba a darse importancia a la nutrición y al cuidado de la alimentación. Una de las principales labores de John, y la que le dieron gran prestigio, era el desarrollo de dietas más saludables y fáciles de digerir. Tan talentoso era en su campo, que al complejo no solo acudían pacientes, sino también personalidades de la época, como Thomas Edison o Henry Ford, que trataban de mejorar su salud.Con una alimentación basada en alimentos de origen animal y muy grasos, en The San apostaban por algo más ligero. John, con la ayuda de su hermano, dedicaba mucho tiempo a investigar e innovar en alimentos más saludables, y que además tuvieran un sabor atractivo para los pacientes. Y los cereales jugaban un papel fundamental, ya que eran fáciles de digerir.Y aquí es donde se mezclan la realidad y las leyendas. La primera cuenta que na mañana en la que ambos hermanos estaban trabajando con trigo hervido, fueron requeridos para una urgencia. Desatendieron la cocina, lo que provocó que las láminas con las que estaban trabajando se secaran y se pusiesen durísimas. Intentan pasarlas por el rodillo para tratar de ablandarlas, y se parten en pequeños trozos. Quedaba poco tiempo para el desayuno y tenían que improvisar algo para que los pacientes pudiesen alimentarse.Solo tenían miles de trozos de copos aplastados, y muy duros. ¿Qué podían hacer? A la desesperada, deciden hornear estas pequeñas piezas, que quedaron muy crujientes, y servirlas con un vaso de leche que permitiera ablandarlas.Hay una segunda leyenda, más morbosa pero también más difícil de creer. John, perteneciente a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, era profundamente religioso. Una de sus principales cruzadas era contra el sexo en general, y contra la masturbación en concreto. Creía que esta práctica era responsable de hasta 39 enfermedades, y que provocaba daño físico, psíquico y moral.En su lucha contra los deseos sexuales -los ajenos y los propios, pues cuentan que ni siquiera llegó a consumar su matrimonio en los 40 años que duró-, la alimentación jugaba un papel clave. Creó una lista de comidas que podríamos llamar antiafrodisiacas. Para el doctor, cuanto menos sabor tuviera la comida y menor elaboración, más hacía por reducir el apetito sexual, y por lo tanto, más saludable se podía considerar.Y ahí entran en juego los cereales. Un alimento sencillo, simple y poco explotado hasta entonces. Experimentando con este producto, descubrieron los famosos copos tostados, de avena y maíz, que les daban a los pacientes con un poco de leche para que se ablandaran.Sea como fuere, los Kellogg tenían entre manos un alimento de éxito. A los pacientes les había encantado. Tanto, que muchos, cuando se iban del centro, encargaban numerosos paquetes para poder seguir desayunando este producto en su casa. Después, en una especie de comercio a distancia pionero, encargaban por carta cajas para que se las enviasen a domicilio. Lo dicho, un éxito.Ante la elevada demanda, John decide automatizar la producción y distribución de los cereales, de lo que se ocupa William.
6/27/2022 • 13 minutes, 42 seconds
Así eran las prisiones para morosos en la Edad Media
Aunque pueda parecer lo contrario, la morosidad no es un fenómeno reciente. Es más antigua incluso que el propio dinero, ya que hasta en la época del trueque y el intercambio de bienes, cuyo pago en ocasiones se aplazaba, ya se producían situaciones de impagos de deudas. Lo que ha evolucionado en este tiempo es la forma de tratar a dichos morosos. En aquellos tiempos pretéritos, las normas más primitivas, o incluso la inexistencia de las mismas, provocaban que estos conflictos acabasen resolviéndose por medio de la violencia, llegando en muchas ocasiones a provocar la muerte del moroso si no podía afrontar sus deudas. Con el paso del tiempo, las condenas por delitos de morosidad fueron evolucionando y humanizándose. En la Antigua Roma, podías acabar esclavizado para saldar una deuda pendiente. Más adelante, a los morosos se les humillaba en público para señalarlos y avergonzarles. El punto álgido de la persecución a los morosos quizá se alcanzase entre la Edad Media y la segunda mitad del siglo XIX, cuando se extendieron por Europa las llamadas prisiones para deudores. En ellas eran encerrados los morosos condenado y, en ocasiones, se fijaba un tiempo de estancia, aunque lo más normal era que los reos solo lograsen la libertad tras cancelar su deuda. El objetivo de estas condenas no era tanto hacer cumplir al sancionado con la obligación de pagar, sino presionarle para que acabase revelando bienes que tuviera ocultos o escondidos. En Europa fueron conocidas las prisiones para deudores de Alemania, que usaban este castigo como método para obligar a que pagasen y, en otras ocasiones, para que no pudiesen huir, y asegurar así su asistencia al juicio contra ellos. Llegar a este punto era muy deshonroso para el deudor. También en Países Bajos cobraron gran importancia estas edificaciones. Allí podían acabar los morosos que se negaban a comparecer en juicio, o los que no pagaban sus multas o deudas. Además, el paso por estas prisiones de deudores no cancelaba la cantidad debida ni sus correspondientes intereses. Malta o Grecia son otros países que también contaban con este tipo de cárceles. Pero las más famosas e importantes de Europa fueron las británicas. Entre los siglos XVIII y XIX, más de 10.000 personas eran detenidas cada año por culpa de la morosidad. Y como en tantos y tantos aspectos de la vida, dentro y fuera de la cárcel, los humildes lo tenían más complicado que los miembros de familias más pudientes. A los pobres, aunque estuvieran condenados por deudas míseras, les era imposible saldarlas y muchos acababan muriendo en prisión. Además, al ser una carga para los guardianes, que no tenían forma de aprovecharse de ellos, eran tratados con brutalidad. La única opción para ellos era la caridad. Para ello, se habilitaba en estas prisiones de deudores una habitación, con una reja que daba a la calle, a través de la cual podían pedir limosna a los transeúntes. Las condiciones eran algo mejores para los encarcelados bien posicionados a nivel económico, ya que muchos sobornaban a los guardias que, debido a sus bajos salarios, estaban abiertos a este tipo de acuerdos. Además, a estos acaudalados se les permitía recibir visitas e incluso hacer negocios, lo que aumentaba las opciones para saldar la deuda y conseguir la ansiada libertad. Las mujeres lograban mantener activos burdeles si sobornaban a los guardias. En algunas prisiones, como la famosa Fleet Prison de Londres, hasta les permitían vivir fuera de la cárcel, en las calles cercanas. Sin embargo, hasta para los más afortunados, la vida en estas prisiones estaba lejos de ser ideal. Lo contaba en una carta enviada a un amigo Samuel Byron, hijo del famoso escritor, allá por 1826. "¡Qué barbaridad puede ser mayor que los carceleros (sin que medie provocación) carguen de grilletes a los prisioneros, los encierren en mazmorras, los esposen, les nieguen las visitas de sus amigos y les fuercen a pagar cantidades excesivas por su alojamiento, vituallas y bebidas; que abran sus cartas y se apropien de las limosnas que les envían! (…) la prisión por deudas inflige una mayor pérdida al país, en forma de desperdicio de potencia y energía, que los monasterios y conventos en el extranjero y entre los pueblos católicos (…) Holanda, el país más incivil del mundo, trata a los deudores con benevolencia y a los malhechores con rigor; Inglaterra, en cambio, se muestra indulgente con los asesinos y ladrones, pero a los pobres deudores se les exigen imposibles". Algunas de las cárceles más famosas de Reino Unido, además de la citada Fleet Prison, fueron, por un lado, la cárcel de Marshalsea, en la que estuvo detenido el padre de Charles Dickens, por una deuda con una panadero, y que el escritor retrató con toda su crueldad en algunas de sus novelas; o, por otro, la King's Bench Prison. No obstante, la más conocida, sin duda, fue The Clink, quizá la prisión más antigua de Reino Unido. Perteneciente al obispo de Winchester, recibió su nombre por el sonido metálico que se producía cuando se cerraban las puertas de la cárcel. El nombre se utiliza aún hoy en día como sinónimo de estar en prisión. El general británico James Oglethorpe, miembro del Parlamento, conoció las condiciones de las prisiones de deudores a través de un amigo suyo, condenado por moroso. En 1728 presidió una Comisión de Investigación que descubrió que, como ya imaginaban, se debían mejorar las situaciones de estas cárceles y dar salida a los morosos detenidos, ya que dicha reclusión impedía poder recuperar el dinero que debían. Esta Comisión logró una modificación de las leyes, que hizo que muchos morosos fueran puestos en libertad, tal y como se había pedido. ¿Cuál era el problema? Que nadie contrataba a los deudores. Sin salida, muchos acababan delinquiendo para volver de nuevo a prisión. Otra vez Oglethorpe se puso a buscar una solución y la encontró al otro lado del Atlántico, en el llamado Nuevo Mundo. Junto a un grupo filantrópico creó el Patronato para el establecimiento de la colonia de Georgia. Así, solicitaron al rey, Jorge II, la carta real y la concesión de tierras para dicho establecimiento. De esta manera, la metrópoli ahorraba los gastos de manutención en la cárcel, se libraba de potenciales delincuentes, reforzaba sus posiciones en América y, por si fuera poco, con el nombre de la colonia, Georgia, se lanzaba un guiño al rey. En abril de 1732 aprobaron la propuesta. En noviembre de ese año, Oglethorpe partía rumbo a América con una tripulación formada por 100 colonos, en su mayoría morosos, pero también había reclusos perseguidos por cuestiones religiosas. Cuatro meses después de partir llegan a Savannah, que acabaría siendo la primera capital del Estado. Este era, por cierto, un territorio que reclamaban los españoles, que fueron los primeros en asentarse allí en una misión encabezada por Lucas Vázquez de Ayllón. Sin embargo, aunque tardaron poco en abandonarlo por el mal tiempo y las enfermedades. Fue Pedro Menéndez de Avilés, el 'adelantado', el que, a mediados del siglo XVI, consumó la conquista definitiva tras vencer a los franceses. No obstante, España, que no le veía gran valor a la región, ni siquiera protegió militarmente la zona, en manos de órdenes religiosas. El conflicto entre británicos y españoles acabó resolviéndose en la Guerra del Asiento, en la que vencieron los hombres de Oglethorpe. Además, el comandante inglés fue capaz de resolver de forma amistosa los problemas con los nativos. También estableció normas muy avanzadas para la época en la región, incluyendo la igualdad agraria, para apoyar y perpetuar la agricultura familiar, y, sobre todo, la ilegalización de la esclavitud. Durante 10 años, la colonia sobrevivió siguiendo la normativa desarrollada por Oglethorpe. Pero en cuanto este regresó a Londres, todo se vino abajo en aquel territorio de ideas utópicas. Sin esclavos, la mano de obra se reducía a la de los propios colonos. Una condición que, decían, limitaba su productividad respecto a la del resto de colonias. Sus vecinos de Carolina del Norte y del Sur prosperaban gracias al cultivo de maíz y arroz, explotando mano de obra esclava. Mientras que en Georgia no lograban producir lo suficiente como para exportar, y el alto precio de los productos importados les llevaba a recurrir al contrabando de productos españoles a través de Florida. Así, olvidando su pasado en prisión y las penurias que habían vivido, decidieron levantar la prohibición y recuperar a los esclavos. Aprendieron que esta era la fórmula más rápida para aumentar sus beneficios.
6/20/2022 • 11 minutes, 37 seconds
Del Big 5 al Big 4: la caída de Arthur Andersen
El sector de la auditoría y la consultoría vivió en 2021 un año excepcional. Fue uno de esos negocios que no solo no se vio afectado por la pandemia, sino que incluso se benefició por la crisis provocada por el coronavirus: muchas empresas se vieron obligadas a pivotar, a transformar sus modelos de negocio, para lo que necesitaron a asesores profesionales que les ayudasen en esta remodelación.El auge de este sector se ve muy claro si observamos los resultados de las conocidas como 'Big Four', las cuatro grandes firmas de este campo a nivel global. Hablamos de Deloitte, PwC, EY y KPMG. Estos cuatro gigantes facturaron unos 150.000 millones de euros a nivel global en 2021, el mejor dato desde 2002.Y no es una fecha cualquiera para este negocio, porque ese año, el 2002, es el año en el que el 'Big Five' se convirtió en el actual 'Big Four'. Ese fue el momento en el que cayó Arthur Andersen, la otra gran auditora global, arrastrada por su papel en el escándalo de Enron, el mayor fraude de la historia, y cuyas cuentas controlaba.Arthur Andersen nació en mayo de 1885 en Illinois, hijo de un noruego y una danesa que habían emigrado a Estados Unidos. Quedó huérfano a la edad de 16 años, por lo que tuvo que empezar a trabajar como cartero mientras acudía a la escuela nocturna. Con gran esfuerzo, logró licenciarse en administración y negocios, y con tan solo 23 años se convirtió en el contable más joven de Illinois.En 1913 se alía con su socio Clarence DeLany, y fundan en Chicago la consultora Andersen, DeLany & Co. Su primer cliente fue la cervecera Schlitz, que llegó a ser la más grande de Estados Unidos. Poco después abre en Milwaukee su segunda sede, y cambia el nombre a Arthur Andersen & Co, tras la renuncia de su socio.Andersen, que dirigió la firma hasta su muerte en 1947, trató de aplicar sus férreos principios a la firma. Creía en la educación como la base sobre la que debería desarrollarse la contabilidad moderna. Creó el primer programa de formación de la profesión, y apostaba porque los trabajadores siguieran formándose en horario laboral.También fue un gran defensor de la aplicación de altos estándares de honestidad y ética en el negocio. Y trataba de transmitirle esos valores a sus trabajadores. Cuenta la leyenda que una empresa ferroviaria, importante cliente de la firma, fue a Andersen para que firmase sus cuentas, bastante defectuosas. Andersen se negó asegurando que "no había suficiente dinero en la ciudad de Chicago para obligarle a hacerlo". La empresa de ferrocarriles despidió a Andersen para acabar quebrando poco después.El fundador fallece en 1947, y la firma queda al borde del colapso. Ahí emerge la figura de Leonard Spacek, que le sustituye en el cargo, a pesar de tener tan solo 39 años, aunque llevaba 20 en la compañía. Antiguo estudiante de la Universidad de Chicago, y totalmente alineado con los valores de su predecesor, apostaba por la transparencia y por mantener distancia con las empresas que auditaban.Spacek siempre defendió que Arthur Andersen debía ofrecer servicios de alta calidad, siguiendo el lema corporativo: "Piensa con claridad, habla con claridad". Estuvo en el cargo hasta 1973, y su mandato estuvo marcado por la apuesta por la internacionalización de la compañía. Abrió oficinas en 25 países, la plantilla aumentó hasta los 12.000 empleados, y la facturación pasó de 6,5 millones a 51 millones.Ya consolidada como una de las grandes firmas, en los 70 empieza a involucrarse cada vez más en la pata de la consultoría, cuyos beneficios eran muy superiores. Tanto, que en la década de los 80 se convierte en la compañía más grande del sector, con la rama de la consultoría aportando el 40% de los beneficios. Todo ello, mientras que los servicios de auditoría sumaban numerosos escándalos por denuncias de accionistas que les acusaban de no haber prestado la suficiente atención a las cuentas de empresas que acabaron quebrando.Esta situación comenzó a crear tiranteces en el seno de la empresa, ya que los socios especializados en la consultoría creían que no estaban recibiendo los beneficios que merecían. El conflicto acabó provocando en 1989 la escisión en dos compañías independientes, Arthur Andersen y Andersen Consulting.Sin embargo, la década de los 90 estuvo marcada por las tensiones entre ambas empresas, ya que los consultores, con un volumen de negocio muy superior, no estaban de acuerdo con las cantidades que tenían que seguir pagando a Arthur Andersen como parte del pacto de escisión.En esa época es también cuando los conocidos como 'Big Eight', que es como se conoció al grupo de grandes empresas de servicios a lo largo del siglo XX, se convirtió en las 'Big Five' tras un importante proceso de competencia, fusiones y adquisiciones. Y en estas estaban cuando estalló la madre de todos los escándalos en el sector. El caso Enron.Enron era una empresa estadounidense de energía, con sede en Houston. El 2 de diciembre de 2001 se declaró en quiebra. Facturaba, supuestamente, 100.000 millones de dólares al año, y contaba con activos por valor de 63.000 millones. El problema es que todo era mentira, que los datos estaban maquillados. Los pasivos se convirtieron en activos, los créditos se presentaban como ingresos y los beneficios estaban inflados.La compañía se hundió en bolsa. El valor de las acciones pasó de 99 dólares a tan solo uno. Y poco a poco fueron saliendo a la luz todos los fraudes contables de la compañía, que se vio obligada a declararse en bancarrota, la mayor de la historia en Estados Unidos.Arthur Andersen, que en aquel momento era un gigante con más de 80.000 empleados en todo el mundo, y que facturaba más de 9.000 millones, era la auditora de Enron. Y fue condenada por su participación en el escándalo, acusada de delitos de obstrucción a la justicia y destrucción de documentos relacionados con la quiebra de Enron y sus irregularidades.Las críticas se centraron en el conflicto de intereses entre una empresa auditora y los ingresos que recibe por consultoría de la empresa que debe auditar. ¿Puede ofrecer una opinión independiente si ingresa cientos de millones de esa compañía? Hay que recordar que Arthur Andersen ingresaba un millón a la semana de Enron por sus servicios, y el auditor principal, David Duncan, tenía importantes bonus por las ventas que registraba.Por si fuera poco, Duncan fue acusado de permitir que empleados de Enron acosaran a los auditores, como al que encerraron en una habitación hasta que no presentara una carta de respaldo para un crédito de 270 millones.Se descubrió además que en octubre de 2001, cuando ya sabían que Enron iba a anunciar malísimos resultados, el abogado de Andersen en la oficina de Houston aplicó la política de retención de documentos, que recomendaba destruir todos los documentos comprometedores. Además, Duncan exigió que el ritmo de destrucción fuera superior incluso al marcado por la normativa interna. En tres días destruyeron una cantidad de material sin precedentes, incluyendo la eliminación de correos electrónicos y archivos de ordenadores de la oficina de Houston y de otras sedes regionales.Andersen recibió una multa de medio millón de dólares, una cuantía menor, y además le prohibieron prestar servicios para empresas de la bolsa estadounidense durante cinco años. En cuanto fue condenada, la consultora estaba muerta. "Una empresa de servicios profesionales se basa en la confianza, y si esta se pierde, no hay nada que hacer", contaba Ángel Durández, presidente de la filial española de la compañía. Casi un siglo después de su nacimiento, el nombre de Arthur Andersen estaba acabado.El fallo acabó provocando el cese de todas sus actividades. A partir de ese momento, las sociedades de Arthur Andersen en los diferentes países fueron disolviéndose, y los equipos profesionales fusionándose o siendo absorbidos por otras compañías, al igual que los clientes.Curiosamente, en 2005 el Tribunal Supremo anuló la sentencia de obstrucción a la justicia, pero ya era tarde, no quedaba nada de la compañía.
6/13/2022 • 10 minutes, 21 seconds
El peso de la inflación en la caída del imperio romano
El problema con la inflación no solo es actual, es tan antiguo como el dinero. Es posible que en los primeros siglos no fueran conscientes de las dificultades que traían aparejadas las monedas. Y también es posible que los primeros en darse cuenta de que tenían que hacer algo con las subidas de precios fueran los romanos. De hecho, la alta inflación fue causante directa de la caída de su imperio.La economía romana era compleja, y llevaba sufriendo desde inicios de nuestra era. Es conocida, por ejemplo, la crisis del año 33, que se resolvió con el primer rescate de la historia. El imperio supera este revés, y sigue creciendo, hasta alcanzar su apogeo en el siglo II, con Trajano al frente. Expande las fronteras al máximo, llegando a alcanzar el océano Índico, lo que ni siquiera Julio César o Marco Antonio habían logrado.Pero tan pronto como alcanzó su auge, comenzó su decadencia. Roma necesitaba un ejército enorme, cada vez más grande, para poder proteger sus fronteras de los numerosos ataques e intentos de invasión que se sucedían, sobre todo en la frontera germánica. Y el coste era enorme.Esta decadencia comienza con la llegada al poder de Caracalla. Su padre, el emperador Septimio Severo, le dio un consejo a él y a su hermano en el lecho de muerte: "Vivid en armonía, enriqueced al ejército, ignorad lo demás". Caracalla se comprometió a cumplirlos, pero a su manera. Para empezar, se saltó lo de vivir en armonía y mató a su propio hermano, para poder gobernar en solitario.A lo que le hizo más caso fue a lo de enriquecer al ejército, subiendo un 50% el salario de los soldados. Tenemos por lo tanto un gasto disparado, a lo que tampoco ayudaban los faraónicos caprichos del emperador, como las gigantes termas que llevan su nombre.Para poder afrontar esas inversiones, el imperio necesitaba aumentar sus ingresos. Y tenía solo dos herramientas: aumentar los impuestos y devaluar la moneda. Y Caracalla apuesta por las dos opciones: duplica las tasas a las herencias, y devalúa la moneda.¿Cómo se llevaba a cabo este proceso? La moneda del imperio era el denario, que en tiempos se fabricaba con un 95% de plata y un 5% de otros metales de menor valor. Si reducías el nivel de plata en cada pieza, podías acuñar una mayor cantidad de monedas. Cuando Caracalla llega al poder, el porcentaje de plata era ya del 75%, por las devaluaciones de los anteriores emperadores. Pero él va aún más lejos: en tan solo un año reduce los niveles de plata hasta tan solo el 50%.Los gobernadores no eran muy conscientes de las consecuencias de estas decisiones. La mayor circulación de monedas, pero de menor valor, se tradujo en una importante subida de los precios por parte de los comerciantes, y el correspondiente aumento de la inflación, reduciendo el poder adquisitivo de los ciudadanos.La inflación llegó a superar el 1.000%, siendo mucho mayor en algunos lugares concretos del imperio. Por poner un ejemplo, entre el año 255 y el 294, el precio de los cereales se multiplicó por 20. La crisis era real.También se sumaba la gran inestabilidad política. Caracalla acabó siendo asesinado por su propia guardia. En 50 años se suceden 25 emperadores, casi todos alzados y depuestos por las armas -solo Hostiliano, que gobernó 6 meses, falleció por causas naturales-. Además, casi todos eran de origen militar, más preocupados por el estado de los ejércitos que por la gestión.En estas circunstancias llega al poder Diocleciano. Él y su gobierno no ven relación entre la crisis económica y la inflación y las continuas devaluaciones. Y tampoco con el gigantismo del estado. De hecho, en sus primeros 15 años como emperador aumenta el tamaño del ejército de 685.000 a 955.000 soldados. Y el número de funcionarios del estado se duplica, pasando de 15.000 a 30.000 trabajadores.Para ellos, la culpa es única y exclusivamente de los comerciantes y su especulación con el precio de los productos que venden, preocupados solo por sus beneficios. Era una historia que además contaba con la aprobación de los ciudadanos, porque preferían esta teoría a que les subieran los impuestos.Diocleciano no tenía apenas margen para más devaluaciones, porque las monedas apenas llevaban ya plata; ni para aumentar los impuestos, porque los contribuyentes ya estaban ahogados. Apuesta entonces por una reforma monetaria, que trata de estabilizar la moneda, y que tiene un efecto totalmente contrario, disparando de nuevo la inflación.Entonces decide apuntar de nuevo a los comerciantes, a los que compara con los bárbaros que amenazaban las fronteras, y les acusa de ser una amenaza para el imperio. En el año 301 lleva a cabo su gran obra en este sentido, al promulgar el Edicto sobre Precios Máximos, una norma que fijaba el precio máximo sobre más de 1.300 productos, además de establecer el coste de la mano de obra para producirlos.Fija una condena de muerte para los mercaderes que se salten esta medida. Y además les prohíbe llevar sus productos a otros mercados a los que pudieran venderlos a mayor precio. Y el coste de transporte tampoco puede usarse como excusa para incrementar los precios finales.¿Logró su objetivo? ¿Detuvo la escalada inflacionista? Para nada. Los precios que fijaba el edicto eran demasiado bajos, así que muchos comerciantes decidieron dejar de vender algunas mercancías, hacerlo en el mercado negro, o volver al trueque. Hay ciudades en las que el comercio desapareció completamente.Y como el edicto también fijaba los salarios, muchos profesionales, incluidos los tan poderosos soldados, vieron cómo con su sueldo su poder adquisitivo era cada vez menor.En estas circunstancias, fueron muchos los ciudadanos que decidieron abandonar las ciudades e irse a vivir al campo. Sin confianza en el comercio, apostaron por autoproducir todo lo que necesitaban, creando economías locales autárquicas. Muchos trabajadores, sin posibilidades de empleo en las grandes urbes, siguieron a estos nuevos terratenientes, provocando que muchas ciudades quedaran prácticamente abandonadas.Poco a poco la economía del imperio logró cierta recuperación, aunque lejos del esplendor vivido. Las ciudades nunca llegaron a recuperar la vitalidad, y el aislamiento facilitó el desmembramiento posterior del imperio romano. La tormenta perfecta provocada por el excesivo coste del ejército, los ataques bárbaros y la crisis económica provocada por la inflación acabaron definitivamente con el imperio romano. Su grandeza se desvaneció para siempre con su caída en el año 476. Se iniciaba una nueva era.
6/6/2022 • 9 minutes, 9 seconds
El ocaso de Tabacalera S.A: del monopolio público español al control británico
En 1875, pocos meses antes de su muerte, George Bizet estrenó la ópera Carmen, que incluye en uno de sus actos esta pieza que escuchan... Se trata del famoso aria Habanera, interpretado por Carmen, una gitana española que trabaja como cigarrera en la Fábrica de Tabacos de Sevilla, lugar en el que está ambientada la obra. El compositor francés decidió dramatizar así la historia contada en la novela homónima del escritor Prosper Mérimée. La ópera Carmen es una de las primeras representaciones artísticas que se hicieron sobre las cigarreras, todo un movimiento obrero que marcó el devenir de la industria a lo largo del siglo XIX.Pero todo comenzó mucho tiempo atrás. Durante la conquista de América, Rodrigo de Jerez y Luis Torres, dos marinos españoles que viajaban a bordo de la Santa María junto a Cristóbal Colón, descubrieron el tabaco en San Salvador. Los nativos se presentaron con hojas secas que desprendían una fragancia peculiar que no habían visto nunca. Poco después, la pareja de navegantes vio por primera vez a personas fumando en Cuba. Los aborígenes hacían un rollo con hojas secas de palma y maíz con tabaco en su interior que, al ser prendido, soltaba un humo que estos inhalaban.A su regreso, Rodrigo de Jerez quiso introducir este hábito en España a través de Ayamonte, su pueblo natal en la provincia de Huelva. Sin embargo, acabó siendo encarcelado durante siete años por la Santa Inquisición, ya que, por aquel entonces, se creía que sólo el diablo podría dar a un hombre el poder de expulsar humo por la boca. Unos años más tarde, en torno al 1510, gracias a la vuelta de muchos colonos, el tabaco empezó a llegar en grandes cantidades a España, comenzando su camino por Europa en una costumbre que se difundió poco a poco entre todos los estratos de la sociedad. Algunos científicos de la época intentaban hallar en el tabaco propiedades medicinales mientras que otros se atrevían a advertir ya de sus efectos nocivos para la salud.La abrumadora expansión del tabaco a lo largo del siglo XVI hizo que los gobiernos vieran las posibilidades de un gran negocio y la corona española, siempre necesitada de recursos, vio en el tabaco una posible fuente de ingresos. Finalmente, en 1636 se acabó decretando el estanco del tabaco, convirtiendo su venta en un monopolio para el estado. Hasta ese momento, en España había dos estancos mayores, y varios estancos menores, entre ellos, el del aguardiente, la pólvora, los juegos de naipes o el papel sellado.Sevilla tuvo la primera fábrica de tabaco de EspañaEl aumento del consumo de tabaco provocó una mayor fabricación y venta y la producción artesanal comenzó a ser sustituida por la industrial. Fue entonces, a principios del siglo XVII, cuando empezó a funcionar en Sevilla la primera fábrica de tabacos española en la Plaza de San Pedro. Esta tuvo varias ampliaciones a lo largo del siglo hasta su cierre en 1760. Prácticamente para entonces ya estaba construido el edificio que acogería la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla. A Sevilla le sigue, por orden cronológico la Fábrica de Cádiz, puerta de regreso de España ante el Nuevo Mundo, y la de Alicante.La de Madrid llegaría más tarde. Las tres fábricas de tabaco existentes en España eran insuficientes para el abastecimiento de todo el país y a la capital llegaba muy poca producción. Por ello, en 1809, José Bonaparte ordena albergar la Real Fábrica de Tabacos de Madrid en un edificio construido veinte años antes en los terrenos que pertenecían a las huertas del céntrico convento de San Cayetano. Originalmente, este inmueble era sede de la Real Fábrica de Aguardientes y Naipes, junto a otros productos estancados, pero la elaboración del aguardiente le acabó siendo concedida a la condesa de Chinchón, que dio nombre al anís, y la de barajas de juego le fue otorgada al famoso Heraclio Fournier.Bonaparte recuperó la funcionalidad industrial del recinto y dio trabajo a más de 800 cigarreras madrileñas, cifra que creció exponencialmente con el paso de los años y el aumento de la población en la ciudad. El rey introducía en la capital mano de obra femenina, siguiendo la estela de aquel colectivo de cigarreras de Sevilla que Bizet retrató en su famosa ópera.Aunque en un principio este sector estaba reservado para los hombres, el aumento de la demanda, y una mayor exigencia por parte de los clientes respecto a la calidad del producto, hizo que la industria tirara de mano de obra femenina. En aquel entonces, las mujeres suponían una mano de obra más barata y, en principio, no solían presentar problemas de cara al trabajo. No obstante, acabaron protagonizando importantes movilizaciones y huelgas que las convirtieron en grandes iconos de la lucha obrera. En 1890, había ya más de 6.300 mujeres trabajando en la Real Fábrica de Tabacos de Madrid.1945: Franco crea Tabacalera S.A.En 1887, el estado decidió crear la Compañía Arrendataria de Tabacos, empresa pública que gestionó durante varias décadas el monopolio del tabaco en España. Todo ello, hasta 1945, momento en el que Franco decide sustituirla por Tabacalera S.A, una sociedad mercantil creada por el régimen para controlar la actividad del tabaco y timbre. Tabacalera era un entramado empresarial de diferentes sociedades, públicas, concesionarias y privadas, que abarcaban la producción, transformación, distribución y venta en expendedurías del tabaco y el timbre.Marcas tan emblemáticas como Ducados, Fortuna y Nobel pertenecían a este entramado. Ducados fue introducida en Tabacalera en 1963 y se caracterizaba por su sabor fuerte e intenso y porque sus consumidores eran en su mayoría hombres. En aquel entonces el mercado estaba dominado por Jean, por lo que Tabacalera aprovechó su influencia para retener dicho tabaco en las aduanas y facilitar la penetración de su propia marca. Con el aumento de mujeres en el mercado laboral, durante los años 60, los cigarrillos negros perdieron popularidad, ya que ellas detestaban el mal olor que dejaban en sus bocas.Por su parte, Fortuna nació a mediados de los setenta con la ambición de ser un producto refrescante, valiente y novedoso. Gracias al márketing y la publicidad, Fortuna fue durante muchos años la cajetilla más vendida en España. Según Merca2, llegó a vender 845 millones de cajas al año, una cifra que nunca llegó a igualar. La marca consiguió un gran impacto entre los jóvenes y las mujeres españolas y sus ventas llegaron a copar el 34% de la cuota de mercado a las puertas del siglo XXI.Altadis e Imperial: el ocaso de TabacaleraA finales de los 90, todo empezó a cambiar. Para el año 1996, Tabacalera era una compañía cotizada con un valor en bolsa de 1200 millones de euros y una ebidta de 130 millones, dependiente casi en exclusiva del mercado doméstico. Por su parte, las ventas en el extranjero no suponían ni el 10% en su cifra de negocio y pronto se iniciaron los trámites para su internacionalización. Así pues, en 1998 Aznar privatiza Tabacalera y ésta, tras fusionarse con la francesa Seita, acabó en 1999 convirtiéndose en Altadis.A partir de ahí, pasaron otros nueve años hasta que el grupo británico Imperial Tobacco decidió entrar en juego. En el año 2008, la compañía inglesa sacó la chequera y compró Altadis tras lanzar una oferta de 50 euros por acción. Así, Altadis pasó a ser una filial de una multinacional venida a menos por culpa de la entrada en el mercado de marcas baratas que desataron una guerra de precios.Así, la posición de Altadis se debilitó: pasó de facturar 4.058 millones en 2007 a 547 millones al cierre de 2015, según cuentas del Registro Mercantil. Una situación que se ha mantenido durante los últimos años: durante la última década, afectada por un descenso del consumo y varias leyes antitabaco promovidas por los gobiernos, la filial de Imperial acometió varios ERE, prejubiló a buena parte del personal y cerró, salvo una, todas las fábricas que le quedaban en España. En definitiva, el ocaso de lo que un día fue la gran joya de la corona.
5/30/2022 • 9 minutes, 50 seconds
Los Oscar, una maquinaria millonaria
Cuando las luces del cine se apagan, empieza la magia… y miles historias que se quedan para siempre en nuestra memoria. El cine, el llamado séptimo arte, es sin duda una de las industrias más reconocidas del mundo. Se trata de un sector cuyo máximo reconocimiento ha traído a la cultura popular una de las frases más icónicas de la farándula internacional: "And the Óscar goes to...".Hoy en día, la gala de los Óscar es uno de los eventos más esperados cada año en todo el planeta, una cita que acapara la atención mediática a los dos lados del charco. Aunque, como decían en Prometheus, "las cosas grandes tienen principios pequeños". Y la gala de los Óscar no es una excepción.Muchos se estarán preguntando: ¿Qué hacemos hablando de los Óscar dos meses después de que se celebrase la última edición de estos galardones? Pues bien, muy pocos saben que este mes se cumplen 93 años de la primera gala de los Óscar de la historia. Un 16 de mayo de 1929, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas decidió premiar a las mejores películas de 1927 y 1928. Todo ello, en un evento muy diferente al que hoy conocemos.Así fue la primera gala de los Óscar Los primeros Oscars, repartidos entonces en solo 12 categorías, se entregaron en una cena privada celebrada en el Hollywood Roosevelt Hotel de Los Ángeles a la que simplemente asistieron 270 personas. La ceremonia, como tal, duró tan solo 15 minutos y, por primera y última vez, no fue cubierta por ninguna radio, ni televisión, por lo que, salvo algunas fotografías, apenas hay documentación audiovisual de aquel histórico acontecimiento. La cinta que se llevó el primer Óscar a la Mejor Película fue Alas, una obra de cine mudo dirigida por William A. Wellman contaba una historia de amor que se vio truncada por la Primera Guerra Mundial.Pero el gran salto de los Óscar llegó en 1953, año en el que fueron retransmitidos por primera vez por televisión a través de la emblemática NBC. Aquella vez, la ceremonia tuvo lugar de forma simultánea en dos sedes diferentes ubicadas en Los Ángeles y Nueva York y fue el punto de inflexión en lo que a la atención mediática que estos galardones reciben por parte de la prensa y del público. Ese día, la actriz canadiense Mary Pickford hacía entrega del Óscar a la Mejor Película al director de 'El mayor espectáculo del mundo', cinta de trama circense que, pese a su reconocimiento, ha sido considerada una de las peores películas entre las que, a lo largo de la historia, se han llevado la más ansiada de las estatuillas.La NBC, como decíamos, fue la encargada de dar los premios hasta el año 1960, cuando pasó a manos de la ABC. Y aunque durante 1970 y 1976 la ceremonia volvió a su emisora original, la NBC, finalmente, a partir de 1977 el evento regresó a la ABC, cadena que hasta nuestros días ha retransmitido año a año una gala que mueve en los últimos tiempos una maquinaria millonaria. ¿Cuánto dinero supone organizar una gala de los Óscar?Una gala de los Óscar cuesta en torno a 42.8 millonesPues aunque cada año el coste total de los premios varía, la revista Forbes recoge que, por ejemplo, la gala celebrada en 2017 supuso un gasto de 42.8 millones de dólares. Ese año, se requirieron 250 personas trabajando en la oficina de producción, 270 técnicos durante la transmisión y, al menos, 100 vehículos que ayudaran a los equipos de producción, prensa y restauración.En los Óscar se cuida hasta el último de los detalles y la mayor prueba de ello es que su emblemática alfombra roja, la cual recibe el nombre de The Academy y mide 275 metros, se renueva cada año y supone un desembolso de 30.000 dólares. Hay algunos estudios que apuntan a que la cuantía total puede ascender hasta los 100 millones si se tienen en cuenta todos los eventos previos a los Oscars que se celebran durante la pretemporada. Dinero, dinero y más dinero.Y así, "como por arte de magia", como decía Michael Douglas en la aclamada Wall Street, el dinero invertido es rápidamente recuperado, con importantes beneficios, gracias a los ingresos publicitarios que genera la emisión de la gala por televisión. Se calcula que el coste medio para la transmisión de un anuncio de 30 segundos es de 2,1 millones de dólares, una cifra que, como curiosidad, dista mucho de los 4 millones que cuesta ese mismo spot durante la Super Bowl. Así, gracias a la publicidad, la cadena ABC logra ingresos que llegan a superar los 120 millones de dólares.¿Cobran dinero los ganadores de los Óscar? Pues no, no todo el mundo sale beneficiado en la celebración de la gala de los Óscar, al menos no de forma directa. Y es que muchos no saben que los ganadores de los Óscar, los actores y actrices incluso, las grandes estrellas de la noche, no reciben una compensación monetaria en el caso de ser galardonados.No hay premio económico para los afortunados. Sin embargo, un estudio elaborado por IBISWorld desvela que el premio Óscar puede hacer que el caché de sus ganadores crezca hasta un 20% a partir de la siguiente película que graben. No obstante, y esta es una de las grandes asignaturas pendientes de la industria, el caché no crece igual para ellos... que para ellas. En el caso de los actores, se calcula que pueden llegar a cobrar hasta 3,6 millones de dólares más en su siguiente proyecto, una cantidad que se aleja demasiado de los 500.000 dólares que, como máximo, asciende el salario de las actrices. Una lucha que muchas intérpretes, entre ellas la gran Meryl Streep, no dejan de reivindicar.Este foco mediático que supone los Óscar también afecta a las propias películas. Para empezar, se estima que cinco nominaciones para un largometraje supone un incremento de 60 millones de euros en los ingresos generados en taquilla. En el caso de alzarse con la preciada estatuilla, este aumento asciende a un incremento del 20% justo después de la ceremonia.Avatar, la película premiada más cara de la historiaY de entre todas las películas de la historia del cine hay una que llegó para romper todos los esquemas: Avatar, el largometraje de ciencia ficción dirigido por James Cameron, es a día de hoy la cinta más cara que ha sido premiada en los Óscar. El presupuesto oficial de la película es de 237 millones, aunque algunas estimaciones la sitúan entre los 280 y los 310 millones de dólares.Una inversión que, en este caso, fue revertida con creces, ya que Avatar se convirtió en muy poco tiempo en la película más taquillera de la historia con una recaudación que supera los 2.800 millones de dólares. Aunque hace unos años, la entrega Endgame de Los Vengadores le robó el récord, en 2021, el regreso de Avatar a algunas salas de cine de China la volvió a poner en cabeza.La estatuilla del Óscar solo cuesta 1 dólarDinero, dinero y más dinero. Sin embargo, hay una curiosidad que muchos ignoran. Y es que el objeto más deseado de los Óscar, la estatuilla dorada del guerrero, no tiene ningún valor económico. ¿Cómo es posible? El trofeo más importante de Hollywood pesa 3,85 kilos y mide 34 centímetros. Y aunque es de bronce bañado en un oro mineral de 24 quilates, y su coste de fabricación es de unos 500 dólares, su precio legal es de un solo dólar.Para explicarlo, hay que remontarse al año 1950, año en el que la Academia estableció por ley que los ganadores del Óscar, y sus herederos, tienen prohibido venderlo sin antes ofrecérselo a la propia organización por valor de un dólar. Si el ganador se niega a firmar esta cláusula, la Academia se quedará con el premio.A pesar de todo esto, hay estatuillas anteriores a la norma que no están protegidas por ley y que han sido vendidas en grandes subastas. Llama la atención el caso de Michael Jackson, que llegó a pagar casi 1,5 millones de dólares por el Óscar a la Mejor Película que en 1940 se llevó Lo que el viento se llevó.El dinero que deja los Óscar en Los ÁngelesFinalmente, toda esta maquinaria que supone un evento de la magnitud de los Óscar proporciona grandes ingresos para la propia ciudad que lo acoge. Se calcula que Los Ángeles, la ciudad de las estrellas, ingresa 118 millones de dólares durante la celebración de la gala de los Óscar por todo lo que se mueve alrededor de la cita. Sin embargo, esa cifra es mucho más alta si se tiene en cuenta la cantidad de visitantes que recibe la región californiana a lo largo de todo el año con el atractivo de Hollywood y su paseo de la fama por bandera.¿Pero pueden estos visitantes, puede el público de a pie comprar entradas para asistir a la ceremonia de entrega de los Óscar? Aunque últimamente hay quien se pega dentro de la propia gala [Will Smith y Chris Rock], hay quien mataría por una butaca en el Dolby Theatre que acoge el evento. Lamentablemente, esto es prácticamente imposible, ya que las entradas que se pueden conseguir son muy pocas y están destinadas a invitados de los nominados. En una entrevista reciente, Antonio Banderas desveló que llegó a pagar 750 dólares por cada pase extra que adquirió para dos familiares, ya que la Academia solo permite un acompañante por invitado.Y es que nadie se quiere perder la fiesta más importante del cine, aunque son muy pocos los privilegiados que pueden colarse en ella. Todo el mundo querría ser testigo de una de las citas más glamurosas del año y que, sin duda, más dinero mueve, dentro y fuera de Estados Unidos.
5/23/2022 • 13 minutes, 20 seconds
Auge y caída del Teletexto, un servicio pionero para inversores
Hay un lugar donde encontrar las noticias del día, los resultados deportivos, los números de la lotería o las previsiones del tiempo. Y no es Google, sino el Teletexto, una herramienta presente en los televisores de todos los españoles... al menos de momento.Se trata de un invento británico, implantado en primer lugar por la prestigiosa BBC en los años 70. A España tardó un poco más en llegar. No fue hasta mayo de 1988, hace ahora34 años, cuando se pudo empezar a consultar el Teletexto en las 'teles' más modernas.El Teletexto era un sistema muy rudimentario, muy básico, al que se accedía con el mando de la televisión. Era, y sigue siendo, completamente gratis, pero requería un descodificador, que costaba unas 15.000 pesetas, o contar con un aparato que ya lo trajese incorporado, que costaban entre 120.000 y 180.000 pesetas, siendo los primeros de Sony o de ITT.España era por entonces un país con tan solo dos canales, la 1 y la 2, y ellos fueron los que lanzaron aquella primera versión. A pesar de los años que han pasado, el diseño era muy similar al actual, marcado por las limitaciones que imponía una interfaz con pocos colores, escasa tipografía y reducido espacio.La cadena pública invirtió 500 millones de pesetas, unos 3 millones de euros, en el proyecto. Una cantidad que recuperó rápidamente, según contaba entonces un directivo del canal, gracias al incremento de audiencia, ya que para poder consultar el Teletexto era necesario acceder al canal.Poco después llegaron las televisiones autonómicas y privadas, y con más o menos brío, también fueron lanzando sus propios servicios de Teletexto. Que eran, en forma y fondo, bastante similares. Lo dicho, estaba marcado por las limitaciones.Como si de una web prehistórica se tratase, se organizaba en páginas, a las que se accedía desde el mando con códigos de 3 cifras, que iban del 100 al 888. Y el paso de una a otra tenía el problema de que era bastante lento.Para facilitar la "navegación", todas esas páginas estaban divididas por categorías. ¿Qué se podía encontrar en el Teletexto? Principalmente, noticias. La información era la prioridad con la que nació. Información nacional, internacional, económica, deportes... Era como tener un periódico interactivo en la televisión.Por ejemplo, en una época en la que era muy difícil conocer los resultados de fútbol en tiempo real, en la que la jornada de liga no se emitía por televisión... el Teletexto permitía ver fácilmente el marcador de cada partido en directo.En el caso de las noticias económicas su labor fue fundamental, sobre todo en lo relativo en la inversión en bolsa. Hoy puede sonar raro, porque con internet podemos consultar la cotización de cualquier valor del mundo, en cualquier buscador, o en medios, como elEconomista. Pero en aquella época solo se podía consultar la información bursátil comprando el periódico, en papel, al día siguiente. También había algún programa de radio o televisión que informaba de la evolución de la bolsa, pero coincidiendo con su programación. Pero el sueño de los inversores de conocer las cotizaciones en tiempo real, actualizadas al momento, solo podía hacerse por teléfono, llamando a su broker, o acudiendo en persona al edificio de la bolsa.Y el Teletexto fue una revolución en este sentido. Permitía consultar la cotización de los principales índices bursátiles y sus títulos casi en tiempo real, con un decalaje de unos 15 minutos. Igual que ahora se puede hacer con Bloomberg, aunque es una aplicación que vale miles de euros al año. Incluía además información muy útil sobre los volúmenes negociados, y sobre todo tenía una sección sobre las acciones que mejor y peor se había comportado. Este dato es clave para calcular la beta de una acción. Permite medir el grado de correlación de una acción respecto a su propio índice, por lo que es muy útil para los analistas e inversores. Es una forma de calcular el riesgo sistemático o de mercado. Cuanto más volátil sea una acción respecto al índice del mercado, mayor será su riesgo de mercado.El Teletexto también ofrecía información de servicio, como las previsiones del tiempo en toda España, el estado del tráfico, la programación de televisión, la agenda cultural, los resultados de loterías, ayudas públicas... Pero también había espacio para contenidos más ligeros, como podía ser el horóscopo diario, crucigramas o un primitivo servicio de mensajería, con el que la gente podía hacer algo parecido a chatear con desconocidos. Y datos aún más 'frikis', de relativo éxito, como el estado de los embalses o los precios agrarios.Sin embargo, hay que destacar el papel clave que jugó el Teletexto para facilitar la accesibilidad de las personas sordas, ya que les permitía subtitular programas y series, incluso en directo en algunos casos.Por supuesto, y de cara a maximizar los ingresos del Teletexto, que requería contar con un equipo de personas que lo mantuviese vivo y actualizado, esta herramienta contaba también con publicidad, que en su momento álgido permitieron a las cadenas ingresar hasta 6 millones de euros al año.. De hecho, en los de las privadas aún se pueden ver anuncios, siendo los más destacados ahora mismo los de una conocida empresas de alarmas.Pero como en la prensa de la época, la principal fuente de ingresos estaba relacionado con los anuncios breves. El tarot es lo más habitual. Son constantes los teléfonos, la mayoría de tarificación especial, que se suceden de echadores de cartas, adivinadores, futurólogos... Es lo que más aparece a lo largo de las casi 800 páginas de este servicio. En su momento álgido también había anuncios de empleo, de contactos...Aunque los audímetros que sirven para medir las audiencias de televisión no permitían conocer el uso del Teletexto, sí que se realizaron numerosas encuestas a lo largo del tiempo para medir su popularidad. En su momento álgido, más de 10 millones de personas decían utilizar este servicio. El último estudio disponible, de 2019, aseguraba que más de 2 millones de personas seguían accediendo diariamente.Como tantos y tantos negocios y servicios, la llegada de internet y los smartphones se lo llevó por delante. En Inglaterra, por ejemplo, la BBC ya anunció el fin de este servicio. En España, aunque está de capa caída, aún nadie ha dado el paso, y mantienen el Teletexto, aunque con plantillas muy reducidas y servicios recortados.Las infinitas posibilidades que ofrece la web dejaron al Teletexto como algo obsoleto, limitado y muy lento. Si alguien quiere saber qué estrena hoy Netflix, saber el resultado de cualquier partido de fútbol del mundo, o ver si mañana lloverá, saca su teléfono del bolsillo y lo consulta.Para los nostálgicos, hay aplicaciones móviles y páginas web que permiten consultar el teletexto de cualquier canal del mundo, que suman cientos de miles de descargas en las principales tiendas de apps.Pero con cada vez menos gente sin acceso a internet, y con la aparición de nuevas aplicaciones que facilitan la accesibilidad para las personas sordas, el futuro del Teletexto es cada vez más oscuro.
5/16/2022 • 9 minutes, 18 seconds
William '520%' Miller, el estafador que inspiró a Ponzi
El esquema Ponzi es una estafa con más de un siglo de historia, pero que sigue plenamente vigente. No solo eso, sino que con internet, las redes sociales y las criptomonedas parecen estar viviendo un nuevo auge. Es fácil encontrarnos en Facebook o en Instagram a gente contando las ventajas y virtudes de algún tipo de inversión. ¿Por presumir? No, para tratar de captar a nuevos usuarios.Porque hace cien años, y ahora, la base de este fraude es la misma: atraer a nuevos inversores, prometiendo rentabilidades altísimas, que paguen las ganancias de los más antiguos. Este tipo de estafas pueden llegar a mantener la ilusión durante mucho tiempo, haciendo creer que son negocios sostenibles, con beneficios fruto de movimientos exitosos, siempre que la mayoría de inversores no exijan el pago total.Este tipo de fraudes, cuando no son detectados y frenados por las autoridades, pueden finalizar de varias formas: porque el operador desaparece, llevándose todo el dinero; cuando el número de nuevos inversores disminuye y ya no se pueden cumplir con los beneficios prometidos; o cuando la economía se hunde y provoca el colapso del esquema, como pasó con Bernie Madoff en 2008.Una parte del funcionamiento de los esquemas Ponzi se comparte con las estafas piramidales, muy similares en general, pero con algunos matices que las diferencian. Así, mientras con Ponzi el objetivo es lograr nuevas inversiones de los estafados ya captados, en el caso de las pirámides la clave es lograr un sistema de red que atraíga a nuevos usuarios dispuestos a invertir.A lo largo de los años ha habido estafas con el sistema Ponzi de gran notoriedad. Uno de los más recientes es el de OneCoin, cuyo creador aseguraba que su valor iba a superar el del BitCoin. Han muerto recientemente Bernie Madoff, responsable del mayor fraude de este tipo; y Lou Pearlman, antiguo manager de bandas como Back Street Boys o Nsync, que también desarrolló un fraude de este tipo. La estafa de los quesitos afectó a víctimas en Perú y Chile. En Argentina fue famosa la estafa de 'El Telar de la Abundancia', que afectó incluso a actrices famosas.Estas son versiones modernizadas y adaptadas a sus tiempos de un fraude que, en realidad, se llevaba a cabo desde mucho antes, basados en la fórmula conocida como 'Robar a Pedro para pagar a Pablo', o 'Tomar prestado a Pedro para pagar a Pablo', que se acabó llamando 'la maniobra de los apóstoles', y que ya se conocen desde el siglo XVIII.En aquella época destacaron los casos de la actriz Adele Spizeder o de Sarah Howe... Y en España el de Baldomera Larra, hija del escritor Mariano José de Larra, y la primera estafa de este tipo conocida en nuestro país.Pero en la historia de esta estafa hay dos personajes fundamentales históricamente. El primero es Carlo Ponzi, a la postre el que acabaría dándole nombre al fenómeno. El fue además el que lo internacionalizó y le dio fama mundial. En los años 20 del pasado siglo, en Boston, este inmigrante italiano fue capaz de captar entre 15 y 20 millones de dólares de la época. Para ello, prometía rentabilidades del 50% en tan solo 45 días.Aseguraba que podía lograr estos beneficios gracias a sus inversiones en cupones de respuesta internacional. Este era el sistema que utilizaban los emigrantes para que sus parientes europeos, empobrecidos, pudieran responder a su correspondencia.Durante los primeros meses, el negocio funcionó con éxito, un aspecto clave para que este fraude funcione. Colas de gente se acumulaban a las puertas de su oficina para invertir. Pero tras una investigación periodística y otras de las autoridades, descubrieron que detrás de la empresa no había nada. Que ni siquiera había invertido en dichos cupones de respuesta internacional.Preocupados, los inversores trataron de recuperar su dinero... y ya fue imposible. Ponzi acabó en la cárcel, exiliado de vuelta a Italia, y falleció a los 66 años, en Brasil, viviendo casi en la pobreza.La otra figura clave en la evolución de esta estafa es William F. Miller, que fue el inspirador del propio Ponzi, y el primero en modernizar el fraude. Este contable de Brooklyn, a principios del Siglo XX, fue arrestado por desarrollar un esquema Ponzi... antes incluso de que se llamase así.Regentaba un negocio, Franklin Syndicate, que prometía rendimientos semanales del 10%. Una loquísima rentabilidad que le valió el apodo de 'Mister 520%'. Aseguraba que había descubierto los secretos de Wall Street, que contaba con información privilegiada.Los primeros inversores a los que convenció fueron compañeros suyos en un club de estudio de la Biblia en el que participaba. Estos recibieron sus reembolsos rápidamente, patrón que ya hemos visto en casos anteriores. La voz se fue corriendo, fue ganando fama, y llegaron a ser miles de personas las que decidieron meter sus ahorros en el negocio de Miller.El dinero llegaba a espuertas. En su mejor mes llegó a recibir 430.000 dólares, y en total el monto captado rondó el millón, lo que equivale a unos 25 millones actuales. Pero como el ritmo de reembolsos era imposible de mantener, pronto se vio en problemas. Consciente de que no tenía escapatoria, diseñó su plan de huida. Para ello, contrató a un abogado, Robert Amonn. Le entregó 240.000 dólares, supuestamente los últimos que le quedaban. Y le encargó una labor: que le hiciese pagos regulares. Con la orden dada, huyó a Canadá. El abogado, otro buen estafador, no llegó a hacer ni un envío.En febrero de 1900, Miller acabó siendo detenido, y condenado a 10 años de cárcel. Pero en prisión cambió, decidió convertirse en una persona más honesta, y alejarse del camino del crimen. Logró ser liberado en solo 5 años, y al salir puso una tienda de alimentación en Long Island.Con su experiencia a cuestas, fue uno de los primeros en advertir sobre la estafa de Ponzi. Cuando fue preguntado por un periodista del New York Evening World, cuestionó cómo Ponzi era capaz de ganar tanto dinero en tan poco tiempo, semanas antes de que su tinglado se desmoronara.
5/9/2022 • 8 minutes, 59 seconds
La loca burbuja económica de los peluches
Conocemos las burbujas económicas desde hace siglos. Las hemos visto de todo tipo. De repercusión local, como la burbuja Poseidón, en Australia; continentales, como la asiática a finales de los 90, o mundiales, como la crisis subprime. De activos tangibles, como las muchas vinculadas a la vivienda o al tren; o intangibles, como la puntocom. La de los cómics, la de los tulipanes... Pero igual ninguna burbuja fue tan aparentemente inexplicable como la de los peluches Beanie Babies.Para entender esta burbuja hay que comenzar por el principio, muy por el principio. Ty Warner nació en 1944, en Chicago. Hijo de un vendedor de juguetes y una pianista, tuvo una infancia complicada. En los años 60 trató de convertirse en actor, para lo que se trasladó a Los Ángeles.La experiencia no le sale bien. Sobrevive con trabajos menores, como aparcacoches, o vendiendo cámaras o enciclopedias a puerta fría. Tras cinco años, decide abandonar la ciudad de las estrellas y volver a Chicago. Allí empieza a trabajar en Dakin, una juguetería, en la que precisamente había trabajado su padre.Se convierte en un gran vendedor. En el mejor de la compañía. Gracias a las comisiones, su salario llegó a superar las seis cifras algunos años. Sus compañeros destacan que tenía una gran intuición para detectar cuáles eran los juguetes que más éxito iban a tener. Pero su aventura acaba mal, porque descubren que está vendiendo productos ajenos a la compañía. Lo despiden de inmediato.Estamos en el año 1980, y con los ahorros acumulados decide irse a Italia a ver a unos amigos. Le gusta tanto que acaba quedándose allí 3 años, viviendo la vida. Y allí descubre un gato de peluche que no había visto nunca antes.Con esa idea en la cabeza, vuelve a Chicago. Y en 1986, con sus ahorros, la herencia que le deja su padre y una hipoteca sobre su casa, monta su propia empresa de juguetes, Ty Inc. Y su primer producto, no podía ser de otra forma, es un gato de peluche, que se fabricaba en Corea. Pero para el relleno, en lugar de utilizar la tradicional espuma o algodón, apuesta por bolitas de PVC. Además, les ponía menos relleno del habitual, que podía dar imagen pobre. Hay quien decía que parecía que les había atropellado. Pero en realidad esa fórmula facilitaba que los peluches se quedasen apoyados, lo que aumentaba su realismo.El resultado fue un éxito. Y en la feria del juguete de Atlanta alquila una mesa, y en tan solo una hora generó ventas por valor de 30.000 dólares. Sabía que tenía un buen producto entre manos.La empresa va bien. Y en 1993 lanza un nuevo producto, los Beanie Babies, que son versiones del tamaño de la palma de una mano de sus peluches originales. Los vende por 5 dólares, un precio que por entonces se consideraba que solo podía ser para juguetes de mala calidad, basura, por lo que el impacto es aún mayor.Los presenta en la Feria Mundial del Juguete, en Nueva York. En un primer momento las ventas no arrancan, y hasta hay cadenas que se niegan a venderlos. Pero gracias al boca a boca, su popularidad va creciendo. En Chicago se convierten en todo un fenómeno, que supera incluso a productos de moda como los relacionados con las Tortugas Ninja.Otro aspecto que ayuda a consolidar su éxito son las etiquetas. Estos pequeños peluches contaban con dos etiquetas, una en forma de corazón, y otra de tela en la parte inferior. La etiqueta colgante tenía un espacio con un "para" y un "de", lo que las hacían perfectas para regalos. A partir de 1996, esas etiquetas incluso incluyen pequeños poemas.Cuando el éxito se consolida, y ya no solo es local, sino que alcanza a todo Estados Unidos y a parte del extranjero, Warner cambia de estrategia. Porque su objetivo no era conquistar a los niños, sino ganar dinero, hacerse rico. Así, comienza a limitar deliberadamente la producción de estos peluches. Y no solo eso, sino que además no le ofrecía la colección completa de muñecos a ninguna tienda: a unas cadenas les ofrecía unos personajes, y a otras, el resto.Con esta estrategia, Ty Inc logra su objetivo: convertir un popular juguete para niños en un artículo raro, en un producto para coleccionistas. Y para especuladores. La sensación para los compradores interesados era que el producto estaba siempre agotado, o que era complicadísimo completar la colección.La escasez se convierte en el elemento clave del modelo de negocio de la compañía. En el momento álgido, llegaron a retirar previamente peluches por valor de 100 millones de dólares, que guardaban en un enorme almacén. Warner era un genio jugando con la oferta y la demanda.Y así, esos ositos, y otros pequeños animales, que se vendían por 5 dólares en tienda, se revendían fácilmente por 15 dólares. Y después, por cientos. Y en plena ola especulativa, en el mercado secundario se podían vender hasta por miles de dólares.Las colas en las tiendas cuando se anunciaba la llegada de un nuevo peluche eran enormes. Se veían a adultos pegarse, literalmente, por conseguir los Beanie Bears. La gente de verdad creía que con la revalorización de estos muñecos iba a poder comprarse una casa, o pagar la universidad de sus hijos.El relato, tan famoso hoy, fue clave también en el éxito de los ositos. Contaba un antiguo directivo de la compañía que la principal virtud de Warner era que "era un maestro en vender mierda inútil a la gente y hacer que pareciera realmente importante".Tan loco era todo que un coleccionista llegó a comparar a los Beanie Babies con los cuadros de Picasso, para explicar lo que estaba pasando con los precios. "Si el fenómeno continúa creciendo, como creemos que va a pasar, dentro de diez años, los precios impactantes de hoy pueden parecer bajos. También la gente se sorprendió cuando los cuadros de Picasso se vendieron por un millón de dólares, y ahora lo hacen por 25 millones". Una teoría sin fisuras.La fiebre de los Beanie Babies se vio favorecida por una tecnología recién surgida en aquella época, que fue clave en los precios que alcanzaron estos peluches: Ebay. La plataforma acababa de nacer, y sus éxitos fueron paralelos. En 1997, subasta ositos por valor de 500 millones de dólares. Un año después, el 10% de las ventas totales cerradas en Ebay son los famosos ositos de peluche.La llegada de la plataforma, y los muchos novatos que accedieron al mundo de las subastas, también colaboró al artificial incremento de los precios de los peluches. Desconocían el mercado, desconocían el sistema, y acababan pagando miles de dólares.Otro momento cumbre se vivió en 1997, cuando Ty Inc se alió con McDonald's para lanzar una edición especial llamada Tennie Beanis, para celebrar el aniversario del nacimiento del Happy Meal. Vendieron 100 millones en diez días. Cuenta la leyenda que los mendigos dejaron de pasar hambre por la cantidad de hamburguesas que les donaba la gente. No querían la comida, solo el peluche.El éxito y el dinero que estaban moviendo, por supuesto, también se tradujo en un incremento de delitos relacionados con estos peluches. Contaba un reportaje del New York Times de 1998 que en aquellos meses se habían disparado la presencia de falsificaciones; las estafas, que también se valían del inicial auge de internet; el contrabando, los robos... Contaba un vendedor de una tienda de Los Ángeles, atracado a punta de pistola, que el ladrón ni miró la caja registradora, que lo único que se llevó fueron... 40 ositos de peluche. Lo más grave es que incluso hay documentado un caso de asesinato. Se produjo en Virginia Occidental, después de que un hombre disparase a un excompañero de trabajo, presuntamente por una deuda relacionada con los Beanie Babies.Aquel 1998 los analistas ya eran conscientes de que había una burbuja con estos peluches, que los precios no tenían sentido ni estaban justificados. Ty Inc registró ventas aquel año por valor de 1.000 millones de dólares. Aún así, y a pesar de las advertencias, en 1999 las ventas siguieron creciendo.Como en toda burbuja, hay personas que llegaron a ganar millones de dólares especulando. Y como toda burbuja, estalló. ¿Qué pasó? Todo estalló una noche de 1999. Ty Inc anunció que iba a dejar de producir algunos de peluches. Y no pasó nada. El mercado secundario no se movió, las subastas en Ebay no cambiaron... el valor no subió.Recuerda Zac Bissonenette, experto en este fenómeno, en su libro 'The Great Beanie Baby Bubble', que las burbujas se basan en una subida de precios constante, y que una vez que desacelera, colapsa. En 1999, todas las personas que querían ser coleccionistas de Beanie babbies ya lo eran. La demanda no iba a seguir creciendo. Y los precios no iban a subir más.Los coleccionistas entraron en pánico, y corrieron a Ebay a poner a la venta todos sus peluches antes de que empezasen a bajar de precio. Pero era tarde. Inundaron la plataforma de ositos, creando un superávit masivo. Su valor se hundió.
5/2/2022 • 15 minutes, 14 seconds
30 años de la Expo 92: el legado económico que dejó en Sevilla
Ocurrió hace 30 años. Una hora y un día para la historia. Hace 30 años, el rey Juan Carlos de Borbón daba el pistoletazo de salida a la Expo de Sevilla de 1992, un evento que, sumado a la cita olímpica de Barcelona de ese mismo año, haría que la historia de nuestro país cambiaría para siempre.España dijo al fin 'hola' al mundo, con importantes transformaciones para Barcelona y Sevilla a todos los niveles. En el caso de la capital andaluza, la que nos atañe en esta ocasión, su designio como sede de este evento internacional comenzó unos diez años antes, cuando el que el Ayuntamiento de Sevilla aprobó la petición de apoyo para acoger este acontecimiento.En ese momento, arrancó el camino hacia la Expo del 92 con todas las instituciones gubernamentales del país volcadas para conseguir que, a nivel urbanístico y de infraestructuras, la ciudad lograse luz verde por parte de la Oficina Internacional de Exposiciones. Y aunque en un principio la Expo iba a ser compartida con Chicago, en junio de 1985 la ciudad americana comunica problemas organizativos que, en diciembre de ese mismo año, dejan a Sevilla como única sede de la exposición.La Expo del 92 tenía su propio himno y una mascota con nombre propio: Curro fue la mascota oficial de la Expo de Sevilla, un carismático pájaro con patas de elefante, y una gran cresta y pico de colores, que fue creado por Heinz Edelmann. Curro hacía referencia al diminutivo del nombre de Francisco en Andalucía y, a la vez, suponía un homenaje del creador hacia su perro, un chihuahua llamado Francis. La mascota consiguió ganarse el cariño de los españoles, convirtiéndose en el mejor embajador de Sevilla por todo el mundo. Su figura, enseguida, se encumbró como un icono que, todavía hoy, forma parte de la memoria colectiva del país.Así se transformó Sevilla para 1992Y de un pájaro.... a otro. El del tren de alta velocidad, el famoso AVE, que llegó a España de la mano de la Expo con una primera línea entre Madrid y Sevilla, que unía las estaciones de Atocha y Santa Justa con paradas en Ciudad Real, Puertollano y Córdoba. La llegada del AVE fue clave, ya que unía la capital del país con Sevilla, sede de la exposición, en apenas un par de horas.Este no fue, ni mucho menos, el único avance. Durante los años previos, se construyeron carreteras que hicieron ganar a Adalucía 1.000 kilómetros de vías de alta capacidad. También se instalaron varios puentes por Sevilla que articularon la movilidad en la ciudad y se amplió el aeropuerto de San Pablo. En Sevilla, gracias a la expo, todo cambió.La muestra hizo que se recuperara para la ciudad la, hasta entonces abandonada, isla de la Cartuja. Allí, en unas 250 hectáreas, se construyeron los diferentes pabellones en los que se celebraría la exposición. En esos terrenos, se ubicaba el Monasterio de la Cartuja, un edificio emblemático habitado por Cristóbal Colón, y en el que llegó a estar enterrado, que fue reformado como emblema para la ocasión.El gafe de la Expo a las puertas de la inauguraciónY el sueño de la Expo, que conmemoraba el quinto aniversario de la conquista de América, se hizo realidad después de varios imprevistos que casi estropean la fiesta. En noviembre de 1991, se botó en el pueblo onubense de Isla Cristina una réplica del histórico barco Nao victoria que acabó hundiéndose a los 20 minutos de viaje hacia Sevilla con una actriz disfrazada de Curro que tuvo que ser rescatada en mitad del naufragio.La nave fue finalmente reparada y colocada junto a las carabelas de Colón en el famoso pabellón de la Navegación durante la muestra. Pocos meses después, un incendio fortuito destruyó el pabellón estrella de la Expo, el de los descubrimientos, que fue reconstruido con una cubierta improvisada que disimuló los daños de la construcción.Así, pese al gafe que planeaba esos meses sobre el evento, Sevilla acabó inaugurando en abril de 1992 la Expo que catapultaría a la ciudad. 101 países de los cinco continentes acudieron a esta cita mundial. También tuvieron hueco las comunidades autónomas y numerosas empresas y organizaciones como el Comité Olímpico Internacional.¿Cuánto costó la Expo de Sevilla de 1992?Y ahora, la pregunta que muchos se hacen. ¿Cuánto cuesta un proyecto de esta magnitud? Según datos de la Universidad Pablo de Olavide, para la organización de la Expo 92 se presupuestó un total de 1.104 millones de euros. Sin embargo, la repercusión que tuvo el evento y todas las obras que se hicieron en torno a su celebración, hizo que la administración pública se gastase, aproximadamente, unos 5.600 millones de euros.Unas cifras escandalosas que se pudieron recompensar con los ingresos que generó la exposición. Durante su apertura, desde abril hasta el 12 de octubre de ese mismo año, seis meses después, hasta 18 millones de personas diferentes visitaron el evento. En total, se contabilizaron 42 millones de visitas. La entrada general costaba 4.000 pesetas y 1.500 el pase para niños y ancianos. Además, había ofertas para grupos, familiares e incluso para entradas nocturnas, entre las 20.30 a las 4 de la madrugada. ¿Mereció la pena la inversión? ¡Hagan sus cálculos!El legado de la Expo... 30 años después30 años han pasado desde aquella Expo del 92 que catapultó a Sevilla, que comenzó a ubicarse desde entonces en el mapa mundial. Aquella denostada isla de la Cartuja fue recuperada y es ahora sede del parque de ocio Isla Mágina y del Parque Científico y Tecnológico de Sevilla, un recito que acoge ya a unas 550 empresas y entidades con más de 24.000 trabajadores.Actualmente, las empresas del parque tienen una actividad de 3.000 millones de euros. La facturación agregada por las compañías del recinto representan ya el 7.8% del Producto Interior Bruto de la provincia de Sevilla y el 1.9% del PIB regional. Todas estas empresas aportan mucho valor añadido en actividades teconológicas avanzadas con la mirada puesta en el futuro: el proyecto eCitySevilla desarrollará un modelo de ciudad en ecosistema abierto, digital, descarbonizado y sostenible en La Cartuja para el año 2025.La herencia de 1992 llega hasta nuestros días y Sevilla es elegida internacionalmente para eventos de toda índole y hay una veintena de hoteles de lujo en marcha, lo que confirma la imagen de glamour que se quiere asociar al nombre de Sevilla.Tres barrio de Sevilla, entre los más pobres de EspañaNo obstante, no todo es de color de rosas. Hay también cierta sensación general de estancamiento, fundamentalmente por la imposibilidad de sacar adelante infraestructuras necesarias desde hace años, como la ampliación del metro, la conexión ferroviaria entre Santa Justa y el aeropuerto, y los túneles de la nueva circunvalación SE-40.Además, no toda Sevilla creció de la mano a nivel económico. Un dato que lo demuestra es que, 30 años después, tres de los cinco barrios con menor renta per cápita del país están en Sevilla. Según datos del INE, la locomotora que quiso ser la Expo no tiró por igual de todos sus barrios. Algunos se quedaron descolgados, especialmente los ubicados en el Polígono Sur y en el núcleo de Los Pajaritos y Amate, donde viven unas 100.000 personas.Esas dos zonas de Sevilla tienen una renta media por habitante de 5.329 y 5.757 euros, respectivamente, según los últimos datos registrados por el INE, del año 2018, lo que supone casi nueve veces menos que los ingresos medios de los cinco barrios de España con la mayor renta, todos de Madrid, el primero de los cuales se acerca a los 45.000 euros.En definitiva, la cara y la cruz del paso del tiempo y una efeméride, la de este 30 aniversario de la Expo 92 con el que muchos ciudadanos de Sevilla piden refuerzos con los que pulir su esplendor.
4/25/2022 • 11 minutes, 16 seconds
¿Recesión? La advertencia del índice de rascacielos
El escenario económico mundial se las prometía felices tras la pandemia. Los más optimistas adelantaban una fuerte recuperación, tras un par de años lastrados por los efectos del coronavirus. Pero, llegados a la hora de la verdad, no parece que se vaya a cumplir esta profecía. La inflación, la invasión de Ucrania, la crisis de las energías... han complicado la situación.Tanto que ya son muchas las voces que apuntan a que el riesgo de recesión es cada vez mayor. Analistas económicos, bancos centrales, organismos internacionales, think tanks... aseguran que la amenaza es real. Pero más allá de los indicadores económicos más convencionales, hay otra serie de señales, no oficiales, más informales, que a lo largo del tiempo han ayudado a vigilar la salud de la economía global. Es el caso, por ejemplo, del llamado 'índice de rascacielos'. Este indicativo fue creado por el analista inmobiliario británico Andrew Lawrence en 1999. El autor que los ciclos económicos y la construcción de rascacielos están relacionados, que los edificios más altos del mundo se han construido en vísperas de crisis. Lawrence explicó, en una entrevista en 2012, que había estudiado hasta el siglo XIX, y había encontrado numerosas pruebas que confirmaban la correlación entre ambos factores.¿Pero qué teoriza este índice? Que la inversión en rascacielos alcanza su máximo cuando el crecimiento cíclico está agotado, y la economía está lista para la recesión. Lawrence explicó que la finalización de estos rascacielos tiende a "coronar lo que es un gran auge de la construcción". Sin embargo, señaló que el problema no es el edificio alto en sí, sino cuando hay un grupo de estos rascacielos.La lógica detrás de este índice, también conocido como la maldición de los rascacielos, es que la construcción de este tipo de edificios, altos, caros, poco prácticos y ostentosos, es indicativo de derroche en momentos de auge económico, y suelen estar propiciados por la presencia de dinero barato en el mercado. Caldo de cultivo para la creación de burbujas. Y cuando estas explotan, llega la recesión.Este concepto ha sido analizado en el marco de la teoría austriaca del ciclo económico, basado a su vez en las teorías de Richard Cantillon en el siglo XVIII. El economísta Mark Thornton enumeró tres efectos de Cantillon que dan validez al índice de rascacielos. El primero, la disminución de las tasas de interés al inicio de una fase expansiva, que impulsa los precios del suelo. El segundo, la disminución de las tasas de interés, a su vez, permite que el tamaño de una empresa aumente, creando demanda para mayores espacios de oficinas. Y, por último, las bajas tasas de interés proporcionan inversión en las tecnologías de construcción, que permiten romer los récord previos a la altura de edificios. Tres factores que alcanza su máximo al final de la fase de crecimiento.Los ejemplos que confirman la validez de esta teoría son multiples. El primer ejemplo notable lo encontramos en 1907. El pánico financiero que se vivió en aquel año, una de las mayores crisis financieras de la historia de Estados Unidos, vino precedido de la puesta en marcha de dos rascacielos que se convirtieron en los más altos del mundo: el Singer Building y la Met Life Tower. Poco antes del crac del 29 comenzó a contruirse otra cadena de rascacielos que se convertirían en los más altos del mundo. Hablamos del 40 de Wall Street, conocido hoy como la Torre Trump, el Edificio Chrysler y el Empire State. Los heraldos de la gran recesión, los llamó Thornton.¿Más ejemplos? El World Trade Center, en Nueva York, y la Torre Sears, en Chicago, que también se convirtieron en los más altos del mundo, fueron inaugurados en 1973. Coincidió con el crac bursátil y la crisis del petróleo, que lastró la economía durante años. El último caso que señala Lawrence está en Asia. Se trata de las Torres Petronas, los más altos del mundo durante cinco años, que abrieron sus puertas coincidiendo con las crisis financiera asiática.¿Y ahora? ¿Hay alguna construcción de este tipo que indique que podemos estar a las puertas de una recesión? Pues, por desgracia, parece que sí. En 2021 se terminó de construir la torre Merdeka 118, en Kuala Lumput, la segunda más alta del mundo; y la Torre Steninway en Nueva York, el rascacielos más estrello del mundo, y uno de los más altos de occidente. La teoría, por supuesto, tiene lagunas, por lo que ha recibido numerosas críticas. La principal es que es poco fiable, y que recesiones como la posterior a la primera Guerra Mundial, la de 1937 o la de los primeros años 80 no se caracterizaron por proyectos de rascacielos destacados. Otro estudio de 2015 también llegó a la conclusión de que hay cierta relación entre la altura de los edificios y los ciclos económicos, pero no como señala Lawrence. El informe, elaborado por Barr, Mizrach y Mundra, destaca que la evolución del PIB permite predecir cambios en la altura de los edificios, ya que la altura extrema es impulsada por el rápido crecimiento económico. Pero, al revés, la altura no es fiable como indicador de recesiones inminentes.
4/18/2022 • 7 minutes, 11 seconds
El origen del imperio cerámico de Porcelanosa
El presidente ucraniano, Zelenski, señaló durante su intervención ante el Congreso español a varias empresas, entre ellas a Porcelanosa, por seguir haciendo tratos con Rusia. Acusaciones que pusieron en el disparadero a la marca azulejera durante unas horas, pero de las que supo reponerse rápidamente, tras una reunión con el embajador ucraniano, en la que explicó la verdadera situación de la compañía en Rusia.Aunque corto, ha sido uno de los momentos más tensos de la historia de Porcelanosa, imperio del azulejo que cumplirá 50 años en 2023, convertida en una referencia mundial. En la actualidad, tiene presencia en 100 países, y da trabajo a más de 5.000 personas directamente.¿Pero cuáles son los orígenes de Porcelanosa? ¿Cómo llego desde Vila-Real a conquistar el mundo? La compañía nació en 1973, aunque el origen está unos años antes, en 1956. La principal actividad económica de la región en aquel momento, casi la única, era la agricultura, sobre todo la relacionada con los cítricos. Pero aquel 1956 una terrible helada arrasó los campos de Castellón, amenazando toda la producción. Si sumamos las dificultades de la postguerra que aún se dejaban notar, la situación económica era complicadísima. Uno de los perjudicados fue un joven agricultor, José Soriano. Pero lejos de amilanarse por las dificultades, decide poner el foco en otra nueva industria, menos dependiente de los accidentes climáticos. Así, se une con otros agricultores de la región y fundan Azulejos de Vila-real, Azuvi. Pero descubren que los viejos hornos de leña disponibles para cocer cerámica, que ya habían sido introducidos por los árabes, están completamente obsoletos.Y como otros emprendedores de éxito, Soriano se fijó en los mejores, que en este caso eran los italianos. Y allá que se fue para descubrir cómo trabajaban. De aquel viaje se trae un par de técnicos, que le ayuden a desarrollar la industria, y los modernos hornos-túneles para la cocción de cerámica.Poco después, Soriano lanza otra compañía azulejera, Zirconio, especializada en revestimientos y pavimentos decorados para suelos. Y se alía con una empresa de Brihuega para comprender cómo trabajar con pasta blanca, que ofrecía más opciones decorativas que la habitual arcilla roja que se utilizaba hasta entonces.Con toda esa experiencia a cuestas, y convertido en uno de los mayores expertos en azulejos de Castellón, lanza en 1973 Porcelanosa, su gran proyecto. Para ello se une con los mellizos Héctor y Manuel Colonques, socios con los que lanza esta compañía, especializada en revestimientos y pavimentos cerámicos, pero de pasta blanca. La similitud de este material con la porcelana es lo que dio orígen al nombre de la compañía.En aquellos primeros años, las dificultades pasaron sobre todo por la búsqueda de una red de distribución adecuada, junto con la promoción del producto. Dos tareas que no eran prioritarias entonces para la industria. Como decíamos, el producto de Porcelanosa ofrece más opciones decorativas. No tiene sentido, por tanto, seguir promocionando el producto como hasta entonces, mostrando azulejos sueltos, que no lucen al 100% el acabado de la marca.Es ahí donde deciden desarrollar las primeras tiendas con paneles, que permiten ver con más precisión el resultado final. Los establecimientos no son solo el lugar donde se produce la venta, sino un espacio para exponer productos y crear marca. Esta fórmula es la antecesora de las exposiciones, desarroladas posteriormente, y que son uno de los emblemas de la compañía.La otra decisión que fue clave para el éxito de Porcelanosa fue la apuesta por caras conocidas para promocionar sus productos. La primera elegida fue la actriz Gina Lollobrigida, que además les ayudaba a vincularse a Italia, que era la referencia en el sector, por la calidad y el prestigio de su cerámica.Tras los positivos resultados de esa experiencia, eligen a una nueva cara para difundir la imagen de la marca, y el resultado no pudo haber sido mejor. La seleccionada es Isabel Preysler, que a mediados de los 80 era una de las personas más conocidas de España.Tan acertada fue la elección que la relación se prolongó durante 30 años. La repercusión de las campañas con ella fue enorme. Hubo anuncios de televisión que llegaron a tener audiencias de más de 12 millones de espectadores. Su figura fue clave para consolidar la imagen de Porcelanosa como una empresa elegante, glamourosa y de buen gusto.Con estos éxitos a cuestas, la marca decidió seguir la misma línea. A lo largo de los años se ha vinculado con otros famosos de relumbrón como Sofía Loren, Pierce Brosnan, Valeria Mazza o George Clooney, entre otros. A lo que se suma, de forma indirecta, el príncipe Carlos de Inglaterra, encargado de hacer el brindis en la cena por el 25 aniversario de la compañía. Porcelanosa acabó convirtiéndose en proveedor de la Casa del Príncipe de Gales, y es la única compañía española con la garantía real británica. Curisamente, no tienen ningún tipo de vínculo con la Casa Real española.Estas figuras internacionales también fueron importantes en la labor exportadora de Porcelanosa. Hay que tener en cuenta que el 90% de los ingresos de la compañía proceden de las ventas en el extranjero. De hecho, si no llega a ser por esa estrategia, hubieran sido incapaces de sobrevivir a las crisis económicas que hemos sufrido en las últimas décadas.De hecho, Francia, Reino Unido y Estados Unidos son ahora los principales mercados de la compañía. Estos tres países han logrado sumar en algunos momentos la mitad de la actividad de Porcelanosa. Su tienda más prestigiosa hoy puede ser la de Nueva York, ubicada en un lugar privilegiado, entre Brodway y la Quinta Avenida. El edifició costó 40 millones, y el proyecto fue liderado por Norman Foster. A su inauguración, en 2015, acudieron Nieves Álvarez, Irina Shayk o numerosas estrellas de Hollywood.Para entender la importancia de la apuesta por la internacionalización hay que volver a los origenes de la compañía, a aquella década de los 50 y a aquella ciudad agrícola que era Vila-real, que ya entonces tenía una marcada vocación exportadora.Esa tradición agrícola ha seguido siendo parte del grupo, que ha mantenido sus negocios citrícolas, que gestiona a través de una sociedad independiente.Hoy, Porcelanosa es una referencia mundial. A pesar de las guerras internas entre los herederos de Soriano y los Colonques, genera ingresos que rondan los 1.000 millones de euros anuales, venden en todo el mundo, y están consolidados como el cuarto mayor productor. Como el primer día, cuando se fueron a Italia a descubrir las técnicas más vanguardistas, mantienen la innovación como un elemento fundamental. Y defienden que la cerámica se ha convertido en un componente más de la moda.
4/11/2022 • 7 minutes, 52 seconds
Cuando Rusia vendió Alaska por 7,2 millones: el peor negocio de la historia
Rusia fue el primer país europeo en poner pie en Alaska. Los primeros grupos, protagonizadas por cazadores, llegaron a principios del siglo XVIII, y pocas décadas después llegaban las primeras expediciones de comerciantes de pieles, que ya se asentaron en la región, y comenzaron la colonización, que se culminó a finales de siglo.La relación inicial con los nativos era cordial. De hecho, a ellos les compraban la piel de nutria, quizá la más preciosa de las joyas que ofrecía el territorio en aquel momento. Con el paso del tiempo las cosas se fueron complicando, sobre todo por el abuso de la caza de nutrias, que acabó exterminando al animal en muchas zonas; junto con algunos problemas de convivencia que no supieron resolver, y que acabaron derivando en enfrentamientos armados, expulsión de los nativos, división de familias, esclavitud... y muchos muertos entre los locales. Tampoco ayudó el asesino silencioso que acompañaba a los rusos: las enfermedades europeas, desconocidas en la región, y contra las que los locales no estaban inmunizados. El 80% de la población aleutiana, por ejemplo, falleció por este motivo.Por aquella época llegaron también misioneros y clérigos de religión ortodoxa, que continuó a lo largo del siglo XIX, y que es responsable de la huellas rusas más visibles en la Alaska contemporánea.Por aquella época, los españoles también pusieron sus ojos en Alaska, haciendo referencia a la bula papal de 1493 que Alejandro VI otorgó a Isabel y Fernando. Durante décadas enviaron varias expediciones navales, algunas de las cuales incluso llegarón a entrar en contacto con los rusos. La más atrevida fue la de Bruno de Heceta, que en 1775 trató de consolidar las reclamaciones españolas en el Pacífico Norte. Uno de sus barcos, el Sonora, entró en la isla de Nutka, y reclamó formalmente la región como parte de España.Ese movimiento acabó derivando en 1789 en la crisis de Nutka, que a punto estuvo de provocar una guerra entre España y Reino Unido, después de que varios barcos británicos entraran en aguas reclamadas por España, , por lo que fueron capturados por la Armada. Londres exigió una compensación, y Madrid se negó. Llegaron a prepararse para el enfrentamiento bélico, e incluso reclamaron la ayuda de sus respectivos aliados.Sin embargo, la sangre no llegó al río, y se resolvió pacíficamente en la Convención de Nutka, en un acuerdo que supuso una gran victoria comercial para Reino Unido, y que supuso el inicio de su dominio sobre el Pacífico. Pero volviendo a Alaska y a los rusos, el cambio de siglo no le sentó nada bien. A pesar de algunas victorias militares, los clanes locales nunca dejaron de hacerles la guerra. Y los esfuerzos que hicieron nunca fueron suficientes para colonizar la región por completo. De hecho, la población rusa nunca llegó a superar las 700 personas en su momento álgido. A pesar de las riquezas del territorio, donde ya sabían que además había oro, lo caro, complicados y peligrosos que eran los viajes, no llegaron a convencer a más rusos para que se trasladasen.A eso hay que sumarle que la Compañía de la Bahía de Hudson, canadiense, se estableció en la frontera sur, y nunca llegó a respetar las limitaciones establecidas, castigando el monopolio ruso de del comercio de la región. Entre unas cosas y otras, el control de los rusos sobre Alaska se fue debilitando cada vez más.Llegamos así a mediados del siglo XIX, en el que Rusia se encuentra en una difícil situación financiera. Está metida en la guerra de Crimea, que le está obligadando a hacer importantes esfuerzos de guerra, y no puede prestar atención a lo que pasa en Alaska. Los más allegados al zar empiezan a deslizar la idea de que lo mejor es abandonar la región, que Estados Unidos quiere conquistar todo el continente, y que les podría quitar las tierras fácilmente, sin obtener nada a cambio. Plantean la opción de venderla, y Alejandro II decide que es una decisión que merece la pena estudiar.Las conversaciones comenzaron en la década del siglo XIX, pero la Guerra de Secesión frenó las negociaciones. Tras el final del conflicto, se retomaron las negociaciones, que alcanzaron su punto álgido en marzo de 1867, cuando el Zar envía a su ministro en Estados Unidos a negociar con William Seward, el secretario de Estado. En tan solo unas semanas, cierran el acuerdo: Estados Unidos pagaría 7,2 millones de dólares por Alaska.El precio, que equivaldría a unos 130 millones de dólares actuales, menos de lo que cuesta fichar a un futbolista estrella, era económico incluso para los estándares de la época.La bandera de Estados Unidos fue alzada el 18 de octubre de 1867, y ante la necesidad de cambiar del calendario juliano al gregoriano, junto con el cambio de uso horario, provocó que los residentes tuvieran dos viernes seguidos: pasaron del viernes 6 de octubre al viernes 18 de octubre.A pesar de que Estados Unidos estaba en pleno proceso expansionista, y llegó a acuerdos similares para hacerse con otras regiones, como Luisiana o Florida, había muchas dudas entre los ciudadanos, que consideraban que era un "paraje helado". De hecho, parte de la prensa atacaba al acuerdo, denominándolo la 'Locura de Seward', 'La nevera de Seward' o 'El jardín del oso polar de Andrew Johnson'.Pero las voces en contra quedaron acalladas rápidamente. Pese a las décadas de dominio ruso, era una tierra prácticamente sin explorar. Durante los primeros años tras el acuerdo, con los políticos de Washington más preocupados de la reconstrucción del país tras la Guerra que del nuevo territorio que habían comprado, fueron los militares y exploradores los que empezaron a recorrer la región, pintar los primeros mapas del río Yukón, y estableciendo puestos de operaciones a lo largo de los numerosos ríos interiores.Y en 1896 se produce el acontecimiento que lo cambiaría todo. En el territorio de Yukón en Canadá encuentran oro. Miles de mineros, acompañados de nuevos pobladores, deciden irse a Alaska, a comprobar si allí también lo encuentran. Esas miles de personas exigen infraestructuras y servicios, lo que supone un gran impulso para la región.Tan solo tres años después los exploradores encuentran oro en Nome y otros pueblos, lo que se conoció como 'la fiebre del oro de Klondike', y que supuso el impulso definitivo para Alaska.El cambio de siglo supuso el salto económico para la región, con la construcción de nuevos centros urbanos para acoger a toda la gente que estaba llegando. Empiezan a hacerse populares las industrias de la minería de cobre, la pesca y el enlatado. Hay ciudades que ya cuentan con hasta diez fábricas de conservas. Los estadounidenses también se expandieron hacia el interior y el Ártico de Alaska, explotando la piel de los animales, el pescado y otros negocios de los que dependían los nativos. En los primeros 50 años de propiedad los americanos ya habían ganado 100 veces más que lo que inviertieron en la compra.La II Guerra Mundial y los comienzos de la Guerra Fría reflejó además la importancia estratégica y geopolítica de la región. Aumenta la presencia militar, y en 1959 el territorio se incorpora como Estado de los Estados Unidos.En la misma época se descubren yacimientos petrolíferos, que suponen un nuevo impulso para la región, y que se ha ido consolidando como la principal fuente de ingresos. En los 70 construyeron un oleoducto de 8.000 millones que le unía al resto del país. Generó ingresos per cápita tan altos que repercutieron en toda la población. Para evitar que la fiebre del petróleo acabse tan mal como la de la piel de nutria, cuyas mejoras económicas dejaron de notarse tan pronto como se acabaron los recursos, el Estado creó el Fondo Permanente de Alaska, un fideicomiso con el que invierten una cuarta parte de todos los ingresos minerales.El resultado fue un éxito. En medio siglo ha pasado de controlar 734.000 dólares, que es con lo que nació en 1976, a más de 82.000 millones en la actualidad. Además, desde 1982 abona un dividendo anual a cada ciudadano que resida al menos 6 meses en Alaska, una suerte de renta básica, por el que entregan unos 2.000 dólares per cápita al año. Ha generado más dinero que el petróleo.Hoy en día Alaska cuenta con una población de unas 700.000 personas. El 15% de la población es nativa. Y lo único que queda ruso son algunos edificios y la fuerte presencia de la iglesia ortodoxa
4/4/2022 • 11 minutes, 57 seconds
David Bowie y los bonos con los que se financió en Wall Street
La industria de la música está viviendo una auténtica revolución en los últimos meses. Son muchos los artistas, los grandes artistas, que están vendiendo los derechos de sus canciones a empresas. Hablamos de super estrellas como Bob Dylan, Taylor Swift, David Guetta, Sting, Bruce Springsteen, Shakira... que han cedido los derechos de toda su discografía a grandes sellos, como Warner o Sony, pero también a fondos, como Shamrock.¿Por qué lo han hecho? Es una tendencia que nace con el auge de las plataformas de streaming, como Spotify, que revolucionó la industria musical, y convirtió a los conciertos en la principal fuente de ingresos para los músicos. También se suma que los artistas deben pagar grandes cantidades de dinero en impuestos por las ganancias generadas por la venta de derechos de sus piezas. Tanto la venta de álbumes, ya sea en los renacidos discos o en CD, como por las reproducciones online.A eso hay que sumarle los efectos de la pandemia provocada por el coronavirus, que ha obligado a suspender o limitar el aforo de los conciertos, que ha acelerado la tendencia.Con todos estos ingredientes sobre la mesa, son muchos los artistas que han visto rentable la opción de vender los derechos de su música, y una forma de asegurarse grandes ingresos.Esta es la última tendencia de un sector, el de la música, que lleva desde sus orígenes buscando la mejor fórmula para maximizar sus ingresos. Y uno de los pioneros fue David Bowie. El genio de la música, precursor en muchos aspectos de la industria, fue también el primero en adentrarse en el mundo de las finanzas, aparejando su nombre a un tipo de bono muy concreto: los celebrity bonds.¿Qué es esto? Pues básicamente se trata de un tipo de ABS, un bono titulizado, respaldado por derechos de propiedad intelectual, y emitido por el titular de los mismos. En definitiva, es la transformación de derechos de propiedad intelectual en forma de bono. El autor promete a los inversores participar en los futuros beneficios derivados de los royalties que vaya a cobrar, que son los que garantizan el flujo de dinero necesario para devolver el principal más los intereses prometidos.Suele señalarse esta emisión de David Bowie como la primera de esta clase. Se llamaron Bonos Bowie, y fueron lanzados en 1997. Incluía los derechos derivados de los 25 álbumes que había grabado antes de 1990. Con el apoyo del inversor David Pullman, experto en el mundo de la música, captó 55 millones de dólares en bonos a 10 años, con un interés anual del 7,9%. El acuerdo incluía también la garantía de la discográfica EMI, por la que acababa de firmar Bowie. El músico inglés utilizó los ingresos generados para recomprar a su vez canciones a su antiguo manager. La prensa pronto se dividió: para unos era un innovador, y para otros un vendido a Wall Street.No tuvieron una vida fácil los Bonos Bowie. Las estimaciones de venta fueron demasiado optimistas, incapaces de prever el terremoto que supuso para la industria la llegada de internet. Moody's, que había otorgado una calificación de A3 a la emisión, es decir, de buena calidad, la rebajó en 2004 hasta un escalón por encima de los bonos basura.Sea como fuere, la emisión generó un gran revuelo, y parecía que era una fórmula que iba a tener recorrido. pero el mundo avanzó demasiado rápido, internet cambió los hábitos de consumo de la música, y la venta de discos se hundió. Pese a todo, fueron varios los artistas que llevaron a cabo operaciones similares en los siguientes años, como Iron Maiden o Rod Stewart. Y otros, como los Beattles o Michael Jackson, también estudiaron la opción, aunque no llegaron a consolidarlo. Todos grandes nombres y con amplios catálogos, imprescindibles para atraer a los inversores. El acuerdo definitivo no se hizo público, así que no se conocen todas las cláusulas del contrato, por lo que aún hoy se duda sobre la rentabilidad de la inversión. Pero la semilla estaba plantada.
3/28/2022 • 5 minutes, 48 seconds
El milagro económico de Corea del Sur
El PIB per cápita en Corea del Sur supera los 31.000 dólares, un nivel que confirma que es una economía plenamente desarrollada. No ha sido fácil para el país asiático alcanzar ese hito, pero en unas pocas décadas ha pasado de ser uno de los países más pobres del mundo a ser parte de las economías más avanzadas. En ese proceso ha llegado no solo a superar a España, sino que incluso nos deja cada vez más atrás.Hablamos, sin duda, de uno de los grandes éxitos económicos de las últimas décadas. En 1957, Corea del Sur y Ghana tenían ingresos per cápita similares. Hoy, 65 años después, la diferencia entre ambas naciones es abismal, tanto en términos de renta como en estándar de vida.En los 60, Corea era un país corrupto, inestable, y que dependía de las ayudas de Occidente. Era un país que venía de vivir una guerra civil en la década anterior, agravada por la intervención de potencias extranjeras. Era un país precario, con una economía rural, arrasada por la ocupación japonesa primero, y por dicha guerra después. Con un fuerte control de los precios agrarios, y una política industrial proteccionista. Pero en los siguiente 20 años llevó a cabo una transformación industrial que al resto del mundo le llevó más de 100 años.En realidad, hablar de milagro tiene un punto de injusticia, porque detrás del crecimiento coreano hay una serie de decisiones políticas imprescindibles para el fuerte desarrollo experimentado por este país. Por ejemplo, la protección de las industrias clave, el fuerte aperturismo al comercio internacional y la mejora educativa. Todas estas medidas, impulsadas por el General Park Chung-Hee y sus hombres de confianza, tenían como objetivo convertir a Corea del Sur en una economía exportadora.Las políticas de protección a la naciente industria química y a la industria pesada durantes algo más de un lustro fueron fundamentales. Una estrategia que Corea copió directamente de Japón, y que incluso hoy en día otros países, como Taiwan, tratan de imitar.Park y las entidades financieras del país, controladas por el régimen, concedieron grandes cantidades de crédito a las industrias del acero, los petroquímicos, los automóviles, las máquinas pesadas, la electrónica y la construcción naval. Y, por otro lado, redujeron drásticamente las barreras a la importación de los bienes necesarios para que estos sectores pudieran fabricar sus productos. Una de las medidas más destacadas fue la eliminación de aranceles para bienes intermedios de producción, pero solo para las importaciones que se fuesen a utilizar para producir bienes que se fueran a exportar. En algunos casos, incluso se subvencionó la importación de insumos necesarios para la producción de estas industrias clave.Con estas políticas ya en marcha, comienzan a crecer con fuerza los chaebol, que es como se conoce a los grandes conglomerados empresariales de Corea del Sur. Algunos de ellos se han convertido en potencias mundiales que han llegado hasta nuestros días, como Samsung, LG o Hyundai. Estas compañías se convirtieron en las grandes dominadoras de la economía coreana, siendo así las más capacitadas para realizar inversiones masivas en capital y, sobre todo, innovar.En el otro lado, las industrias que no fueron consideradas como clave para el régimen sufrieron un fuerte aumento de la competencia exterior, por el fomento de las importaciones de algunos bienes, y por la asignación de gran parte de los recursos financieros en los sectores más importantes.Una emprea grande, eficiente y que invierte en capital, que invierte en maquinaria, en tecnología, en factorías... cuenta con los ingredientes perfectos para ser productiva y ganar cuota de mercado. Así, las exportaciones de Corea del Sur pasaron de representar un 2% del PIB en el 62 a un 30% en 1980. Corea pasó en un abrir y cerrar de ojos de la agricultura de subsistencia a un modelo completamente industrial. En los 60 el 35% de las mercancías que se exportaban eran bienes manufacturados. En 1995, esa cifra ya era del 96,9%. El General Park sabía que Corea tenía que comenzar su carrera exportando, y supo reconocer que el país tenía pocos recursos naturales. Como consecuencia, la política comercial cambió para centrarse en la expansión de las exportaciones.A todo esto se suman las reducciones arancelarias a nivel mundial fijadas en la Ronda Kennedy, en 1967, y en la Ronda de Tokio, en 1973. Estas medidas permitieron que los bienes producidos en Corea tuviesen una mayor penetración en los países desarrollados.Con todas estas medidas en marcha, es cuando vemos claramente la evolución. Volviendo al dato del PIB per cápita, vemos cómo Corea del Sur superó los 10.000 dólares en 1994, y los 30.000 en 2017. Un ascenso de récord para un país que hace poco más de 35 años se situaba en la extrema pobreza. Para ponerlo en contexto, si lo comparamos con España, fijándonos en el PIB a valores de paridad de poder adquisitivo, vemos cómo en 1970 en Corea era de 2.496 dólares, mientras que aquí estaba por encima de los 13.000. Hoy, en el gigante asiático supera los 43.000 dólares, mientras que aquí está en los 42.000. La carrera de Corea del Sur empezó hace más de 60 años, y ni la crisis asiática del 97, que les llevó a ser rescatados por el FMI; ni la crisis mundial de 2008, de la que salieron rápidamente; ni la pandemia, han logrado ponerle freno.
3/21/2022 • 8 minutes, 20 seconds
Los billetes como armas de guerra: el caso del dólar hawaiano
Los medios de comunicación hemos recurrido con mucha frecuencia al lenguaje bélico para explicar las políticas monetarias, las decisiones de los bancos centrales o su evolución. Hemos hablado de guerra de divisas para contar devaluaciones de moneda; hemos hablado de potencia de fuego para visualizar la capacidad de los bancos centrales para mantener a flote el valor de una divisa gracias a sus reservas...Pero no todo es vocabulario ni son metáforas. Las divisas juegan un papel fundamental en la guerra real. Un buen ejemplo lo estamos viendo con la invasión de Rusia a Ucrania, y las consiguientes sanciones económicas, que han provocado el hundimiento del rublo. Uno de los capítulos más relevantes, y de los más desconocidos, relacionado con las divisas y los conflictos se produjo durante la segunda Guerra Mundial. En Hawaii circularon dólares especiales a modo de arma preventiva, ante una posible invasión japonesa.Todo comienza con el ataque a Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941. Esta agresión provocó una gran conmoción en el pueblo estadounidense, y además propició su entrada en la II Guerra Mundial. Tal era la preocupación que los estadounidenses, no solo los ciudadanos, sino también los mandos militares, que de verdad creyeron posible que Japón pudiera invadir las islas. Hoy puede parecer descabellado, pero hay que tener en cuenta que el país nipón venía de invadir las Islas Aleutianas, en Alaska, o otros estados, como Malasia o Myanmar.Una de las cosas que más preocupaba en Washington es que, si Japón acababa controlando Hawaii, las fuerzas niponas podrían tener acceso a una gran cantidad de dólares estadounidenses. Un dinero que podrían emplear en mantener los esfuerzos de guerra contra Estados Unidos. Es lo que pasó, por ejemplo, en Manila, que permitió a los japoneses hacerse con 20 millones de dólares tras capturarla.Ante esta situación, el gobernador militar de las islas, Delos Carleton Emmons, en enero de 1942, tan solo un mes después del ataque, decide confiscar todo el dinero en efectivo en circulación. Permite un límite de 200 dólares por persona, y 500 en el caso de las empresas.Y esto fue solo el principio. Seis meses después el Gobierno estadounidense dio un paso más. Ese verano de 1942 ordena la retirada de todos los dólares "normales". En su lugar, la Reserva Federal de San Francisco imprimió nuevos billetes de 1, 5, 10 y 20 dólares. Eran exactamente iguales que el resto de dólares, con tan solo una diferencia: en el reverso estaba sobreimpresa la palabra 'HAWAII', en todo el billete; mientras que en el anverso se situaban dos pequeñas a los lados, con un sello marrón del Tesoro.De ahí precisamente llega el nombre con el que se conocía a estos dólares, los billetes sobreimpresos de Hawaii.Para el 15 de agosto de ese año, ya no se podían utilizar en las islas billetes que no estuvieran sobreimpresos, salvo algunas excepciones que requerían un permiso especial. A partir de ese momento también se retiraron las restricciones a ciudadanos y empresas sobre la acumulación y uso de dinero en efectivo.En total, las autoridades retiraron de la circulación unos 200 millones de dólares. Una cantidad tan grande que ni siquiera tenían claro qué hacer con ella. Ante las dificultades para trasladar todo ese dinero al continente, tanto logísticas como de seguridad, el Ejército desarrolló un plan más sencillo: quemarlo. En un primer momento se utilizó un crematorio de la isla, pero era tanta cantidad que el ritmo de quema no era suficiente, así que tuvieron que recurrir también a los hornos de una planta azucarera. La idea detrás de esta sustitución de moneda era muy simple. En el caso de que Japón llegase a conquistar las islas, un escenario remoto pero no imposible, como decíamos, esos nuevos dólares hawaianos podrían ser devaluados. No valdrían nada. Era una suerte de arma preventiva para evitar que la divisa pudiera ser utilizada por el invasor.En octubre de 1944, el Tesoro dejó de imprimir estos billetes con el sobresello hawaiano. A pesar de que la guerra aún no había finalizado, con el progreso de las fuerzas aliadas en el Pacífico, el temor a una invasión fue disipándose. Fue a partir de 1946 cuando estos billetes especiales fueron retirándose del mercado. Pese a todo, mucha gente, tanto ciudadanos, como soldados, decidieron guardarse alguno de recuerdo. Aún existen hoy en día, la mayoría en manos de coleccionistas. Es fácil encontrarlos por internet, hasta en las plataformas más populares. Pese a lo excepcional de su emisión, no tienen mucho valor, más allá del nominal.
3/14/2022 • 6 minutes, 12 seconds
El colapso de la Edad de Bronce y los paralelismos con la actualidad
Mucho antes de la crisis subprime de 2008, mucho antes del crack del 29, mucho antes del pánico de 1873... una catástrofe mundial ya había sacudido el mundo civilizado, alterándolo para siempre. Hablamos de una debacle que ocurrió en un pasado muy lejano, ¡hace más de 3.000 años! Pero en sus causas y desarrollos guarda paralelismos con el mundo actual, y que arroja importantes lecciones que deberían tenerse en cuenta.Durante la segunda mitad del segundo milenio antes de Cristo, las regiones del Mediterráneo Oriental eran un fértil jardín en el que florecían maravillosas civilizaciones: la cultura Micénica, pujante en el Egeo, mantenía relaciones comerciales con el sur de Italia y el resto de países aledaños; el imperio Hitita controlaba el territorio de la actual Turquía, rivalizaba en riqueza y poder con Egipto y el despiadado imperio Asirio; y en el lecho del Éufrates se asentaba la ancestral Babilonia, regida por los casitas, que habían continuado la tradición sumerio-acadia sin rupturas.Eran todos estados sofisticados, burocratizados y hospedadores de importantes herencias históricas, artísticas y culturales. Habían imbricado una compleja red de comercio y relaciones internacionales que, pese a guerras ocasionales, aseguraba progreso y prosperidad mutuos.Pero el vendaval destructivo de los Pueblos del Mar, una alianza de naciones cuyo origen se desconoce, fue el catalizador de una reacción en cadena que derribó el equilibrio existente. Micenas fue borrada del mapa, como si nunca hubiera existido. Asiria se descompuso. El Imperio Hitita colapsó y desapareció. Y el Egipto faraónico sobrevivió a duras penas, a costa de traspasar el umbral del declive, del que ya no se recuperaría. Fue, según el historiador Robert Drews, "la peor catástrofe de la Antigüedad, peor que la caída del Imperio Romano".Los Pueblos del Mar eran como una plaga, no dejaban nada a su paso, pero no fueron las armas las que desangraron a los imperios de la Edad del Bronce. La telaraña comercial que habían alimentado durante siglos les hacía interdependientes, incapaces de ejercer una gestión económica autónoma. La caída de uno de ellos arrastraba a todos los demás.Inestabilidad y belicosidad, oleadas migratorias desesperadas, una delicada e internacionalizada estructura económica y mercantil... son muchos los paralelismos entre el ecosistema del Bronce final y el mundo actual. "Era un sistema mundial globalizado y cosmopolita como pocas veces ha existido antes de hoy", explica el historiador Eric Cline.Hay otro aspecto que contribuyó al colapso de aquella época, y que nos puede sonar actual: las causas climáticas y geológicas. Terremotos, enfriamientos generalizas, sequías... Esta última, en concreto, es una de las hipótesis que más fuerza ha cogido en las investigaciones más recientes. Sugieren que una fuerte caída de las lluvias, de tres siglos de duración, devastó los recursos en los centros clave de la civilización, hasta que provocó su derrumbe en torno al año 1.200 antes de Cristo.Podemos decir que el cambio climático fue el primer naipe que cae en el castillo de cartas. Y los ciudadanos no pudieron ni preverla ni evitarla, pero si la naturaleza aprieta, la marea humana se mueve. Lo que lleva a la siguiente causa: La inmigración, masiva y violenta.Un aguacero humano, desesperado, que huía de la miseria y de la muerte, y que no había muralla ni frontera que pudiera detener. Una situación que podría estar recogida en el informativo de hoy, pero que ocurrió hace más de 3.000 años. Y, curiosamente, en las mismas zonas que hoy son foco de conflicto, como Oriente Próximo o el mar Egeo.Esta situación explica el nacimiento de los Pueblos del Mar, que más que la causa fueron la consecuencia de los cambios que estaba experimentando el mundo civilizado. Estos invasores, más que un bloque homogéneo, eran una alianza espontánea de pueblos, movidos principalmente por el hambre. Sea como fuere, el resultado es que alteraron dramáticamente el ecosistema político. Dejaron tras de sí los palacios de Micenas reducidos a cenizas, aniquilaron a los hititas, y provocaron la destrucción o el abandono de todas las grandes ciudades del Levante. Ninguna vio nacer la nueva era.Solo la decisión del faraón Ramsés III, un gobernante fuerte y capacitado, salvo a Egipto de seguir un destino similar. Con un potente ejército a sus espaldas, les hizo frente en la desembocadura del Nilo, donde logró un importante triunfo. Pero pese a la victoria, el imperio estaba herido de muerte.De hecho, podemos decir que la victoria sobre los pueblos del mar marcó el principio del fin del poder faraónico. Egipto perdió su influencia sobre Palestina y Siria, y la destrucción de las rutas comerciales, junto a los tremendos gastos de guerra, arruinaron el país.Con Micenas y Hatti reducidas a cenizas o a ruinas, Egipto no tenía dónde vender sus productos y manufacturas, y tampoco a quién comprar. Los extensos reinos dieron paso a ciudades-estado y a pequeños principados encerrados en sí mismos, más preocupados de sobrevivir que de registrar la historia o proteger las artes. Este periodo, conocido como la 'Edad Oscura', se prolongaría hasta el surgimiento de Israel, la Babilonia caldea y las polis griegas.Tres milenios y medio después no son piratas famélicos los que amenazan el mercado mundial, sino que son las guerras comerciales, la crisis logística o los problemas de la cadena de suministros los que lo ponen en jaque.En aquellos tiempos, la metalurgia se vio sacudida por la aparición de una materia prima que lo cambiaría todo: el hierro. Hasta ese momento era el bronce el rey absoluto de los materiales armamentísticos, y quedó obsoleto rápidamente. Y la revolución no solo afectó a las artes de la guerra, también a los aperos agrarios, más eficientes con el nuevo metal, además de a la construcción de viviendas y a un sinfín de objetos cotidianos.Su implantación se produjo de forma gradual, pero la tecnología cambió, y los centros de extracción y producción también. Estas nuevas técnicas se expandieron también por Europa, cuya riqueza y sofisticación estaba a años luz de la de Oriente medio, y les permitió plantar nuevos cultivos, desarrollar tecnología... acelerando su evolución.Hoy en día nos encontramos ante una catarsis tecnológica de infinitas implicaciones. La revolución tecnológica ha acelerado nuestras vidas, nuestra manera de relacionarnos, de controlarnos... ha sacudido las finanzas, las transacciones económicas... Y ha creado nuevos empleos al tiempo que desaparecen los antiguos. Y esto es solo el principio. Aún tenemos por delante la verdadera revolución, marcada por la computación en la nube o el desarrollo de la inteligencia artificial. Una revolución que, según Sundar Pichai, el mandamás de Google, "será de mayor alcance que la de la electricidad y el fuego".El último paralelismo entre el colapso de la Edad de Bronce y el mundo actual tiene que ver con Grecia. El país heleno ha sido protagonista de la crisis de 2008, aunque la veamos ya lejana. Y también fueron protagonistas del caos en torno al 1.200 antes de cristo, cuando los dorios llegaron a Grecia reclamando el poder. Los micénicos, vencedores en Troya, cayeron ante su empuje, y la influencia doria llegó hasta el Peloponeso, donde con el paso de los siglos cristalizaría Esparta.Qué lejano lo vemos, pero el calificativo de 'espartano' no le queda grande al régimen impuesto a Atenas por la Troika después de su crisis de deuda. Pensiones, sueldos públicos y en general todo gasto social... fueron podados sin misericordia en medio de una crisis que estuvo a punto de derribar el euro. Igual que hace tres milenios, Grecia ha sobrevivido, pero profundamente traumatizada y con otros jefes al mando.Los colapsos se van gestando durante siglos, son procesos largos y complejos. Como recuerda el historiador Eric Cline, son varios procesos los que provocaron la caída de la Edad de Bronce: conflictos militares enquistados, inseguridad, embargos económicos y comerciales, magnicidios, intrigas internacionales y desinformación. ¿Nos suena? Como dice el experto, "la historia tiene mucho que enseñarnos si estamos dispuestos a escuchar".Como dijo Lope de Vega, "quien mira lo pasado, lo porvenir advierte".
3/7/2022 • 11 minutes, 34 seconds
Los orígenes británicos de Donetsk y Lugansk
Y finalmente, Rusia atacó Ucrania. El mundo mira con atención todo lo que ocurre en la frontera este del país. Las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk se han convertido en el principal teatro de operaciones del enfrentamiento entre Moscú y Kiev, entre Moscú y occidente. Un conflicto armado, económico, diplomático... pero que también incluye la batalla por el relato.En este campo, desde Rusia insisten en recordar el pasado común que les une con estas ciudades, como parte de un imperio más grande. También juegan con el predominio del ruso como el idioma principal de sus habitantes, influenciados por la cantidad de trabajadores que fueron enviados allí por la Unión Soviética tras la segunda Guerra Mundial. Mientras que desde Ucrania recuerdan la unión que iniciaron hace más de un siglo.No hablamos de una parte cualquiera. La región de Donbás, con enormes reservas de carbón, es la parte más industrializada del país, lo que le permitía en 2013, un año antes de que estallase el conflicto, aportar el 20% de PIB ucraniano, a pesar de representar solo el 5% del territorio. Donetsk, la ciudad más importante, contaba además con un gran aeropuerto, un edificio de la ópera... hasta con un moderno estadio, construido para la Eurocopa de 2012. Su equipo de fútbol, el Shaktar, logró ser respetado en toda Europa.Zona minera por excelencia, durante el dominio soviético era una región muy apreciada, y la propaganda incluso convirtió a alguno de esos mineros en auténticos héroes. Es el caso de Alekséi Stajánov, un minero soviético que diseñó un método de trabajo que permitía multiplicar la cantidad de carbón que se podía extraer en una sola jornada, superando todos los objetivos que le marcaba Moscú. Su logro se transmitió por todo el país, puesto por el Gobierno como ejemplo de trabajador modélico, impulsando una corriente laboral, el estajanovismo, que señala el máximo rendimiento ofrecido por un trabajador por iniciativa propia. El protagonista, recibido con honores por todo el país, era atacado por sus compañeros más cercanos por elevar los objetivos de producción diarios.Pero todo cambió con el colapso de la Unión Soviética. Tras la independencia de Ucrania en 1991, las crisis económicas, el alza del desempleo, la caída de las subvenciones a la minería y las políticas lingüísticas en favor del ucraniano acabaron generando el efecto contrario: el impulso del independentismo en la región.Una crisis que alcanzó un nuevo nivel en 2014, con el enfrentamiento armado, que destruyó parte de las infraestructuras de la región, profundizando la crisis económica y provocando desde entonces la huida de casi la mitad de la población.Lo curioso es que el origen de Donetzk y Lugansk no son ni rusos ni ucranianos, sino... británicos. Fueron fundadas por un galés y un escocés. En una Rusia con una alarmante falta de artesanos cualificados, el zar recurría con frecuencia a los nobles para cubrir estas carencias. Por un lado, enviaba a los rusos a países occidentales para estudiar cómo trabajaban y para atraer a extranjeros que trabajasen en Rusia. Para ello, los ofrecían numerosos privilegios, como liberarles del servicio militar, reducirles los impuestos que debían pagar o permitiéndoles importar maquinaria y materiales, salvo para uso bélico.Uno de los que fueron reclutados con esa fórmula fue el escocés Charles Gascoigne, un industrial que emigró en 1780 a Rusia huyendo de los problemas financieros que había sufrido en su país. Se estableció inicialmente en San Petersburgo, pero fue recorriendo el país construyendo fábricas y administrando diferentes minas. Una de las industrias que pone en marcha es una planta metalúrgica en Lugansk, en 1795. Contaba altos hornos que no funcionaban con madera, sino con carbón, una tecnología que no existía en ese momento en Rusia. Para alimentarla, se impulsa la construcción de una mina de hierro y otra de carbón en la región. Gascoigne llega acompañado de decenas de trabajadores británicos y sus respectivas familias, además de obreros de otras zonas rusas con experiencia industrial, que forman un asentamiento de casi 600 personas en medio de la estepa, aunque los principales trabajadores son siervos que el zar envía a la planta.Aunque el alto horno no llega a funcionar nunca correctamente, y deben recurrir a fórmulas de fundición más tradicionales, el enclave se va desarrollando durante décadas, al compás que marca el auge de la minería de carbón y la industria metalúrgica. Le lleva tiempo, pero a finales del siglo XIX, cuando el carbón se consolida como gran industria, la región alcanzó su mayor nivel de desarrollo, llegando a convertirse en una de las ciudades industriales más importantes de Europa del este.Por aquella época, por ejemplo, se funda la principal fábrica de locomotoras de la región. Allí se construyeron algunos de los trenes más míticos del siglo XX. Y mantuvo su actividad hasta el año 2015, cuando el conflicto se la llevó por delante, como a la economía de toda la ciudad.Una historia que tiene muchos paralelismos con la de Donetsk. El origen de esta ciudad, la mayor y más importante de la región, es cosa de John Hughes, un galés experto en la construcción de barcos y armamento, que logró una concesión del gobierno ruso en 1868 para instalar primero una planta metalúrgica, y después una fábrica de rieles, que diera servicio a la incipiente industria ferroviaria rusa.En 1870 llegó a Rusia acompañado de 8 cargamentos con el equipo necesario y unos 100 trabajadores, especializados en la metalurgia y la minería, la mayoría originarios del sur de Gales. La propia fábrica dio nombre al enclave, que creció bajo su sombra: Yuzovka, la adaptación del nombre de Hughes al ruso. El empresario aportó un hospital, escuelas, salones de té, bomberos, una iglesia anglicana...La incipiente ciudad creció rápidamente, gracias a los enormes depósitos de carbón y de agua, básicos para la industria. En 1876 su planta metalúrgica era la más grande del imperio ruso. A medida que la industria se desarrollaba, la población aumentó considerablemente. Sobre todo con trabajadores rusos de otras regiones.A finales de siglo Hughes murió durante un viaje de negocios a San Petersburgo, por lo que sus hijos tomaron el control de la empresa. Pero lejos de suponer un freno a su desarrollo, fueron capaces de darle un nuevo impulso a la compañía, expandiéndola con nuevas construcciones, empujando a su vez a la ciudad, convertida ya en un gran centro minero. Mientras que el siguiente gran empujón se produjo en la primera Guerra Mundial, adaptándose a la fabricación de proyectiles de artillería. A pesar de que la revolución bolchevique provocó la salida de casi todos los empleados extranjeros de la empresa, la compañía y la ciudad a su alrededor siguieren progresando bajo el régimen comunista. En la segunda Guerra Mundial fue prácticamente reducida a cenizas, pero fue reconstruida. En 1961, consolidada como uno de los centros metalúrgicos más importantes de la Unión Soviética, cambio de nombre, convirtiéndose en Donetsk.Como Lugansk, como toda la región, su declive comenzó con la caída de la Unión Soviética, y con las crisis que ese colapso provocó. Y aunque fue capaz de rehacerse, el conflicto de 2014 supuso el golpe definitivo para la ciudad.¿Qué queda de sus orígenes? Pues como señalan numerosos sociólogos, el espíritu y la tradición industrial y minera, muy ligados a los de sus homónimos británicos. Durante años sus ciudadanos hacían bromas con sus orígenes, y con la posibilidad de unirse a Gran Bretaña. O de elegir a Isabel II como reina. Pero desde que estalló el conflicto se acabó el espacio para el humor. Y ahora aún más.
2/28/2022 • 11 minutes, 15 seconds
Historia de las sanciones económicas
La escalada del conflicto, o del posible conflicto, entre Rusia y Ucrania puso en guardia a las potencias occidentales desde el primer momento. Los líderes de la Unión Europea, Estados Unidos y Gran Bretaña advirtieron a Moscú rápidamente: aplicarían una batería de sanciones económicas sin precedentes si se atrevía a invadir Ucrania.¿Qué tenían o qué tienen preparado? Desde la suspensión de cualquier cooperación económica, hasta el recorte de las relaciones comerciales, incluyendo elementos tan sensibles como la importación de petróleo y gas rusos. Se trata de un golpe tan grande que la Unión Europea también cuenta con un plan para minimizar los daños que también sufriría la propia economía continental.Entre las diferentes sanciones sobre la mesa están el cierre total de los mercados europeos de capital para la banca y las empresas rusas, restricciones a la exportación de materiales imprescindibles para la economía rusa, e incluso la ruptura de lazos financieros. Washington busca ir más allá, e incluso está dispuesto a cortar el acceso de Rusia al sistema de transacciones financieras por el que se tramitan la mayoría de transferencias bancarias, una medida tan drástica que de momento solo se ha aplicado a Irán, y que no cuenta aún con suficiente consenso.Hay que recordar que no es la primera vez que se toman sanciones de este tipo contra Rusia, aunque sí de esta magnitud. Estados Unidos ya impuso sanciones contra Moscú tras anexionarse Crimea, además de por su ciberactividad maliciosa y la intromisión electoral. Aunque en este caso el castigo estaba más enfocado en individuos o entidades. Estas medidas han aislado parcialmente a la economía rusa, pero al ser uno de los pocos países con superávit presupuestario, está más protegida de la necesidad de financiación exterior. Pese a todo, sus perspectivas de crecimiento sí se han visto afectadas, y pueden alimentar la inestabilidad interna, ya que la inflación es alta y puede aumentar más si el rublo recibe daño adicional.En este sentido, las malas noticias sobre la economía rusa ya están descontadas, tanto una tensión prolongada como una nueva ronda de sanciones severas. El riesgo para la economía rusa sería una intervención militar, aunque estuviera limitada a la región de Donbás.Este es el último caso del uso de sanciones económicas como arma de guerra. ¿Pero en qué momento surgen? ¿Cuándo se convierten en un protagonista más de los enfrentamientos militares entre países? A principios del siglo XIX ya podemos encontrar propuestas de sanción contra países dentro de conflictos armados.En 1806, Napoleón, en su enfrentamiento con Reino Unido, prohibió a los países europeos comerciar con Londres, buscando paralizarlo económicamente. El problema es que no pudo hacer cumplir ese embargo, que además era casi más dañino para las naciones europeas que para los propios británicos.En la misma época, y con relación también con la guerra entre ingleses y franceses, Estados Unidos aprueba en 1807 el Embargo Act, una ley con la que buscaba mostrar fortaleza con las dos potencias europeas con una guerra comercial, pero que solo sirvió para demostrar la debilidad estadounidense, su falta de influencia y su poco peso diplomático. Lastró su imagen internacional, y acabó provocando conflictos internos. Y generó el caldo de cultivo para la guerra con Gran Bretaña. Thomas Jefferson la eliminó en 1809, en una de sus últimas decisiones como presidente.Pero la consolidación y desarrollo de las sanciones económicas como arma se produce sobre todo tras la primera Guerra Mundial. Durante el conflicto las sanciones fueron constantes, siendo seguramente la más importante el bloqueo comercial que Reino Unido le impone a Alemania, aprovechando su superioridad marítima. Logra impedir que los países neutrales le envíen suministros.Pero el gran salto para esta herramienta coercitiva llega tras la contienda. Los gobiernos comprueban que el continente ha quedado destrozado, y buscando la fórmula para resolver conflictos sin recurrir a la fuerza, llegan a la conclusión de que ese instrumento pueden ser las sanciones económicas. Pero con una novedad decisiva, no las decidirán los países de forma unilateral, como pasaba hasta ese momento, sino que será fruto de acuerdos entre varios, a través de organismos supranacionales, como la Liga de Naciones, predecesora de las Naciones Unidas.Creen que han encontrado la fórmula perfecta para evitar la violencia, que de verdad han descubierto una gran innovación útil no solo para la guerra, sino para garantizar la paz. Durante las negociaciones del Tratado de Versalles comienzan a desarrollar ese sistema de sanciones económicas para países infractores. Y comienzan a implantarlo.En la década de los 20 del pasado siglo la Liga de Naciones y sus sanciones económicas logran algunos éxitos que refuerzan su idea. Por ejemplo, logran resolver la disputa entre Alemania y Polonia por la Alta Silesia; o el conflicto fronterizo entre Grecia y Bulgaria.Pero con la crisis de Abisinia en 1935 se ven todas las costuras del sistema. La Liga impone sanciones contra la Italia de Mussolini por los ataques a Etiopía. Principalmente, limitan el suministro de petróleo y cierran su acceso al Canal de Suez. Pero esas sanciones no se hicieron valer en ningún momento. Estados Unidos, que recela de la utilidad de la Liga de Naciones, no solo no limita su relación comercial con el país transalpino, sino que la intensifica. Mientras que Francia y Reino Unido no hacen nada por lograr que se apliquen las medidas. La primera bastante tiene con preocuparse por Alemania, que vuelve a ser una amenaza; mientras que Londres no quiere saber nada de los conflictos continentales.Visto el fracaso, la Liga levanta las sanciones en 1936. Y un año después Italia abandona la organización, y se echa a los brazos del fascismo alemán. Y llega la segunda Guerra Mundial, que se lleva por delante a la institución y a sus intenciones.En el enfrentamiento también se imponen numerosas sanciones, tanto en la contienda europea, como en la del Pacífico, como en África. Pero en esta ocasión fueron mucho más difíciles de ejecutar, ante la falta de un dominio claro sobre los mares.Al terminar la guerra, la débil Liga de Naciones da paso a las Naciones Unidas, un proyecto más ambicioso y en el que participan más países. Buscan nuevas fórmulas para garantizar la paz mundial, y empiezan a desarrollar las sanciones económicas de forma que eviten recurrir a las armas. Desde embargos económicos, hasta boicots específicos, por ejemplo contra autoridades individuales de países infractores.España es uno de los países, precisamente, que recibe las primeras sanciones, por el apoyo del régimen franquista a la Alemania nazi. De esta forma, España sufre sanciones económicas, se le excluye del reparto de las ayudas norteamericanas para la reconstrucción, y se le excluye de los organismos de cooperación económica internacional. Sin embargo, tan solo cuatro años después, y con Estados Unidos ya más preocupado de la Unión Soviética que del nazismo, la situación cambia para España.En general, pese a las buenas intenciones que pudieran tener las sanciones económicas, no acaban de ser muy efectivas. Bastan dos ejemplos para dejar claras las lagunas de este sistema: los duros bloqueos contras los regímenes de Corea del Norte o de Cuba, que pese a durar décadas, no han sido capaces de tumbar las dictaduras que los dirigen.
2/21/2022 • 13 minutes, 34 seconds
El primer trabajo de Warren Buffett
Warren Buffett es hoy una de las personas más ricas del mundo, con una fortuna de más de 100.000 millones de dólares. A sus 91 años sigue siendo el CEO de su vehículo de inversión, y sus consejos y advertencias siguen siendo tenidos en cuenta por todo el mundo. Pero aunque hoy parezca muy lejano, Buffett no fue siempre un millonario. Sus primeros pasos en el mundo de la inversión, hasta convertirse en el 'Oráculo de Omaha', son ya legendarios. Descubre que Benjamin Graham, uno de los mejores inversores de la época, al que además admiraba profundamente, es profesor en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Y allí que se va. Se convierte en un alumno excelente, participativo, resuelto, y que logra las mejores notas. Al acabar en la universidad, y tras varios intentos infructuosos, acaba logrando trabajar para el propio Graham. Sin embargo, la experiencia es un poco frustrante, porque era tremendamente estricto a la hora de invertir, por lo que Buffett no puede desarrollar todo su potencial. Pero en 1956 Graham cierra su compañía y se retira del mundo de la inversión. Buffett tiene 26 años y decide lanzar su primera sociedad de inversión. Nace con un capital inicial de 105.000 dólares, que éxito tras éxito convierte en su multimillonaria fortuna actual.Pero antes de esa etapa hubo mucho más. Warren Buffett es hijo de un corredor de bolsa, arruinado en la crisis del 29. Desde muy pequeño estuvo interesado en el mundo de la inversión. Con 10 años leía los libros de su padre, y con 11 compra sus primeras seis acciones, que le reportan un beneficio de 12 dólares. Una operación que en realidad fue negativa, porque en unas semanas el precio de dichas participaciones se disparó y pudo haber ganado casi 200 dólares. Poco después, sin embargo, su padre decide abandonar el mundo de los mercados, y da el salto a la política, de la mano del Partido Republicano. Es elegido congresista, así que la familia se tiene que ir a vivir a Washington. Y allí es donde Warren, con tan solo 13 años, logra su primer "trabajillo": repartidor de periódicos del Washington Post.En una tarea tan sencilla como esa ya muestra visión comercial y su capacidad analítica. Por ejemplo, era el primer repartidor en llegar, así podía hacerse con las mejores rutas, que se traducían en mejores propinas. Con este empleo y con una inversión en una granja logró sus primeros ahorros, que se llevó de vuelta a Omaha, a donde regresó para terminar la escuela.Y ahí es donde logra una buena cantidad de dinero, con una de sus primeras ideas de negocio: poner una máquina de pinball en una barbería. En 1946, con tan solo 16 años Buffett compra la máquina, por tan solo 25 dólares. Se alía en esta inversión con su amigo Don Danley, cuya misión era arreglar y poner a punto la máquina. Y, mientras tanto, Warren negocia el trato con el barbero, Frank Erico.Según contó Buffett a su biógrafa, su propuesta a Erico fue algo así: "Representamos a Wilson's Coin-Operated Machine Company, y tenemos una propuesta del Sr. Wilson. Es sin riesgo para usted. Pongamos esta máquina de monedas en la parte de atrás de la tienda, Sr. Erico, y sus clientes podrán jugar mientras esperan. Nos repartiremos el dinero que generen".La denominada empresa del Sr. Wilson no existía, pero eso no importaba: A Erico le encantó la idea. Los jóvenes socios instalaron la máquina en la barbería y fue un éxito desde el primer día. La primera noche, Buffett y Danley recaudaron cuatro dólares. Al cabo de una semana, tenían 25 dólares, suficientes para comprar otro pinball.Muy pronto, Buffett contaba con 6 máquinas de pinball más. Ganaba más de 50 dólares a la semana. Le iba tan bien que llegó a dudar si le merecía la pena ir a la universidad. Pero la presión de su padre decanta la balanza, y decide seguir estudiando, por lo que un año después de ponerlo en marcha, acaba vendiendo el negocio por 1.000 dólares. "Fue el mejor negocio en el que estuve. Llegué a la cima muy pronto en mi carrera empresarial", le contó el propio Buffett a Bill Gates, en una tienda de gominolas de Omaha, recordando esta historia en 2018. Así lo concluyó: "Compré una máquina por 25 dólares en 1946 y construí con ella un pequeño imperio".
2/14/2022 • 6 minutes, 43 seconds
El origen de la Super Bowl: el deporte hecho negocio
El próximo domingo, 13 de febrero, de madrugada ya en España, se celebra la Superbowl, la gran final del fútbol americano, el gran evento deportivo del año en Estados Unidos, el partido capaz de paralizar el país como ningún otro. Desde Europa, y sobre todo desde aquí, cuesta comprender la magnitud de este acontecimiento, protagonizado por un deporte que es el rey entre los estadounidenses, que incluso es parte de la identidad de sus ciudadanos, pero que aquí tiene un seguimiento muy marginal.Todas las cifras que rodean a este evento son apabullantes. Por ejemplo en esta edición, la XVI (56), las entradas se han convertido en las más caras de la historia. Las más baratas superan los 5.000 dólares en reventa, en los confines del estadio, según cálculos de StubHub, mientras que el precio medio es de más de 9.000 dólares. Pero las mejores localidades, muchas aún disponibles, puede superar los 25.000 dólares. Y todo esto sin contar el aparcamiento, que va a parte, y no son pocos dólares. Y se venderán todas, como cada año. Solo en la edición original y en la del año pasado, marcado por las restricciones por la Covid, no se llenó el estadio.En el récord de esta edición influyen muchas cosas, como el hecho de que la final se dispute en Los Ángeles, la capital mundial del entretenimiento, donde todo es mucho más caro. Y hacía más de 40 años que no se celebraba allí la gran final. Además, es la sede de los Rams, uno de los equipos finalistas, lo que permite a la mitad de los asistentes ahorrarse el transporte. También hay que tener en cuenta que el otro equipo, los Cincinati Bengals, nunca han ganado el trofeo, por lo que sus aficionados muestran mucho mayor entusiasmo ante una oportunidad así.Y esto es solo una parte. La audiencia de televisión será millonaria. Más de 100 millones de espectadores en Estados Unidos van a seguir el partido. Súmale otros 50, 60 o 70 millones más en los otros 200 países en los que se emite. En este sentido, merece la pena destacar que la NFL, la organización detrás de la competición, vendió en 2021 sus derechos de televisión por más de 110.000 millones de dólares para los próximos 11 años. Unas cifras que, por ejemplo, triplican las conseguidas por la Premier League, la competición de fútbol que mejores resultados cosecha en este aspecto.Para mantener estas audiencias en todo momento, cuidan todos los detalles. Y así nació uno de los aspectos más famosos del evento: los espectáculos del descanso. En las primeras ediciones, en el entretiempo, bandas musicales universitarias amenizaban esos minutos. Pero pronto empezaron a incluir a artistas consagrados. Ahora, para los cantantes, participar en el espectáculo del descanso de la Super Bowl supone un gran reconocimiento. Por ese escenario han pasado grandes estrellas como Sting, los Rolling, Paul McCartney, Beyonce, Shakira, Janet Jackson en una polémica intervención, Lady Gaga, Enrique Iglesias... Este año el gran protagonista será el rapero Eminem.Pero estas audiencias millonarias suman un valor económico adicional: la publicidad. Los anuncios que se emiten antes, durante y después del partido son los más caros. El año pasado, cada 30 segundos tenían un coste para las marcas de más de 5 millones de dólares. Los dos más largos, uno de Alexa y otro de Google, que duraron 90 segundos, costaron casi 17 millones cada uno. En conjunto, sumaron casi 680 millones de dólares. Y este año serán más caros, porque el precio no ha dejado de subir cada edición, salvo durante la crisis de 2008.Si a esto le sumamos las apuestas, tanto las que se realizan online, las presenciales o las más informales, que son la otra gran pata del evento a nivel de ingresos, podemos hablar de un partido que mueve más de 5.000 millones de dólares.Y esto es solo lo que pasa en el campo. Para un evento tan importante, conocido como el Super Sunday y considerado una especie de día festivo oficioso, la gente se junta con su familia o con sus amigos para verlo, y compra comida, bebida... el gasto total puede alcanzar los 14.000 millones. Es, de hecho, el día con mayor consumo por parte de los estadounidenses, solo superado por Acción de Gracias.Es un negocio, sin duda, millonario. ¿Pero de dónde surgió? ¿Cómo nació este fenómeno? Tenemos que remontarnos al año 1966. La NFL, la principal competición de fútbol americano, había nacido en 1920, y tuvo que competir con otras ligas por la supremacía. Durante años fue un deporte secundario, tapado por el éxito del baseball, el deporte rey tradicionalmente en todo Estados Unidos. Pero poco a poco el fútbol americano fue ganando popularidad, a tener más seguidores, y surgieron nuevas competiciones. Una de ellas es la AFL, fundada en 1960 por Lamar Hunt, propietario de los Kansas City Chiefs, cansado de que la NFL vetara su entrada en su competición recurrentemente.La rivalidad entre ambos campeonatos provocó que en junio de aquel 1966 ambos torneos llegaran a un acuerdo para que sus ganadores se enfrentaran entre ellos, para dirimir quién era el verdadero campeón mundial. Tan pretencioso como acertado.Aquel primer partido se disputó el 15 de enero de 1967, curiosamente también en Los Ángeles, entre los Chiefs y los Green Bay Packers, que acabaron ganando. Hunt fue también el encargado de bautizar el encuentro como la Super Bowl, para diferenciarlo de los distintos bowls que se celebraban, que son partidos que enfrentan a dos equipos de fútbol americano por un trofeo. Cuenta la leyenda que se basó en una pelota rebotadora de su hijo, que se llamaba Super Ball.Históricamente, el partido se celebraba el último fin de semana de enero, aunque desde 2004 se tomó la decisión de moverlo a febrero. El frío propio de estas fechas ha provocado que la mayoría de partidos se hayan jugado en estados del sur, con Miami como principal sede. Aunque con la aparición de los estadios cubiertos esto está empezando a corregirse.Con el evento ya consolidado, en 1970 se produjo la absorción de la AFL por parte de la NFL, que pasaban a ser dos conferencias diferentes de un mismo torneo, y que es el formato que se ha mantenido hasta nuestros días. Además, el trofeo que se entregaba a los campeones recibió un nuevo nombre, el Vince Lombardi, en homenaje a un entrenador que había fallecido ese mismo año. Hasta entonces se le conocía, simplemente, como el Campeonato del Mundo.El trofeo fue diseñado por la joyería Tiffany, es de plata de ley, pesa más de 3 kilos, y tiene un valor de unos 25.000 dólares. Se fabrica de forma artesanal, y lleva más de 4 meses construirlo. Se entrega en propiedad al equipo ganador, a diferencia de otros trofeos que entregan una réplica.Además, cada jugador del equipo ganador recibe un anillo de campeón, una americanada que se empezó a entregarse a los ganadores de las Series Mundiales de baseball en los años 20, y que después fue adoptado por la mayoría de campeonatos estaduonidenses. Suelen estár hechos de oro blanco y diamantes, y cuestan unos 5.000 dólares. Muchos son los deportistas que, con sus finanzas mal gestionadas, se han visto obligados a malvender sus piezas para sobrevivir. La mayoría han sido diseñados y fabricados por una joyería de Minnesotta que hoy es propiedad de Platinum Equity, aunque también ha habido ediciones de Tiffany o de Balfour. No es lo único que reciben los jugadores campeones. También se llevan un premio por cabeza de más de 120.000 dólares, independiente de su salario millonario. Es una muestra más de la evolución y el éxito del torneo, ya que en la primera edición el premio de todo el equipo ganador no alcanzó los 15.000 dólares.Una curiosidad económica. Históricamente, la Super Bowl ha permitido adivinar el rumbo de los índices bursátiles, con un acierto del 80%. Y el funcionamiento de esta bola de cristal es sencillo. Si gana el equipo que representa a la Conferencia Nacional, en este caso los Rams, el Dow Jones subirá este año. Si, por contra, vence el equipo de la Conferencia Americana, esta edición los Bengals, las bolsas se teñirán de rojo.No es la única relación entre la Super Bowl y los mercados bursátiles. Otra clave incluye el número de tantos marcados. Durante los últimos 53 años, la puntuación final media de cada Super Bowl ha sido de 46 puntos. Cuando los equipos de la final anotan al menos dicha cifra, el mercado de valores suele subir un 15,8%, pero si no se alcanza la meta, el rendimiento es de solo el 7,3%, según datos calculados por Standard&Poors durante los últimos 28 años.El deporte rey estadounidense ya no es solo un entretenimiento, se ha convertido en un auténtico fenómeno económico.
2/7/2022 • 11 minutes, 51 seconds
La gripe equina que hundió la economía de EEUU
La Covid no ha sido el primer virus capaz de lograr paralizar la economía de Estados Unidos. Ni el primero en provocar una gran crisis mundial. Ese "honor" corresponde a la gripe equina, una enfermedad que ni siquiera afectó a los humanos directamente, pero que tuvo consecuencias trágicas para la actividad de todo el país, allá por 1872.En aquella época, en Estados Unidos vivían 39 millones de personas, mientras que el número de caballos superaba los 7 millones, a los que hay que sumar más de un millón de mulas. En total, más de 8 millones de equinos. Que además jugaban un papel fundamental, tanto para el transporte, para la economía... para la vida. Se puede decir que eran, literalmente, el motor del país.Ese año, en Canadá, a las afueras de Toronto, se reporta un brote que afecta a los caballos. En solo unos días la mayoría de los animales de la ciudad, como los que se utilizaban para mover el tranvía y que dormían juntos, o los que se resguardaban en establos libres, abarrotados, estaban contagiados. Los síntomas de gripe eran inconfundibles: tos áspera, fiebre, orejas caídas... casi no podían ni sostenerse en pie, y muchos acababan cayéndose, agotados. Muchos morían.En Estados Unidos se preocupan, pero en aquella época la información no viaja tan rápido y las decisiones no se pueden tomar con la misma celeridad. Cuando deciden cerrar la frontera a los caballos canadienses ya es tarde. El virus ya ha cruzado, y ya se detectan casos en las ciudades más al norte, como Detroit o Boston. Ojo, lo del virus lo sabemos ahora. Entonces aún estaban a 20 años de que los científicos identificasen el primer virus. No estaba muy claro cómo se contagiaba ni qué se podía hacer para evitarlo. Los propietarios de los caballos no sabían qué hacer. Desinfectaron los establos, les pusieron mantas nuevas... Con un conocimiento veterinario aún muy primitivo, muchos recurrían a compuestos controvertidos como la ginebra con jenjibre. Por supuesto, también hubo quién recurrió a la fé para tratar de frenar el virus.Evidentemente, estos remedios no funcionaron. En días, todos los caballos del este del país estaban contagiados. Una noticia del New York Times de la época señala, por ejemplo, que el 95% de los caballos de Rochester estaban contagiados. En diciembre, los equinos del Golfo de México eran los afectados. A principios de 1873, se detectan brotes en la costa oeste. En cuestión de semanas todo el país se había visto afectado.Y no se trataba de un problema de bienestar animal, una preocupación que entonces daba sus primeros pasos, sino económico, vital.Hay que tener en cuenta que en aquel momento los caballos y las mulas eran claves para el funcionamiento del país. La mayor parte del comercio y del transporte urbano dependía de las mulas. En Nueva York llegó un momento en el que se paralizaron todos los viajes. Los tranvías no funcionaban. También afectó al transporte de mercancías, por supuesto. Los barcos y los ferrocarriles dejaron de funcionar porque el carbón que alimentaba sus calderas no podía llegar hasta el puerto. Y por si fuera poco, no podía seguir sacándose carbón de las minas porque, efectivamente, también dependía de los caballos. Las cosechas no podían llevarse a los mercados. Muchos productos perecederos se pudrían en los puestos, ya que nadie podía ir a recogerlos. Los bares se quedaron sin cerveza. Los carteros no podían repartir la correspondencia. Algunos comerciantes, asustados, llegaron a contratar a gente para tirar de los carros. Como también afectó al transporte de pasajeros, había bodas y funerales, los grandes eventos del momento, a los que asistía mucha menos gente, que no podía llegar.Uno de los sucesos más terribles se produjo en Boston, cuando un incendio arrasó parte del centro de la ciudad, debido a que los bomberos no pudieron llegar a tiempo para extinguirlo, al tener que ir andando.¡Hasta el Ejército se vio afectado! Envueltos en varias guerras contra los indios por todo el país, contra los apaches, los comanches, cheyenne, los Sioux... no pudieron contar con el apollo de la caballería. Tuvo que ser la infantería, a pie, la que durante semanas tuvo que pelear en solitario.En fin, toda la vida fue interrumpida. En la fase más grave de la pandemia muchos estadounidenses llegaron a preguntarse si el mundo volvería a ser como antes alguna vez. Un periódico de Boston, tal y como recoge Smithsonian Magazine, destacaba que el virus reveló a todos que los caballos no eran solo propiedad privada, sino ruedas en la gran maquinaria social, cuya interrupción significa un daño generalizado para todas las clases y condiciones en las personas.Pero la enfermedad fue perdiendo fuerza. El temor a una hambruna de carbón, como se le denominó entonces, no llegó a concretarse, más allá de una subida del precio de los combustibles por el miedo a esa posible falta de abastecimiento. Las ciudades fueron recuperándose poco a poco. En la primavera de 1873 los equinos ya se habían recuperado y vuelto al trabajo, y la normalidad era casi absoluta. Se calcula que entre el 1% y el 2% de los caballos fallecieron.Todo lo ocurrido durante aquellos meses tuvo dos consecuencias clave. Por un lado, supuso un impulso para la causa animalista. Fueron muchos los que se replantearon entonces el trato que se daba a los caballos, que definieron como propio de la edad media. Por otro lado, muchos consideran que esta pandemia fue una de las causas que contribuyeron a provocar la crisis de septiembre de 1873, considerada la primera depresión económica global.
1/31/2022 • 7 minutes, 9 seconds
Monopoly, el juego que nació como una crítica al capitalismo
El Monopoly, ese juego de mesa que tanta gente tiene en su casa, es una auténtica oda al capitalismo. Cada jugador compite por ser el más rico, pero sobre todo, por arruinar a todos los demás. Se compran calles, casas, hoteles, la compañía del agua y de la luz, estaciones de tren, lo peor que te puede pasar es pagar impuestos... y hasta puedes llegar a librarte de la cárcel si pagas.El juego, quizá el más vendido de la historia, fue creado por Charles Darrow, un vendedor de calefactores domésticos que estaba en paro por culpa de la Gran Depresión. Lo fabricaba artesanalmente en su casa, con la ayuda de su mujer y su hijo, con trozos de hule y cartulina. Esas primeras versiones tuvieron tanto éxito que tuvo que encargar la producción a una imprenta de Pensilvania, ya con su clásico tablero de cartón. Patentó la idea en 1935. Y ese mismo año, tras varios intentos, le vendió los derechos a la juguetera Parker Brothers, ahora propiedad de Hasbro.Dice el Libro Guiness de los Récords que más de 500 millones de personas han jugado al Monopoly en el mundo. Y Darrow, efectivamente, acabó haciéndose inmensamente rico. Un trabajador en paro que se hace millonario, una historia de superación perfecta como epílogo para hablar de capitalismo.Si no fuera porque en realidad el Monopoly está inspirado, o copiado, de 'El juego del terrateniente', creado y patentado por Elisabeth Maggie más de 30 años antes. Y el espíritu de aquel juego era todo lo contrario.Lizzie Maggie era inventora, poeta, feminista y muy de izquierdas, y en 1903 lanza 'The Landords Game'. Su objetivo era mostrar los peligros de acumular grandes sumas de dinero a expensas de los demás, los problemas que generaba la desigualdad de ingresos. Para ello, el juego consistía en un tablero con un circuito, algo muy novedoso para la época, lleno de calles a la venta, y desarrolló dos reglamentos, uno anti-monopolios, y el otro monopolista. Con el primero, cada vez que un jugador compraba una de esas calles tenía que pagar impuestos, y ese dinero se repartía entre el resto de jugadores. Y el juego se acababa cuando el jugador que había empezado con menos dinero lograba duplicarlo. ¡Todos ganaban!Con el segundo reglamento, el monopolista, los jugadores debían comprar propiedades y cobrarles a todos los que caían en ellas, y el ganador era el que lograba arruinar al resto de jugadores. Sí, este reglamento coincide con el del Monopoly. El objetivo, explicaba la propia Maggie, era que los jugadores vivieran en sus propias carnes una demostración práctica del sistema de acaparamiento de tierras, así como sus resultados y consecuencias. Y que comprendieran las consecuencias que podía provocar los diferentes planteamientos de la propiedad. Hay que tener en cuenta que hablamos de la época gloriosa de los monopolios del ferrocarril, el acero o el petróleo. En este sentido, en una entrevista, la propia Maggie mostró su deseo de que "en poco tiempo, los hombres y las mujeres descubrieran que son pobres porque Carnegie y Rockefeller, tal vez, tienen más de lo que saben qué hacer con él".Con el juego, Maggie en realidad trataba de reflejar y difundir las ideas de Henry George, un economista de la época, muy de izquierdas, que conoció a través de un libro que le regaló su padre, también un destacado activista antimonopolios. La base de la teoría de George era la defensa de la importancia de cobrar impuestos, y de reinventir lo recaudado en el bien común.El juego acabó teniendo relativo éxito, sobre todo entre los intelectuales de la Costa Este y de las grandes universidades del país. Tanto que se acabaron haciendo diferentes versiones del mismo. En la década de los 30, Darrow descubrió una de esas versiones en un encuentro con amigos. Le impactó tanto el juego que acabó desarrollando su propia versión, a la que llamó Monopoly, y es la que acabó vendiendo a Parker Brothers.Las versiones de 'El juego del terrateniente' también llegaron a otros países. En España, por ejemplo, tuvo mucho éxito El Palé, con las calles de Madrid. La empresa editora acabó en juicio con los propietarios de los derechos, que se resolvió con la llegada a España del Monopoly original, de mano de Borrás. Detrás llegaron numerosas versiones basadas en las calles de otras ciudades de España, otro basado en todas las ciudades, de la Unión Europea... cualquier país que se precie tiene su propia edición. Y ya hasta hay versiones digitales, online...Hasta Cuba tuvo su propia versión apócrifa, llamada Deuda Eterna, donde los jugadores no hacían de empresarios que buscaban enriquecerse, sino que hacían el papel de gobiernos de países del tercer mundo, cuyo objetivo era derrotar al FMI.Por si fuera poco, y por si Maggie no hubiera tenido suficientes disgustos con lo que ha acabado siendo su obra si hubiera vivido para verlo, han salido versiones de sagas cinematográficas, de empresas... ¡Hasta McDonald's tiene su propio juego! Hoy en día sigue siendo uno de los juegos de mesa más vendidos del mundo. De hecho, durante la pandemia, su compra se disparó. No hay ningún rastro en él de la idea original de Maggie, no tiene ningún espíritu pedagógico, y el ganador es el que logra arruinar a los demás.
1/24/2022 • 6 minutes, 10 seconds
El hermano que cambió su mitad de Domino's por un Volkswagen
Tom y James Monaghan no tuvieron una infancia fácil. Nacen en los años 30, y siendo niños, su padre fallece. Su madre no tiene capacidad para hacerse cargo de ellos, así que se ve obligada a dejar a sus hijos en un orfanato católico gestionado por monjas polacas. El verdadero protagonista de la historia es Tom. No es un gran estudiante, pero sí muestra talento para las matemáticas. Cierra su etapa escolar sin pena ni gloria, pero sí despierta en él el deseo de ir a la universidad. Pero en ese momento no se ve aún preparado, así que se alista en el ejercito.En 1960, tras tres años como Marine, regresa a Michigan, con las ideas más claras, y ya con la intención de estudiar Arquitectura. Pero como no tenía suficiente dinero para pagar la carrera, decide montar un negocio que le permita lograr ingresos. Se alía con su hermano, y compran una pequeña pizzería, DomiNicks (los dueños se llamaban Dominic y Nick), que está al lado del campus universitario. Les cuesta 900 dólares. Gestionaban el negocio entre los dos hermanos, a turnos. Y creían que tenían una gran idea entre manos para triunfar: repartir las pizzas a domicilio gratis. Hoy cualquier negocio ofrece llevar su comida a la puerta de tu casa, pero a principios de los 60 esto era todo un descubrimiento. El problema es que no tenían el sistema pulido del todo, y el negocio no acababa de arrancar. James, que aún mantenía su trabajo de cartero, se desanima y decide venderle su mitad del negocio a su hermano. Como no tiene suficiente dinero, Tom le ofrece a cambio el Volkswagen Beetle de segunda mano que utilizaban para los repartos a domicilio. Y quedan en paz. Tom se queda el 100% de la pizzería y James un coche de segunda mano.Ya al frente del negocio en solitario, Tom empieza a tomar decisiones importantes para el negocio. Insiste en los envíos a domicilio, elimina el servicio de atención en las mesas, y suprime todos los platos del menú que no estuvieran relacionados con las pizzas. Se centra al 100% en la elaboración y reparto de las pizzas.Ahí ya el negocio empieza a funcionar, y Tom adquiere otras dos pizzerías más en los alrededores del campus universitario. En ese momento, el dueño original de DomiNick's le pide que deje de usar ese nombre, así que Tom, a partir de un comentario de un repartidor, decide llamar a sus pizzerías Domino's. Y crea un logo que es una ficha de dominó con tres puntos, que representan a los tres locales que en aquel momento tiene la compañía.El negocio empieza a hacerse popular, las ventas son excelentes, así que Tom decide franquiciar sus pizzerías para seguir creciendo. Entre 1965 y 1968 inauguran 8 locales franquiciados, siempre mirando que estuvieran cerca de centros universitarios, una tendencia que ha tratado de mantener hasta nuestros días. En 1970, diez años después de fundar la compañía, ya cuentan con más de 200 establecimientos. En su apuesta constante por la innovación, desarrollan un sistema para hacer las cajas de pizza más rápido y más resistentes, con carton más gordo, que facilita que las pizzas se mantengan calientes más tiempo, no se estropéen con el envío, y además permite apilarlas, permitiendo más repartos en cada viaje. Era el nacimiento del reparto de pizza moderno.Apasionado del marketing, en 1973 lanzan una campaña rompedora: si no te entregan la pizza en media hora, te sale gratis. Fue un éxito publicitario para la marca. Tanto, que se acabó convirtiendo en eslogan de la compañía. La medida se prolongó hasta los 90, cuando fue retirada debido a las múltiples quejas sobre la conducción temeraria de los repartidores para poder cumplir el objetivo.Con sus sitema de entrega optimizado, y con la fama que había ido ganando, las tiendas empiezan a expandirse por todo Estados Unidos. Se reparte el podio del sector con Pizza Hut y Little Caesars Pizza. En 1983 la compañía, con más de 1.000 establecimientos, da el salto al exterior, y abre sus primeras franquicias en el extranjero, en concreto, en Canadá y en Australia. Sería la primera de muchas. En los siguientes años abren locales en Japón, Haiti, República Dominicana, India, Colombia, México... eran imparables.Por aquella época Tom Monaghan ya era inmensamente rico. Tenía barcos, una colección de coches clásicos, incluyendo un Bugatti Royal por el que pagó 8 millones de dólares, un avión, obras de arte... y hasta se compró el equipo de baseball de Detroit, los Tigers, que un año después ganaron las series mundiales. Apasionado de la arquitectura, recordemos que en un principio todo nace para financiar el estudio de esa carrera, es un gran seguidor de Frank Lloyd Wright, construye la sede de Domino's a imagen y semejanza de su obra. También Tom inicia la construcción de una mansión siguiendo el mismo estilo.Pero a finales de la década de los 80 se produce el despertar religioso de Tom Monaghan. Se replantea su estilo de vida, la acumulación de riqueza, el ego... "Me di cuenta de que si el mayor de los pecados es el orgullo, yo era el más pecador del mundo", contó. Paralizó la construcción de su mansión, que hoy sigue a medio construir, vendió el equipo de baseball, precisamente a su rival, el dueño de Little Caesar Pizza, se deshizo de sus barcos, su avión, su coche...Mientras la compañía seguía creciendo a un ritmo increíble, hasta alcanzar los 1.000 establecimientos en el mundo en 1995, Tom seguía planteándose su estilo de vida. Así, en 1998, decide vender la compañía a un fondo de inversión por 1.000 millones de dólares.Desde entonces, dedicó su vida a promover causas católicas, haciendo especial hincapié en los movimientos provida, a los que ha donado millones y millones de dólares. También promueve la asistencia diaria a misa, la confesión y el rezo del rosario. Ha fundado colegios católicos por todo Estados Unidos, y también dos universidades. Hasta cuenta con un fondo de inversión centrado inversiones católicas y labores humanitarias. A sus 84 años, ha donado más de 500 millones a organizaciones católicas, y sigue comprometido a gastar toda su fortuna en estos movimientos.Ya sin Tom, Domino's no dejó de crecer. En 2004 empezó a cotizar en bolsa. Hoy en día cuenta con más de 6.000 pizzerías en Estados Unidos y unas 15.000 en todo el mundo. Da trabajo a casi 300.000 personas. Y es una de las cadenas de franquicias más grandes y más rentables que existen. ¿Y qué fue de James? Después de vender su parte de Domino's a cambio de un Volkswagen Escarabajo, siguió trabajando como cartero durante unos años. En los 70 empezó a trabajar como guardia de seguridad, y después como electricista en un distrito escolar, hasta su jubilación. Falleció en 2020.
1/17/2022 • 8 minutes, 55 seconds
Auge y caída de Parmalat, el mayor fraude de Europa
Hubo una época durante el pasado siglo en el que Italia se convirtió en el país más vibrante, lleno de creatividad, innovación, talento, con una industria fuerte, crecimiento económico, grandes empresarios... y lleno de dinero, mucho dinero. En ese contexto es en el que Calisto Tanzi crea Parmalat, una empresa láctea familiar, que con el tiempo acabaría convertida en una poderosa multinacional, y que en 2003 se convirtió en el mayor fraude europeo de la historia. Tanzi falleció el pasado 2 de enero por una infección pulmonar, en Parma. Cumplía arresto domiciliaro, tras ser condenado a 17 años y medio de prisión por falsificar las cuentas de su compañía y hacer que miles de inversores perdieran sus ahorrosEl empresario nació en 1938 cerca de Parma. En 1961 tuvo que dejar la universidad, para hacerse cargo de la empresa familiar, tras la súbita muerte de su padre. Era una pequeña compañía, dedicada a la fabricación de salami y conservas de tomate para la pasta. Tanzi, que tenía tan solo 22 años, decide introducirse en el mercado de la leche pasteurizada, que estaba dando sus primeros pasos. En 1963, funda Dietalat, que luego acabaría transformándose en Parmalat. Tomó dos decisiones al principio que fueron la clave para alcanzar el éxito: por un lado, el proceso de pasteurización. Y por otro, el uso de los envases Tetrapak, de origen sueco, que facilitaban la conservación y transporte del producto. En este sentido, apostó por el reparto puerta a puerta, con camiones que llevaban el logo de la compañía. Su estrategia fue tan acertada que la compañía crecía casi un 50% año tras año.Poco a poco, y sin apenas competencia, conquistaron la península italiana en pocos años. Su ambición era enorme. "Queríamos que Parmalat se convirtiera en la Coca Cola de la leche", contaba Domenico Barili, exdirector general de la compañía y colaborador de Dietalat desde su fundación, en declaraciones recogidas por el estudio 'La leche es blanca pero no transparente', de la Universidad Nacional Autónoma de México.En la década de los 70 dio el siguiente paso: la internacionalización, empezando por Brasil. Fue solo el principio, ya que llegó a tener presencia en 30 países, donde llegó a acumular casi 200 fábricas, y a dar trabajo a 37.000 personas.El siguiente paso tras iniciar la expansión internacional fue el lanzamiento de nuevos productos, como yogures, galletas, snacks y otros relacionados con los desayunos. Estas nuevas líneas, en su momento álgido, llegaron a suponer el 60% de las ventas del grupo. En Estados Unidos llegó a ser el tercer mayor vendedor de galletas. Pero el gran salto de la compañía llegó a finales de los 80, y durante la siguiente década. Empezó a comprar empresas, a crecer, y llegó a luchar con Danone mano a mano por convertirse en la tercera mayor láctea del mundo. Y en esa época Tanzi decidió empezar a introducirse en otros sectores. Por ejemplo, se hizo con un canal de televisión, Odeon, para tratar de luchar contra el magnate Silvio Berlusconi. Una operación con la que perdió más de 40 millones de euros. También compró un equipo de Fórmula 1, creó una agencia de viajes...Pero si algo le dio fama, como a tantos otros millonarios, fue el fútbol. Ahora son los jeques árabes los que compran clubes de fútbol, antes fueron los oligarcas rusos, pero en aquella época, a finales de los 80, los que invertían sin freno eran los empresarios italianos. Tanto dinero movía el Calcio en aquella época que se convirtió, sin duda, en la competición más importante del mundo.Tanzi, que ya estaba en la lista Forbes de millonarios, tenía cierta relación con el mundo del fútbol, pues había sido patrocinador durante dos temporadas del Real Madrid de la 'Quinta del Buitre', en los que invirtió cientos de millones de pesetas. Pero quiso dar un paso más: compró el club de su ciudad, el Parma, que jugaba en divisiones inferiores del fútbol italiano. Invirtió tanto dinero en el club que no solo lo llevó a la Serie A, sino que se acabó convirtiendo en uno de los clubes de referencia en Europa.El Parma no ganó más porque, como decíamos, el fútbol italiano estaba lleno de millonarios. El Milan del propio Berlusconi, la Juventus de la familia Agnelli, el Inter de Massimo Moratti, la Lazio de Cragnotti... Todos, curiosamente, estuvieron relacionados en mayor o menor medida con la corrupción.En su interés por el fútbol y por la expansión internacional también adquirió el Palmeiras brasileño, en el que también hizo grandes inversiones en fichajes, y con el que también ganó varios títulos.Pero contaba Tanzi en uno de los juicios a los que tuvo que asistir que fue el fútbol el causante de todos los males. El que le hizo llevar a la empresa a la ruina.En noviembre de 2003, el grupo Deloitte, auditor de Parmalat, se negó a aprobar las cuentas del primer semestre de la compañía. Una situación sorprendente, porque contaba con una calificación de inversión. En diciembre, todo estalla. Parmalat declara que no puede hacer frente al vencimiento de una emisión de bonos de 150 millones. Un símbolo de la mala situación financiera de la compañía, que tiene una facturación anual de 7.500 millones. Las acciones se hunden un 47%.El 15 de diciembre, Tanzi dimite. Deja la empresa que había creado 40 años antes. Dos días después se descubre el agujero contable de casi 4.000 millones de euros, después de que Bank of America negara que la compañía tuviera una cuenta con 3.950 millones en las Islas Caimán. Tras descubrirles, Parmalat reconoce una deuda de más de 7.000 millones de euros. La Fiscalía inicia una investigación por presunto fraude, y esa misma semana descubre que esos 4.000 millones son solo una parte del problema, que en realidad las cuentas esconden muchas más falsedades. Parmalat decía haber recomprado 3.000 millones de su propia deuda, y resultó ser mentira. La cantidad evaporado ya ascendía a 7.000 millonesEl 22 de diciembre se consuma la caída bursátil. Las acciones de Parmalat ya no valen nada. De 1.800 millones de capitalización a 0, en tan solo un mes. Calisto Tanzi, desaparecido desde que estallara el escándalo, es detenido el 26 de diciembre, acusado de stafa, bancarrota fraudulenta y especulación abusiva. La SEC estadounidense, además, les demanda por haber engañado a los inversores, para que acudieran a una oferta de bonos por 1.500 millones mientras cometía "uno de los mayores y más descarados fraudes corporativos de la historia". La investigación posterior descubriría que, en realidad, el agujero era de 14.000 millones de euros. La compañía, obligada a endeudarse para hacer frente a todas las adquisiciones que había llevado a cabo, llevaba años falsificando sus cuentas, inflando sus ingresos y sus beneficios. Era el mayor fraude perpetrado por una empresa europea en la historia. El escándalo afectó a más de 100.000 inversores de todo el mundo, que habían comprado bonos de la compañía.Día a día, todas las empresas del grupo fueron declarándose en bancarrota y suspendiendo pagos. Incluyendo, claro, el equipo de fútbol, que nunca volvió a levantar cabeza.Para los italianos fue un golpe de realidad durísimo. Una de sus empresas más admiradas, un empresario que de la nada había creado un imperio mundial, resultó ser una estafa, una mentira. Fue un auténtico trauma.El Gobierno italiano tuvo que intervenir para rescatar a Parmalat. Puso al frente de la compañía a Enrico Bondi, conocido como el 'Agente 007', que con su conocimiento, su capacidad para negociar y su cercanía a los políticos logró salvar la empresa. En 2005 volvió a cotizar en bolsa.Con Bondi a los mandos, el grupo fue recuperándose, aunque lejos de lo que un día llegó a ser. Para finales de la década, el grupo estaba saneado. Y en 2011 la compañía vivió un nuevo momento convulso: fue adquirida por la francesa Lactatis, por más de 3.000 millones. Los italianos, que seguían traumatizados por la estafa, consideraron un golpe durísimo que la compañía pasase a manos fransesas.Antes, en 2008, Tanzi fue condenado a 10 años de cárcel por fraude en primera instancia, y en 2011, el Tribunal de apelación de Bolonia le declaró culpable de manipulación del mercado, quiebra fraudulenta y otros cargos, sentenciando una condena de 17 años y 5 meses de prisión. Debido a su estado de salud y su avanzada edad (72 años entonces), se le concedió el arresto domiciliario, que seguía cumpliendo hasta su muerte este año.En su testimonio ante el juez, el empresario Tanzi aseguró también que decenas de políticos italianos habían recibido fondos de la sociedad durante años a cambio de favores a la empresa. El escándalo de Parlamat llegó a salpicar hasta al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
1/10/2022 • 13 minutes, 9 seconds
La campaña contra McDonalds que fracasó porque los estadounidenses no entendían las fracciones
En los años 80, McDonalds no era solo un restaurante, no era solo una cadena de éxito, era casi un símbolo, un emblema de la cultura estadounidense. Un transastlántico que crecía y que se expandía internacionalmente. En aquella época, por ejemplo, es cuando inaugura en España su primer establecimiento. Y a finales de la década, y principios de los 90, es cuando llega a Moscú y Pekín, hechos celebrados casi como conquistas. Y el producto estrella del McDonalds, el icono del icono, era el cuarto de libra. Una hamburguesa, con queso, cuyo nombre hace referencia al peso de la carne, que equivale a unos 114 gramos. Fue creada en 1971, pensada para los consumidores adultos que querían productos un poco más grandes, y se convirtió en un éxito desde el primer momento. Para competir contra el producto estrella de McDonalds, una compañía rival, A&W Restaurants, lanzó 'Third', una hamburguesa de un tercio de libra, por el mismo precio. La idea era fantástica: más carne por el mismo dinero. La campaña de marketing se hacía sola. Y no solo eso, sino que en diferentes catas a ciegas, los consumidores preferían el sabor de este nuevo producto. Acompañaron la campaña con anuncios de radio, e incluso de televisión, para darlo a conocer.Todo era perfecto. Salvo por un problema: los clientes no compraban la hamburguesa de un tercio de libra. ¿Qué estaba pasando? En A&W no entendían cuál era el fallo, así que hicieron de todo. Contrataron a una empresa de investigación de mercado, que hizo más encuestas, más focus gruops, más entrevistas... Y así descubrieron el problema: los estadounidenses no entendían las fracciones. ¡Era un problema matemático!Lo contaba el propierario de la compañía en aquel momento, Alfred Taubman, en uno de los libros que escribió sobre marketing. "La gente se preguntaba por qué debemos pagar lo mismo por un tercio de libra de carne que por un cuarto de libra de carne en McDonalds, nos están cobrando de más". ¡La gente pensaba que un tercio de libra era menos que un cuarto de libra, pues después de todo, tres es menos que cuatro!Las fracciones, hay que recordar, en España empiezan a estudiarse con 9 o 10 años, con las típicas historias de "si tengo una tarta y la parto en cuatro trozos"...Pese a todo, Taubman no rehusaba su responsabilidad, y consideraba que el cliente siempre tiene razón, independientemente de sus habilidades con las matemáticas y con las fracciones.Además, Taubman sacaba una lección de toda aquella experiencia. "A veces, los mensajes que enviamos a los clientes, a través de las campañas de marketing y de ventas, no son tan claros y convincentes como pensamos".Hay que tener en cuenta que en el relato de esta anéctoda Taubman no es imparcial. Era el máximo responsable de la empresa, y este es su punto de vista. Tenemos que creerle cuando dice que su hamburguesa era más sabrosa, o cuando nos cuenta que el problema eran los conocimientos matemáticos. Hasta ahora, A&W había no había prestado atención a esta historia. Ojo, aunque fuera no nos suene mucho su nombre, estamos hablando de una cadena de restaurantes con más de 100 años de historia, que cuenta con más de 500 establecimientos en Estados Unidos, y que requiere de una inversión inicial de más de un millón de dólares en algunos casos para conseguir una franquicia. Pues bien, tras muchos años callando sobre esta anécdota, han decidido contarla y tratar de sacarle provecho. Han lanzado una campaña, en tono humorístico, basada en una hamburguesa de 3/9 de libra, jugando con los problemas de la gente para entender las matemáticas. Si creían que 4 es más que 3, ¡entonces 9 es aún mayor!La compañía, tras una reestructuración en 2011, hoy sigue creciendo y expandiéndose. Y sus campañas alcanzan cierto éxito. En fin, ironías del destino, años después, ya en este siglo, McDonalds lanzó su propia hamburguesa de un tercio de libra, la 'Angus Third Pounder', que ya no está disponible en sus restaurantes.
1/3/2022 • 5 minutes, 10 seconds
El negocio de los christmas, el invento de un inglés victoriano con muchos amigos
Ya tenemos encima la Navidad, fecha en la que toca mandar y recibir las tradicionales tarjetas navideñas. Aunque las nuevas tecnologías también han tenido su efecto sobre esta costumbre, y ahora lo que más se estila es mandar un email, ¡o un WhatsApp! Pero, ¿de dónde viene esta tradición? ¿Cómo se expandió? El origen está en la Inglaterra del Siglo XIX, pero, como en tantas otras cosas, fue en Estados Unidos donde realmente explotó el fenómeno.Para comprenderlo hay que presentar la figura Henry Cole, un inventor, diseñador y educador inglés, nacido a comienzos del siglo XIX. Eminente figura, solía mezclarse entre la élite victoriana, pero sus habilidades sociales le granjearon un problema: tenía demasiados amigos.Dada la costumbre de enviar cartas tanto por Navidad como por año nuevo, Sir Cole estaba ansioso, ya que no veía la forma de cumplir con las obligaciones de todo caballero inglés que mereciera tal nombre. En 1843, sir Cole, que pasaría a la historia por ser el fundador del Musier de Victoria y Alberto en Londres, veía presa de la ansiedad como se apilaba la correspondiencia, y debía responder.Ante tan compleja situación, tiró de ingenio: le pidió a un artista amigo suyo, J. C. Horsley, que imprimiera copias de una ilustración suya, de una típica escena familiar navideña, en una pequeña cartulina, con una felicitación genérica: "Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo". Además, incluía una línea en blanco, con un "De:" y un "Para:". Había nacido el famoso christmas.Pero Cole y Horsley no se quedaron ahí. Decidieron que sería una buena idea venderlas, de manera que encargaron 1.000 ejemplares, que vendieron por un chelín cada uno. Tras la idea, nacía el negocio.Aunque con polémica, porque en la ilustración había unos niños que parecía que estaban bebiendo vino, la idea fue ganando seguidores. Tantos, que acabó dando el salto a Estados Unidos, donde la primera tarjeta navideña se imprimió en 1875, por un litógrafo de Boston llamado Louis Prang.A finales del siglo XIX ya se había puesto de moda. Había concurso, la gente los coleccionaba, o se hacían reseñas en los periódicos de la época, como con cualquier otra forma de arte. Solo Prang ya producía más de 5 millones de Christmas al año por entonces.Pero es a partir de 1915 cuando los christmas se pueden considerar como una industria moderna. Joyce Hall fundó una pequeña empresa de impresión de postales en Kansas, y ese año publicó su primera tarjeta navideña. Poco después, se le unirían sus hermanos, Rolli y William, y la Hall Brothers Company reinventó el concepto, con tarjetas más grandes, dobladas por la mitad, y metidas en un sobre. habían creado el nuevo standard.Esta nueva modalidad triunfó, gracias a que la gente tenía más espacio para escribir. Nuevos diseños provocaron que los christmas se popularizaran enormemente tras la II Guerra Mundial. Mientras que artistas reconocidos, como Salvador Dalí, realizaron tarjetas por encargo de Hall Brothers, ya renombrada como Hallmark. Una compañía que sigue dominando el mercado global en la actualidad. De hecho es probable que alguna de las tarjetas que recibas este año lleve su icónica corona de la marca.Como curiosidad, una de las primeras tarjetas enviadas por sir Henry Cole fue subastada hace unos años, alcanzando un precio récord de 22.500 libras. Los coleccionistas se pelearon por un detalle: estaba dirigida a su abuela y su tía, y estaba firmada por el propio Cole.
12/20/2021 • 5 minutes, 6 seconds
La reina del fraude especializada en herencias falsas
Cassie Chadwick, cuyo primer nombre fue Elisabeth 'Betty' Bigley, fue una de las grandes estafadoras del siglo XIX. Nació en una granja, tenía problemas de dicción, era sorda de un oído, y no tenía ningún rasgo destacable, pero consiguió estafar a banqueros, magnates, e incluso a su propia hermana. Con trucos tan simples que sonrojarían a cualquiera. La respuesta quizá estuviera en sus ojos, en su mirada intensa, incluso hipnótica; y en una época en la que nadie se atrevía a manchar el nombre de alguien tan importante como Andrew Carnegie. Bigley nació en octubre de 1857, en Ontario, Canadá. Era la quinta hija de ocho hermanos. Introvertida, soñadora y mentirosa desde pequeña, comenzó pronto con sus fechorías. Con tan solo 13 años, falsificó una carta con una presunta herencia de un tío en Inglaterra, y con ella logró abrir una cuenta bancaria. Le permitió empezar a utilizar cheques sin fondos, pero pronto fue arrestada. El tema es que los tribunales determinaron que tenía problemas mentales, y la mandaron de vuelta a casa, con su padre.Unos años después repitió el fraude, pero haciéndolo un poco más sofisticado. Falsificó una nueva notificación de herencia, y simuló las tarjetas de la élite social de aquel entonces, a modo de presentación. Con estar tarjetas, se dirigía a un comercio, escogía un artículo caro y pagaba con un cheque que excedía el valor del artículo. Con sus credenciales, los comerciantes no dudaban en darle en metálico la diferencia, y colaba siempre. Nadie dudaba de una heredera de una suma tan importante. Poco después se trasladó a Cleveland, a vivir con una de sus hermanas, recién casada. Y ella y su marido fueron pronto víctimas de Betty. Tras tasar todo lo que había en la casa, desde cuadros hasta sillas, se fue al banco a pedir un crédito, poniendo como garantía el valor de los objetos de la casa de su hermana. En cuanto el marido se dio cuenta, la echó de casa, aunque se trasladó a otro barrio de la misma ciudad.En 1883 se casó con un médico, pero la unión apenas duró 12 días. Después de que un periódico local se hiciera eco de la boda, una cola de comerciantes se agolpó en la casa del médico, exigiendo el dinero que les había estafado Betty. El marido pagó las deudas de su esposa para no verse afectado, pero no dudó en separarse.Con estos antecedentes, a Betty no le quedó más remedio que reinventarse. Empezó por cambiarse el nombre, a Marie Rosa. Pero las estafas continuaron. En un viaje por el estado de Pensilvania, fingió ser nieta de un veterano de la guerra civil, y simuló sufrir hemorragias para obtener dinero para su traslado de vuelta a Cleveland. Cuando le exigían el dinero, los estafados recibían una carta lamentando el fallecimiento.Pero bajo el nombre de Marie Rosa probó nuevas formas de engaño. En una, se hizo pasar por vidente, e incluso llegó a casarse con dos de sus clientes. El primero, un granjero al que abandonó; y el segundo, un rico hombre de negocios con el que tuvo un hijo, al que mandó con su familia a Canadá. Este, su tercer marido ya, murió poco después, dejando una herencia de 50.000 dólares de la época a Marie Rosa.Pero la primera herencia real que recibió no fue suficiente. Se trasladó a la ciudad de Toledo, en Ohio, y se volvió a cambiar el nombre, ahora a Lydia Devere, regresando al negocio de la videncia. Pronto consiguió convertirse en la asesora financiera de uno de sus clientes, al que lió en sus siguiente estafa, similar a las anteriores, pero introduciendo nuevos elementos.Lydia preparó un pagaré de un importante hombre de Cleveland, por valor de varios miles de dólares. Falsificó su firma, y pidió a su cliente que lo ingresara en su banco. Si no lo hacía, tendría que cruzar todo el estado de Ohio para conseguir el dinero, le advirtió para convencerle. Su cliente, un hombre distinguido, aceptó. En el banco no hubo problemas. Pero las entidades ataron cabos, y los dos fueron arrestados. Pero al final su cliente fue declarado como víctima y ella como única culpable, condenada a nueve años y medio de prisión. Pero tras solo tres años y medio a la sombra, consiguió salir de prisión, gracias a una campaña dirigida al gobernador, al que aseguraba que no reincidiría, y al que le proclamaba su arrepentimiento.pero tras estas andanzas, Betty, o Marie Rosa, o Lydia, volvió a Cleveland con un nuevo nombre: Cassie L. Hoover. En la ciudad puso en marcha un burdel. Allí conoció a un importante médico viudo, con el que se casó: Leroy Chadwick, miembro de una de las familias más antiguas de la ciudad. Se trasladó a su palacio, y pronto comenzó a gastar dinero sin freno con su nuevo nombre: Cassie L. Chadwick, que es con el que se hizo famosa. Celebraba grandes fiestas para agasajar a la élite de la ciudad, y cuando su marido se quejó, empezó a pedir préstamos a cargo de su futura herencia. En 1902 comenzó su gran fraude: se hizo pasar por la hija ilegítima de Andrew Carnegie, el magnate del acero, y uno de los grandes himbres de negocios del momento. La sofisticación de la estafadora aquí alcanzó su cénit. En la primavera de aquel año cogió un tren a Nueva York, donde se alojaba en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. Allí se encontró con James Dillon, un importante abogado, amigo de su marido. Celebrando la coincidencia, le pidió si le podía llevar a casa de su padre.Para asombro del abogado, poco después estaban en la puerta de la mansión de Carnegie. Chadwick le pidió que le esperase en el carruaje. La estafadora estuvo hablando con una de las doncellas, pidiendo referencias por una antigua empleada, inexistente, claro. Tras media hora, volvió al carruaje, donde le esperaba asombrado el amigo de su marido. Con ella llevaba un sobre, y al subir al carruaje dejó caer un pagaré con una cifra muy alta. Aquí, mitad historia, mitad leyenda, las versiones oscilan entre los 25.000 y los 2 millones de dólares. Dillon le preguntó que quién era su padre, y ella le confesó, en secreto, que era Carnegie, que ella era una hija ilegítima, y que había aceptado pagar para evitar el escándalo. Le pidió, por favor, que le guardase el secreto, pero era consciente de que una historia tan fantástica pronto se difundiría. Chadwick confiaba en que nadie iba a atraverse a preguntarle a Carnegie por una hija ilegítima. Se convirtió en 'la Reina de Cleveland', como le llamaba la prensa de Nueva York.Pero su desaforado gasto empezó a pasarle factura. Pedía dinero prestado a múltiples bancos, muchas veces pagando los créditos de una entidad con el dinero de otra, tomando como base de operaciones el Wade Park Bank, donde ingresó los pagarés falsos de Carnegie. Consiguió que hasta presidentes de bancos le dieran dinero de su propio bolsillo. Hasta consiguió que magnates del acero, amigos del propio Carnegie, le prestaran dinero. Prometía intereses desorbitados, superando lo que cualquiera consideraría usura, confiando en que nadie iba a cobrar esos intereses. Una estrategia que le funcionó durante un tiempo.Concretamente, hasta que uno de estos incautos dejó de hacerlo. Herbert Newton, un banquero de inversión, se dió cuenta de que no le iba a pagar, así que la demandó ante una corte federal en Cleveland, exigiendo además al Wade Park Bank que retuviera los pagarés de su presunto padre. Cuando Cassie Chadwick fue detenida, negó todos los cargos. Y para sorpresa de todo el mundo, negó cualquier conexión con Carnegie. En 1905 fue declarada culpable, y condenada a 10 años de cárcel. Al juicio asistió hasta el propio magnate, que mostró su asombro al ver que los pagarés tenían hasta errores ortográficos, y recordando que llevaba 30 años sin firmar un solo pagaré.Todo el escándalo se hubiera acabado si cualquiera le hubiera preguntado al magnate. Y hubiera evitado los problemas financieros de muchos bancos, que de repente vieron cómo parte de los activos a su nombre no valían nada.Dos años después, Chadwick falleció entre rejas. Sin cualidades aparentes, la estafadora sí que demostró una inteligencia y una capacidad de persuasión poco comunes. Entendió las debilidades del ser humano, comprendió su época, y se ganó la confianza de todo el mundo. Hoy en día aún no está claro cuánto dinero logró estafar, debido a que la mayoría de sus víctimas, ricas y orgullosas, nunca reconocieron sus pérdidas.
12/13/2021 • 9 minutes, 59 seconds
Bre-X, las virutas de un anillo de boda y el gran fraude del oro
Bre-X y Michael de Guzmán son los protagonistas del que puede ser el mayor fraude con materias primas de la historia. Con unas fotos de un simple anillo de boda lograron construir un imperio valorado en 6.000 millones de dólares. Una historia que conjuga fraude, oro y muerte, y que tiene como secundario de lujo a Lehman Brothers.Bre-X era una empresa canadiense, fundada por David Walsh en 1989. No tenía actividad ni beneficios conocidos. Era una de esas compañías llamadas 'penny stocks', por valer menos de un dólar, muy pequeñas y especulativas. Pero la fortuna de la empresa cambió en 1993, cuando, aconsejados por el geólogo John Felderhof, famoso por haber descubierto una mina de oro en Papúa Nueva Guinea, decidieron comprar unas tierras en plena junga de Borneo.Felderhog era un buscador de oro de la vieja escuela. Nacido en Países Bajos, pero criado en Canadá, llegó a ser vicepresidente de Bre-X. Aseguraba haber encontrado el preciado metal en esas tierras, a pesar de que otras grandes mineras lo habían buscado infructuosamente. Sus afirmaciones se basaban en las muestras logradas por Michael de Guzmán, también geólogo y buscador de oro.Las primeras estimaciones hablaban de 136.000 libras de oro en la mina. En 1995 ya se hablaba de 2 millones de libras. En 1997, de 5 millones de libras. El descubrimiento atrajo el interés de Wall Street, y en una conferencia con inversores de JP Morgan, Felderhof sugirió que podría haber hasta 13 millones de libras de oro bajo las tierras compradas en Borneo por Bre-X. El valor estimado era de 70.000 millones de dólares. Era el mayor depósito de oro del mundo.La reacción en bolsa fue la esperada. La compañía pasó de cotizar a 30 centavos por acción, a rondar los 250 dólares por título tras compras las tierras de Borneo. Bre-X tenía un valor de mercado que rondaba los 6.000 millones. La compañía había pasado de la bolsa de Alberta a la de Toronto, y de ahí, al lugar donde todo el mundo quería estar: el Nasdaq. Lo logró en agosto de 1996.Poco después, Lehman Brothers no dudó en calificar la mina indonesia como "el descubrimiento de oro del siglo".Parte de la fiebre venía por el boom que vivían en aquel momento las compañías mineras canadienses, que obtenían fondos rápidamente para financiar exploraciones desde los territorios de la antigua Unión Soviética hasta Perú. Pero Bre-X era otra cosa, todas las compañías querían ser 'el próximo Bre-X'. Como era de esperar, un descubrimiento de ese tamaño no podía pasar desapercibido para las autoridades. En 1996, Suharto, presidente de Indonesia y uno de los mayores corruptos de la historia, quiso su parte del pastel.El Gobierno paralizó los permisos, alegando que Bre-X era demasiado pequeño. Finalmente llegaron a un acuerdo para repartirse los beneficios entre ellos y una tercera compañía, la minera Freeport, que se encargaría de verificar que realmente existía el oro prometido. La fiebre por el oro aumentaba.El problema, porque había un problema, es que no había prácticamente nada de oro, como descubrió Freemont en sus primeras exploraciones, en marzo de 1997. De Guzmán había estado falsificando las muestras desde el principio. Primero, con virutas de su propio anillo de boda. Después, con materiales obtenidos mediante el bateo en la propia zona.Otros geólogos y expertos ya habían dudado de sus muestras desde el primer momento, ya fuese porque las formas no eran naturales, o porque eran demasiado pequeñas. No había cómo verificarlas.Pese a aquellas primeras advertencias, Wall Street 'compró' el descubrimiento. Y no solo ellos, sino grandes inversiones institucionales, como el fondo de pensiones de los profesores de Ontario, o cajas de ahorros nacionales. Bre-X era el orgullo de Canadá.El escándalo no tardó en estallar. En febrero de 1997, el Gobierno de Indonesia había cerrado el acuerdo: se creó una joint venture en la que Bre-X tenía el 45%, Indonesia un 40% y Freeport un 15%. Pero se vio pronto que el oro nio existía.Poco después, De Guzmán se tiraba de un helicóptero cuando iba camino, precisamente, de una reunión con Freeport. Las condiciones del suceso nunca fueron aclaradas. La policía dictaminó que se trató de un suicidio, pero desde entonces han florecido todo tipo de leyendas, desde el asesinato hasta un montaje. Como consecuencia, los mercados de valores de Vancouver y Alberta vivieron sus peores jornadas en una década.Lo que nunca quedó claro es quién fue el responsable del verdadero fraude. Muchos acusan al propio De Guzmán. Pero Felderhof también es sospechoso: vendió acciones de Bre-X por valor de 80 millones de dólares poco antes de destaparse el escándalo. Fue el único acusado por información privilegiada, pero fue absuelto poco después. ¿Sabían algo de la trama en Bre-X, o su fundador? Él y su esposa vendieron acciones por valor de 30 millones entre abril y septiembre de 1996. Poco después se trasladó a Bahamas, donde falleció dos años después por un aneurisma.Un caso con muchas preguntas y, aún a día de hoy, pocas respuestas. Lo único claro es que este gran fraude se sustentó en unas virutas rascadas de un anillo de boda. La fiebre del oro, y la inestimable colaboración de Wall Street, hizo el resto. Bre-X desapareció en 2002.
12/6/2021 • 8 minutes, 20 seconds
El efecto Maradona y los bancos centrales
Se ha cumplido un año ya de la muerte de Maradona. Una figura cuya fama e influencia superó a la de casi cualquier otro deportista antes y después. Un tipo con una vida plagada de luces y sombras, cuyo legado se mantiene vivo en el recuerdo de los aficionados al fútbol, en el recuerdo de los argentinos, de los napolitanos, de los seguidores de Boca... Pero el legado del Diez también permanece en la economía. Y no nos referimos a su polémica y conflictiva herencia, sino a su influencia en las políticas monetarias de los bancos centrales. Como lo oyes. Hay que remontarse al año 2005, cuando Mervyn King, entonces presidente del Banco Central de Inglaterra, utilizó los dos míticos goles de Maradona contra Inglaterra en el Mundial de 1986 para explicar la política monetaria.El primero, 'la mano de Dios', el gol que debió ser anulado porque el Diez superó a Shilton utilizando su mano. Este tanto, "inesperado y contra las reglas", como recordaba el propio King, se asemeja a la estrategia con la que un banco central se maneja en momentos críticos. Pero el gol relevante, el que ha pasado a la historia como uno de los mejores, y el que de verdad inspiró al gobernador, es el segundo, aquel en el Maradona regatea a medio equipo de Inglaterra. Así explicaba King cómo fue aquel gol: "Maradona corrió 55 metros desde el interior de su propio campo sobrepasando a cinco jugadores antes de colocar la pelota en el arco inglés. Sin embargo, lo verdaderamente destacable es que Maradona corrió prácticamente en línea recta. ¿Cómo se puede superar a cinco jugadores corriendo en línea recta?, la respuesta es que los defensores ingleses reaccionaron a lo que esperaban que hiciera Maradona"."Como esperaban que Maradona se moviera a la izquierda o a la derecha, este fue capaz de seguir recto", explicó el exgobernador. La política monetaria funciona de forma similar, aseguró. Las tasas de interés del mercado reaccionan a lo que se espera que haga el banco central. Sin hacer nada, logran que los agentes económicos modifiquen sus decisiones.Es decir, los bancos centrales pueden influir en la trayectoria de la economía sin ni siquiera tocar las tasas de interés, sin recurrir a las herramientas a su alcance, solo con su comunicación, solo con el lenguaje. Lo explica el propio King. "Aplicamos el 'efecto Maradona', porque los mercados financieros no esperaban que las tasas de interés se mantuvieran constantes. Esperaban que las tasas subieran o bajaran. Esas expectativas fueron suficientes, en ocasiones, para estabilizar el gasto privado, mientras que las tasas de interés oficiales de hecho se movieron muy poco". ¿Se ha utilizado esta estrategia? Constantemente. Uno de los que más partido le sacó fue Mario Draghi, durante su etapa como presidente del Banco Central Europeo. Nadie como él fue capaz de de utilizar el lenguaje y la comunicación para proteger al euro y a la economía europea. Tal era su habilidad que algunos inversores lo rebautizaron como 'Mariodona'. Para la historia queda su intervención en 2012, en medio de una tormenta financiera sin precedentes, con las primas de riesgo disparadas, y con dificultades en el acceso a la financiación para España o Italia. "El BCE está listo para hacer lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, será suficiente". Con esa intervención, con esa frase, Draghi salvó el euro. Puro 'efecto Maradona'.Pese a todo, esta estrategia tiene sus detractores. Por un lado, hay algunos que exigen a los bancos ser claros y precisos en sus comunicaciones, evitando amagos y regates. Y por otro, y recurriendo a la fábula de 'Pedro y el lobo', hay economistas que advierten que de tanto gritar que viene el lobo habrá un momento en el que nadie se crea a los bancos centrales.
11/29/2021 • 6 minutes, 41 seconds
Los hermanos que se arruinaron teniendo toda la plata del mundo
Hay personas que, desde que nacen, están destinadas a triunfar. Es el caso de los hermanos Hunt, tres inversores que llegaron a tener en su poder casi toda la plata del mundo, se arruinaron tras manipular los precios de este metal, y volvieron a ser ricos gracias a sus inversiones en petróleo.Pero su fama no se debe a su riqueza, sino a sus tejemanejes con la plata. Su nombre pasará a la historia de las finanzas por tratar de acaparar el mercado de la plata para manipular su precio. Una jugada que terminó por condenarles y llevarles a la bancarrota. Pese al fracaso de esa jugada, William Herbert Hunt, el único de los tres hermanos que sigue vivo, tiene una fortuna de unos 2.000 millones de dólares, y está entre las personas más ricas del mundo. Fueron figuras tan relevantes que llegaron a inspirarSu padre era el legendario millonario HL Hunt, magnate del petróleo, que llegó a ser una de las 8 personas más ricas de Estados Unidos. Cuenta la leyenda que financió sus primeras inversiones jugando al póker, invirtiendo después el dinero que ganaba en partidas y torneos en la exploración de pozos. Una tradición, la petrolífera, que heredarían sus hijos.Nelson Bunker Hunt era el mayor de 14 hermanos, y quizá el más decidido. Llegó a ser el hombre más rico del mundo en 1966 gracias a sus negocios petroleros: fue el dueño de los primeros grandes pozos que se descubrieron en Libia.De aquella aventura surge la obsesión de Bunker por la plata. En 1973, cuando el dictador Muamar el Gadafi nacionalizó sus pozos de petróleo, empezó a desconfiar de los gobiernos y sus decisiones. Incluyendo el gobierno de EEUU. Los Hunt comenzaron a desconfiar de la impresión de dinero y de la política monetaria, que a través de la inflación erosionaba el poder adquisitivo del dinero fiduciario.Hay que tener en cuenta que la inflación era un infieron en Estados Unidos durante los 70. Se movía entre el 6 y el 14%. Tener el dinero bajo el colchón suponía ver cómo los billetes de dólar perdían valor cada día. Eso hacía que la inversión en activos reales o financieros fuera casi obligatoria para esquivar esa fuerte subida de precios.Estas circunstancias, junto con la ideología conservadora de los tres hermanos, les llevó a confiar en activos reales, que podrían tener bajo control, como los metales preciosos, por ejemplo. Bunker, Herbert y Lamar llegaron a acumular 200 millones de onzas de plata en aquella década. Una cantidad que superaba la producción anual de los cuatro mayores productores del mundo. Traducido a dinero, la inversión de los Hunt era de unos 2.000 millones de dólares en septiembre de 1979. Cuatro meses más tarde, ascendía a 10.000.En 1974, compraron contratons de futuros sobre la plata que alcanzaban las 55 millones de onzas, lo que equivalía al 9% de la plata de todo el mundo. Como se dice en jerga bursátil, los Hunt estaban largos. Tenían una posición compradora, que da el derecho a recibir el activo subyacente, en este caso la plata, al vencimiento de la fecha acordada.Normalmente, los inversores que operan con futuros los venden antes de que llegue la fecha de entrega, o los liquidan, lo que implica que el activo subyacecnte no se mueve, y el comprador del futuro recibe o paga la diferencia, dependiendo de su si precio ha subido o bajado.Pero los Hunt pidieron recibir físicamente los 55 millones de onzas de plata, un tesoro que guardaron en Suiza -a dónde la trasladaron en aviones adaptados especialmente y fuertes medidas de seguridad-, para evitar el pago de impuestos en Estados Unidos, y también por miedo a las represalias del Gobierno.Con esa plata inmovilizada, los Hunt, con la ayuda de un socio Saudí, comenzaron a comprar nuevos contratos de futuros sobre el metal, hasta alcanzar los 43 millones de onzas. La idea era, de nuevo, recibir físicamente toda esa plata. Pero a medida que se corría la voz sobre la posición de los Hunt, los inversores intentaban subirse a la ola, comprando plata y disparando su precio. Pasó de 8 a 16 dólares a finales de 1979.Si la mayoría de inversores decidían, como los Hunt, recibir la plata físicamente, no habría suficiente metal para cubrir las entregas. Esta escasez de oferta física disparó aún más los precios. Sabiendo que había escasez de plata, porque ellos tenían acaparada una parte importante, los Hunt fueron con todo. Bunker adquirió futuros para comprar otros 32 millones de onzas por más de 500 millones de dólares. En ese momento es cuando se estimó que Hunt y sus amigos saudíes llegaron a controlar el 77% de toda la plata en manos privadas.Los precios se dispararon hasta superar los 40 dólares por onza y el 17 de enero de 1980 llegaron rebasar los 54 dólares intradía, los máximos históricos de un metal que actualmente cotiza a poco más de 20 dólares. Los Hunt tenían alrededor de 4.500 millones de dólares en plata, aunque gran parte de esta fortuna se había producido gracias a una revalorización fruto del 'secuestro' del mercado.La situación era tan terrible que hasta la joyería Tiffany's se quejó, denunciando que inconcebible que alguien acumulase tantos millones de dólares en plata, lo que encarecía artificialmente el precio que los clientes tenían que pagar por las joyas elaboradas en este metal. Las dificultades también afectaron a empresas como Kodak o grandes productoras de cine, ya que la plata era clave para la fabricación de rollos de película.En ese contexto, el regulador, con el respaldo del Gobierno de EEUU, decide intervenir. Limita las compras de plata, incrementando las exigencias colaterales para los inversores que apostaban a futuros. Y la Fed elevó los tipos de interés, lo que ahogaba a los Hunt, que habían hecho a crédito gran parte de su inversión.El precio de la plata entró en caída libre. La situación era compleja. Uno de los bróker con los que trabajaban los Hunt se vio obligado a vender plata a la desesperada para tratar de cubrir pérdidas. Esto fue el jueves 27 de marzo de 1980, que pasaría a la historia como 'El jueves de la plata'. Una jornada en la que onza cayó hasta por debajo de los 11 dólares, tras desplomarse un 78% en 10 semanas.Pese al hundimiento del precio, los Hunt aún tenían que hacer frente a los contratos futuros, muchos firmados por más de 50 dólares la onza, que sumaban un valor superior a los 1.700 millones de dólares. Se convirtieron así en los mayores deudores de la historia financiera hasta aquel momento. La banca les concedió un crédito de 1.100 millones para que hicieran frente a parte de esa deuda, mientras que los Hunt tuvieron que declararse personalmente en bancarrota. Además, fueron condenados por manipulación del mercado, y recibieron multas severas.Estuvieron años devolviendo dinero a sus acreedores. La fortuna de Bunker pasó de los 16.000 millones a tan "solo" 10, pero logró mantener parte de sus negocios de extracción de petróleo. Esta circunstancia es la que permitió a los hermanos, tras saldar sus deudas, volver a ser ricos.
11/22/2021 • 9 minutes, 44 seconds
El primer Black Friday, sin descuentos y con un gran fraude financiero
El primer black friday de la historia tiene poco que ver con los actuales. Ni ofertas, ni descuentos... el protagonista fue el mayor escándalo financiero del siglo XIX. Provocó uno de los mayores hundimientos del oro y de Wall Street de la historia.Pongámonos en situación. Hablamos del año 1869. Estados Unidos seguía en plena reconstrucción tras la Guerra Civil. Suponía un esfuerzo enorme por parte del Gobierno Federal. Los ingredientes perfectos para que buscavidas de toda clase se arrimaran al poder, con objetivos poco loables. Y ese fue el camino que siguieron los protagonistas de este fraude, Jay Gould y Jim Fisk, dos millonarios especuladores, con grandes intereses en el ferrocarril. Gould era considerado como el mayor genio financiero de su época, y también el empresario más odiado. Creó nuevas formas de manipular el mercado, reunir capital y acabar con sus competidores. Muchos de sus métodos son ahora una práctica estándar, mientras que otros estaban entre las primeras prácticas prohibidas por la SEC al entrar en vigor décadas después. Fisk, por su parte, tuvo un montón de trabajos antes de llegar al mundo de las finanzas. ¡Incluso en el circo! Sus éxitos como inversor siempre estuvieron ligados a los de Gould, del que ya no se separó hasta su muerte. Que no tardó mucho en llegar, ya que fue asesinado en 1972 por motivos que mezclan los negocios y el amor. Fisk fue conocido por su capacidad para corromper a funcionarios públicos, y también por financiar espectáculos de Brodway y a algunas de sus protagonistas.La unión de Gould y Fisk nace en su enfrentamiento contra Cornelius Vanderbilt, otro de los grandes millonarios de la época, por el control del tren entre Nueva York y el lago Eire. Una guerra en la que no dudaron en recurrir al fraude cuando fue necesario. Gould y Fisk eran el arquetipo de los denostados magnates del siglo XIX. Claro ejemplo de los 'robber barons', los barones ladrones, como se conocía a los empresarios estadounidenses que se enriquecieron recurriendo a métodos sin escrúpulos. Y en los que está inspirado el personaje del tío Gilito. En este caso, Gould y Fisk intentaron hacer fortuna con el mercado del oro, arrinconando el mercado al acumular metal para que el precio subiera. En plena reconstrucción, el Gobierno Federal, que había emitido moneda y deuda sin respaldar por oro, para financiar su deuda, se decidió a recomprarla con oro. Algo que había estado haciendo desde el final de la guerra. De hecho, había prometido pagar en oro o equivalente los bonos y monedas emitidas.Dado que la cantidad de oro era relativamente estable, el Gobierno tenía mucho poder para fijar el precio del oro, utilizando sus reservas. Y ese poder era al mismo tiempo su debilidad.Por eso Gould y Fisk decidieron atraer a su causa a Abel Corbin, un financiero, cuyo principal valor es que era cuñado del recien nombrado presidente, Ulysses S. Grant.Le utilizaron como 'lobbysta'. Aprovechaban cualquier acto social para que les acercase al presidente, al que le advertían de lo importante que era mantener alto el precio del oro, afirmaciones que contaban con el respaldo de Corbin. Además, lograron colocar como subsecretario del Tesoro a Daniel Butterfield, cuya misión era advertirles si el Gobierno pretendía vender sus reservas.Con todo en marcha, Gould y Fisk comenzaron a acumular oro desde agosto de 1869. Para ello, utilizaron sociedades interpuestas, junto a otras triquiñuelas, para evitar ser descubiertos. En pocas semanas, se desataba la locura con los precios del oro, mientras se especulaba con un grupo de inversores que estaba acumulando el metal, lo que era cierto.El 22 de septiembre, dos días antes de aquel primer viernes negro, Corbin advierte a Gould de que el presidente les había descubierto. En una vuelta de tuerca más, Gould no avisó ni a Fisk ni al resto de implicados, y se lanzó a vender todo el oro que pudo, aunque sin llamar la atención para no hundir su precio.La locura continuó dos días más, y se materializó el Black Friday. El oro, que en verano cotizaba a 132 dólares, había cerrado el jueves 23 en más de 144 dólares. Ese viernes llegó a alcanzar máximos de 200 dólares. Entonces Grant decidió actuar: inundó el mercado con las reservas de oro del Gobierno, y provocó un terremoto en Wall Street. El oro se desplomó en minutos hasta los 133 dólares. Un hundimiento del 33%. Y la renta variable se contagiaba del pánico, con un retroceso del 20%. En las materias primas la sangría fue aún más grave: algunos granjeros vieron como sus cosechas de trigo y maiz valían la mitad de un momento a otro. Numerosos inversores se arruinaron, incluyendo al propio Corbin.Las consecuencias económicas dudaron meses. Fueron un lastre para los negocios en todo el país, y mancharon la presidencia de Grant. Sus efectos se notaron incluso en Europa. Pese a todo, Gould logró sacar un buen pellizco con su fraude, y sus negocios con Fisk siguieron adelante. Los protagonistas salieron prácticamente indemnes. Y, por supuesto, ni pisaron la cárcel.
11/15/2021 • 8 minutes, 5 seconds
El analista que llamó basura a Robert Maxwell
A principios de los 90, Robert Maxwell era un todopoderoso magnate de la industria de los medios. Una figura intocable. Nadie se atrevía a criticarle. Salvo Derek Terrington, un analista, que emitió el informe con el que comenzó la caída del millonario. Y no solo fue una ofensa por su recomendación, que era "vender", sino por su título, muy simple, pero cruel: "No puedo recomendar una compra". En inglés, "Can't Recommend A Purchase". Inocente, salvo que te fijes solo en las iniciales: CRAP. Literalmente, basura, cagada, mierda. Podrido.La pequeña broma no le hizo ninguna gracia a Maxwell, que entró en colera, y exigió la cabeza del analista. Y se la concedieron. Así funcionaban las cosas en la City de Londres en aquellos tiempos. Así se las gastaba la maquinaria represiva del millonario británico. Y la recomendación quedó enterrada y sepultada."Lo desterraron. Su único crimen fue tener razón demasiado pronto". Así lo explicaba Édouard Tétreau, un autor imprescindible para entender cómo, a principios de los 90, se estaba gestando la burbuja de los medios de comunicación y las tecnológicas. "Nadie hablaba de ello, pero todos los brokers ingleses parecían haberse puesto de acuerdo: estaba prohibido contratar a Derek Terrington, ese tipo peligroso que escribe lo que le da la gana". Más allá del título, el informe, contundente, dejaba claro que Maxwell Communicatios era un globo tan inflado como vacío, que no tardaría en explotar. Las cuentas estaban llenas de incoherencias. Los balances no tenían sentido. Hablaba de un entramado complejo e intencionado, que tenía el objetivo de manipular el precio de las acciones.No hay que olvidar que esas acciones, esos títulos, eran la garantía de los grandes prestamos que los bancos le concedían al grupo Maxwell en su loca carrera por ganar tamaño. Incluyendo UBS, la institución para que la que trabajaba Terrington."En esa nota todo estaba escrito. No faltaba ninguna advertencia. Los inversores ya no podían hacerse los despistados", insistía Tétreau. El analista descubrió el pastel justo antes de que Maxwell Communications sacara a bolsa Mirror Group, la matriz del conocido periodico sensacionalista Daily Mirror. En noviembre de 1991 Maxwell fallece frente a la costa canaria, ahogado, en extrañísimas circunstancias. Estaba él solo de crucero en su yate, algo que nunca antes había hecho, y aún hoy no se sabe si se suicidó, si tuvo un accidente, si lo asesinaron o qué pasó. Recibió las condolencias de líderes mundiales como Gorbachov, Margaret Tatcher, George Bush... lo que deja claro su importancia y su poder.¿Qué hacía en Canarias? Con su grupo rodeado de escándalos, y entre acusaciones de fraude, malversación de fondos y desfalco, de relaciones raras con el Mossad... buscaba algo de calma y tranquilidad para encontrar soluciones. Y dinero.Porque Terrington tenía razón. La muerte del magnate solo hizo que acelerar el colapso de su imperio mediático.Antes, durante la década de los 80, había convencido a los bancos de que financiaran su expansión, y de que le ayudaran a convertir su pequeño y rentable negocio de impresión y publicación en un conglomerado global. Al estilo de Time Warner, o de la News Corporation de Rupert Murdoch. El apodado Capitan Bob, por su pasado militar, estaba muy bien relacionado políticamente. De origen checoslovaco, fue un hombre de ambiciones desmedidas, y usó sus periódicos para lograr todo lo que se proponía. O para dañar a los que se interponían en su camino. Le proporcionaban una gran influencia y capacidad para silenciar. Como señalaba el The New York Times en un artículo de 1991, ya rodeado de los escándalos, "siempre había operado sobre la base de que el resto de personas eran tontas".Maxwell tuvo que asistir a la espantada de su gente de confianza, porque ni ellos mismos se creían todo lo que veían. Era un especialista en mezclar sus negocios y sociedades privadas, con los de una compañía cotizada como Maxwell Communications. De hecho, muchos años antes, un juez que le había investigado por inflar las operaciones de su primera sociedad ya le retrataba: "era incapaz de distinguir entre el dinero de otras personas y el suyo".Maxwell ideaba acuerdos inflados entre empresas de su propiedad, y utilizaba dinero privado para elevar el precio de las acciones del grupo cotizado, que eran la garantía con la que podía obtener financiación de los bancos. Hacía ver que Maxwell Communications era una compañía sólida y con futuro. Y además se preparaba para colocar en bolsa el 49% de Mirror Gruop. Una operación con la que ingresó más de 450 millones de dólares, pero que también puso otro clavo en el ataud del conglomerado, porque esas acciones también tenían que ser sostenidas de forma artificial.En su constante huída hacia adelante, el magnate ideó operaciones financieras en el mercado de divisas, para ganar dinero que pudiera destinar a sus manipulaciones. Llegó a meter sus manos en los fondos de pensiones de sus compañías para que la bola de nieve siguiera rodando. Pero ya era tan grande e imparable como la arrogancia del propio Maxwell."Los bancos que financiaron todo esto deben tener un enorme sentimiento de culpa. Su credulidad sigue sorprendiéndome", declaró Derek Terrington en The New York Times. Algo que venía apostillado por otro analista que comentaba lo siguiente: "Los bancos hicieron algunos préstamos extremadamente tontos y van a perder mucho dinero". Pero así funcionan los bancos y los mercados cuando la confianza les ciega o los intereses cruzados no les permiten tomar las mejores decisiones.Una historia que parecía de dominio público pero que nadie se atrevía a denunciar, hasta que fue demasiado tarde. Un patrón que siempre se repite en las crisis de los mercados.
11/8/2021 • 8 minutes, 49 seconds
La historia de DuPont, entre la pólvora, la contabilidad y las polémicas
La historia de Estados Unidos no podría entenderse sin DuPont. Tampoco podría entenderse el concepto del sueño americano. Porque la historia de la compañía, nacida hace más de 200 años, está intimamente ligada a los grandes eventos que han definido a la sociedad norteamericana.Pierre Samuel du Pont de Nemours, un hugonote nacido en París en 1739, era un ambicioso economista, editor y político, cercano a la corte de Luis XVI, gracias a sus escritos y sus ideas sobre libre comercio. El rey le dio diferentes cargos, y contó con él para negociar el Tratado de París, por el que Inglaterra reconoció la independencia de Estados Unidos. En un primer momento, apoyó la revolución francesa, pero acabó defendiendo físicamente a Luis XVI y a Maria Antonieta durante el asalto a Tullerías. Fue condenado a la guillotina, pero se libró por la caída de Roberpierre. Emigró a Estados Unidos en 1799.Allí pudo aprovechar los contactos que había hecho durante la negociación del Tratado de París, sobre todo con Thomas Jefferson. Pero el protagonista de la compañía que lleva su apellido no es él, sino su hijo, Éleuthère Irénée, que fundó E.I. du Pont de Nemours & Company en 1802. Se lanzó cuando, estando de caza, se dio cuenta de que el mercado de la polvora, cara y de mala calidad, ofrecía gran potencial.Con capital francés y maquinaria importada de Europa, creó la primera fábrica, que producía polvora de tal calidad que logró grandes ventas desde el primer momento. Además, aprovechando la cercanía familiar con el Gobierno, comienza a venderle pólvora al ejército. Con el estallido de la guerra de 1812, las ventas se multiplican. A mediados del siglo XIX ya era la mayor proveedora de pólvora del país, gracias, en parte, a la fiebre del oro, las guerras contra los indios en la expansión hacia el Oeste, y los conflictos en los que se implica Estados Unidos. En la Guerra Civil, DuPont ya suministraba la mitad de la pólvora del ejército de la Unión.Pero el gran salto se produce con el cambio de siglo. A comienzos del XX dejan de centrarse solo en las actividades bélicas (aunque un acuerdo para fabricar y distribuir dinamita dispara sus ventas), y se expanden a nuevos sectores, creando dos laboratorios pioneros en investigación, que desarrollan nuevos productos como la celulosa o la laca. También comenzó a fabricar plásticos de nitrocelulosa, y se hizo con varias empresas para agregar nuevas líneas de productos como colorantes, pinturas, ácidos o químicos pesados.En los años 20 empiezan a apostar por el desarrollo de polímeros, un esfuerzo del que surgen algunos de los productos y patentes más importantes de su historia, como el nylon, el neopreno, el plexiglas o el teflón.También se introduce en la industria automovilística, al hacerse con un importante paquete de acciones de General Motors. Pierre du Pont llegó a presidir la compañía, hasta llevarla al liderazgo mundial. Tuvo que vender su participación por las leyes antimonopolio.Pero lo más relevante de la relación entre DuPont y General Motors tiene que ver con la contabilidad. Uno de los comerciales emitió un informe interno en el que proponía una fórmula sobre el retorno de la inversión, que aún hoy se conoce como Fórmula DuPont, y que con el tiempo se ha convertido en el famoso ROE, o retorno sobre el capital. Esta fórmula supuso un paso de gigante en la evolución de las empresas, que solo medían ventas y costes, sentando las bases de la gestión moderna.A pesar de la diversificación, los esfuerzos bélicos seguían siendo clave para la compañía. No obstante, las guerras era un campo de pruebas para sus nuevos productos. Eran proveedores para EEUU de productos para ruedas, paracaídas... y, por supuesto, de pólvora. Además, durante aquella época, participan en el Proyecto Manhattan para el desarrollo de la bomba atómica, con la construcción de instalaciones.El siguiente gran paso de la compañía se produce en los años 80, cuando entra en el negocio del petróleo, con la compra de Conoco. Aquella operación, que se convirtió entonces en la mayor fusión de la historia, aseguraba el acceso de DuPont al suministro de petróleo, imprescindible para elaborar sus productos. Fue clave, por ejemplo, para el lanzamiento de sus alfombras resistentes a las manchas, que se convirtieron en las más vendidas de Estados Unidos.En 1999, DuPont vendió su participación en Conoco, y entró en una nueva época empresarial, con la compra de una productora de semillas híbridas de maiz, convirtiéndose en una de las mayores productoras de plantas híbridas y modificadas genéticamente del mundo.En los primeros años del siglo XX vende o escinde algunos de sus principales negocios.La fusión con Dow Chemical Company, la otra gran química de Estados Unidos, fue el último gran cambio. El proceso se completa en 2017, y da lugar a una nueva empresa, valorada en 130.000 millones de dólares. El consejo de administración de ambas compañías decide separar el grupo en tres empresas independientes cotizadas en bolsa, cada una especializada en un campo: : una empresa de agricultura, llamada Corteva; una de ciencia de materiales, plásticos y otros químicos, que es Dow; y otra para los productos especializados, que es DuPont. Esta última incluye todo lo relacionado con la nutrición, la salud, la electrónica, las comunicaciones, y la seguridad y protección. En una historia de más de 200 años, DuPont no ha estado libre de polémicas. La más importante seguramente sea la del C-8, un producto utilizado para obtener teflón, y por la que fue denunciado por ocultar sus efectos: es un material cancerígeno, que puede provocar malfornaciones en el embarazo y otros problemas sanitarios. Tuvo que pagar millones de dólares en multas y compensaciones.También fue, junto a General Motors, la creadora y máxima productora de los CFC, una familia de sustancias dañinas para la capa de ozono. También tuvieron que enfrentarse a otra polémica por las presiones que ejercieron sobre una editorial para evitar la distribución de un libro ('Dupont, tras el telón del nylon'), que criticaba el papel de la familia Du Pont en la sociedad americana. Además de numerosas acusaciones a lo largo de la historia de fijación de precios en diferentes productos.Casi 220 años después, DuPont mantiene la sede en Wilmington, el mismo lugar en el que fue fundada. Da trabajo a casi 100.000 personas en todo el mundo, gran parte de ellos científicos e ingenieros. Y ha sido clave en la historia empresarial, para bien, y para mal.
11/1/2021 • 13 minutes, 25 seconds
Mister Cobre y la manipulación del mercado
A mediados de la década de los 90, si una empresa de Bangkok necesitaba cobre, podría tardar dos meses en recibirlo desde las minas de África. Salvo si se encargaba Sumitomo, el conglomerado japonés que podía lograr un envío en tan solo 10 días. Eran los reyes del mercado, pero todo colapsó en junio de 1996.El responsable fue Yasuo Hamanaka, el hombre que también les había llevado a dominar el mercado. Le apodaban 'Mister Cobre', o 'El señor del 5%', porque se especulaba con que ese era el porcentaje del mercado que controlaba.Puede parecer poco, pero en un mercado tan ilíquido como el del cobre, en el que el transporte entre el almacén y el punto de entrega es tan lento y caro (tanto que puede absorver todo el beneficio de una inversión), es una cantidad muy significativa. Sumitomo acumulaba una gran cantidad de cobre. En depósitos, en almacenes, en fábricas... pero también poseía numerosos contratos de futuros. 'El señor del 5%' utilizaba el tamaño del conglomerado y sus grandes reservas para arrinconar y exprimir el mercado. Lo hacía a través de la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés), que al ser la mayor del mundo acababa dictando el precio mundial del cobre.Hamakana mantuvo ese precio artificialmente alto durante casi 10 años, disparando sus beneficios. En un mercado tan específico y complejo como ese, la mayoría de inversores y especuladores eran conscientes de que manipulaba el mercado. Y de que contaba con grandes participaciones, tanto en activos físicos como en futuros.Cada vez que un inversor intentaba operar en corto, Mister Cobre manteía sus posiciones, y acababa tumbando a sus rivales, porque tenía más recursos. Sus posiciones largas eran invencibles. Hamanaka también se beneficiaba de que la LME era bastante opaca, y no obligaba ni a tener informes de posiciones, ni estadísticas, ni nada. Así, los comerciantes podían saber que el precio era alto, e incluso muy alto, pero no sabían las cifras que manejaba Hamanaka ni el dinero que tenía en reserva. Al resto de inversores no les quedó más remedio que dejar que se saliese con la suya.La estrategia se empieza a desmoronar en 1995, cuando resurge la minería china, que dispara las reservas de cobre. Con el precio hinchado, el aumento de la oferta ejerció aún mayor presión para corregir los valores. Sumitomo estaba en apuros, porque aún tenía mucho cobre acumulado, y no tenía opción, porque ni podía vender rápido, ni ponerse corto. Y mientras Hamanaka buscaba la forma de mitigar las pérdidas, la LME y la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas de EEUU (CFTC) comenzaron a investigar la manipulación del mercado mundial de cobre. El conglomerado japonés reaccionó apartando a Hamanaka. Y en cuanto Mister Cobre desapareció... los bajistas atacaron y hundieron los precios. El cobre se desplomó, y Sumitomo anunció pérdidas por valor de 1.800 millones de dólares -aunque meses después reconoció que alcanzaron los 2.600 millones-.La compañía acusó a Hamanaka de deshonesto, y aseguraban que sus acciones eran completamente desconocidas para los directivos de la compañía. También le acusaron de falsificar la contabilidad durante 10 años para ocultar pérdidas multimillonarias. En aquel mes de junio, la compañía descubrió un depósito bancario sospechoso, y el inversor reconoció haberlo escondido. Fue declarado culpable, y condenado a 8 años de cárcel, aunque se libró de la acusación de manipulación del mercado.Pese al despido, la reputación de Sumitomo se vio empañada. Nadie se creía que ignoraban el control de Hamanaka sobre el mercado del cobre. La compañía recibió multas por valor de más de 150 millones de dólares por manipular el mercado. A su vez, demandó a Merrill Lynch, UBS, Credit Lyonnays y Morgan Stanley por ayudar a Hamanaka. Llegaron a acuerdos extrajudiciales por más de 400 millonas de dólares.Tras el escándalo, la LME introdujo nuevos mecanismos de control, para evitar un acaparamiento en el mercado similar al de Hamanaka. Es muy difícil que hoy un actor logre una manipulación a largo plazo como la de Mister Cobre.
10/25/2021 • 6 minutes, 32 seconds
La semana de tres días como solución a la crisis energética
En los años 70, Reino Unido sufrió una crisis energética que recuerda a la actual. Con los precuios de la electricidad y el gas natural en máximos históricos, algunos británicos se habrán acordado de los sucedido entre 1973 y 1974. En aquel invierno, los problemas en el sector del carbón hicieron al Gobierno buscar fórmulas alternativas para racionar el consumo eléctrico. Y la rece fue la semana de tres días. El sector minero tenía un peso estratégico, y daba a los mineros poder e influencia. Con la inflación desbocada, y la crisis del petróleo apretando, los sindicatos empezaron a reclamar subidas salariales. El Gobierno se negó y agravó el choque, poniendo en peligro el suministro de carbón. En noviembre de 1973, los mineros recharazon la huelga, pero aprobaron prohibir las horas extra, para tratar de reducir la producción a la mitad.Ante el miedo de que las reservas empezaran a agotarse, el Gobierno conservador liderado por Edward Heath anunció un paquete de medidas a la desesperada, para reducir el consumo de electricidad. Y por encima de todas destacaba la 'Orden del Trabajo de Tres Días'. Esta norma contemplaba que, a partir del 1 de enero de 1974, el consumo de electricidad de la actividad comercial se limitase a tres días consecutivos por semana, prohibiendo a los comerciantes abrir más horas esos días. Los servicios esenciales, como hospitales, supermercados o imprentas de periódicos, quedaban exentos. Pero, por ejemplo, las televisiones tenían que dejar de emitir a las 22.30 de la noche, para reducir el consumo energético. Los bares y pubs fueron los establecimientos que más notaron esta medida, ya que se vieron abocados al cierre. Se prohibieron los partidos de fútbol que necesitasen iluminación eléctrica: los que se jugaban por la noche entre semana fueron aplazados a los fines de semana. Las partidas de cartas alrededor de un candil se volvieron a poner de moda. Hasta se dispararon las ventas de velas. Las restricciones se levantarían el 7 de marzo de 1974.La repercusión en la opinión pública fue notoria, convirtiéndose en un pulso entre mineros y Gobierno, pero con menor conflictividad en las calles. Como Boris Johnson ahora, el Ejecutivo se vio obligado a recurrir a los militares: promovió que transportasen el carbón y atendieran las centrales eléctricas. El principal representante sindical de los mineros fue muy crítico, y acuñó una frase: "No se puede excavar el carbón con bayonetas".En medio de esta situación, Heath convocó elecciones generales para febrero del 74. Y preguntó retóricamente a los votantes que quién gobernaba Reino Unido: el Ejecutivo o los mineros. El laborista Harold Wilson volvió al poder. Con un Gobierno en minoría, levantó la 'semana de tres días', subiendo enseguida el sueldo a los mineros. En octubre se celebraron nuevas elecciones, y los laboristas reforzaron su mayoría.La situación actual no es exactamente la misma pero, si sumamos los efectos laborales y comerciales provocados por el Brexit y la Covid, se pueden encontrar paralelismos. Así lo destaca Paul Donovan, de UBS. "Con el bajo suministro de gas en Europa, los precios han aumentado. Esto debería amortiguar la demanda, sobre todo de la electricidad, al cambiar el comportamiento de los consumidores de energía. Pero también puede provocar una versión actualizada de la semana de tres días", asegura.Y Donovan deja más claves. "Las oficinas son ineficientes, tanto desde el punto de vista económico como el medioambiental. La típica mesa de oficina estaba ocupada 24 horas a la semana antes de la pandemia, pero las luces se dejaban encendidas, y la oficina se calentaba durante mucho más tiempo", recuerda. ¿Qué paso con el confinamiento? Que el consumo de electricidad cayó más de un 10%.Ante la perspectiva de un invierno duro si las temperaturas bajan demasiado, y con los precios de la energía en máximos, ¿cambiarán los hábitos laborales? "Hay sectores en los que el trababajo híbrido implica que, por el momento, muchas personas acudan a la oficina dos o tres días a la semana. El aumento de los precios de la electricidad podría hacer que más personas teletrabajen desde su casa durante más tiempo en invierno, lo que reduciría un poco la demanda de la electricidad", sentencia Donovan. En principio, el actual Gobierno descarta que vayan a aplicar medidas tan drásticas como las de los 70. Pero habrá que ver si mantienen la misma postura cuando llegue el invierno.
10/18/2021 • 8 minutes, 23 seconds
Gregor Macgregor, el estafador que se inventó un país y vendió su deuda
Gregor MacGregor era un escocés que en el siglo XIX se inventó un país ficticio, al que llamó Poyais, y perpetró un fraude con sus bonos por valor de 1,3 millones de libras de entonces, que hoy equvaldrían a unos 3.600 millones. Se le acabó conociendo como 'el rey de los estafadores'.Entró en la armada británica con tan solo 16 años, y ascendió rápidamente en el ejército. Fue enviado a la península ibérica a luchar contra los franceses, primero en Gibraltar y luego en Portugal. Su obsesión con el rango y con las medallas le hizo muy impopular entre los soldados. Y un enfrentamiento con un superior provocó que fuera invitado a abandonar el ejército. Quiso la suerte que, ya sin él, su batallón hiciera un gran trabajo en el país luso, que le llevó a ganar fama internacional. Y pese a que MacGregor no estaba presente, presumía de ese logro. En su vuelta a Edimburgo, se hacía llamar Coronel, o Sir, y paseaba en llamativos carruajes. Pero ni siquiera estas mentiras le permitieron ganar status social, por lo que emigró a Londres con su familia, donde su mensaje falso sí que le ayudó a ganar cierta respetabilidad.Pero en 1811 su mujer, de buena familia, falleció, perdiendo así su principal fuente de ingresos y de influencias. No sabía qué hacer con su vida. Coincidió esta crisis vital con el paso por Londres de Francisco de Miranda, general revolucionario venezolano, que fue recibido con grandes halagos. Al ver el trato que le daban, pensó que si se iba a América a combatir podría ganar fama y ser recibido igual en su vuelta a casa. Y allá que se fue.Conociendo a Miranda, haciéndose pasar por Sir, presumiendo de los logros de su batallón en Portugal... al llegar a Venezuela le dieron el cargo de coronel y pusieron un batallón bajo su mando. Sumó algunos triunfos, y con su conocimiento de tácticas europeas logró mejorar la disciplina de las tropas. Estuvo 4 años combatiendo contra los españoles, y demostró verdadera habilidad militar. El propio Simón Bolívar le escribió una carta agradeciéndole los "prodigiosos servicios prestados al país".MacGregor recibe una misión especial de Bolívar. Irse a Estados Unidos y liberar Florida, para frenar el apoyo a los realistas en Venezuela. En 1817, conquistó la Isla de Amelia, en la costa de Florida. Sin embargo, Estados Unidos consiguió anexionarse la isla y pactar con los españoles la cesión. En una última escaramuza militar, llega a Colombia a luchar a la isla de San Andrés. Sale mal, y acaba llegando a la costa de la actual Honduras. Y comienza su historia como estafador a gran escala. Básicamente, desembarca en Costa de Mosquitos, un territorio del que se habían ido prácticamente todos los colonos europeos, por su insalubridad y su poco potencial económico. Solo quedaban nativos. A su vuelta a Londres, en 1821, asegura que Jorge Federico Augusto, rey de Mosquitos, le ha nombrado cacique de Poyais, un territorio mayor que Gales, presuntamente rico en recursos naturales, pero sin desarrollar. La realidad es que había comprado el terreno a cambio de joyas y ron, pero ni le había dado el cargo ni eran tierras apropiadas para la agricultura y la ganadería.Las promesas de riqueza del militar, junto con la fama que le precedía, caló. Y MacGregor consiguió vender bonos de un país que no existía. Y no solo eso, sino que organizó expediciones de colonos. El timador escocés aprovechó un clima propicio tras la derrota de Napoleón, con la economía británica creciendo. Como consecuencia, el Gobierno conseguía emitir deuda a intereses cada vez más bajos, que rondaban el 3%. En estas circunstancias, los inversores comenzaron a buscar opciones con mayores rentabilidades. Primero, pusieron sus ojos en países como Rusia, Prusia o Dinamarca. Otros apostaron por las minas. Pero había una nueva inversión muy atractiva: todos aquellos países que surgieron del colapso del imperio español.Y de esa moda se aprovechó MacGregor. En 1822 colocó unos bonos de Poyais con rendimientos del 6%, el doble de lo que ofrecían los británicos. Aunque no existía ningún registro del país, las promesas hicieron su efecto, ayudadas por una campaña de publicidad enorme, que incluyó anuncios en prensa, panfletos, libros e incluso una canción que comenzó a sonar por las calles de Londres, Edimburgo y Glasgow.MacGregor prometió de todo a sus inversores: los nativos no solo eran pacíficos y amables, sino que amaban a los británicos. La situación geográfica del nuevo país era inmejorable y su tierra era muy fértil, con facilidad para cultivar tabaco y azúcar. Había abundante agua. Oro. Incluso las cosechas de maíz se recolectaban tres veces al año, cuando en el resto del mundo conseguir dos ya es muy bueno. Creó su propia moneda (el dólar de Poyais) una bandera, himno, y un mapa detallado (y falso).Pero el fraude no se quedó ahí. Aunque obtuvo financiación en Londres, se dirigió a su tierra natal, Escocia, para buscar colonos. Allí se encontraba una banca muy desarrollada, que permitía el acceso a financiación a mucha más gente. Un contexto perfecto para MacGregor, quien comenzó a vender tierras del país ficticio. Consiguió llenar 7 barcos con un total de alrededor de 250 colonos, que partieron hacia América entre 1822 y 1823. Obviamente, el fraude se descubriría pronto.A finales de 1822 llegaron los primeros colonos al reino ficticio y se dieron de bruces con la realidad. Allí no había puerto, ni infraestructuras ni nada parecido a lo prometido por MacGregor. Tan solo unos indígenas, que es verdad que no eran hostiles, pero tampoco esos amantes de los británicos que pretendía el estafador.No tuvieron más remedio que intentar adaptarse, pero pronto comenzaron las peleas y las muertes. Un barco les rescató y llevó a Belice, pero la malaria y la fiebre amarilla se cobraron su peaje: finalmente fallecieron dos tercios de los pobladores. Londres actuó y mandó a la marina al rescate de las cinco naves que estaban de camino a Poyais.En el otoño de 1823, con todo el timo destapado, MacGregor huyó a París. ¡Lo increíble es que allí logró repetir la estafa! Encontró nuevos inversores y nuevos colonos. Pero las autoridades francesas fueron más diligentes que las británicas, y en cuanto hubo peticiones de pasaportes, iniciaron una investigación que acabó con el arresto del escocés en 1825. En el juicio fue absuelto, gracias a la pericia de su abogado, y volvió a Londres.De manera más increíble, intentó una nueva colocación de bonos de Poyais, para intentar pagar a los inversores iniciales, es decir, iniciar una estafa piramidal. Pero ya no coló, y tuvo que volver a Edimburgo. Perseguido por sus estafados, tuvo que emigrar a Caracas, donde murió en 1845, a los 58 años de edad, aunque antes fue condecorado, nacionalizado y recibido con honores. Fue enterrado en la Catedral de Caracas.
10/11/2021 • 12 minutes, 6 seconds
El hombre más rico de la historia y la primera vivienda social
Jeff Bezos, Elon Musk, Bill Gates, la familia Arnault... son las personas más ricas del mundo, con fortunas que superan los 100.000 millones de dólares. Pues bien, su capital palidece si se compara con el que poseía Jakob Fugger, considerado por muchos el hombre más rico de la historia. Llegó a amasar una fortuna que, al cambio, llegó a alcanzar los 400.000 millones de dólares. Más del doble que la de Bezos.Y aún así, lo más probable es que ni siquiera hayas oído hablar de este banquero alemán que vivió entre los siglos XV y XVI. ¿Por qué? En primer lugar, precisamente por ser alemán. No llegó a ser conocido en el mundo angloparlante, hasta hace poco apenas había nada escrito sobre él en inglés, y eso limitó mucho la difusión de sus logros.Y por otro lado, porque era una figura bastante gris. No tenía ambiciones políticas. No construyó ni grandes edificios, ni palacios, ni catedrales... No fue mecenas de ningún gran artista de la época. Apodado el Rico, no se mataron buscando el nick, fue un comerciante y banquero que dominó las finanzas europeas. Subvencionó guerras y reyes, entre ellos la elección del emperador Carlos I de España y V de Alemania. De marcada fe católica, ordenó y financió la creación de un complejo de vivienda social en su ciudad natal, y de paso así salvar su alma. Su construcción se finalizó en 1523 y constaba de 52 casas. Y seguramente este sea su gran legado.¿Un proyecto social de 50 casas? Pues sí. Es probablemente el primer proyecto de vivienda social de la historia. Y en él, los residentes siguen pagando la misma renta que desde su fundación en 1516: 0,88 euros al año. Es el complejo residencial Fuggerei, una villa medieval en el corazón de la ciudad alemana de Augsburgo, en Baviera. Y que recibe el nombre por su impulsor.Por decreto, el financiero decidió que la renta anual sería de 1 florín renano para siempre, al cambio 0,88 euros. Pero también estableció unas peculiares condiciones que todavía rigen: ser católicos, rezar tres veces al día (un Padrenuestro, un Ave María y un credo) por la familia Fugger, tener más de 60 años, haber vivido al menos dos años en Augsburgo y haber caído en la indigencia sin deudas.Fuggerei está formado hoy en día por cerca de 70 casas para unos 150 apartamentos, cada uno de entre 45 y 65 metros cuadrados, con cocina, recepción y dos habitaciones, y las viviendas que dan a la calle tienen incluso un pequeño jardín.El complejo fue ampliado en sucesivas ocasiones y ya incluye una iglesia, una fuente, un colegio e incluso un pequeño museo. A pesar de que en la II Guerra Mundial también fueron objeto de bombardeos, la reconstrucción se hizo respetando el espíritu original, manteniendo el aire de la época en la que fueron construidos. Como curiosidad, el complejo está vallado y, como en tiempos medievales, cierra sus puertas por la noche. Los residentes se turnan para vigilar las entradas y para multar a aquellos que aparecen más tarde de las 10 de la noche con unas sanciones que rondan entre los 50 céntimos y el euro dependiendo de la hora de llegada.A pesar de las condiciones (que incluyen también realizar tareas para la comunidad como cuidar el jardín o en la iglesia), vivir en Fuggerei está muy demandado, y la lista de espera es actualmente de unos cuatro años. Muchos de los residentes son viudas sin ahorros que con sus bajas pensiones no pueden afrontar un alquiler de varios cientos de euros. Maria Mayer, una de las afortunadas, aseguraba en un reportaje de The Wall Street Journal que obtener uno de los apartamentos fue "como si me hubiera tocado la lotería".La peculiaridad de la villa ha hecho de ella un atractivo turístico, y cada año se estima que recibe unos 200.000 visitantes que pagan 4 euros por dar un paseo por el puñado de calles que forman el complejo. Mientras, la familia Fugger trabaja por mantener el legado 20 generaciones después, y la fundación que lleva su nombre sigue gestionando Fuggerei. El imperio que creó Jacobo el Rico, sin embargo, es mucho más pequeño, lastrado, entre otras cosas, por las sucesivas bancarrotas de España.
10/4/2021 • 6 minutes, 35 seconds
El imperio financiero del bisabuelo de Yoko Ono
Hijo de samurái, emprendedor, magnate financiero del Japón imperial, bisabuelo de Yoko Ono, asesinado por un fanático nacionalista... la biografía de Zenjiro Yasuda es muy interesante y sirve para entender cómo se desarrolló el mundo empresarial japonés y como es hoy en día. De origen humilde, fue fundador de uno de los cuatro zaibatsu más importantes en el Japón imperial del siglo XIX. Zaibatsu es como denominan a los conglomerados empresariales o industriales, y el suyo es el antecesor de lo que hoy es el gigante Mizuho Financial. Y más allá de Yoko, Yasuda tiene una 'conexión' especial con John Lennon.Yasuda nació en el seno del clan del mismo nombre, hijo de samurái pobre, en la localidad de Toyama, en el centro de Japón en 1838. Con 17 años, se trasladó a Edo (lo que hoy es Tokio) y comenzó a trabajar de aprendiz en una casa de cambio. Con 26 años, abrió su propio negocio, llamado Yasuda-ya (Casa de Yasuda) y consiguió hacer dinero con bonos, depósitos y otros productos, convirtiéndose en uno de los financieros más conocidos de la capital japonesa.Yasuda también ayudó en la recolección de impuestos al gobierno del shogunato (gobierno militar) Tokugawa. Cuando en 1868 comenzó la Era Meiji con la reinstauración del emperador, Yasuda siguió prestando servicios financieros al gobierno. Y es en ese periodo en el que logró montar su imperio, del que ha pasado a la posteridad como una de las figuras más ilustres. Pronto comenzó a labrarse una carrera, enriqueciéndose con el dinero depreciado que el gobierno cambiaba por oro. En 1880 creó su propio banco, el Yasuda; y la primera compañía de seguros de vida, que hoy en día se conoce como Meiji Yasuda Life. Pero como realmente aprovechó la época de la modernización fue creando su propio zaibatsu, un conglomerado financiero-industrial.Los zaibatsu son clave para entender la economía de Japón a finales del siglo XIX. De manera similar a los grandes magnates de EEUU, eran grandes corporaciones que controlaban amplios sectores de la actividad económica, gracias a su cercanía al gobierno, y que han logrado sobrevivir hasta nuestros días. Tras la II Guerra Mundial, muchos fueron troceados por los ocupantes norteamericanos, pero han sobrevivido de una forma u otra. De hecho, los cuatro grandes de la época han dado lugar a los tres grandes megabancos japoneses: Sumitomo Mitsui, Mitsubishi UFJ y el propio Mizuho.Pero no solo han quedado bancos. Las empresas que forman parte de los grandes grupos herederos de los zaibatsu copan la bolsa japones. Mitsui es dueño de marcas como la cerveza Sapporo, tiene grandes intereses farmacéuticos y químicos, y además controla los centros comerciales Mitsukoshi; Mitsubishi, además de los coches, controla las cervezas Kirin y Asahi, las cámaras Nikkos, y tiene intereses en el sector naval, la minería o el papel; mientras que Sumitomo es dueño de Mazda, NEC y empresas de acero, madera, química y otras industrias.Fue uno de los financiadores de la guerra ruso-japonesa, al comienzo del siglo XX. Poco después, en 1913, fusionó diversas entidades bajo su control para dar forma definitiva a lo que sería Yasuda Bank.Pero la suerte de Yasuda se acabó tras la I Guerra Mundial, que provocó graves problemas económicos en Japón, sobre todo por la burbuja creada por la guerra. Sumido en la deflación, con un crash bursátil en 1920, y una crisis financiera en 1927, la depresión fue la protagonista de la década. Sin embargo, Yasuda no llegó a ver esta crisis, ya que en 1921 fue asesinado por un fanático nacionalista, en un suceso que conmovió a la sociedad japonesa. La ola nacionalista, que desembocaría en la participación de Japón en la II Guerra Mundial, acusaba a los capitalistas de todos los males del país, y también de haberse beneficiado económicamente de las guerras.Para la anécdota queda que su bisnieta sea Yoko Ono, mujer de John Lennon. Aunque la conexión parece más que una mera casualidad. En una entrevista hace unos años, la viuda del mítico Beattle recordaba que en uno de sus viajes a Japón en los 70, John cogió una revista sobre gente importante en la historia del país. ¡Y allí estaba el bisabuelo de Yoko Ono!Ella le contó la historia de su ancestro, y cómo había rechazado ser noble. Algo parecido a lo que había hecho Lennon, que unos años atrás había renunciado a ser Sir por el rol de Reino Unido en Biafra y su apoyo a Estados Unidos en Vietnam. De repente, el cantante dijo: "Ese hombre soy yo en una vida pasada"."Se lo sacó de la manga", recordaba Yoko. "Yo le contesté, no digas eso, porque fue asesinado". El 8 de diciembre de 1980, John Lennon fue asesinado en su casa, como Yasuda.
9/27/2021 • 7 minutes, 44 seconds
Trenes, sobornos y una quiebra detrás del primer Jueves Negro
Fue el primer Jueves Negro antes de "el Jueves Negro". Fue la primera Gran Depresión antes de "la Gran Depresión". Un pánico en Wall Street que forzó al cierre de la bolsa, causado por una burbuja ferroviaria (no era la primera del siglo XIX, ni mucho menos), y con todos los ingredientes habituales: exceso de especulación, sobreendeudamiento y la chispa del colapso de un banco. Hablamos del 18 de septiembre de 1873.Las crisis provocadas por el ferrocarril fueron una constante en el siglo XIX, como recordaba no hace mucho la Reserva Federal de Nueva York: fue el siglo de los trenes, al menos en cuanto a burbujas y pánicos bursátiles. Las crisis de 1837 y 1857, por ejemplo, se pueden achacar directamente a un exceso de inversión en ferrocarril, que mal dirigida, acaba poniendo en duda la salud del sistema financiero al completo. Y en la crisis de 1873 pasó lo mismo, pero esta vez con consecuencias más grandes: provocó la recesión más larga de la historia de Estados Unidos.En una situación que puede recordar a la vivida con Lehman Brothers en 2008, fue el hundimiento de un banco el que desencadenó el pánico. Jay Cooke & Co era una entidad que hizo fortuna con los bonos de la Guerra Civil. Con el dinero ganado hizo agresivas inversiones ferroviarias. La más destacada era un trazado que tenía que unir Seattle con Duluth, en Minnesota, siguiendo el borde de la frontera con Canadá. Más de 2.500 kilómetros.El proyecto se fue a pique. Por un lado, por la mala gestión, pero por otro, por la estafa de Credit Mobiliar, que no tenía nada que ver con el proyecto, pero que tuvo importantes consecuencias para todo el sector. El escándalo se destapó en 1872, y provocó una reacción en contra del Gobierno, que se volvió mucho más reacio a seguir financiando la expansión del ferrocarril.Ante esta situación, Jay Cooke & Co sabe que su proyecto ya no tiene futuro. Se suma, además el difícil entorno internacional. En Europa, el colapso de la bolsa de Viena en 1873 provoca la primera gran crisis económica internacional. Pero el problema más grave para el banco llega desde Alemania. La entidad confiaba en los inversores germanos para cubrir los problemas de financiación en su país, ya que llevaban más de una década invirtiendo en bonos y acciones ligadas al ferrocarril en EEUU.Pero la liberalización de la economía alemana, junto con una burbuja inmobiliaria que se vivió en gran parte de Eurupa, provocó que esos inversores dejaran de mirar a Estados Unidos.Fue el golpe definitivo para Jay Cooke & Co, que seguía perdiendo dinero sin control. Finalmente, aquel 18 de septiembre de 1873, suspendió las retiradas de depósitos en sus oficinas de Nueva York y Filadelfia. Y se desató el pánico. Como recordaba el The New York Times de aquel día: "Decir que la calle se puso nerviosa sería dar solo una imagen endeble de los sentimientos que afloraron. Los brokers se quedaron totalmente atónitos por un momento, y entonces hubo una carrera generalizada para notificar la quiebra... Algunos hombres que se habían arruinado juraron, otros lloraron, otros salieron a la calle sin decir palabra, otros hablaban alegremente de sus problemas y se marchaban a intentar pedir dinero a sus amigos".El New York Tribune aseguró que "se elevó un grito monstruoso que literalmente hizo parecer que el edificio temblaba". Fue el primer Jueves Negro de la historia financiera, aunque luego sería eclipsado por el del 24 de octubre de 1929. La bolsa de Nueva York cerró, y el pánico financiero pareció, por un momento, controlado.Pero el hundimiento de Jay Cooke & Co provocó un efecto dominó que se llevó a otras entidades, quebraron empresas y el desempleo se disparó. Los problemas fueron de tal magnitud que entonces se le llamó la "Gran Depresión". El pánico financiero que pocos meses antes había llegado del Viejo Continente, volvió con fuerza a Europa, que se contagió y vivió su propia parte de depresión, siendo especialmente dura en Inglaterra. Y duró hasta la primavera de 1879, al menos en EEUU, 65 trimestres de contracción. Ni siquiera la crisis provocada por el crac del 29 fue tan grande.
9/20/2021 • 7 minutes, 45 seconds
El panadero canadiense que creó Primark
Todo el mundo conoce Primark, el gigante de la moda a bajo precio. Menos gente conoce Associated British Foods, su matriz. Y menos aún a Willard Garfield Weston, el hombre que creó el actual imperio que triunfa vendiendo tanto camisetas baratas como pan.Aunque el gran éxito de la compañía es bastante reciente, el origen de la marca data de 1969. Aquel año, Weston contrató a Arthur Ryan, un sastre irlandés, para lanzar una cadena de tiendas de ropa barata. Y empezarón por Dublín. La primera tienda, abierta ese mismo año, se llamaba Penneys, nombre que mantiene en la actualidad. Pero al dar el salto a Inglaterra no pudieron mantener la denominación, ya que sus derechos pertenecían a la americana JC Penney. Ahí es donde nace Primark.Ryan, el sastre, se mantuvo al frente de la cadena de ropa hasta 2009. Pero lo realmente interesante es la historia de Garfield Weston, un panadero que transformó el negocio de su padre en un imperio alimenticio, y que ya al final de su vida decidió apostar por la ropa, una línea que hoy supone el 40% del negocio del grupo.Weston nació en Toronto, en 1898, hijo de un emigrante inglés que había abierto su primera panadería en 1882. El éxito de aquel obrador le permitió expandir su negocio, tanto con nuevos productos (como bollos, pasteles o galletas), como territorialmente, llegando a tener presencia en todo Canadá. Su punto fuerte era la modernización de las panaderías, intrudiciendo maquinaria industrial, que le permitía dominar el mercado gracias a que ofrecía precios más competitivos.Garfield había empezado a trabajar en la empresa familiar en 1916, en la fábrica de galletas, limpiendo y en el mantenimiento de los equipos. Pero un año después se va a Europa, a combatir en la Guerra Mundial. Y aquella experiencia marcaría su futuro y el de la compañía. Durante su paso por Inglaterra conoció la repostería británica, y recorrió sus famosas fábricas de galletas. Estaba convencido de que podrían producirse y comercializarse en Canadá con éxito.Cuando regresa a casa en 1919, descubre que su padre estaba a punto de vender la empresa por los problemas económicos provocados por la guerra. Pero le convenció para que diese marcha atrás en su idea, y no solo eso, sino que importase maquinaria británica y comenzara a fabricar y vender respostería inglesa.Poco después, en 1924, su padre fallece y Garfield se hace cargo de la empresa familiar, con apenas 26 años de edad. No tarda en mostrar una gran habilidad en el mundo de los negocios, incluso mayor que la de su padre. Comenzó a comprar a otras compañías del sector, incluso durante la Gran Depresión. Aprovechó los problemas económicos de mchas de ellas para hacerse con sus empresas y sus fábricas a bajo precio.En 1933 dio un paso más, al comprar un fabricante de galletas escocés, con un doble objetivo: entrar en el mercado británico, y dar salida a los excedentes de trigo de Canadá, que en aquel momento era la principal exportación del país. Al final de esa década ya contaba con 30 "panaderías", que daban trabajo a miles de personas.En esa década de los 30 Garfield no solo trasladó sus intereses económicos a Reino Unido, sino que él mismo se mudó allí con su familia. Estaba muy implicado y llegó a ser miembro de la Cámara de los Comunes. Se mantuvo en Londres incluso durante la II Guerra Mundial, a pesar de los bombardeos sobre la ciudad. Finalizada la guerra, es cuando Weston empezó a construir su imperio empresarial, con una mayor diversificación. Venta al por mayor, supermercados, restaurantes, helados, papel, chocolate, café y té formaban parte del entramado de empresas. La rama británica cambió su nombre al actual, Associated British Foods, en 1960. Cuatro años más tarde ya era la mayor panadería del mundo, una de las mayores molinera y una de las mayores cadenas de supermercados de Reino Unido. Y ahí es donde entra en juego la contratación de Arthur Ryan, el sastre irlandés que recibió el encargo para crear la cadena de ropa.
9/13/2021 • 8 minutes, 8 seconds
El chacal que estafó a Wall Street con falsas minas de oro
La historia de Wall Street está salpicada de fraudes y estafadores. Madoff, Ponzi, Ebbers, Belfort... son algunos de los nombres que se nos vienen a la mente. Pero antes de todos ellos estuvo George Graham Rice, uno de los supervillanos más conocidos del distrito financiero de Nueva York. Conocido como El Chacal, perfeccionó el arte de la estafa en la bolsa. Y no tuvo reparos en escribir un libro mientras estaba en prisión contando su experiencia. Lo tituló 'Mis aventuras con tu dinero'.Nació en 1870, en el seno de una familia de clase media de Nueva York. Su nombre original era Jacob Simon Herzig, aunque después se lo cambiaría. Fue un maestro de las relaciones públicas, un charlatán, como esos que recorrían el viejo oeste ofreciendo elixires mágicos o aceite de serpiente. Y con estos ingredientes, se aprovechó de dos de las principales modas que recorrían Estados Unidos a principios del Siglo XX: la fiebre del oro y el ansia por hacerse rico en poco tiempo en Wall Street.De hecho, sus inicios como estafador fueron en su ciudad natal, ya de adolescente: robaba dinero del negocio de pieles de su propia familia, por lo que acabó con sus huesos en un reformatorio.No fue la última vez que lo encerraron, claro. Aún con su primer nombre, acabó en la cárcel por falsificar cheques. Después inició un negocio de apuestas por correo, y un periódico con consejos para las carreras de caballos en 1901. Manipulados y falsificados, claro. Llegó a ganar 1,5 millones de la época. Le volvieron a acusar de fraude y le cerraron el negocio.Arruinado, y tras cambiarse de nombre (lo de George Graham Rice se lo copió a un compañero de celta), se estableció en una pequeña ciudad de Nevada. Un lugar perfecto para sus planes, ya que pronto comenzó a promover las minas de oro en el Estado.Para apoyar su actividad creó una agencia de publicidad y también un periódico. Otra vez. Sabedor de la importancia de la publicidad para lograr reputación y facilitar sus tejemanejes, se unió con un famoso comediante de la época, e incluso logró que la novelista Elinor Glyn visitara una mina. Y de verdad que hizo dinero. Su fortuna llegó a alcanzar los 100 millones de dólares en 1925, especulando con acciones de las compañías mineras en Wall Street. Estaríamos hablando de unos 1.400 millones de hoy. Sin escrúpulos, las promovía a través de brokes fraudulentos, sabiendo que apenas tenían oro, y se aprovechaba de la fiebre para vender la mayor cantidad posible. Tampoco tenía reparos para ponerse 'corto' cuando descubría que las empresas que promocionaba no valían nada.Su teatralidad estaba muy cuidada. Contrataba a trabajadores para sus minas ficticias, alquilaba maquinaria y fingía trabajos en terrenos que nunca serían minas. El objetivo eran las fotos y la atracción de posibles inversores. No escatimaba en recursos. Llegó a organizar una falsa huelga de empleados, incluyendo la quema de algunos edificios, para salir en los periódicos del magnate William Randolph Hearst.Hacia 1908 su fraude con las acciones de las mineras estaba acabado, pero el legado fue impresionante: más de 2.000 empresas constituidas y más de 200 millones de dólares de los inversores. Dinero que perdieron prácticamente en su totalidad. "Se extrajo más oro de los bolsillos de los especuladores que de Nevada", dijo el propio Rice en sus memorias.El estafador no tenía remordimientos. "Fue una orgía de manipulación del mercado y desplume que no tuvo parangón en la historia", decía. "Como boom de las acciones mineras, fue un éxito vertiginoso, lleno de fuego y explosiones hasta el último climax", presumía en su libro.A pesar del fraude, pudo continuar con sus estafas en Nueva York, estableciendo presuntas casas de corretaje que escondían negocios de apuestas, por ejemplo. A veces, a través de testaferros y otras con su propio nombre, como cuando creó la Rice Oil Company, aprovechando su fama como exconvicto. Por supuesto, volvió a estafar a los inversores. Y el único que obtuvo beneficios de esta petrolera ficticia fue él.Para algunos, Rice fue el padre de los denominados penny stocks: valores que cotizan por debajo de un dolar, y que habitualmente son un campo minado para especuladores y sujetos a gran volatilidad. Similar a los denominados chicharros en España.Como todo personaje de aquella época, entró en política, aunque con escaso éxito. Mientras que sus visitas a prisión siguieron siendo frecuentes. La leyenda dice que incluso llegó a compartir encierro con Al Capone.En definitiva, fue uno de los grandes estafadores de la época en Estados Unidos. Su nombre salió en numerosas ocasiones cuando se creó el regulador bursátil en 1933, en un momento en el que acababa de volver a prisión. A pesar de su dominio de las relaciones públicas, murió casi en el total anonimato en 1943.
9/6/2021 • 7 minutes, 25 seconds
El pueblo que se hizo millonario gracias a Coca Cola
Quincy es un pequeño pueblo del norte de Florida que no llega a 7.000 habitantes. En apariencia, uno más de los cientos de miles que hay en Estados Unidos. Pero esconde una historia bursátil muy curiosa, que le llevó a ser el más rico del país. Y que aún hoy cuenta con más de medio centenar de millonarios. Y todo gracias a Coca-Cola, y a un banquero con buena vista.El protagonista es Mark Welch Munroe, también conocido como Mr. Pat o Daddy Pat. Se trataba de un banquero local que decidió invertir en Coca Cola cuando salió a bolsa en 1919, a un precio de 40 dólares por acción.Poco después, por un conflicto con sus proveedores de azúcar y con las empresas embotelladoras, los títulos cayeron a menos de la mitad, a 19 dólares. Pero eso no frenó a Pat, que siguió invirtiendo. Era consciente de que todo el mundo, por muy difíciles que fueran las circunstancias, quería tomar una Coca Cola.La clave llegó poco después, en 1922. Tras una gran cosecha de tabaco, que era el principal cultivo de la zona, Munroe aconsejó a granjeros y vecinos que invirtieran en Coca Cola. Incluso llegó a prestarles dinero para tal objetivo. Fueron muchos los que siguieron su consejo. Y siguieron invirtiendo durante años.Cuenta la leyenda que, durante la gran depresión, Munroe se dio cuenta de que muchos inversores se rebuscaban en los bolsillos en busca de las últimas monedas para comprar una Coca Cola. Un capricho para aliviar las penas de su ruina.Era tal la situación que con la economía arrasada, el desempleo disparado, la bolsa hundida y el valor de las empresas por los suelos... las ventas de Coca Cola apenas cayeron un 2% trasa el crack del 29.A eso hay que sumar que se trataba de una empresa solvente, sin deudas, y con más de 6 millones de dólares en efectivo. Esta situación le permitió seguir pagando sus dividendos en todo momento. Y para mucha gente de Quincy, esta fue su salvación.Poco después, cuando la economía empezó a recuperarse y los precios de las acciones de Coca Cola se dispararon, fue cuando Quincy se convirtió en el pueblo con mayor riqueza per capita de Estados Unidos. Y al menos 67 personas se convirtieron en millonarios, amasando fortunas importantes que luego heredaron sus hijos y sus nietos.
7/26/2021 • 6 minutes, 49 seconds
Hegestrato y Zenotemis y la primera estafa al seguro
Los antiguos griegos fueron pioneros en muchos ámbitos. Y las finanzas y el fraude, tantas veces ligados, no son una excepción. Esta es la historia de Hegestrato y Zenotemis, y de la estafa financiera que perpetraron en el siglo cuatro antes de Cristo, tratando de aprovecharse de lo más parecido al seguro que tenían en aquella época. Es la primera acción de este tipo de la que tenemos constancia.Hay que empezar explicando cómo se regulaba el comercio y el derecho marítimo de entonces. Y el conocido como préstamos a la gruesa ventura. Este tipo de créditos funcionaban como un seguro para los mercaderes: un prestamista les adelantaba un dinero, ya fuera para la carga o para afrontar posibles reparaciones durante el trayecto. Al llegar al puesto, el prestatario devolvía el dinero más los intereses. Y si el viaje fallaba, ya fuera por la piratería o porque el barco se hundía, no había que devolver el dinero.En cierta manera, suponía utilizar el barco y la mercancía como garantía del préstamo. Pero el fraude parecía simple. Bastaba con defender que tu barco había naufragado para no devolver el dinero. Y no eran pocos los casos en los que las naves se escondían en puertos extranjeros. Conscientes de este riesgo para los prestamistas, no extraña que las primas de estos seguros fueran elevadísimas, llegando al 25 o 30% de interés. Y con el tiempo, los contratos empezaron a incluir cláusulas que doblaban la prima a pagar si las embarcaciones eran descubiertas flotando en algún lugar.Como en cualquier seguro, la prima dependía de varios factores: el trayecto, el barco, la carga o el propio capitán.En ese contexto tenemos a Hegestrato y Zenotemis, amigos y originarios de Masalia (la actual Marsella). Diseñaron un fraude en un trayecto en barco entre Siracusa, en Sicilia, y Atenas. El propio Hegestrato era el capitán. Un mercader llamado Protus cargó cereal en la nave, comprado con un crédito que le había pedido a un prestamista llamado Demon. Por su parte, los dos amigos pidieron dinero prestado simulando comprar el cereal que en realidad había comprado el mercader.El plan era hundir el barco y volver a puerto en una barca para que nadie les pudiera reclamar el crédito. Ni el de la carga ni el de la nave, que ya había volado en dirección a Masalia.Pero el plan salió mal. Tres días después de partir, el resto de la tripulación empezó a escuchar ruidos en la bodega, y pilló a Hegestrato tratando de hacer una vía de agua para hundir el barco. Desesperado, saltó por la borda y se ahogó. Por su parte, Zenotemis simuló no tener nada que ver con los planes de su amigo.El barco llegó a Atenas, y Zenotemis, lejos de aceptar el fraude, reclamó la carga a Protus, le acusó de emborrarcharse en el trayecto, y de robarle y destruir los documentos que probaban que era el verdadero propietario del cereal.Protus, por su parte, vio como el precio de los cereales habían caído y que el valor de la carga era menor que el préstamo contraído por ella. Así que decidió aceptar el dinero y huir de Atenas.Pero Demon, el prestamista, sí que se enfrentó a Zenotemis. La alternativa para él era "perder mi propiedad, que había regresado sana y salva a puerto, y estaba frente a mis ojos".La historia ha llegado a nuestros días por la batalla legal posterior sobre la propiedad de la carga. Aunque es cierto que solo nos ha llegado la versión de una de las partes, y ni siquiera completa. La de Demon, que prestó dinero a Protus y reclamó la carga a Zenotemis. Las declaraciones de los testigos, la actuación de la defensa... se han perdido, así que no podemos completar la imagen de lo sucedido.
7/19/2021 • 6 minutes, 56 seconds
Ni capitalismo ni comunismo: cómo triunfar con los principios cuáqueros
Años 20. Con la URSS recién fundada y una Europa lamiéndose las heridas de la I Guerra Mundial, la división en los históricos bloques comunista y capitalista se cocinaba a fuego lento. A Ernest Bader, un empresario suizo instalado en Londres, se le quedó corta esta segregación y, como buen alumno de los dialécticos Platón o Hegel, decidió buscar una tercera solución, una síntesis entre ambos modelos para hacer crecer su empresa. Treinta años después, lo consiguió.La compañía de productos químicos Scott Bader fue levantada en 1921 en la capital británica y dirigida durante 30 años bajo el modelo convencional capitalista. Sin embargo, su fundador, miembro de la comunidad cuáquera, nunca estuvo convencido de la eficiencia de una organización basada en la acumulación del capital y la división en dos bloques: fuerza del trabajo y propietarios de los medios de producción. Dirigidos y directores. Empleados y propietarios.El modelo comunista tampoco era del gusto del suizo. Bader defendía la propiedad privada, pero igual de firme se mostraba con respecto a una distribución de la riqueza que consideraba necesaria para aportar un valor a la sociedad desde el emprendimiento. Así, de la confrontación entre capitalismo y comunismo bajo los pilares espirituales cuáqueros del empresario, éste encontró una solución, una 'tercera vía' que le costó 30 años idear y que le ha reportado 70 años de éxito hasta la fecha. En 1951, Ernest Bader convirtió su empresa en una suerte de sociedad participada por sus trabajadores, a los que invitaba a implicarse por completo en el desarrollo y destino de la compañía. Así nació The Scott Bader Commonwealth, cimentada en los principios de los cuáqueros, una comunidad religiosa fundada en Inglaterra en el siglo XVII que predicaba la espiritualidad del individuo y rechazaba toda jerarquía eclesiástica. Los empleados de Bader pasaron a convertirse en socios de la firma y, por tanto, en responsables de su devenir.Inspiración cuáquera en el reglamento de una empresaLos cuáqueros comulgaban con valores en torno al desarrollo del individuo, la igualdad de oportunidades, la participación e implicación en la comunidad y la resolución de conflictos de modo pacífico. A nivel empresarial, esto se traducía en que la compañía de Bader tenía la responsabilidad de alentar en sus empleados -y socios- el desarrollo óptimo de su potencial, facilitarles el acceso a los beneficios de la empresa, concederles una auténtica voz y voto en las estrategias de la compañía e imponer el diálogo ante cualquier desafío. La Scott Bader Commonwealth desplegó unas sencillas reglas para su funcionamiento. Así, la remuneración más alta en la compañía sólo podía multiplicar por siete el sueldo más bajo; la mitad del beneficio neto se destinaría a fines caritativos, y sus productos no se venderían a clientes con objetivos bélicos. La 'tercera vía' de Bader fue inmediatamente percibida como una nueva utopía del trabajo, al estilo de las del socialista Robert Owen, y recibió los peores augurios. La realidad, sin embargo, demostró que los pesimistas estaban equivocados. La firma Scott Bader creció dentro de sus límites a nivel internacional y cuenta con 700 empleados contratados a día de hoy. En la actualidad, la ecología, el negocio y la humanidad componen los tres ejes sobre los que rota toda la estrategia empresarial.
7/12/2021 • 8 minutes, 41 seconds
Adiós, peseta
Como si de una celebridad se tratara, la peseta nos ha dejado. Y ahora sí, la despedida es definitiva: desde el pasado 30 de junio ya no se pueden cambiar por euros. Símbolo económico de España durante casi 130 años, con la llegada del euro quedó relegada a los rincones íntimos del amor de coleccionistas o nostálgicos.Muchos de ellos repensaron la relación con la moneda minutos antes de su adiós definitivo: desde el 30 de junio, ya no es posible canjear pesetas en España.Y como 130 años dan para mucho, vamos a rendir un homenaje a la divisa que cambiábamos por cromos y chupachups, recordando aquellos hitos y anécdotas de su historia con la memoria y la documentación de Xavier Gil Pecharromán, jefe de Normas y Tributos de elEconomista.Su nacimiento, de dónde viene su nombre, cómo fue su relación con el resto de monedas europeas (sobre todo el franco, la lira y el marco), las devaluaciones, la guerra civil, su papel en el desarrollismo, la inflación... son algunos de los temas que tratamos en este podcast.Hemos tenido 19 años para cambiar las pesetas que quedaban por casa por euros. El Banco de España recordaba mes tras mes la cantidad de dinero que los españoles seguían teniendo en pesetas. Era tan alta la cantidad (el equivalente a más de 1.500 millones de euros), que el plazo máximo para los últimos canjes se prolongó el pasado 31 de diciembre en seis meses más. Pero qué mejor homenaje para la moneda española que algo tan español como esperar al último día de plazo. Que mejor final que tener a miles de personas haciendo cola en la sede del Banco de España, y teniendo que improvisar un mercadillo de cambio con la gente que estaba antes en la fila por haber llegado tarde el último día.Ahora sí, adiós, peseta.
7/5/2021 • 22 minutes, 39 seconds
Adidas, Puma y el odio fraternal tras la guerra de las zapatillas
¿Eres de Adidas o de Puma? O vamos más allá, ¿dejarías de relacionarte con alguien por apoyar a una marca o a la otra? Parece absurdo, pero esto pasó en una pequeña ciudad alemana durante décadas. No ha habido enfrentamiento más despiadado en el mundo del deporte que el vivido entre estas dos empresas. ¿Qué tiene de especial esta historia? Que es un enfrentamiento fraticida, entre hermanos con ideas de negocio opuestas, y que además se alimentó del calor de la fiebre deportiva nazi.Todo comenzó entre el final del siglo XIX y el principio del XX, en el seno de la familia Dassler. El patriarca, Christoph, venía de una familia especializada en el mundo textil, pero la crisis y la industrialización le llevaron a dedicarse al mundo del calzado. Estaba casado con Pauline y tenían cuatro hijos: Fritz, Rudolf, Adolf y Marie.Estalló la primera guerra mundial, y los tres chicos tuvieron que ir a luchar. En concreto, al frente belga. Pero por suerte, sobrevivieron al conflicto y pudieron volver a casa, a su ciudad natal, Herzogenaurach, famosa por sus zapatos.La ciudad, como toda Alemania, sufría una gran crisis económica. Su madre, que tenía una pequeña lavandería en casa, había tenido que cerrar el negocio. Y en ese espacio que quedó libre aprovechó Adolf para montar una empresa de calzado. Inicialmente, contó con la ayuda de su padre, y con los conocimientos que había adquirido en este sector.Comenzó vendiendo zapatos a sus vecinos. Y el negocio no iba mal. Tanto que acabó uniéndose su hermano mayor, Rudolf. Así nació la empresa Hermanos Dassler. El problema era que Adolf y Rudolf no se llevaban bien, pero contaban con habilidades complementarias. El pequeño era creativo y estaba obsesionado con la fabricación. Mientras que el mayor era sociable, tenía una gran visión comercial y era un gran vendedor.En los años 20 del pasado siglo el deporte se transformó, pasando de ser un hobbie de la alta sociedad a un fenómeno de masas. Esta tendencia impulsó el negocio de los Hermanos Dassler, que en poco tiempo vio como sus instalaciones se quedaban pequeñas.Pero la década de los 20 pasó, llegó la de los 30, y Alemania se convirtió en un foco de turbulencias, precipitadas sobre todo por la llegada de Hitler al poder. Ni Adolf ni Rudolf estaban interesados ni metidos en el mundo de la política, pero vieron en la obsesión del nazismo por el deporte una oportunidad comercial. Y no se equivocaron: las ventas se dispararon y el negocio prosperó durante aquel periodo. El mayor de los hermanos hasta acabaría afiliándose al partido nazi.Pero no fue el único motivo de su éxito. También supieron aprovechar el tirón olímpico. Su debut en estas competiciones se produjo en 1928, en Amsterdam, donde por primera vez atletas alemanes usaron sus diseños. Pero el gran impulso les llegaría en 1936, cuando convencieron al velocista Jesse Owens, protagonista de aquellos JJOO de Berlín, de que utilizase su calzado. La publicidad fue enorme.El problema era que mientras el éxito en el negocio se disparaba, las diferencias entre los hermanos también crecían. Adolf defendía que sin sus diseños la marca no existiría. Mientras que Rudolf aseguraba que sin su don para las ventas las zapatillas estarían pudriéndose en el almacén. El primero quería fabricar mejores productos, y el segundo vender más. Enfrentamientos que se mezclaban con pugnas personales, rumores sobre las paternidades de sus respectivos hijos, acusaciones de robarse el uno al otro...Las cosas se complicaron aún más con el estallido de la II Guerra Mundial. Tanto para la empresa como para la relación personal. Rudolf fue llamado a filas, a combatir en Polonia, a pesar de ser el mayor y de superar los 40 años. Adolf se quedó al frente de la compañía, que se transformó para ayudar en los esfuerzos de guerra de Alemania. Como todo el pueblo, se dedicó a hacer desde componentes para misiles a ropa para el ejército.A Rudolf tener que ir al frente le sentó fatal. No solo por tener que estar lejos de su familia, sino por quedarse apartado de la gerencia de la compañía durante tanto tiempo. Tal era su enfado, que llegó a amanazar con cerrar la compañía, solo para que Adolf también tuviera que ir a luchar. Cuando la guerra estaba llegando a su fin, y con el ejército soviético ya a las puertas de Polonia, Rudolf huyó de vuelta a su ciudad. Coincidió en aquellas fechas la muerte del patriarca, en la que quizá fue la última vez que la familia se mostró unida.Poco después, los nazis detuvieron a Rudolf por desertor. Y tras quedar libre, fue detenido de nuevo, esta vez por los aliados, gracias a una denuncia anónima. Desde la cárcel, escribía a su hermano, solicitándole ayuda para salir. Pero sospechando que había sido el propio Adolf quien le había denunciado. Aseguraba que todo era una conspiración para apartarle de la empresa. Pero los estadounidenses tenían suficientes pruebas de que Rudolf estaba comprometido con el nazismo. Fue liberado un año después ante la imposibilidad de los aliados de comprobar la situación de todos los acusados.En venganza, Rudolf acusó a su hermano de haber tenido la iniciativa de transformar la compañía en una fábrica de armamento. Sin embargo, Adolf contó con el apoyo de numerosos testigos. Empleados, proveedores... alguno de ellos hasta judíos, que aseguraron que no tenía ningún interés en la política. Los dos quedaron libres, pero tras tantas acusaciones y traiciones, la convivencia entre ellos era ya imposible. En 1948 todo estalla.Repartieron sus pertenencias, reunieron a todos sus empleados, y les pidieron que eligieran con quién querían quedarse. El equipo comercial prefirió seguír con Rudolf, mientras que los obreros continuaron a Adolf. La familia también se vio obligada a tomar partido. Rudolf y sus seguidores se trasladaron al otro lado del río, a 500 metros. Y ese mismo año se fundaron las dos nuevas compañías. Adolf creó Adidas, una contracción de Adolf Dassler. Mientras que Rudolf lanzó Ruda (de Rudolf Dassler), aunque después le cambiaría el nombre a Puma, un apodo que había recibido en su juventud.¿La nueva situación resolvió los problemas? Al contrario, hizo la rivalidad más profunda y la trasladó a todos los habitantes de la ciudad. Había que ser de Adidas o de Puma. Y cada uno tenía sus bares, e incluso sus clubes de fútbol. Y como los Capuleto y los Montesco, las bodas entre enemigos estaban prohibidas.De hecho, se le llamaba 'la ciudad de los cuellos doblados', porque los vecinos miraban al suelo para ver qué zapatillas calzaba el otro antes de saludar.La rivalidad se trasladó a los negocios. Uno de los grandes objetivos de los Dassler siempre fue calzar a la selección alemana de fútbol. En 1954 volvía a jugar un mundial. El entrenador le pidió a Rudolf que le pagase 1.000 marcos al mes para utilizar sus productos. Una cifra que al dueño de Puma le pareció muy elevada, así que rompió la negociación. Un error que Adolf supo aprovechar, accediendo a las demandas del seleccionador. Se dio la circunstancia de que Alemania salió campeona, en un terreno embarrado donde las zapatillas Adidas demostraron su eficacia.Los JJOO de Melbourne, en 1956, marcaron un nuevo hito en la rivalidad, con los hijos entrando por primera vez en la disputa. Horst, primogénito de Adolf, demostró tener una gran visión para los negocios, aunque sus métodos no siempre fueran los más limpios. Lo demostró en Australia. Los cargamentos de material deportivo estaban retenidos en aduanas. Horst le pidió a los atletas que trabajaban con Adidas que escribiénsen a la autoridad portuaria para que liberasen el cargamento. Y mientras tanto, por otro lado, se aseguraba de que el calzado de Puma quedase atrapado. Aprovechó para regalar su material a todos los deportistas. No les quedó más remedio que calzar Adidas.Armin, el hijo de Rudolf, trató de devolver el golpe en los JJOO de Roma, en 1960. Convenció al gran velocista del momento, Hary, para que corriera con zapatillas Puma. ¡Ganó la carrera! Pero la alegría en Puma solo duró unos minutos. Exactamente, los que pasaron hasta que Hary fue a recoger la medalla de oro. Y en vez de ir con sus botas Puma... calzaba unas zapatillas de Adidas. Juró que había sido un descuido.Los grandes éxitos en aquel momento para Puma llegaron gracias al fútbol. Logró fichar para su marca a Eusebio, y sobre todo a Pele. Armin lo convenció a pesar de haber acordado con sus primos que no competirían por la gran estrella brasileña. Fue la gota que colmó el vaso, y lo que definitivamente trasladó el odio a los descendientes de Adolf y Rudolf.En realidad, el acuerdo con Pele fue una ruina, por el elevado caché del futbolista. Pero el brasileño no dejó lugar a dudas. Antes de hacer el saque inicial en la final del Mundial de 1970 se agachó y se ató lentamente los cordones de sus botas. Todo el mundo vio que calzaba unas Puma.En la década de los 70, con la pugna en uno de sus momentos más álgidos, murieron ambos fundadores. Rudolf en 1974, y Adolf en 1978. Armin trató de mediar para que se reconciliasen. Pero no hay constancia de que se produjese ningún encuentro. Salvo sus respectivos chóferes, que aseguran que seis meses antes de morir Rudolf los enemistados hermanos se vieron una tarde en la cercana Nuremberg. Ni familia, ni amigos, ni empleados se habrían enterado. Ambos están enterrados en el cementerio de Herzogenaurach, pero cada uno en una punta.La dura competencia, algunas decisiones erróneas, la mala suerte (Horst Dassler muere en 1987 con tan solo 51 años)... provocan que a finales de los 80 sendas compañías sean vendidas a grupos extranjeros. Actualmente pertenecen a conglomerados franceses.
6/28/2021 • 19 minutes, 3 seconds
Laffer y la servilleta más importante de la historia
Las fuerzas gravitatorias que dominan los mercados a veces sólo requieren de un breve dibujo en una servilleta de tela para ser doblegadas. El Premio Nobel de Economía Robert J. Shiller sitúa al gran público y los economistas frente al espejo de la injustamente olvidada narrativa económica. Nos referimos a aquella historia que, aún en tiempos lejanos a las redes sociales, logra viralizarse y cambiar el destino social y político de una época. Que ésta sea falsa o verdadera resulta irrelevante.El poder de las historias suele ser un factor infravalorado en la sociedad contemporánea de los números absolutos. Quizá por sus leyes impredecibles, imposibles de determinar ni por los productores con mejor olfato de Hollywood. Sin embargo, supone un error obviarlo, y más cuando puede afectar a la economía de un país o del mundo entero. Esta es la tesis fundamental que presenta el economista Robert J. Shiller en su último libro, Narrativas económicas (Deusto).En 1974, el economista Arthur Laffer dibujaba en una servilleta del restaurante Two Continents de Washington su famosa curva impositiva. En ese momento, no podía imaginar que aquel trozo de tela acabaría decidiendo el destino de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Y hasta teniendo su propia vitrina en el Museo de Historia Americana. Laffer trataba de justificar con un sencillo diagrama cómo una bajada de impuestos podía seguir generando un aumento en la recaudación por su capacidad revulsiva sobre la actividad económica. Dick Cheney y Donald Rumsfeld, seguían con atención las líneas de Laffer entre bocado y bocado de chuletón. También el analista de The Wall Street Journal Jude Wanniski, que, cuatro años más tarde, contó la anécdota en un libro no publicado en español The Way the World Works, disparando la popularidad de la curva de Laffer. La doctrina de la servilleta triunfó en los medios de comunicación en la década de los 80, y su popularidad parece estar detrás de la llegada al poder americano y británico, respectivamente, de Ronald Reagan (en 1980) y Margaret Thatcher (en 1979). Ambos dirigentes lograron imponerse a sus adversarios con una política favorable a la bajada de impuestos. La anécdota de la servilleta es recordada por Shiller como muestra del poder de una narrativa económica, una historia suficientemente brillante que contenía un ingrediente básico para mantenerse en el recuerdo: una potente imagen visual. Exacto, la servilleta. Que su teoría fuese correcta o no pasaba a un segundo plano. Era demasiado buena para quedar arruinada por los detalles. El ganador del Premio Nobel en 2013 explica cómo esta historia desencadenó "un movimiento más serio de cambio político orientado a bajar impuestos y liberalizar la economía", y argumenta que también pudo explicar una tendencia social de la época a favor del emprendimiento. La servilleta de Laffer consiguió una vitrina propia en el Museo de Historia Americana. El responsable de mancharla de tinta, Arthur Laffer, acabó renegando del mito y reconociendo los enormes agujeros de su doctrina. La historia económica, sin embargo, ya había sido modificada.
6/21/2021 • 7 minutes, 19 seconds
La niña que huyó de los nazis y revolucionó la informática y el teletrabajo
A principios de los años 60, el sector de la tecnología se burlaba de ellas. Las llamaban desde el diario The Times las "niñas del ordenador", y nadie tomó en serio al grupo de mujeres programadoras que, bajo el liderazgo de la matemática Stephanie Shirley y su compañía Freelance Programmers, revolucionaron el mundo de la empresa con una cultura radicalmente distinta y, contra los peores augurios, exitosa.Stephanie fue uno de los 10,000 niños judíos acogidos por Reino Unido en plena huida de la Alemania nazi. Embarcada sin sus padres a los 5 años en 1939, ella y su hermana llegaron a un pueblo cerca de Birmingham donde fueron abrazadas por la que se convertiría en su nueva familia, el matrimonio Guy y Ruby Smith.¿Pero cómo logró esta mujer, brillante matemática, alcanzar el éxito en un negocio masculino y poner en marcha una empresa vanguardista con un funcionamiento del que no existían referentes?Stephanie Shirley desarrolló, no sin trabas, su extraordinaria capacidad para las matemáticas y la computación, estudiando en horario nocturno y sin poder pasar por la universidad. El sector de la informática estaba en pleno despegue, y, pese a esto, Shirley se dio cuenta enseguida de que no había lugar para las mujeres ni en el sector público ni en el privado. Así, con un presupuesto de seis libras y una máquina de escribir en el salón de la casa que compartía con su marido y su bebé, Shirley fundó una empresa de software a los 29 años.Freelance Programmers -posteriormente y con su internacionalización pasaría a llamarse F International (FI)- vio la luz en 1962 y supuso una revolución del mundo empresarial en dos sentidos. En primer lugar, no existían firmas dedicadas a desarrollar y vender únicamente programas, ya que los ordenadores se comercializaban con el software incluido. En segundo lugar, la matemática huida de los nazis quería crear un sistema de trabajo que absorbiera a las profesionales con experiencia expulsadas del mercado laboral por su vida familiar. Antes de que ni siquiera existiese el concepto 'conciliación', Stephanie Shirley ya se entregó a hacerlo realidad. Y lo logró, con una batería de innovaciones que moldeó una cultura empresarial sin precedentes.De los 300 empleados de Freelance Programmers sólo tres eran hombres. Las 297 mujeres que llegó a tener su primera empresa eran profesionales con hijos y un hogar que requería atención. Para hacer posible compaginar ambas facetas, Shirley ideó una organización de horarios flexibles y con teletrabajo, en el que las empleadas se ayudaban mutuamente. "La gente describía mi modo de trabajo como 'matriarcal', pero el concepto de las mujeres ayudándose unas a otras me parecía muy natural, trabajando en equipo, ayudando a una empleada por la mañana, pidiendo su ayuda por la tarde... Éramos un 'nosotras'".Otro de los puntos más rompedores de la empresa fue que el salario no dependía de las horas trabajadas, sino de los proyectos o tareas finalizadas, un método mucho más elástico para la dosificación del tiempo de sus empleadas.En sus primeros tiempos, Stephanie Shirley se empleaba a fondo escribiendo cartas a potenciales clientes, ofreciéndoles servicios y proyectos de tecnología que pudieran serles de utilidad. Sin embargo, nunca recibía respuestas. Su marido olió a la legua el problema y ella recurrió a una vieja estrategia: "Empecé a escribir las mismas cartas pero firmando simplemente STEVE Shirley y... sorpresa, sorpresa, empecé a obtener respuestas, reuniones y a conseguir trabajo".La cultura del 'nosotras' creada por la matemática en Freelance Programmers, sin embargo, se granjeó las burlas y la suspicacia en el sector. Hasta que consiguieron amarrar contratos de primera fila como la programación de los horarios de trenes de carga en Reino Unido o su gran hito, el software de la caja negra del avión Concorde. La empresa de Stephanie Shirley comenzó a volar de verdad.Después de años de haber roto todos los esquemas en el mundo empresarial, a una ya millonaria Stephanie le quedaba un sueño más por cumplir: hacer copropietarios de su compañía a los empleados que la habían levantado junto a ella, una idea similar a la que tuvo el empresario suizo Scott Bader en los años 50.En el año 1993 acometió una retirada a su medida: cedió sus acciones a 70 trabajadores y les convirtió en millonarios. La emprendedora tenía entonces 60 años y se dedicó desde entonces a la labor filantrópica.
6/14/2021 • 8 minutes, 46 seconds
El purgatorio, un infierno temporal que se inventó la iglesia para los banqueros
Hace varios siglos, los que ahora son considerados los hombres y mujeres más ricos, envidiados y respetados eran carne del infierno. Banqueros como Ana Patricia Botín, Carlos Torres o José Ignacio Goirigolzarri no hubieran podido esquivar una vida después de la muerte rodeados de demonios, ollas ardientes y temperaturas poco elegantes. Sin embargo, en el siglo XIII, la fuerza emergente del capitalismo logró torcer el brazo a la Iglesia y forzarla a inventar un ingenio para salvar a nuestros futuros banqueros del fuego eterno. En el siglo XXI, el florecimiento económico y comercial espolea la proliferación de los primeros banqueros, los practicantes de la usura. La Iglesia católica no tarda en identificar su actividad como uno de los pecados más graves, relacionado con la avaricia y la codicia.Los eclesiásticos equiparaban los préstamos con interés a un robo a los cristianos y hasta al mismo Dios. El que prestaba a 'hermanos' de la comunidad cristiana para obtener ganancias les estaba robando, ya que el cristianismo exhorta a ayudar al prójimo y dar limosna al pobre. Pero también estaba usurpando algo a Dios: el tiempo. Devolver el capital más un interés implicaba un tiempo de trabajo para lograr la suma y satisfacer al usurero. El usurero era un ladrón de tiempo. Y el tiempo sólo pertenecía a Dios.En realidad, el crédito era permitido por la Iglesia cuando se realizaba con pueblos extranjeros, especialmente con los que se mantenían conflictos abiertos, como un modo de explotar al enemigo en tiempos de guerra. Esta concepción benefició especialmente a los judíos, para los que los cristianos eran considerados un pueblo diferente. A ellos, por tanto, podrían financiarles librándose del pecado. En cambio, los cristianos reconocían a los judíos como miembros de su misma comunidad, por lo que su actividad prestamista lícita se reducía a la mínima expresión.Así las cosas, bien entrado el siglo XII, eran los judíos los únicos banqueros disponibles, pero el florecimiento económico y la mayor circulación monetaria desbordó todas sus capacidades: se hizo necesario que los cristianos también pudieran prestar y obtener ganancias por ello. El capitalismo como nuevo modelo económico se estaba forjando con tal fuerza, que la Iglesia se vio obligada a reconducirse para adaptar su doctrina al 'poderoso caballero' de Quevedo.Este cambio de mentalidad en la Iglesia permite que en el siglo XIII surjan artilugios de justificación para operaciones relacionadas con la usura, como el Periculum Sortis, que contemplaba el riesgo de perder el capital prestado. O la Ratio Incertitudinis, el cálculo de la inseguridad que se contrae en este servicio. Pero era necesario algo más, un ingenio aún más complejo que exonerara del infierno a los cristianos dedicados a brindar crédito sin que la cúpula eclesiástica perdiera el suyo. El Purgatorio fue moldeado para este fin. La idea del Purgatorio, un lugar similar al infierno pero, a diferencia de éste, temporal, emerge por primera vez en el Tractatus de Purgatorio Sancti Patricci, un texto en latín del año 1180 escrito por el monje inglés Henry de Saltrey. El clérigo relata el viaje de Owein, un caballero irlandés que busca purgar sus pecados, para lo que accede a una cueva cuya entrada sitúa en el lago Derg de Irlanda. En su periplo por la cueva, descubre un mundo poblado por demonios que torturan a las almas con múltiples padecimientos y les enseñan el camino hacia la salvación celestial. Owein es arrojado al fuego, torturado y forzado a cruzar un río fétido lleno de criaturas maléficas, pero la mención del nombre de Cristo le salva de ser destruido en cada encrucijada. Cuando logra atravesar el río, en cuyo fondo se esconde la puerta del Infierno, la recibe una única salida que conduce directamente al Paraíso. Dos arzobispos reciben a Owein y le acompañan por un paraje lleno de flores, dulces perfumes y música. Le explican que se encuentra en un lugar en el que las almas descansan tras haber sido purificadas en el Purgatorio, como paso previo a la entrada al Cielo. La idea de un espacio que funcionase como antesala del Edén para que los cristianos pudieran cumplir penitencia una vez muertos iba como un guante a las nuevas necesidades económicas que imponía el capitalismo. Especialmente, a su actividad fundamental: el préstamo con intereses. El concepto del Purgatorio construido en el Tractatus se extiende como la pólvora en el Clero europeo y se consolida a lo largo del siglo XIII para alojar a todos los usureros: los banqueros ya se pueden salvar y el capitalismo tiene plena libertad para desarrollarse sin cotos ni remordimiento.
6/7/2021 • 8 minutes, 23 seconds
Patrón oro, el verdadero protagonista del Mago de Oz
Pensar en unos brillantes zapatos rojos es hacerlo en la fabulosa historia del Mago de Oz. El cuento escrito a finales del siglo XIX por el periodista norteamericano Lyman Frank Baum nos ofreció un viaje iniciático para superar los terrores de la adolescencia y encontrar el camino de vuelta a una mejor versión de uno mismo. ¿O no era así? Para los famosos economistas Gregory Mankiw y Paul Kruger nada es lo que parece en esta historia de deflación, populismo y metales. Prepárate para el disgusto de tu vida: ni siquiera los zapatos eran rojos en realidad. Empecemos por el principio. A finales del siglo XIX, EEUU sufría un período de extraordinaria deflación: los precios cayeron un 23% entre 1880 y 1896. Este pinchazo provocó una enorme redistribución de la riqueza entre acreedores, los banqueros del noreste de EEUU; y deudores, granjeros del sur y del medio-oeste. Según nos explica Mankiw en su libro Macroeconomía, estas variaciones imprevistas de los precios suelen desencadenar auténticas convulsiones políticas. Lo ocurrido en esta época en EEUU logró que se tambaleara la joya de la corona de la historia económica: el patrón oro.El oro entonces era un metal escaso e impedía respaldar la creación de dinero. La solución al problema vino con la propuesta de sumar la plata al trono e instaurar un patrón bimetálico para aumentar la oferta monetaria y detener la deflación. La lucha entre la defensa de un oro solitario y de una regencia compartida entre este metal y la plata protagonizó la campaña electoral de 1896 en Estados Unidos. Los candidatos rivales se situaron a un lado y a otro del metal. William McKinley, republicano y con la simpatía de los banqueros del noreste, se erigió en defensor del viejo patrón oro. Otro William, Jennings Bryan, demócrata y de familia de agricultores del Medio Oeste, fue el principal impulsor de la plata para respaldar un nuevo patrón bicéfalo. Oro contra plata. Banqueros contra agricultores. Oligarcas contra pequeños propietarios. Noreste contra suroeste. Pura épica en las manos de un escritor que hizo caminar a una niña con unos zapatos de plata...sobre baldosas doradas. Segundo disgusto del día: no, no es Dorothy la protagonista de la historia del Mago de Oz, sino el patrón oro. El autor de Macroeconomía establece una alegoría entre personajes y tipos socioeconómicos de la sociedad estadounidense finisecular, sin olvidarse de nombres propios como los del candidato demócrata Jennings Bryan. Así lo resume él mismo: "Dorothy, que representa los valores norteamericanos tradicionales, hace tres amigos: un espantapájaros -el Agricultor-, un hombre de hojalata -el Obrero Industrial- y un león cuyo rugido es mayor que su poder -el populista Jennings Bryan-. Juntos atraviesan una peligrosa carretera hecha de ladrillos amarillos (el patrón Oro), esperando encontrar al Mago que ayudará a Dorothy a volver a casa. Finalmente, llegan a Oz, donde todos ven el mundo a través de unas gafas verdes (el dinero). El Mago (el candidato republicano William McKinley) resulta ser un fraude. El problema de Dorothy solo se resuelve cuando repara en el poder mágico de sus zapatillas... de plata.¿Sorprendidos? Vayamos por partes. (Paréntesis: si sólo te interesa por qué se cambió el color de los zapatos, tendrás que quedarte hasta el final). En primer lugar, te advertimos que esta interpretación en clave socioeconómica del Mago de Oz se trata de una teoría sin ninguna confirmación. Lleva rondando el mundo acádemico estadounidense desde mediados de los 60. El autor del libro, Frank Baum, nunca se refirió a su historia como algo que no fuera un cuento infantil. Y su muerte en 1925 dejó el misterio sin resolver. En su título original, El Maravilloso Mago de Oz, encontramos la primera referencia a su auténtico protagonista, el patrón oro. También la más obvia. Oz representa en inglés la abreviatura de onza, la medida más popular de este metal. Abramos ahora el libro para seguir avanzando. Dorothy es la primera palabra que aparece en la primera página. El autor no se andó con rodeos para presentarnos a su protagonista, una niña huérfana de Kansas que será arrastrada por un ciclón hasta una tierra fantástica. El ciclón ha sido interpretado como una metáfora de la revolución social que se avecinaba con el movimiento populista. El aterrizaje en Oz de la casa en la que viaja Doroty, arrancada por el huracán, mata instantáneamente a la malvada Bruja del Este. La bruja simbolizaría Wall Street, el poder financiero de los banqueros republicanos, defensores del patrón oro. Nueva York, además, se sitúa al este de EEUU. Probemos a contrastar el sonido anglosajón de Bruja del Este y Wall Street... ¿Pura casualidad? Lo dejo a tu elección.Pero sigamos. La difunta bruja tenía esclavizados a los adorables munchkins, los pequeños habitantes de esa tierra, a los que la acción del ciclón libera de la opresión de la malvada terrateniente.Entonces aparece la Bruja buena del Norte, que, siguiendo con nuestra alegoría, representa al votante de la parte norte del Medio-Oeste, sin fuerza para contrarrestar la supremacía del Este. La hechicera regala a Doroty los zapatos plateados de la bruja del Este, como agradecimiento por haber liberado a la población. Para guiarla en su vuelta a casa, le aconseja que acuda a la Ciudad Esmeralda para solicitar la ayuda del grande y poderoso Mago de Oz. Y como todos sabemos, le indica el camino. Dorothy comienza su viaje a través del famoso camino de baldosas amarillas, la mejor metáfora del patrón oro. Pronto se encuentra con tres nuevos amigos que se unen a ella y a su perro Totó. El espantapájaros sin cerebro representaría a los granjeros del Medio Oeste. El personaje, revestido de ingenuidad y aparente simpleza, despliega virtudes de rectitud y honestidad.El leñador de hojalata, sin corazón y dependiente del aceite para poder moverse libremente, encarna al obrero industrial, el proletario clásico, castigado por la depresión económica y visto como un aliado por los populistas. El tercer escudero de Dorothy es el León Cobarde, que funciona como álter ego del candidato demócrata Jennings Bryan, capaz de rugir pero no de ostentar ningún poder o influencia.La niña desengancha al espantapájaros de la vara, engrasa al hombre de hojalata y se gana la simpatía del león para convencerles a los tres de que la acompañen a solicitar el favor del Mago de Oz. Les promete que este magnífico benefactor también podrá concederles a ellos sus deseos: un cerebro, un corazón, el valor. El grupo populista liderado por Doroty llega a la Ciudad Esmeralda, la capital de Oz. En una analogía de Washington, en la refulgente Ciudad Esmeralda todos los habitantes ven el mundo a través de cristales verdes, tan verdes como el dólar estadounidense. El alcalde de aquella urbe es el famoso y todopoderoso Mago de Oz, que representa al candidato republicano William McKinley, rival de Jennings Bryan. El Mago se revela como un fraude, un ilusionista que ha jugado con la percepción de los habitantes de Oz pese a sus buenas intenciones. El Mago marca el fin del viaje de los personajes y les ayuda a encontrar aquello que anhelan en su propio interior. Esos tesoros de los que carecían ya se han forjado durante el largo camino de baldosas amarillas. ¿Y Doroty? ¿Cómo volverá a casa? La respuesta reside en la plata que reviste sus pies. La plata, símbolo del patrón bimetálico, es la única solución al problema económico de EEUU. Pese a la enfervorizada pasión en su defensa de la plata, incluido el famoso Discurso de la Cruz de Oro, Jennings Bryan perdió las elecciones de 1896 en favor del republicano McKinley. El patrón oro se mantuvo y, contra todo pronóstico, la inflación volvió. El descubrimiento de nuevas minas de oro en Australia, Sudáfrica y Alaska, y la invención del procedimiento del cianuro, que facilitó la extracción del metal, se tradujeron en un aumento de la producción áurea. El nuevo oro pudo respaldar una mayor oferta monetaria, que redundó en un incremento de precios: de 1896 a 1910 aumentaron un 35%.Pero esto no termina hasta resolver el misterio de los zapatos plateados del libro que todos creíamos rojos. En su adaptación al cine en 1939, de la mano de Victor Flemming y la Metro Goldwyn Mayer, el color se convirtió en una obsesión de la producción. Eran los tiempos eufóricos del Technicolor, un proceso que teñía la pantalla en tonos saturados y mágicos. No todos los colores destacaban igual. De hecho, el plateado se diluía hasta la insignificancia en medio de esta borrachera cromática. El cambio a los zapatos de rubíes que usa Judy Garland acabó formando parte del imaginario colectivo. Y así es cómo el color rojo acabó colándose en una historia de oro, plata y verde que nunca volverás a mirar con los mismos ojos.
5/31/2021 • 13 minutes, 59 seconds
Palsmtruchers, los primeros billetes modernos
Suecia es un país pionero en muchos ámbitos. En los últimos años ha promovido la eliminación del dinero en efectivo con bastante éxito. Pero en el ámbito monetario también fue pionero en otra cosa: la introducción de los billetes en el sentido moderno que los conocemos ahora hace más de 350 años. El inventor del billete bancario fue un comerciante holandés de origen letón, Johan Palmstruch, quien en 1657 creó el Stockholms Banco, prometiendo al rey Carlos X Gustavo de Suecia el pago de la mitad de los beneficios a la corona. En principio era un banco normal que imitaba a otros que florecieron en la Europa del Renacimiento, y aunque era privado, actuaba a modo de banco central con el control del rey.En Suecia en aquella época no había una moneda única, sino que circulaban los daler de plata y de cobre, con un tipo de cambio fijo entre ambas. El problema era que la recientemente acabada Guerra de los 30 años y las incursiones bélicas de Carlos X Gustavo en Dinamarca y Polonia habían provocado que Suecia acumulara grandes deudas y su moneda se depreciara.Además, el propio cobre, que abundaba en el país, se había depreciado ante la llegada de importaciones de la materia prima desde Asia. El resultado es que para mantener la paridad entre la plata y el cobre el país tuvo que acuñar monedas de cobre enormes, que llegaron a pesar 19 kilos. El problema práctico de esto era evidente, porque además los ciudadanos solían almacenar las monedas de plata, por lo que su circulación era escasa.Este era el escenario en el que operaba Palmstruch. En los primeros años, el banco había introducido una innovación: financiar los préstamos de la entidad con los depósitos de los clientes, en lugar de hacerlo con capital propio. En la finanzas modernas es algo totalmente normal, pero en aquel momento esta posibilidad no existía. El banquero creía que los clientes nunca se iban a agolpar para reclamar sus depósitos.Se equivocó. En 1660 el cobre sufrió una gran depreciación, y el Gobierno decidió emitir nuevas monedas. Ante esta situación, los clientes reclamaron en masa sus depósitos: querían recoger sus antiguas monedas, depositadas en el banco, para beneficiarse de esa diferencia que había fijado el Gobierno.Acosado por los clientes que reclamaban sus depósitos, y sin reservas suficientes para atender la demanda, el banquero recurrió al rey. Logró convencerle de que le permitirá "imprimir" billetes con la promesa de pago. Se les conocía coloquialmente como Palmstruchers.El papel moneda como certificados de depósitos circulaba desde mucho antes, pero estos eran los primeros billetes en el sentido moderno: emitidos en papel por una cantidad fija, al portador, respaldados por el Gobierno y sin necesidad de especificar el depositante, la cantidad del depósito o el interés.Tampoco sirvió como solución al problema. El Stockholms Banco emitió demasiados billetes, y el crédito se disparó rápidamente. Y finalmente quebró en 1664. El Gobierno sueco tuvo que hacerse cargo de la entidad. Devolvió a los depositantes el dinero reclamado, y liquidó el banco en 1667.A Palmstruch las cosas no le fueron bien. Le retiraron la licencia bancaria, fue acusado de fraude en la contabilidad, y condenado a muerte. Aunque al final fue perdonado y condenado solo a prisión. Salió de la cárcel en 1670, y un año después murió.Esta aventura no solo supuso la creación de los billetes modernos en Europa. Suecia, con la lección aprendida, estableció en 1668 el primer banco central del mundo, en el sentido moderno. Con control del parlamento y con la función de financiar al Gobierno. Pero en un principio tuvo prohibida la emisión de billetes.
5/24/2021 • 6 minutes, 27 seconds
La tontina, el producto financiero del S. XVII que sale en Los Simpson
La tontina está prácticamente olvidada y en muchos sitios hasta prohibida. Pero entre el siglo XVII y el XX fue uno de los productos financieros más habituales para gobiernos e individuos, antecesor de pensiones y seguros de vida. Hasta ha tenido su hueco en la cultura popular más reciente, al salir en un capítulo de Los Simpson. Además, es uno de los grandes precursores de las finanzas modernas.
5/17/2021 • 8 minutes, 32 seconds
El atentado anarquista contra JP Morgan
En 1920, un grupo de anarquistas hizo estallar una bomba en la histórica sede de JP Morgan en Wall Street. Un atentado que 100 años después sigue sin resolverse. Murieron 38 personas, y casi 400 resultaron heridas.