El terror es el medio supremo para paralizar el deseo de resistencia de las personas y destruir su capacidad de planear una respuesta estratégica. Se produce con esporádicos actos de violencia que producen una constante sensación de amenaza.

Todo intento por rendir a la gente a tu voluntad es una forma de agresión. La forma de agresión más eficaz es la más oculta: la agresividad detrás de un exterior dócil y hasta amable. Para seguir la estrategia agresivo-pasiva debes simular congeniar con la gente, sin ofrecer resistencia.

Al infiltrar las filas de tus adversarios y operar desde dentro para abatirlos, no les ofreces nada que ver o contra lo cual reaccionar: la ventaja suprema. Desde dentro conocer sus debilidades y abres oportunidades de sembrar la disensión interna.

La comunicación es fundamental en el camino al poder.

Si pareces demasiado ambicioso provocarás resentimiento en los demás. Los aumentos explícitos de poder y bruscos ascensos a la cima son peligrosos, despiertan envidia, desconfianza y sospechas. La solución es ir de pocos, jugar con los márgenes de atención cortos de las personas.

Los mayores peligros suelen venir más que de enemigos externos de supuestos colegas y amigos, que fingen trabajar por la causa común pero intrigan para sabotearnos y robar nuestras ideas en su beneficio.

Elige los aliados que te sirvan de momento y lleven los vacíos de tu poder. Ofréceles amistad, ayúdalos en caso de necesidad, pónlos en sutil obligación contigo.

La sensación de vacío, silencio, aislamiento, inacción con los demás es intolerable para la mayoría de las personas. Esta debilidad ofrece un terreno fértil para una eficaz estrategia: no le des a tus enemigos blanco de ataque, sé peligroso, pero elusivo e invisible.

La causa que defiendes debe parecer más justa que la del enemigo. Hay un terreno moral en disputa, cuestiona los motivos de tus adversarios y hazlos parecer malos, con ello se busca reducir su base de apoyo y su margen de maniobra.

La gente espera que tu conducta se ajuste a los patrones y convenciones establecidos, la idea es ir en dirección opuesta a sus expectativas, siendo impredecible, sorpresivo y caótico.

Hazle difícil a tus enemigos saber qué haces y saber qué ocurre a su alrededor. Núblales la vista, perturba su enfoque. Las percepciones de las personas son filtradas por sus emociones, vemos lo que queremos ver. Fabrica una realidad conforme a sus deseos y se confundirán.

Eres juzgado por lo bien que pones fin a las cosas, no arruínes la fama en tu proceso con un final desordenado, desprolijo. El arte de terminar bien las cosas radica en saber cuándo detenerse, nunca llegar tan lejos como para agotarse o crear enemigos encarnizados que te embrollen en futuros conflictos.

Las personas tratarán de arrebatarte en la negociación lo que no han podido obtener en el campo de batalla o en la confrontación directa. Apelarán incluso a la justicia y a la moral como excusa para fortalecer su posición.

Antes de empezar la batalla buscan la forma de poner a sus adversarios en una posición débil para que la victoria sea fácil y rápida. Induce a tus enemigos al error, asumir posiciones que parezcan tentadoras pero que sean trampas y callejones sin salida.

En la guerra es preciso no ofrecer grieta. Es preciso envolver a los adversarios, presionarlos sin piedad sin clemencia por todas partes. Dominar su atención, bloquear su acceso al mundo, a los aliados.

Cuanto más sutiles e indirectas sean tus maniobras en la vida, mejor. La evolución suprema de la estrategia es hacia cosas cada vez más indirectas. Si tu adversario no puede ver hacia donde vas está en severa desventaja

Cuando un enemigo fuerte ataca es preciso que divida sus fuerzas y derrotar esas pequeñas fuerzas una por una.

Todos tenemos una fuente de poder de la cual dependemos. Analiza a tus rivales buscando lo que Carl Von Clausewitz llamaba “centro de gravedad”, que es aquello que mantiene unida a la estructura entera. Si apuntas allí infringirás un dolor desproporcionado.

Define la naturaleza de la relación, mantén la dinámica bajo tus condiciones. De eso se trata gestionar “el marco”. Desplaza el conflicto al terreno de tu elección, alterando el paso y los intereses a tu conveniencia. Aprieta los botones emocionales y oblígales a cometer un error.

En un mundo de personas indecisas y cautelosas, el uso de la celeridad te dará gran poder. La celeridad podrá a los adversarios en un lugar emocional, los desequilibrará y los inducirá a cometer errores. Ataca rápido y con fuerza.

El blanco de las estrategias es menos el ejército frente a ti que la mente del que lo dirige. El plan es comprender esa mente para aprender las claves para vencerla. Una fachada amigable te permitirá observarla detenidamente y extraerle información.

¿Cómo es posible llevar a la realidad esto hoy día y en entornos organizacionales o personales? La respuesta es a través de la comunicación.

La “gran estrategia” y es aquella que se desarrolla mirando el mapa, no solo el territorio. Escoge una "gran guerra" y combátela.

El repliegue de cara a un enemigo fuerte no es signo de debilidad, sino de fortaleza. Al resistirte a la tentación de responder a un agresor, ganas tiempo valioso: tiempo para recuperarte, pensar, adquirir perspectiva. Negándote a pelear, los enfurecerás y alimentarás su arrogancia

Los momentos de decisión no se presentan cuando tenemos información completa, sino cuando tenemos datos inciertos y tenemos que equilibrar diferentes situaciones. La clave para minimizar el impacto de imprevistos muy fuertes es con buenas estructuras que deben ser alimentadas en tiempos de mayor tranquilidad.

Las circunstancias pueden cambiar y no debes perder el ánimo, sino reestructurarte y tomar algo de distancia de la situación para poderla comprender de una manera tan novedosa que semejante creatividad te ofrezca la victoria.

La estrategia es el arte del cálculo y de la maximización de lo que tienes ¿de qué dispones? De un portaaviones, o de piedras, dependiendo de lo que tengas tu misión es maximizarlo buscando eficiencia en el uso y la inversión.

La moral también es contagiosa. El gran general sabe manejar a la gente, los pésimos líderes son pésimos con las personas. ¿Cuáles son los pasos para gestionar la psicología del equipo?

La psicología del grupo es clave. Es fundamental que las personas piensen menos por sí mismas y más por el grupo. Las emociones se propagan, así que si logra tocarlas tendra a un grupo firme.

Los elementos críticos de la guerra son la rapidez y la adaptabilidad, tomar decisiones más pronto que el rival, sin embargo hoy día tenemos más información disponible y más personas que manejar que se encuentran dispersas, ensimismadas, distraídas, hay más incertidumbre. Es preciso ser flexible y tener ejércitos, equipos y organizaciones más flexibles, donde tu no tengas que superar tus fuerzas, sino que puedes impulsar y dejar andar.

Escoge a las personas correctas, y sobre todo haz que la comunicación sea clara, transparente y directa. Evita errores estratégicos donde la determinación de una orden se vaya perdiendo porque en los escalones inferiores hay miedo o dudas.

Como nada parece urgente, sólo te involucras a medias en lo que haces. Ponte en situaciones en las que tengas demasiado en juego como para perder tiempo o recursos. Si no puedes permitirte perder, no perderás. Ponte en el campo de la muerte, del todo o nada, donde tengas que entregarte totalmente para salir vivo.

En los momentos de confusión e inquietud, debes forzarte a ser más determinado. La prudencia debe reservarse para momentos de preparación, pero en el combate la cautela es castigada con la derrota.

Evita: 1.Aferrarte a glorias y victorias pasadas2.Apegarte a cosas innecesarias3.Repetir las mismas fórmulas

La vida es batalla y conflicto, necesitas identificar a tus enemigos, pero la gente disfrazará sus intenciones, serán sutiles, evasivos, fingirán ser tus aliados. Busca los patrones. Con algunos enemigos no puede haber ningún arreglo, ningún terreno común.

Se dice que hay que ser justos con uno y con todos, se nos habla de encajar, de cooperar, se castiga la combatividad, la competitividad y la agresividad, se dice que el precio de ser así será ser aislado e impopular. Se nos prepara para la paz, pero no para enfrentarnos al estado de guerra que encontramos en el mundo real.

Convierte la consciencia de la muerte en algo positivo y activo. Adopta una filosofía valiente, de tal manera que adquieras una perspectiva de proporción, para separar lo trivial de lo verdaderamente importante. Si puedes vencer el temor a la muerte, ya no hay nada que temer.

Necesitas forjar una sólida y fuerte creencia de ti mismo, necesitas construirte y reconstruirte mentalmente. Aprende a visualizar detalladamente el camino que deseas. No te ablandes, y antes bien, hazte fuerte. No te vuelvas complaciente, antes bien reivéntate contínuamente.

Los necios quieren las cosas rápido y fácil. Temen el aburrimiento. Sienta las bases de un crecimiento sostenible y no te hagas esclavo del entretenimiento. Tienes que ser aprendiz siempre, y pagar el precio del aprendizaje y del estudio dedicado y estoico.

Piensa en el público y acércate a él para conocer sus necesidades, en las tendencias que se van asomando. No te tomes las críticas personalmente, antes bien, busca en ellas retroalimentación valiosa para tu trabajo. No pierdas contacto con tu base. Sé un solucionador de problemas.

El de arriba da la pauta. Si los líderes son miedosos, dudan de correr riesgos o se preocupan demasiado por su ego y reputación, el grupo se contaminará. Infunde impulso con tus actos, no con palabras. Esfuérzate más que los de tu equipo, inspíralos a correr riesgos al correr tú mismo riesgos. Atrévete a tomar las decisiones difíciles.

Vence todo temor a enfrentar a las personas o te será muy difícil imponerse sobre los astutos y los implacables. Domina el arte de saber cuando ser estratégico y cuándo usar el engaño, la manipulación y la fuerza directa.

Buscamos tener una sensación de control, aferrándonos a ideas y creencias que nos dan seguridad, que nos hacen sentir ordenados. Sin embargo el ansia de control nos lleva a perder adaptabilidad y capacidad de reacción.

¿Eres capaz de ver las posibilidades en medio de las situaciones aparentemente más caóticas y negativas? Incluso la falta de recursos puede ser una oportunidad para ser más ingenioso. No dejes que el miedo te vuelva conservador o te lleve a posponer la acción.

Aprópiate de algo, pelea por lo tuyo, no trabajes para dejar todo para otros, sino que busca construir lo tuyo. Construye tu reino, el supremo poder en la vida está en ser completamente independiente

El mayor peligro es la complacencia, la comodidad, hace que la mirada se nuble. La negación de la realidad, por ejemplo, por ingenuidad o idealismo, es delirante, es descansar en la fantasía, donde paulatinamente vamos nos vamos distanciando de la realidad. El éxito es una trampa que nos lleva a relajar nuestras defensas y nuestros estados de alerta.

La actitud separa al fracaso del éxito en la vida, según Roosevelt. ¿Cómo ves el mundo? ¿Desde el punto de vista del riesgo o desde el punto de vista de la oportunidad? Tenemos miedo a descubrir nuestra propia fortaleza. El asunto es puramente mental. A Roosevelt le interesó siempre el estado mental y el espíritu de su nación, pues creía que ante un contexto difícil la diferencia estaba en un espíritu decidido.

En este podcast analizo desde la parte histórica la película de Netflix El Rey. También analizo las lecciones estratégicas y de manejo del poder que podemos extraer. En particular estas lecciones son valiosas si eres una persona joven que ha sido puesta en un lugar de liderazgo.

Aplique las leyes del poder, pero entienda que deberá ser fluido, adaptarse y crear sus propias leyes, conforme las circunstancias evolucionen. Si bien la historia nos enseña ciertas cosas de la naturaleza humana que son fijas, es importante que sus tácticas y estrategias, se muevan y que usted aprenda a ver la realidad de formas diferentes.

El momento del triunfo suele ser el momento de mayor peligro. Usted necesita combatir la emoción del triunfo, la arrogancia y el exceso de confianza. Controle el éxito y no permita que se le suba a la cabeza, sepa detenerse y tener paciencia para continuar.

Es peligroso mostrarse superior a los demás, o parecer libre de toda falla y debilidad. Cuídese de la envidia evitando la ostentación material o espiritual

Vivimos una disonancia cognitiva, aunque queremos cambiar, también somos hijos de la costumbre. No soportamos demasiada innovación, necesitamos aferrarnos a ciertos elementos conocidos o “tradicionales” para que el sistema interno personal, o el sistema social, no se rebelen. Introduzca el cambio como modificaciones leves del pasado.

Debemos conocer perfectamente las estrategias de nuestros adversarios para poder ir un paso adelante, para darles de su propia medicina y para imitar sus propias estrategias.

Utilice métodos seductores, en lugar de métodos basados en la coerción bruta. Maneje las emociones, la psicología y las debilidades de las personas, encuentre lo que la otra persona ama, lo que valora y lo que teme.

En el poder usted deberá operar como un cirujano, yendo hacia el foco principal del problema y deshaciéndose de él. Identifique el origen de un problema y elimine su capacidad de influenciar.

Usted necesita diferenciarse de un gran predecesor, necesita seguir su propia ruta y proponerse objetivos aún más ambiciosos, no deberá conformarse con haber recibido una gran herencia, deberá hacerla a un lado y hacer su propio camino, encontrando una fuerte necesidad como motor para hacer su propio imperio. Encuentre su propia identidad

Lo gratuito, los regalos implican alguna forma de trampa o un compromiso oculto. Las cosas que tienen valor valen la pena pagarse. Pagar evita contraer una deuda simbólica que trae lo gratuito. Cuando hablamos de excelencia no hay gangas. La generosidad, en contraste con la tacañería es señal e imán de poder.

Esta ley complementa la ley 33. La ira y las emociones son estratégicamente contraproducentes. Manténgase sereno y objetivo, pero revuelva las emociones en los demás, aprenda a tocar sus puntos sensibles. Su superpoder es la calma y la paciencia para acceder al poder, así como la capacidad de inquietar emocionalmente a los menos entrenados.

Un viejo dicho dice: “a donde fueres haz lo que vieres”, y nos habla de la adaptación. No hagas sentir a las personas constantemente inferiores, el carisma no hace de alguien una persona odiosa, presumuida y que pareciera siempre querer llamar la atención. Es importante adoptar cierto aire común, excepto cuando usted ya ostente el poder, recuerde al último rey de Francia.

Una imaginería impactante y gestos simbólicos grandiosos generan un aura de poder, ya que ejercen gran atracción sobre todos. Haga énfasis en los elementos visuales y simbólicos, que enfatices su presencia y creen recordación a nivel emocional y psicológico. Una clave de la naturaleza humana es que nos encanta dejarnos llevar por las apariencias.

Nuestra energía va hacia donde se dirige nuestra atención. La ley 35 nos habló del poder del tiempo, esta ley nos habla sobre el poder de la atención y de la importancia que le damos a los otros y, sobre todo, cuando dispensamos demasiada atención sobre personas o circunstancias que nos hacen perder poder.

Nunca demuestre tener prisa, ya que el apuro delata una falta de control sobre el tiempo y sobre sus acciones. Sea paciente y aprenda a identificar la oportunidad. Descubra el espíritu de los tiempos y las tendencias que lo llevarán al poder. Después de esperar no dude en dar el golpe cuando los tiempos sean propicios.

Su forma de actuar determinará cómo lo tratarán los demás. Un Rey se respeta a sí mismo e inspira el mismo sentimiento en los demás. Al adoptar una actitud de rey, mostrará confianza en su propio poder. Las personas no confían en los que desconfían de sí mismos.

Todo individuo tiene un punto débil, una fisura en la muralla que derriba su fortaleza. Es algo que causa inseguridad, una emoción, una necesidad que lo supera, puede ser también un pequeño placer secreto. Esto se convertirá en un elemento de presión una vez que usted lo descubra.

Se evita la verdad porque suele ser dura y desagradable. La verdad genera desilución. Por ello abrazamos las ilusiones y a las personas que nos venden las soluciones rápidas, milagrosas y que calman el dolor y la necesidad sin esfuerzo.

Aparente ofrecer opciones al otro, los demás sentirán que controlan la situación, pero en realidad no lo hacen. Presente opciones que siempre le sean favorables. Oblíguelos a optar entre el menos de los dos males y logre que cualquiera sea conveniente para usted.

Su accionar deberá parecer natural y de fácil ejecución. Evite revelar sus procedimientos, no enseñe sus trucos especiales y sus artimañas a cualquiera.

Asegure el final de sus acciones, no deje las cosas a medias. Planifique teniendo en cuenta todas las consecuencias posibles, todos los obstáculos y todos los giros del azar. Planificar evitará que se abrume con lo inesperado, le ayudará a ser previsivo. Determine el futuro planificando a largo plazo.

Si se siente inseguro frente a determinado curso de acción, no lo intente. Sus dudas y titubeos se transmitirán a la ejecución del plan. La timidez es muy peligrosa, lo mejor es encarar toda acción con audacia. Las personas admiran al audaz, nadie al cobarde.

La gente quiere creer en algo, aproveche este principio humano, ofrezca una causa o una nueva convicción a la qué adherir. Haga muchas promesas y utilice un lenguaje vago. Establezca rituales de pertenencia y sepa agrupar y mantener a un nutrido grupo de seguidores. Ésta es una forma poderosa de acceder al poder.

Es necesario que, en todo momento, usted aparezca como paradigma de la corrección y la eficiencia. Sus manos nunca se ensuciarán por ilícitos o descuidos.

No acepte los papeles que la sociedad quiere que usted interprete, fórjese una nueva identidadd que atraiga la atención y no aburra, por ello es preciso reinventarse constantemente. Busque la teatralidad, el drama, el suspenso en sus actividades.

La corte es el entorno social que rija alrededor del poder, allí hay jerarquía, relaciones, amores, diversión y mucha manipulación e intriga, porque se lucha por la información y por los privilegios que da estar cerca al poder. Ser miembro de la corte implica aferrarse

Conserve sus fuerzas y su energía, manteniéndolas concentradas en su punto más fuerte. La intensidad generalmente triunfa sobre la dispersión.

Rendirse es una táctica inteligente cuando no puedes ganar, y es preferible a ser un martir.

El sentirse muy inteligente te hace caer en trampas, porque te hace sesgarte, sobre todo el creerte más astuto que otros. eLa primera ley del embaucador es mostrarse menos astuto que la víctima

Esta ley nos habla de dejar las opciones abiertas, y entre tanto, mantener un amplio espectro de contactos y posturas sin comprometerse directamente con ninguna. No sea tan imprudente de tomar partido demasiado pronto, sólo comprométase con su propia causa, y sepa moverse inteligentemente. Mantener la independencia lo convierte en el amo de los demás.

En el ascenso al poder se encontrará con diferentes clases de adversarios, incautos y víctimas. Distinga entre la variedad de personas que se encontrará. No puede actuar ciegamente.

Aunque el mundo es un lugar peligroso y las personas pueden ser malvadas no se aisle en fortalezas para sentirse seguro. El aislamiento termina por exponerlo más, y lo aísla de información valiosa. En lugar de ello, haga un poderoso círculo social.

Somos hijos del hábito, buscamos sentirnos familiarizados con las actitudes de quienes nos rodean. Ser predecible es ser controlable por otros, es actuar en piloto automático y vivir una vida cada vez más automatizada e inconsciente. Necesita tener su mente trabajando y la mente de los demás buscando interpretar lo que usted hace.

Disminuya voluntariamente su disponibilidad y aumentará, involuntariamente, su interés. Demasiada oferta reduce el precio.

Si se deja encendida una sola brasa, por muy débil que sea, siempre se corre el riesgo de que vuelva a desencadenarse un incendio. Si no se extermina el enemigo se recuperará y buscará venganza. Destruya a su enemigo, no solo física sino espiritualmente.

Sépalo todo sobre su rival, utilice espías para reunir información valiosa que le permita tener información valiosa. Sea usted el espía. Vuélvase un experto en sondear a las personas.

No recuerde los favores del pasado o las buenas acciones que usted ha hecho, muestre qué elementos les son beneficiosos a la contraparte para ayudar.

La honesta generosidad hace bajar la guardia del individuo más desconfiado, la honestidad selectiva permite que la persona empiece a confiar y luego el poderoso empieza a hacer las cosas a su gusto, manipulando y embaucando.

¿Qué tan indispensable es usted? Nos dice Robert Greene que tenemos que convertirnos en el único que pueda hacer la tarea, de tal manera que sea imposible desprenderse de usted. ¿Esto es viable? ¿O es tan solo una trampa del ego?

Aléjese de las personas que no se ayudan, que son insensatas o que no controlan sus emociones. Absorbemos los rasgos de las personas con las que más compartimos, así que debemos escogerles bien.

No explique, demuestre. Evite quedarse en las palabras solamente y pase inmediatamente a la acción, sea una persona resolutiva.

Sepa administrar la energía que posee haciendo que los demás hagan el gasto de ir hacia usted.

Utilice la inteligencia, los conocimientos y el trabajo físico de otros para promover su propia causa. Delegue, no haga lo que otros pueden hacer por usted.

Lo enigmático llama la atención de inmediato, mantenga el misterio y no deje demasiado en claro qué es lo que va a hacer. Greene nos habla de evitar ser libros abiertos, totalmente accesibles y transparentes a los demás. No muestre todas sus cartas. El misterio resalta su presencia.

Cree una imagen inolvidable, incluso controvertida. Quedar bien con todos riñe directamente contra esto, deberá saber que su imagen crecerá conforme tenga gente que lo ame y gente que lo odie.

El poder se basa en la reputación. El prestigio es su presencia cuando usted está ausente. Anticípese a los ataques basados en minar la reputación, siempre serán el primer blanco. Y comprenda que en el poder, la reputación es una fuente de ataques permanente, y que es un arma que usted puede utilizar.

Cuando más diga más vulnerable será y menos control tendrá de la situación. Las personas poderosas impresionan e intimidan por su parquedad.

En este episodio analizamos detenidamente la ley del poder 3 de Robert Greene, en su segunda parte, crear cortinas de humo.

Analizaremos cómo se lleva el poder con la amistad, cuál es la naturaleza real de la amistad, cómo la protegemos y cómo la envenenamos. También hablamos sobre los puntos prácticos para lidiar con amigos y enemigos cuando tenemos poder y liderazgo.

¿Por qué es estratégico y nos acerca el poder la ley 1 de Robert Greene de no hacerle sombra a nuestro amo?

Analizamos la intención de Robert Greene en su prefacio de las 48 leyes del poder.