Si te ha pasado que has tenido que “bajarle dos rayitas” a tus emociones o sentimientos en espacios laborales porque te dicen que eres demasiado sentimental, entusiasta o transparente entonces este episodio es para ti.

Cuando pasamos demasiado tiempo pensando en nuestros errores del pasado nos perdemos de la posibilidad de seguir creciendo y aprendiendo.

Si te ha pasado que has tenido que “bajarle dos rayitas” a tus emociones o sentimientos en espacios laborales porque te dicen que eres demasiado sentimental, entusiasta o transparente entonces este episodio es para ti.

Las mujeres, con mucha frecuencia, nos minimizamos de maneras distintas. Ya sea haciéndonos menos, pidiendo perdón constantemente o tratando de ser demasiado suaves.

Seguramente has vivido este hábito toda tu vida porque está comprobado que a las mujeres nos han enseñado desde niñas a ser obedientes, lindas, ayudadoras, caer bien y pensar en los demás. Marisa nos comparte cómo podemos evitar caer en este mal hábito y aprender a poner límites.

Seguramente ser “perfecta” te ha ayudado a llegar hasta donde estás pero la realidad es que querer ser perfecta no te va a ayudar a aspirar a niveles más altos de liderazgo. En este episodio Marisa nos comparte sus recomendaciones para dejar de caer en la trampa de la perfección y nos recuerda que para que el perfeccionismo sea sano es indispensable delegar, priorizar y sentirte cómoda tomando riesgos.

Cuando nos volvemos tan expertas en lo que hacemos hoy, perdemos el foco de nuestros objetivos de largo plazo, no le dedicamos el tiempo necesario a las acciones que nos llevarán al siguiente nivel. Este hábito puede jugar en nuestra contra, pues nos lleva a sacrificar nuestro futuro, nuestras ambiciones y nuestro potencial. Marisa nos invita a trabajar en nuestras metas de largo plazo y compartirlas con las demás personas para que se sepa a dónde queremos llegar.

Estar preparadas y hacer conexiones con otras personas es igual de importante en un trabajo, y un error muy común que hacemos es dejar las conexiones en segundo plano.Con este hábito que debemos cambiar, Marisa nos recuerda que desde el día uno que empieces un nuevo proyecto enlista a tus aliadas y aliados. Asegúrate de siempre hablar de forma positiva de estas personas, de ser su porrista y de conectarlas con otras personas.

Construir relaciones valiosas y trascendentes es tan valioso como lograr capitalizarlas para que nos ayuden a acercarnos a nuestras metas. Las carreras de las personas más exitosas que conocemos y admiramos son una combinación de talento, esfuerzo y una buena dosis de intercambio de beneficios con las personas que los rodean. Marisa nos recomienda revisar quién de la gente que nos rodea, podría ayudarnos a llegar un pasito más cerca de nuestras metas, y que nos preguntemos también qué podemos hacer por esas personas.

La estrategia de convertirnos en las más expertas en lo que hacemos hoy, es el camino perfecto para quedarnos siempre en el lugar donde estamos. Queremos demostrar que el lugar que tenemos, nos lo ganamos por nuestras capacidades y sentimos que no podemos ser menos que perfectas.Marisa nos propone hacer muy bien nuestro trabajo, pero no perder de vista las habilidades que necesitamos desarrollar para llegar al siguiente nivel.

Normalmente creemos que si hacemos un buen trabajo las demás personas lo notarán, y cuando no lo hacen nos sentimos desmotivadas y que no valoran nuestro trabajo. Marisa nos recomienda dejar muy claras nuestras ambiciones y el camino que queremos seguir con las personas que nos rodean, no esperemos a que los demás nos reconozcan.07:47

El primer hábito que nos frena a alcanzar mayores niveles de éxito es no tomar el crédito por nuestros logros. Las mujeres, por lo general, no queremos vernos presumidas o soberbias y con tal de evitar ser puestas en los reflectores nos hacemos chicas y hablamos de los logros de otras personas.Incluso, cuando alguien nos hace un cumplido aprovechamos para decir todo lo que hicimos mal o lo que nos faltó hacer. Cuando esto nos suceda, Marisa nos recomienda aprender a decir “gracias” y aceptar nuestros logros.

El día de la mujer emprendedora es un recordatorio de un contexto en el que todavía nos hace falta trabajar como sociedad. Marisa comparte que México para emprender la pasión no es suficiente; es importante ser curiosas y siempre querer aprender más , hacer cosas fuera de nuestros círculos cómodos, ser porristas de otras mujeres y emprender desde la abundancia.

Compartiendo con Marisa Lazo es el podcast donde la fundadora de Pastelerías Marisa habla de sus pasiones y aprendizajes para subir el volumen de nuestra voz interior y así  llegar a ser personas más congruentes, más libres y más felices.